El cicl¨®n ¡®Daniel¡¯ desat¨® en Derna una tragedia que llevaba d¨¦cadas gest¨¢ndose
La negligencia, corrupci¨®n y par¨¢lisis pol¨ªtica, junto a la gesti¨®n nefasta de la crisis y un fen¨®meno meteorol¨®gico extremo, causaron un desastre sin igual en la historia moderna de Libia
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El pasado domingo al mediod¨ªa, cuando el cicl¨®n Daniel ya empezaba a azotar el este de Libia, el poeta Mustafa Trabelsi, de la ciudad de Derna, comparti¨® un premonitorio poema titulado La lluvia. Le¨ªa as¨ª: ¡°La lluvia expone las calles empapadas, el contratista tramposo, y el estado fallido. Lo lava todo, alas de p¨¢jaro, y pelo de gato. Recuerda a los pobres, sus techos fr¨¢giles, su ropa andrajosa. Despierta los valles, sacude su polvo bostezante, y seca las costras. La lluvia, un signo de bondad, una promesa de ayuda, una campana de alarma¡±.
Unas horas m¨¢s tarde, el centro de Derna qued¨® totalmente devastado. Las intensas lluvias y las inclemencias meteorol¨®gicas rompieron aquella noche dos presas levantadas en el curso de un r¨ªo que recorre un valle a espaldas de la ciudad, lo que liber¨® sobre ella enormes vol¨²menes de agua que se llevaron por delante la cuarta parte de la urbe. La cat¨¢strofe ha dejado ya m¨¢s de 11.000 muertos. Entre ellos, Trabelsi. Y la cifra final se teme que pueda subir a 20.000, a medida que los equipos de b¨²squeda contin¨²an peinando la zona donde unas 10.000 personas siguen desaparecidas y cerca de 40.000, desplazadas.
Ahora que la magnitud de la tragedia se va esclareciendo, los libios empiezan a dirigir su enfado a los motivos y los responsables del desastre. Para muchos, la mezcla de divisi¨®n y par¨¢lisis pol¨ªtica, corrupci¨®n y negligencia, en parte propiciada por la existencia de dos gobiernos rivales a este y oeste del pa¨ªs, es, junto con fen¨®meno meteorol¨®gico extremo, la culpable de una de las peores desgracias que recuerda la regi¨®n.
¡°Lo que ha ocurrido es, en muchos sentidos, el peor de los escenarios posibles¡±, apunta Jalel Harchaoui, experto en Libia del Royal United Services Institute (RUSI), con sede en Londres. ¡°Es una yuxtaposici¨®n de diferentes dimensiones que se combinan y producen un [desastre] de escala apocal¨ªptica de [resonancia] global¡±.
D¨¦cadas de abandono
Las presas de Derna fueron construidas por una constructora yugoslava en los a?os setenta como parte de un plan de desarrollo de infraestructuras impulsado por el coronel Muamar Gadafi, que se hab¨ªa hecho con el poder en Libia mediante un golpe de Estado en 1969. Tras aquel empuje inicial, sin embargo, muchos analistas coinciden en que vinieron d¨¦cadas de abandono y negligencia por parte de su r¨¦gimen, que luego se mantuvieron siguiendo su derrocamiento y asesinato durante la revoluci¨®n popular de 2011 apoyada por la OTAN.
Las evidencias de esta dejadez han aflorado en los ¨²ltimos d¨ªas. En 2007, la constructora turca Arsel empez¨® un proyecto para rehabilitar las dos presas de Derna y construir otra. Y aunque en su web aparece como finalizada en 2012, cuando el pa¨ªs se hab¨ªa sumido en una fuerte inestabilidad, la realidad es que la obra nunca se complet¨®. Una d¨¦cada m¨¢s tarde, en 2021, la Oficina de Auditor¨ªa de Libia public¨® un informe en el que se?ala que se hab¨ªan asignado casi 2,3 millones de euros al Ministerio de Recursos H¨ªdricos para el mantenimiento y rehabilitaci¨®n de las mismas presas. Pero esta obra tampoco se realiz¨®.
Fractura pol¨ªtica
Harchaoui considera que preocuparse y asignar recursos humanos y financieros para el mantenimiento de una infraestructura que en principio ya funciona es un gesto dif¨ªcil de ver en un contexto de fractura pol¨ªtica con una arraigada cultura de dictadura militar, algo que a la larga supone un problema. Harchaui cree que si existiera entre las autoridades libias una tradici¨®n de preocuparse por el mantenimiento de la infraestructura nacional, eso crear¨ªa recursos humanos (ingenieros, experiencia...) e institucionalizar¨ªa unos procedimientos que ayudar¨ªan a detectar problemas como el de la presa, y a actuar con margen. ¡°Pero como no existe esa tradici¨®n¡±, explica el analista, ¡°tampoco existe toda la estructura humana e institucional que vendr¨ªa con ella¡±.
