La guerra en Oriente Pr¨®ximo fractura a los progresistas occidentales

La guerra en Oriente Pr¨®ximo ha abierto una grieta en la izquierda occidental. Algunas de las divisiones que ya se vieron con la invasi¨®n rusa de Ucrania se reproducen tras la matanza de Ham¨¢s en Israel hace dos semanas, los bombardeos israel¨ªes en Gaza y los miles de muertos civiles.

Hay, de un lado, una izquierda ¨Dla que podr¨ªa calificarse de socialdem¨®crata y atlantista¨D que aboga por el derecho de los israel¨ªes a defenderse mientras pide respetar el derecho internacional. Del otro, otra izquierda que, desde el d¨ªa de la matanza, denunci¨® la responsabilidad de Israel en la violencia, aun condenando en muchos casos el ataque de Ham¨¢s.

En pa¨ªses como Espa?a, estas dos izquierdas conviven en el Gobierno. En otros, como Francia, integran una coalici¨®n de oposici¨®n que el conflicto israelo-palestino ha colocado al borde de la ruptura.

La fractura se ha evidenciado en los cruces de manifiestos y denuncias en los campus estadounidenses. Tambi¨¦n en la incomodidad de una parte de las bases del laborismo brit¨¢nico con el apoyo a Israel de su l¨ªder, Keir Starmer. Se ha evidenciado en la incomprensi¨®n de algunos en la izquierda occidental ante la posici¨®n de los alemanes que, en las im¨¢genes de jud¨ªos civiles siendo masacrados por Ham¨¢s, ven un reflejo de los pogromos de la II Guerra Mundial. Y en la carta de la izquierda israel¨ª, publicada en EL PA?S, denunciando la ¡°insensibilidad moral¡± de una parte de la izquierda europea y estadounidense ante el ataque del d¨ªa 7, que dej¨® m¨¢s de 1.400 muertos. Desde entonces han muerto m¨¢s de 4.358 personas en Gaza, seg¨²n datos del s¨¢bado de las autoridades sanitarias de la Franja.

El historiador estadounidense Michael Kazin dice: ¡°Hay actualmente un acuerdo amplio en la izquierda sobre qu¨¦ hay que hacer en la pol¨ªtica interior de nuestros pa¨ªses: casi todos son, de un modo u otro, socialdem¨®cratas y ya no hay revolucionarios en el viejo sentido¡±. Y a?ade: ¡°El problema est¨¢ en qu¨¦ hacer con un mundo que ya no tiene un centro ni un duopolio, como durante la Guerra Fr¨ªa, y qu¨¦ hacer con los conflictos heredados de este periodo¡±.

Kazin, coeditor em¨¦rito de la revista progresista Dissent, se refiere a Oriente Pr¨®ximo, pero podr¨ªa hablar de Ucrania. ¡°Quien no condene a Ham¨¢s adopta una posici¨®n indecente e inmoral¡±, opina. ¡°De otro lado, el contexto del ataque, que es la larga ocupaci¨®n y bloqueo de Gaza y Cisjordania, debe entenderse¡±.

Una izquierda reprocha a la otra la tibieza ante Israel y el alineamiento con Estados Unidos y el bloque occidental en apoyo a este pa¨ªs pese a la ocupaci¨®n y los bombardeos. La otra reprocha a la primera su tibieza ante el terrorismo palestino y la equidistancia, o ausencia de equidistancia, entre Ham¨¢s y un Estado democr¨¢tico.

Psicodrama pol¨ªtico-ideol¨®gico

Es una inc¨®gnita si, con el n¨²mero de palestinos muertos en aumento y la perspectiva de una invasi¨®n israel¨ª de Gaza, el debate quedar¨¢ superado por los acontecimientos, o si, por el contrario, el abismo entre las dos izquierdas se agrandar¨¢. Hay pa¨ªses como Francia donde ya se ha convertido en un aut¨¦ntico psicodrama pol¨ªtico-ideol¨®gico.

En el centro de las cr¨ªticas se encuentra Jean-Luc M¨¦lenchon, l¨ªder de La Francia Insumisa (LFI), partido hermano de Podemos en Espa?a y dominante en la Nueva Uni¨®n Popular Ecol¨®gica y Social (NUPES). Creada durante la campa?a para las legislativas de 2022, la NUPES incluye como socios menores a socialistas, comunistas y ecologistas.

La primera reacci¨®n de LFI a la matanza en Israel fue un comunicado que dec¨ªa: ¡°La ofensiva armada de las fuerzas palestinas llevada a cabo por Ham¨¢s llega en un contexto de intensificaci¨®n de la pol¨ªtica de ocupaci¨®n israel¨ª en Gaza, Cisjordania y Jerusal¨¦n Este¡±. No hab¨ªa una condena expl¨ªcita a Ham¨¢s en el texto. Tampoco el calificativo de terrorista.

En la posici¨®n de M¨¦lenchon y LFI, ¡°hay una voluntad de dirigirse al electorado musulm¨¢n, o m¨¢s bien a su franja m¨¢s radical, influida por los islamistas¡±, seg¨²n la pensadora de izquierdas y cr¨ªtica con el m¨¦lenchonismo St¨¦phanie Roza, autora del ensayo ?La izquierda contra la Ilustraci¨®n? Roza tambi¨¦n explica la posici¨®n de esta izquierda, similar en otros pa¨ªses occidentales, por la herencia anticolonialista.

