Los partidos liberales abren una nueva etapa en Polonia entre llamadas a la venganza y a la reconciliaci¨®n
Los ocho a?os de Gobierno de PiS dejan una sociedad dividida, con instituciones y sectores sociales da?ados


Los partidos liberales de Polonia est¨¢n a punto de abrir un nuevo tiempo en la historia democr¨¢tica del pa¨ªs, tras ocho a?os de Gobierno ultraconservador de Ley y Justicia (PiS). La coalici¨®n tripartita ¡ªque previsiblemente tomar¨¢ posesi¨®n esta semana despu¨¦s de que este lunes fracase el voto de confianza al Gobierno de Mateusz Morawiecki, salvo sorpresas, y prospere la investidura de Donald Tusk como primer ministro¡ª, tiene ante s¨ª la tarea sin precedentes de desmontar el modelo iliberal cimentado por el partido de Jaroslaw Kaczynski. Sus dos mandatos han agravado una polarizaci¨®n ya profunda y han dejado herida a una parte de la sociedad y de las instituciones. El proceso para revertir los da?os causados se prev¨¦ largo y complicado, mientras en el debate p¨²blico se escuchan voces que piden venganza y otras que apelan a la reconciliaci¨®n.
A Aleksandra Gajewska, diputada del partido de centroderecha Plataforma C¨ªvica (PO), le interpelan constantemente en la calle para saber ¡°cu¨¢ndo van a pagar por lo que han hecho¡± los dirigentes de PiS. ¡°Son los nuestros y no paran de preguntar: ¡®?Qu¨¦ vais a hacer con ellos?¡¯, ¡®?Les vais a meter en la c¨¢rcel?¡±, detalla por tel¨¦fono. ¡°Sabemos que la gente lo necesita, pero no queremos ese tipo de vendetta. Queremos tener un Estado de derecho y necesitamos justicia, pero nosotros no vamos a intervenir en ella¡±, a?ade.
La campa?a que concluy¨® en las elecciones del pasado 15 de octubre fue la m¨¢s agresiva que se recuerda en Polonia, despu¨¦s de casi una d¨¦cada de deriva del Estado de derecho que ha colocado al pa¨ªs en los m¨¢rgenes de la UE. Tusk repiti¨® como un mantra que cuando ganasen las elecciones, iban a ¡°pedir cuentas a los culpables, a reparar agravios y a reconciliar a las familias polacas¡±. En el imaginario de una parte de los votantes de los liberales, la rendici¨®n de cuentas prometida pasa por meter entre rejas a dirigentes de PiS, despu¨¦s de haber escuchado innumerables veces que estos ser¨ªan puestos ante la justicia. El viernes pasado, el pol¨ªtico liberal asegur¨® que en el traspaso de poderes no habr¨¢ caza de brujas ni represalias, pero insisti¨® en que ¡°los que han robado dinero p¨²blico deben responder por sus actos¡±.
M¨¢s all¨¢ de irregularidades en el ejercicio del poder, hay sectores sociales cuya vida se ha visto fuertemente impactada por los dos mandatos ultraconservadores de PiS, como el movimiento LGTBI, los migrantes y refugiados, y las mujeres. Marta Lempart, fundadora y l¨ªder del movimiento feminista Strajk Kobiet (Huelga de mujeres), con m¨¢s de 116 denuncias e innumerables amenazas acumuladas por su activismo por el derecho al aborto, encarna el deseo de revancha de una parte de la poblaci¨®n. ¡°La gente quiere venganza, la necesita¡±, afirmaba en Varsovia hace unas semanas. ¡°No es m¨¢s que tratarles como se merecen¡±, a?ad¨ªa. Lempart advert¨ªa a los pol¨ªticos liberales sobre el peligro de ¡°ignorar este resentimiento en su electorado¡±. ¡°Hay mucha indignaci¨®n y cualquier cambio en el lenguaje puede verse como una desescalada, y como una debilidad¡±.
Katarzyna Kotula, diputada de la Izquierda (Lewica), el partido minoritario del futuro nuevo Gobierno, asegura que ellos apuestan por exigir responsabilidades, pero sin caer en la venganza. ¡°Tenemos que encontrar un nuevo lenguaje¡±, dice, para rebajar la tensi¨®n a ambos lados del espectro pol¨ªtico. ¡°La sociedad est¨¢ muy dividida. Pienso en mi mesa de Navidad, que es m¨¢s corta, igual que en muchas casas polacas¡±, reflexiona.
Plataforma C¨ªvica y sus futuros socios de Gobierno han prometido limpiar las instituciones y las empresas p¨²blicas de la influencia de PiS, y reparar un sistema judicial muy deteriorado. En casos como la televisi¨®n p¨²blica, convertida en maquinaria de propaganda gubernamental, puede ser relativamente sencillo desde el punto de vista legal cambiar a la c¨²pula. En el sistema judicial, deshacer la estructura montada por Ley y Justicia es, sin embargo, un embrollo monumental, con la complicaci¨®n a?adida de que cualquier legislaci¨®n requiere de la firma de Andrzej Duda. El presidente, un hombre de PiS, ya ha advertido de que emplear¨¢ su derecho a veto a discreci¨®n.
