El terremoto agita los cimientos del reinado de Mohamed VI
La concentraci¨®n de poder en manos del monarca retarda la respuesta oficial para auxiliar a las v¨ªctimas del se¨ªsmo. Marruecos despliega toda la maquinaria del Estado en el Atlas una semana despu¨¦s de una cat¨¢strofe que ha causado casi 3.000 muertos.
El violento terremoto que devast¨® el pasado d¨ªa 8 la regi¨®n del Alto Atlas, al sur de Marruecos, pasar¨¢ a los anales de la historia del pa¨ªs magreb¨ª como el m¨¢s intenso registrado y el segundo m¨¢s mort¨ªfero, con cerca de 3.000 fallecidos, tras el se¨ªsmo que se cobr¨® 12.000 vidas en Agadir (costa meridional) en 1960. Su rastro de destrucci¨®n se ha cebado con decenas de miles de habitantes de poblaciones y aldeas de la cadena monta?osa, que se contaban entre los m¨¢s desfavorecidos del pa¨ªs y ahora no tienen nada. Pero la sacudida tel¨²rica tambi¨¦n ha hecho tambalearse en cierto modo los cimientos del Estado en el vigesimoquinto a?o de reinado de Mohamed VI.
La ausencia del rey, que se encontraba en viaje privado en su palacete de Par¨ªs, fren¨® en un primer momento la respuesta de la Administraci¨®n para auxiliar a las v¨ªctimas. La alta concentraci¨®n de poder en sus manos que le otorga la vigente Constituci¨®n de 2011 ¡ªaunque delegado en sus consejeros del gabinete real y en ministros de soberan¨ªa, que el monarca directamente designa¡ª pudo generar un embudo inicial en la toma de decisiones hasta el retorno del soberano a Rabat, que se produjo en la tarde del d¨ªa 9.
Menos de 24 horas despu¨¦s del temblor de tierra, EL PA?S comprob¨® en las estribaciones del Atlas c¨®mo los vecinos de las poblaciones afectadas se dispon¨ªan a pasar su segunda noche al raso mientras las caravanas de veh¨ªculos privados, en una reacci¨®n fulminante de la sociedad civil, acud¨ªan a auxiliarles en sus campamentos improvisados con lonas y pl¨¢sticos. Los bomberos de Marraquech buscaban entre los escombros con escasa esperanza, en unas estructuras de construcciones colapsadas que apenas dejan huecos para sobrevivir. El Ej¨¦rcito, que se moviliz¨® sin aguardar a que el Gobierno se reuniera, despejaba las carreteras cegadas por los derrumbes. En las aldeas m¨¢s remotas y aisladas nadie acudi¨® a ayudar.
Las instrucciones de la reuni¨®n presidida por el rey empezaron a surtir efecto al d¨ªa siguiente, cuando la ayuda oficial comenz¨® a fluir, aunque con lentitud, hacia Amizmiz, Mulai Brahim y las principales localidades afectadas. Los escasos equipos de rescate extranjeros autorizados por Rabat a actuar en la zona pr¨®xima al epicentro, como el de la Unidad Militar de Emergencia espa?ola, ya solo pudieron recuperar cad¨¢veres entre las ruinas.
Cuando Mohamed VI visit¨® a algunos de los heridos en el terremoto el martes, el cuarto d¨ªa tras el cataclismo, el despliegue de la maquinaria del Estado marroqu¨ª ya hab¨ªa cobrado impulso y las tiendas de campa?a familiares sustitu¨ªan a los precarios entoldados de palos y cuerdas. El empuje de miles de ciudadanos, que con su propio tiempo y dinero ayudaron directamente a los damnificados, impidi¨® que decenas de miles pasaran hambre a pesar de haberlo perdido todo.
Amarga realidad de la reconstrucci¨®n
Marruecos afronta una semana despu¨¦s del se¨ªsmo una amarga realidad. La reconstrucci¨®n puede conllevar un coste de hasta 9.000 millones de euros, un 8% del Producto Interior Bruto (PIB), seg¨²n una estimaci¨®n del portal digital Le Desk sobre datos del Servicio Geol¨®gico de Estados Unidos. El coste correr¨¢ casi exclusivamente a cargo de las arcas del Estado a trav¨¦s de un fondo extraordinario. El terremoto que sacudi¨® Turqu¨ªa el pasado febrero y dej¨® un reguero de 50.000 muertos caus¨® da?os estimados en unos 32.000 millones de euros, aunque con una equivalencia del 4% del PIB, seg¨²n el Banco Mundial.