Los peligros de aquella inacci¨®n eran de sobra conocidos. En 2022, el hidr¨®logo libio Abdelwanees Ashoor fue el ¨²ltimo en publicar un estudio en el que conclu¨ªa que el valle de Derna ¡°tiene un alto potencial de riesgo de inundaci¨®n¡±. Y que, por ello, las presas de la cuenca del r¨ªo que atraviesa la localidad ¡°necesitan un mantenimiento peri¨®dico¡±.
Derna era, adem¨¢s, particularmente vulnerable a una cat¨¢strofe de estas caracter¨ªsticas. Anta?o conocida por ser la cuna de muchos artistas y escritores, en 2011 la ciudad pas¨® a ser m¨¢s famosa por la resistencia a Gadafi, y luego por haber sido ocupada en 2014 por el Estado Isl¨¢mico, expulsado un a?o despu¨¦s por una alianza de islamistas y exoficiales.
Su posterior oposici¨®n a Jalifa Hafter, mariscal del autodenominado Ej¨¦rcito Nacional Libio, que controla manu militari el este del pa¨ªs, fue respondida con una brutal campa?a de bombardeos y asedio hasta quedar marginalizada y subyugada a su pu?o de hierro. ¡°Las autoridades de Hafter lanzaron la guerra contra Derna, impusieron un sitio, llevaron a cabo una guerra urbana muy destructiva en 2018-2019, haciendo muy poca distinci¨®n entre civiles y combatientes. As¨ª que el contexto de Derna es peculiar¡±, nota Harchaoui.
Cuenta atr¨¢s
En este contexto, la llegada del cicl¨®n Daniel entra?aba serios peligros al este de Libia, y las autoridades locales, los servicios de emergencia y la poblaci¨®n eran conscientes. Sin embargo, las medidas e instrucciones adoptadas por los primeros en los d¨ªas y las horas previas a la cat¨¢strofe, e incluso mientras esta se estaba produciendo, resultaron fat¨ªdicas.
La Organizaci¨®n Meteorol¨®gica Mundial (OMM) asegura que se emitieron alertas sobre el peligro del cicl¨®n con 72 horas de antelaci¨®n, y que se inst¨® a las autoridades libias a extremar las precauciones. La tarde del s¨¢bado, un d¨ªa antes de la tragedia, una federaci¨®n local de ciencia espacial record¨® el peligro de que la tormenta llenara las presas de Derna.
Las autoridades del este de Libia, con el ENL a la cabeza, formaron un gabinete de crisis casi ¨ªntegramente con oficiales de Bengasi, la principal ciudad de la regi¨®n, y encabezado por figuras con poca o nula experiencia. Casi todos los mensajes que difundieron, adem¨¢s, iban referidos a Bengasi, a 300 kil¨®metros de Derna, mientras que el resto de la zona apenas recibi¨® atenci¨®n. Las instrucciones fueron confusas y poco espec¨ªficas, y la directriz final, en el caso de esta urbe, fue evacuar las zonas adyacentes a la costa y decretar un toque de queda hasta nuevo aviso, seg¨²n inst¨® el ayuntamiento en redes sociales.
Incluso la madrugada del lunes, unos diez minutos despu¨¦s de que, seg¨²n testimonios de la ciudad, se escuchara la explosi¨®n que caus¨® la presa al romperse ¡ªa las dos y media de la madrugada¡ª las autoridades de Derna continuaron instando a la poblaci¨®n a permanecer en sus casas. ¡°Se les orden¨® que se quedaran, y era el Ej¨¦rcito. Y tenemos una historia de guerra, asedio, represi¨®n, que ha sido violenta. As¨ª que, si esa entidad te dice que te quedes en casa, lo que vas a hacer es b¨¢sicamente tener miedo de salir¡±, se?ala Harchaoui.
En su siguiente mensaje, poco despu¨¦s del mediod¨ªa del lunes, el ayuntamiento reconoc¨ªa que la situaci¨®n era catastr¨®fica y ped¨ªa una intervenci¨®n internacional urgente. El director de la OMM, Petteri Taalas, consider¨® el jueves que ¡°la mayor¨ªa de v¨ªctimas¡± podr¨ªan haberse evitado con advertencias pertinentes.
Pesa a todos los factores pol¨ªticos que han contribuido al desastre de Derna, Harchaoui se?ala que es igualmente importante encuadrarlo en el marco de un evento natural muy violento que muchos vinculan a los efectos del cambio clim¨¢tico. ¡°En Libia se produjo un acontecimiento ex¨®geno que no tiene nada que ver con los libios y que en s¨ª mismo es muy inusual y debe reconocerse como tal¡±, concluye.
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