Un viejo buque encallado de la II Guerra Mundial para frenar el avance de Pek¨ªn en el mar del Sur de China
El r¨¦gimen chino reclama a Filipinas que remolque el deteriorado nav¨ªo, pero Manila insiste en mantenerlo en el atol¨®n de Ayungin como puesto avanzado para mantener sus intereses en este enclave en disputa entre ambos pa¨ªses
En medio de las aguas cristalinas moteadas de bancos de arena y arrecifes que conforman las islas Spratly, en el mar del Sur de China, yace varado un viejo buque de la II Guerra Mundial de origen estadounidense, el Sierra Madre. Su cascar¨®n herrumbroso y agujereado tiene una larga y tortuosa historia. En 1999, cuando llevaba dos d¨¦cadas al servicio de la Marina de Filipinas, el Gobierno de Manila decidi¨® encallarlo en el atol¨®n de Ayungin, una lengua de arena que asoma a ras de superficie a unas 105 millas n¨¢uticas al oeste de la provincia filipina de Palawan. Para Filipinas, que reclama la soberan¨ªa de este enclave en disputa, al considerar que se encuentra en su zona econ¨®mica exclusiva (ZEE), el nav¨ªo se ha convertido en un puesto avanzado frente a la pujanza de China en la zona y en una met¨¢fora en chiquitito de la gran batalla geopol¨ªtica.
T¨¦cnicamente, sigue siendo un buque de guerra en activo. A bordo, Manila mantiene una peque?a guarnici¨®n de militares. A menudo al destacamento lo rodean buques chinos que navegan por la zona para tratar de reafirmar su presencia. El pu?ado de tropas filipinas, que va rotando, sobrevive al aislamiento mientras trata de evitar el deterioro de la nave, tan ajada que parece sacada de una de esas pel¨ªculas apocal¨ªpticas. Algunos periodistas que han subido a bordo han documentado c¨®mo el agua penetra en el interior, el ¨®xido que lo recubre todo, c¨®mo los militares improvisan arpones para la pesca, su soledad. Batido por el agua, el viento y el salitre, la desintegraci¨®n del Sierra Madre complicar¨ªa los intereses de Filipinas y muy probablemente activar¨ªa de inmediato una respuesta de Pek¨ªn.
300 km
China
Taiw¨¢n
Islas
Paracelso
Filipinas
Islas
Spratly
Vietnam
Malasia
Brun?i
Fuente: The Military Balance.
EL PA?S
300 km
China
JAP?N
Taiw¨¢n
Islas
Paracelso
Filipinas
Islas
Spratly
Vietnam
Atol¨®n de
Ayungin
Malasia
Brun?i
Fuente: The Military Balance.
EL PA?S
300 km
China
Taiw¨¢n
Islas
Paracelso
Filipinas
Mar del
Sur de China
Islas
Spratly
Vietnam
Atol¨®n de
Ayungin
Malasia
Brun?i
EL PA?S
El gigante asi¨¢tico reclama un 90% de las aguas del mar del Sur de China por ¡°razones hist¨®ricas¡±, incluido este atol¨®n que denomina Ren¡¯ai Jiao. Lo considera parte de su territorio y cree que al enviar un buque militar a ¡°tomar tierra¡± en el baj¨ªo, Filipinas viol¨® gravemente su soberan¨ªa territorial, a pesar de que un laudo del Tribunal Permanente de Arbitraje en La Haya propin¨® en 2016 un varapalo a Pek¨ªn al negar por unanimidad la base legal a sus argumentos. La Rep¨²blica Popular siempre ha cuestionado la autoridad de la decisi¨®n.
¡°Instamos a Filipinas a que remolque el buque de guerra encallado ilegalmente lo antes posible y se abstenga de socavar la paz y la estabilidad en el mar del Sur de China¡±, reclam¨® en octubre el Ministerio de Exteriores chino.
El buque desva¨ªdo se encuentra en el epicentro de uno de esos complej¨ªsimos casos de derecho internacional mar¨ªtimo y es a la vez la inc¨®moda china en el zapato que impide a Pek¨ªn su despliegue en este punto de las islas Spratly. En el archipi¨¦lago, donde colisionan los intereses de China, Malasia y Vietnam, adem¨¢s de Filipinas, Pek¨ªn ha ido extendiendo su dominio con la construcci¨®n de islas artificiales e instalaciones militares, tensando la cuerda con las naciones vecinas, e irritando a Estados Unidos, que lo ve como una muestra m¨¢s de la creciente firmeza china.
Un enorme valor simb¨®lico
El buque filipino ¡°tiene un enorme valor simb¨®lico, porque es una prueba de la jurisdicci¨®n filipina sobre su ZEE y su plataforma continental¡±, explica Jay L. Batongbacal, profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Filipinas y director del Instituto de Asuntos Mar¨ªtimos y Derecho del Mar de esta universidad. Sobre la base del arbitraje de 2016, a?ade, este pa¨ªs ¡°tiene derecho a gestionar, explotar, conservar y proteger sus recursos¡±, asegura a trav¨¦s de un correo electr¨®nico. Y a?ade que no es que Filipinas reclame la soberan¨ªa del banco de arena bas¨¢ndose en el encallamiento del buque. ¡°M¨¢s bien, hace valer sus derechos como Estado ribere?o con derechos soberanos exclusivos¡±.