¡°Me opongo a la colonizaci¨®n de Cisjordania y no apoyo en modo alguno ni al Gobierno de [Benjam¨ªn] Netanyahu ni a los colonos ni a la extrema derecha israel¨ª¡±, precisa, para afirmar: ¡°Pero la situaci¨®n no puede resumirse con una colonizaci¨®n: los jud¨ªos en Israel no son como los franceses en Argelia, pero la izquierda radical lo ve as¨ª, y entonces la lucha anticolonial es leg¨ªtima y, por tanto, cualquier medio es leg¨ªtimo¡±. Otro fen¨®meno, seg¨²n Roza, es ¡°la negaci¨®n del antisemitismo en la izquierda: se minimiza sistem¨¢ticamente¡±.

Para algunos socios de LFI, la reacci¨®n al d¨ªa 7 fue la gota que colm¨® el vaso tras meses de tensiones. ¡°Es hora de poner fin a la mala alianza con Jean-Luc M¨¦lenchon¡±, dijo la alcaldesa de Par¨ªs, la socialista Anne Hidalgo. El martes, el Partido Socialista aprob¨® una moratoria en su participaci¨®n en los trabajos de la NUPES.

Coalici¨®n de Gobierno espa?ol

La crisis no ha afectado a la cohesi¨®n del Gobierno de coalici¨®n espa?ol en funciones, aunque han aflorado tambi¨¦n las distintas almas de la izquierda. Ocurri¨® con Ucrania, cuando Podemos, socio de la coalici¨®n, se opuso al env¨ªo de armas.

El presidente, el socialista Pedro S¨¢nchez, conden¨® el mismo d¨ªa 7 el ¡°ataque terrorista¡± de Ham¨¢s contra Israel y respalda el ¡°derecho leg¨ªtimo¡± de Israel a defenderse ¡°dentro del derecho internacional y el derecho humanitario¡±. Tambi¨¦n la coalici¨®n Sumar, integrada en el Gobierno, conden¨® el ataque, aunque rechaza lo que llama ¡°doble vara de medir¡± de las instituciones europeas a la hora de reprobar los ataques seg¨²n los cometa el ej¨¦rcito israel¨ª o Ham¨¢s.

Ernest Urtasun, eurodiputado y portavoz de Sumar, considera que en la reacci¨®n a la crisis, ¡°todos¡± tienen ¡°claro¡± que ¡°condenan¡± el ataque de Ham¨¢s. A la hora de valorar la respuesta de Israel, reconoce una diferencia de ¡°matices y tonos¡± en el lenguaje. Sumar va m¨¢s all¨¢ que el PSOE y habla directamente de que est¨¢ cometiendo ¡°cr¨ªmenes de guerra¡± en Gaza.

Otro socio gubernamental, Izquierda Unida, aboga por tener en cuenta el ¡°contexto hist¨®rico¡± de ¡°la ocupaci¨®n y la guerra colonial de Israel contra Palestina¡±. Sira Rego, portavoz federal de la organizaci¨®n y tambi¨¦n eurodiputada, afirma: ¡°Somos muy firmes. M¨¢ximo apoyo a la causa del pueblo palestino, que leg¨ªtimamente exige derecho a ser y a vivir. M¨¢xima condena a la potencia ocupante y exigencia al cumplimiento de las resoluciones de Naciones Unidas y el derecho internacional¡±.

La l¨ªder de Podemos, Ione Belarra, ha reclamado llevar a Netanyahu ante la Corte Penal Internacional y particip¨® en la marcha a favor de Palestina en Madrid. Las palabras y gestos de la ministra en funciones Belarra provocaron un choque diplom¨¢tico, al acusar el Gobierno israel¨ª a algunos miembros del espa?ol de alinearse con el terrorismo.

El debate internacional va m¨¢s all¨¢ de Israel y Palestina y del momento actual. La soci¨®loga Dominique Schnapper sostiene que ¡°la divisi¨®n de la izquierda en dos partes irreconciliables se remonta a la posguerra mundial, cuando una parte de la izquierda traicion¨® los ideales universalistas y laicos al rechazar condenar el sovietismo¡±. Y a?ade: ¡°Es la misma traici¨®n hoy de la parte de M¨¦lenchon, que es putiniano y rechaza reconocer el car¨¢cter terrorista de Ham¨¢s¡±.

Regresan las viejas querellas entre lo que en Estados Unidos se llamaban los halcones liberales ¡ªes decir, de izquierdas¡ª y las palomas ¨Dla otra izquierda¨D. Lo que se dirime, tambi¨¦n, es el papel de la vieja potencia mundial amenazada por el declive. Como dice el historiador Kazin: ¡°Mucha gente, a mi izquierda, piensa que el poder americano es un problema considerable en el mundo. Yo pienso que es m¨¢s complicado. Puede ser un problema, pero tambi¨¦n puede usarse con un fin ben¨¦fico.¡±

Sigue toda la informaci¨®n internacional en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.