El jueves, en la segunda sesi¨®n de trabajo tras el terremoto presidida por el rey Mohamed VI en Rabat, Marruecos aprob¨® un programa de ayudas para 50.000 viviendas afectadas en cinco provincias. Oscilar¨¢n entre los 80.000 dirhams (7.300 euros) y los 140.000 dirhams (12.800 euros) en funci¨®n de que los da?os hayan sido parciales o totales. Frente a la limitaci¨®n que se fij¨® al env¨ªo de equipos de rescate extranjeros, en el comunicado del gabinete real Mohamed VI ha dejado claro que su pa¨ªs est¨¢ abierto a las aportaciones de ¡°pa¨ªses hermanos o amigos¡± para la reconstrucci¨®n.
El oto?o acecha en las monta?as del Alto Atlas. El Gobierno ha dispuesto adem¨¢s ayudas de 30.000 dirhams (2.700 euros) por familia para el realojamiento de urgencia de la poblaci¨®n sin hogar en viviendas provisionales, como casas prefabricadas o barracones para que pueda protegerse del fr¨ªo y la lluvia.
Marruecos ha ordenado tambi¨¦n censar a los ni?os que han quedado hu¨¦rfanos tras perder a toda su familia para incluirles en los programas de adopci¨®n. Adem¨¢s, se les ofrecer¨¢ la protecci¨®n directa del Estado mediante un estatuto especial. En un esbozo de retorno a la normalidad, est¨¢ previsto que algunas clases escolares puedan reanudarse provisionalmente el lunes en tiendas de campa?a o en internados en la ciudad de Marraquech, seg¨²n informa la agencia Efe. El Gobierno aseguraba este s¨¢bado que, salvo en la provincia de Chichaua, al oeste de Marraquech, la gran mayor¨ªa de los afectados se encuentran ya cobijados bajo tiendas de campa?a.
Ayuda en clave geopol¨ªtica.
Mientras Francia y otros pa¨ªses aguardaban autorizaci¨®n para desplegar equipos de rescate en la zona del terremoto, Espa?a envi¨® al ¨¢rea del epicentro del cataclismo un contingente de 56 miembros de la Unidad Militar de Emergencias (UME), de los que 35 formaban parte de Grupo de B¨²squeda y Rescate Urbano (USAR, por sus siglas en ingl¨¦s). Este grupo particip¨® activamente en operaciones de salvamento en aldeas remotas del Atlas a las que a¨²n no hab¨ªan sido visitadas por los socorristas. Decenas de bomberos y especialistas enviados tambi¨¦n por las comunidades aut¨®nomas se sumaron al despliegue espa?ol.
Rabat tambi¨¦n permiti¨® el paso a las unidades de Reino Unido, un estrecho aliado que despach¨® un equipo de rescatistas en tres helic¨®pteros Chinook procedentes de Gibraltar. La proximidad al lugar de la cat¨¢strofe y la especializaci¨®n fueron criterios esgrimidos por Rabat para justificar la selecci¨®n de espa?oles y brit¨¢nicos, que solo han estado oficialmente acompa?ados en Marruecos por equipos de Emiratos ?rabes Unidos y Qatar, m¨¢s lejanos y menos experimentados que, por ejemplo, los franceses,
Al igual que Francia, Argelia, que rompi¨® relaciones diplom¨¢ticas con Marruecos hace dos a?os, hab¨ªa preparado un dispositivo de emergencia dispuesto para viajar a Marruecos en la noche del martes. Tres grandes aviones de transporte permanecieron estacionados en la base militar de Bufarik, 40 kil¨®metros al suroeste de Argel, con equipos de rescate de bomberos y sanitarios argelinos, as¨ª como toneladas de ayuda humanitaria, a la espera de recibir autorizaci¨®n. La luz verde de Rabat nunca lleg¨®.
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