Construido en 1944 en Indiana (Estados Unidos) como buque de desembarco de tanques, y originalmente botado bajo el nombre LST-821, fue destinado al teatro de operaciones del Pac¨ªfico durante la II Guerra Mundial en preparaci¨®n para una posible invasi¨®n de Jap¨®n. All¨ª gan¨® una estrella por sus m¨¦ritos b¨¦licos. Durante la guerra de Vietnam, fue reacondicionado como base flotante en el delta del Mekong, donde su tripulaci¨®n fue distinguida por su ¡°extraordinario hero¨ªsmo¡±, seg¨²n reconstruye Jonathan L. Hoppe en un art¨ªculo del Instituto Naval de Estados Unidos. ¡°El viejo LST [buque de desembarco de tanques, por sus siglas en ingl¨¦s] ha tenido una larga y condecorada carrera que abarc¨® tres armadas y m¨²ltiples continentes a lo largo de cinco d¨¦cadas¡±.
En 1969, como parte de un programa de asistencia militar estadounidense, fue transferido a la Marina de Vietnam del Sur, la naci¨®n separada del norte comunista contra el que combat¨ªan las tropas de Washington. Con la ca¨ªda de Saig¨®n, la nave, con capacidad para 266 tripulantes, se vio obligada a huir con 3.000 refugiados a bordo y dej¨® atr¨¢s Vietnam junto a una flotilla que cargaba miles de personas. Filipinas les permiti¨® atracar y desembarcar en sus puertos a cambio de que en el futuro aquellos buques pasaran a formar parte de su Marina. As¨ª ocurri¨® en 1976. A las ¨®rdenes de Manila, fue rebautizado Sierra Madre, en honor a la cordillera m¨¢s larga de Filipinas, y sirvi¨® como buque anfibio hasta que el Gobierno decidi¨® encallarlo en el baj¨ªo de Ayungin. ¡°Aunque su casco est¨¢ hoy lleno de picaduras y, a todos los efectos, ya no est¨¢ en condiciones de navegar, el Sierra Madre sigue en servicio y es, por tanto, una extensi¨®n oficial del territorio soberano filipino¡±, escribe Hoppe.
A menudo saltan chispas en este punto de una regi¨®n altamente vol¨¢til, por donde pasa un tercio del comercio mar¨ªtimo mundial. En octubre, por ejemplo, tuvo lugar un choque entre buques chinos que patrullaban Ayungin y dos naves filipinas, que se adentraron en la zona en misi¨®n ¡°regular y rutinaria de rotaci¨®n y reabastecimiento¡± del Sierra Madre, un suministro y cambio de turno claves para la pervivencia del buque. Seg¨²n la versi¨®n de Manila, una nave de la Guardia Costera china provoc¨® su colisi¨®n contra el buque de reabastecimiento contratado por las Fuerzas Armadas de Filipinas. M¨¢s tarde, un barco de la Guardia Costera filipina ¡°fue golpeado por una nave de la milicia mar¨ªtima china¡±. Pek¨ªn, en cambio, argument¨® que las naves filipinas hicieron ¡°caso omiso de las advertencias¡± y ¡°chocaron peligrosamente con los buques de la Guardia Costera china¡± que ¡°realizaban labores de mantenimiento del orden en el lugar¡±. Las autoridades chinas afirmaron que trataban de detener barcos filipinos que transportaban materiales de ¡°construcci¨®n ilegal¡±.
Tras este ¨²ltimo encontronazo, Washington record¨® que el tratado de defensa mutua firmado en 1951 con Manila ¡°se extiende a los ataques armados contra las Fuerzas Armadas, buques p¨²blicos y aeronaves filipinos ¡ªincluidos los de su Guardia Costera¡ª en cualquier parte del mar del Sur de China¡±, y reiter¨® su condena a las ¡°expansivas e ilegales reivindicaciones mar¨ªtimas¡± de China en la zona.
Aunque los choques se apaciguaron durante los a?os de Rodrigo Duterte ¡ªm¨¢s pr¨®ximo a Pek¨ªn¡ª al frente del Ejecutivo filipino, los altercados en distintos puntos han cobrado mayor protagonismo desde la llegada al poder en 2022 de Marcos Jr., hijo del dictador Ferdinand Marcos y de su esposa, Imelda, que ha intensificado su relaci¨®n militar con Estados Unidos. Los rifirrafes en estas aguas formaron parte de las discusiones entre el presidente chino, Xi Jinping, y el estadounidense, Joe Biden, durante su estabilizador encuentro la semana pasada en San Francisco, en el que se emplazaron a retomar las comunicaciones militares de alto nivel con el fin de prevenir malentendidos. Esta semana, Washington y Manila han desplegado ejercicios militares conjuntos en la zona, en otra muestra de sus crecientes lazos frente a una situaci¨®n que Marcos Jr. ha calificado como ¡°m¨¢s grave de lo que era antes¡±.
Hay una creciente presi¨®n de China sobre el enclave, con ¡°intentos cada vez m¨¢s intensos de impedir que Filipinas reabastezca el banco de arena¡±, seg¨²n Batongbacal, el jurista especializado en derecho mar¨ªtimo. ¡°Tratan de impedir cualquier intento de reparar o apuntalar el oxidado buque, probablemente esperando que se hunda muy pronto¡±.
Pero para Manila es clave seguir manteniendo el barco en su sitio. ¡°Si el viejo buque se desintegra, Filipinas podr¨ªa tener dificultades para mantener su puesto avanzado¡±, prosigue. ¡°China podr¨ªa utilizar tal acontecimiento como excusa para intervenir y sacar a las tropas filipinas del banco de arena, as¨ª como para destruir el buque; si lo hace, tambi¨¦n es probable que a partir de entonces acordone el banco de arena e impida el regreso de tropas o buques filipinos nunca m¨¢s¡±.
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