El Congreso de Estados Unidos expulsa a George Santos, el republicano imputado por 23 delitos
El pol¨ªtico, que minti¨® sobre su curr¨ªculum y su vida, se convierte en el sexto miembro de la C¨¢mara de Representantes expulsado en la historia
George Santos ha entrado en la historia parlamentaria de Estados Unidos por la puerta de los esc¨¢ndalos. El congresista republicano que minti¨® sin parar durante la campa?a electoral, invent¨¢ndose un curr¨ªculum y una vida paralela, ha sido expulsado por la C¨¢mara de Representantes en una votaci¨®n en la que se requer¨ªa una mayor¨ªa de dos tercios. Una amplia mayor¨ªa de republicanos y dem¨®cratas han coincidido en que la situaci¨®n de Santos, imputado por 23 delitos graves, incluidos diversos tipos de fraude y falsedades y hasta el robo de identidad, era insostenible.
Con 311 votos a favor de su salida, 114 en contra y 2 abstenciones, Santos se convierte en el sexto miembro de la C¨¢mara baja expulsado por sus compa?eros. La Constituci¨®n otorga expresamente a cada c¨¢mara del Congreso el poder de ¡°castigar a sus miembros por conducta desordenada y, con la concurrencia de dos tercios, expulsar a un miembro¡±, algo que hasta ahora se hab¨ªa puesto en pr¨¢ctica con 15 senadores y 5 representantes, la mayor¨ªa de ellos por apoyo a la secesi¨®n y a la Confederaci¨®n en la guerra civil. En el caso de la C¨¢mara, desde ese conflicto b¨¦lico ha habido dos expulsiones por casos sonados de corrupci¨®n, pero despu¨¦s de dictada sentencia.
Santos hizo el jueves un llamamiento a los congresistas a quienes preocupa que se est¨¦ sentando un nuevo precedente. ¡°Esto les perseguir¨¢ en el futuro, donde las meras alegaciones son suficientes para que los miembros sean destituidos de sus cargos cuando han sido debidamente elegidos por su pueblo en sus respectivos Estados y distritos¡±, dijo en una rueda de prensa. Luego, en la C¨¢mara, durante el debate sobre la propuesta, parec¨ªa resignado: ¡°Si ma?ana, cuando esta votaci¨®n llegue al hemiciclo, est¨¢ en la conciencia de todos mis colegas que creen que esto es lo correcto, entonces que se vote. Estoy en paz. He aceptado que tanto si me expulsan como si no, no puedo controlar ese destino¡±, dijo.
El congresista por Nueva York no quiso presentar la dimisi¨®n. ¡°Si me voy, ellos ganan. Si me voy, ganan los matones. Esto es acoso¡±, dijo en la rueda de prensa. Santos hab¨ªa sobrevivido previamente a otras dos votaciones de expulsi¨®n, pero el informe de la Comisi¨®n de ?tica de hace dos semanas concluy¨® que su conducta merec¨ªa una condena p¨²blica, que el congresista est¨¢ por debajo de la dignidad del cargo y ha desprestigiado gravemente a la C¨¢mara.
El informe constat¨® la existencia de ¡°pruebas sustanciales¡± de que el legislador, que representa a un distrito de Long Island y Queens, cometi¨® a sabiendas una serie de violaciones ¨¦ticas y posibles delitos. Santos utiliz¨® fondos de la campa?a para fines personales, como compras en tiendas de lujo y sitios web de contenido para adultos como OnlyFans, y luego hizo que el equipo de campa?a presentara justificaciones falsas o incompletas, seg¨²n el informe. Dos miembros de su equipo se hab¨ªan declarado previamente culpables.
Santos hab¨ªa anunciado que no se presentar¨ªa en noviembre del a?o pr¨®ximo a la reelecci¨®n, pero se hab¨ªa negado a dimitir y a¨²n le quedaba algo m¨¢s de un a?o de te¨®rico mandato. ?l mismo ve¨ªa venir su final. ¡°S¨¦ que me van a expulsar cuando esta resoluci¨®n de expulsi¨®n llegue al pleno¡±, dijo el viernes de la semana pasada durante una conversaci¨®n en X Spaces. ¡°He hecho las cuentas una y otra vez, y la situaci¨®n no pinta muy bien¡±, a?adi¨®. De los 210 dem¨®cratas, 206 han votado por su expulsi¨®n, 2 en contra y 2 se han abstenido. En su propio partido, el republicano, 105 han votado echarlo de la C¨¢mara mientras que 112 han preferido no expulsarlo.