La falta de independencia judicial le ha costado a Polonia durante meses el bloqueo de 35.400 millones de euros del plan de recuperaci¨®n polaco. Uno de los debates m¨¢s encendidos entre los expertos jur¨ªdicos del pa¨ªs es qu¨¦ hacer con los llamados peyorativamente neojueces, m¨¢s de 2.000 magistrados nombrados por un poder judicial tomado por PiS. Asociaciones de jueces como Iustitia o los abogados de Free Courts (Tribunales libres) piden que todos comiencen desde cero el proceso para llegar a ser magistrados. Hay quien considera esta propuesta una purga vengativa, y defiende analizar caso por caso.
Malgorzata Szuleka, de la Fundaci¨®n Helsinki para los Derechos Humanos, una de las organizaciones m¨¢s activas en la defensa del Estado de derecho en Polonia, evita la palabra venganza, pero cree que en algunos sectores ¡°definitivamente hay ambici¨®n de tener resultados claros e instant¨¢neos¡±. ¡°Nosotros, sin embargo, creemos que este proceso va a durar a?os¡±, afirma la analista, y subraya: ¡°Tenemos que ser muy, muy vigilantes, porque no hay precedentes de c¨®mo volver de una democracia iliberal y depende de nosotros establecer las normas¡±.
¡°Coalici¨®n de la venganza¡±
La mayor¨ªa parlamentaria liberal ha empezado el proceso de exigir responsabilidades a los ultraconservadores con el establecimiento de varias comisiones de investigaci¨®n parlamentaria, pero por ahora no hay ning¨²n caso penal. PiS y sus medios afines, incluidos los p¨²blicos, est¨¢n agitando ya el victimismo y han llamado a sus oponentes ¡°coalici¨®n de la venganza¡±, mientras, seg¨²n los partidos que formar¨¢n el nuevo Gobierno, han aprovechado hasta el ¨²ltimo minuto para hacer nombramientos e intentar apuntalar su poder.
El l¨ªmite entre venganza y rendici¨®n de cuentas puede ser fr¨¢gil. Adam Traczyk, que lidera el proyecto More in common (M¨¢s en com¨²n), para reducir la polarizaci¨®n, reflexiona: ¡°?Qu¨¦ hacemos? ?Decimos, ¡®en nombre de la reconciliaci¨®n, no vamos a procesarles para no generar un escenario de conflicto¡¯? ?O pensamos que el Estado de derecho es importante y los procesamos?¡±. Traczyk cree que hay casos muy claros en los que dirigentes del Gobierno saliente han vulnerado la ley y deben ser juzgados, y conf¨ªa en que en el nuevo Ejecutivo prevalezca el objetivo de unir a la sociedad. ¡°Uno de los socios, la coalici¨®n, Tercera V¨ªa, tiene una inclinaci¨®n muy fuerte hacia la reconciliaci¨®n, que no es perdonar y olvidar¡±, se?ala. El l¨ªder de Polska 2050, Szymon Holownia, nuevo presidente del Sejm (la C¨¢mara baja del Parlamento), est¨¢ intentando pacificar, sin ¨¦xito, el violento ambiente parlamentario.
El partido de Kaczynski fue la primera fuerza en los comicios y muchos de sus m¨¢s de 7,6 millones de votantes temen la llegada del nuevo Ejecutivo liberal. Traczyk recomienda mantener los programas de ayudas sociales y alg¨²n gran proyecto, para transmitir una sensaci¨®n de estabilidad y continuidad a esa parte de la sociedad. Pero sobre todo, insta a Plataforma C¨ªvica a evitar errores del pasado, como ridiculizar a quienes no les han votado. ¡°Escuchen a la gente y transm¨ªtales respeto¡±, pide a los futuros nuevos dirigentes.
El apaciguamiento, advierte el experto, no es solo cosa del nuevo Gobierno. Depender¨¢ tambi¨¦n en gran medida del comportamiento de PiS y del mensaje que transmita a sus seguidores. De si acepta la legitimidad del Ejecutivo liderado por Tusk o lo tacha de traidor y desleal al pa¨ªs. La fractura social ha aumentado considerablemente durante el mandato ultraconservador y la pol¨ªtica se ha vuelto m¨¢s agresiva y violenta. PiS por ahora no ha dado se?ales de moderaci¨®n, pero la mayor¨ªa de la sociedad ha decidido abrir una nueva etapa. Las expectativas son altas, tanto entre quienes esperan venganza como reconciliaci¨®n.
Sigue toda la informaci¨®n internacional en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.