El presidente de la C¨¢mara de Representantes, el republicano Mike Johnson, dijo tener ¡°verdaderas reservas¡± sobre la expulsi¨®n de Santos por el precedente que sentar¨ªa. Se declar¨® partidario de que los parlamentarios de su partido votasen ¡°en conciencia¡±. El l¨ªder dem¨®crata, Hakeem Jeffries, celebr¨® una rueda de prensa con una enorme foto a su lado de Santos y la representante republicana Marjorie Taylor Greene, fiel escudera de Donald Trump, sentados juntos y riendo en la C¨¢mara de Representantes. ¡°George Santos es una distracci¨®n maligna, y esperemos que ese asunto se resuelva¡±, dijo Jeffries el jueves.
Elecci¨®n especial
La vacante tendr¨¢ que ser cubierta ahora en una elecci¨®n especial en un distrito equilibrado entre republicanos y dem¨®cratas, en el que el representante ahora expulsado se impuso en noviembre de 2022 por un margen de ocho puntos, pero donde Biden gan¨® las elecciones en 2020. Bien conocido entre los c¨ªrculos m¨¢s ultras del partido, la elecci¨®n de Santos, junto con la de otros tres correligionarios suyos en Nueva York, fue determinante para dar el control de la C¨¢mara a los republicanos. Tambi¨¦n supuso una llamada de atenci¨®n para los dem¨®cratas de Nueva York, tradicional feudo azul.
Adem¨¢s de inventarse buena parte de su curr¨ªculum acad¨¦mico y profesional, Santos truf¨® su biograf¨ªa de detalles llamativos, cuando no innecesarios. Uno en especial, que no le perdonan las verdaderas v¨ªctimas, fue alardear de unos falsos or¨ªgenes jud¨ªos, vinculados al Holocausto por parte, supuestamente, de sus abuelos, y de una madre que escap¨® del 11-S, cuando ese d¨ªa de 2001 su progenitora ni siquiera se hallaba en Nueva York, sino en Brasil. Se da la circunstancia de que muchos electores de su distrito son descendientes de v¨ªctimas del Holocausto, lo que llev¨® al periodista Andrew Silverstein a investigar sobre la veracidad de su filiaci¨®n.
Silverstein sac¨® a la luz el fraude, antes de ser recogido a finales de diciembre pasado por The New York Times y de que, inmediatamente, las falsedades se convirtieran en una bola de fuego pol¨ªtica. Santos, que es abiertamente gay, enfureci¨® tambi¨¦n a la comunidad LGTBIQ por ocultar que hab¨ªa mantenido un matrimonio de conveniencia con una mujer hasta 2019.
Bajo la monta?a de trolas empezaron a aparecer tambi¨¦n sus marruller¨ªas, como sustraer el dinero recaudado en una campa?a en redes sociales para el perro moribundo de un veterano de la guerra de Irak; o haber sustra¨ªdo un perro en una lecher¨ªa amish. Nada glamuroso para una vida supuestamente brillante, gracias a inventarse licenciaturas de la Universidad de Nueva York y el Baruch College, as¨ª como experiencia profesional, igualmente falsa, en las importantes firmas de Wall Street Goldman Sachs y Citigroup. Dos fabulaciones que concuerdan con la imagen de un tipo v¨ªctima de ¡°delirios de grandeza¡±, seg¨²n la descripci¨®n que hizo de ¨¦l un compa?ero de habitaci¨®n.
A Santos le dur¨® poco la satisfacci¨®n de haber sido elegido congresista pese a su nula experiencia pol¨ªtica. En enero de este a?o jur¨® en el Capitolio como representante por el pr¨®spero distrito de Long Island. Aunque, cercado por las revelaciones, admiti¨® haber engordado algunas partes de su curr¨ªculo, insisti¨® en no renunciar al acta de diputado y solo se hizo a un lado de los dos comit¨¦s de la C¨¢mara que le correspondi¨® integrar mientras durase la investigaci¨®n. Apestado en su propio partido, ha lucido ufano en su solapa la insignia que identifica a los congresistas y no ha faltado a solemnes visitas de mandatarios extranjeros a la C¨¢mara.
La imputaci¨®n inicial por un tribunal de Nueva York, en mayo, de una docena de cargos (fraude electr¨®nico, blanqueo de dinero, sustracci¨®n de fondos p¨²blicos y declaraciones falsas a la C¨¢mara) limit¨® sus movimientos a Nueva York y Washington, con obligaci¨®n de pedir permiso para trasladarse, como orden¨® la jueza del caso. En octubre fue imputado por m¨¢s delitos, hasta un total de 23.
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