Donald Tusk se prepara para el reto de restaurar el Estado de derecho en Polonia y desbloquear la financiaci¨®n europea
Bruselas ha recibido con alivio el resultado electoral polaco, pero recuerda que hay requisitos que Varsovia debe cumplir para acceder a los fondos
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Donald Tusk, l¨ªder de la oposici¨®n liberal en Polonia, prometi¨® durante la campa?a para las elecciones legislativas del pasado 15 de octubre que si ganaba, los fondos europeos bloqueados por Bruselas por el deterioro del Estado de derecho llegar¨ªan a Polonia el d¨ªa despu¨¦s de los comicios. Aunque el ultraconservador Ley y Justicia (PiS) fue la fuerza m¨¢s votada, los partidos liberales, con la Plataforma C¨ªvica de centroderecha de Tusk en cabeza, sumaron los esca?os necesarios para formar Gobierno. Los fondos no fluyeron, sin embargo, milagrosamente a Varsovia el d¨ªa 16, y no es f¨¢cil que lo hagan en un tiempo. Reparar el Estado de derecho tras las embestidas de ocho a?os de Ejecutivo de PiS tampoco va a ser sencillo.
Tusk no ha esperado a ser nombrado primer ministro ¡ªlo que podr¨ªa demorarse hasta diciembre, despu¨¦s de que el presidente, Andrzej Duda, haya otorgado primero la oportunidad previsiblemente abocada al fracaso de formar Gobierno a PiS¡ª para viajar a Bruselas. Apenas 10 d¨ªas despu¨¦s de las elecciones, el tambi¨¦n expresidente del Consejo Europeo (2014-2019) mantuvo reuniones informales con los l¨ªderes de las instituciones europeas y compareci¨® junto a la presidenta de la Comisi¨®n, Ursula von der Leyen.
En los c¨ªrculos de la capital europea se ha visto con gran alivio el resultado electoral polaco. Se repite continuamente que la muy probable llegada de Tusk al poder convertir¨¢ a Polonia en socio ¡°constructivo¡±. Sin embargo, en Bruselas enfatizan que el cambio no garantiza que se vayan a descongelar los millones de euros en fondos europeos que Polonia tiene inmovilizados por sus incumplimientos del Estado de derecho y reformas antidemocr¨¢ticas. Para recuperarlos, Varsovia tiene que cumplir los requisitos.
En la dif¨ªcil misi¨®n de desbloquear los 35.400 millones de euros del plan de recuperaci¨®n polaco, y los 76.500 millones de los fondos de cohesi¨®n del periodo 2021-2027, Tusk tiene a su favor que conoce muy bien Bruselas y el arte de la negociaci¨®n europea. En su contra est¨¢n el tiempo que queda (el periodo para ejecutar el plan de recuperaci¨®n termina en 2026) y las condiciones que la Comisi¨®n Europea exigi¨® al Gobierno de PiS.
Para cumplir con Bruselas es necesario reformar leyes existentes o aprobar otras nuevas, pero los analistas temen que el nuevo Ejecutivo se tope con un muro a la hora de legislar, pese a tener mayor¨ªa parlamentaria. El problema al que apuntan todos es el presidente, que tiene derecho de veto. Como explica Anna W¨®jcik, cofundadora de la web Estado de derecho en Polonia e investigadora en el Instituto Max Planck, con sede en Alemania, el dirigente ¡°ha sido presidente del partido PiS, no de todos los polacos¡±. El mandato de Duda, que solo dej¨® de ser miembro de la formaci¨®n para convertirse en presidente, termina a mediados de 2025.
Uno de los principales requisitos de Bruselas para liberar los fondos tiene que ver con el sistema disciplinario de los jueces y que los casos contra los magistrados los dirima un tribunal independiente. El Gobierno de PiS aprob¨® una ley que respond¨ªa en parte a las peticiones de la Comisi¨®n, aunque gener¨® rechazo en la judicatura. Duda, que tampoco estaba conforme con la nueva norma, la envi¨® al Tribunal Constitucional y all¨ª lleva bloqueada casi un a?o, por las disputas internas de un ¨®rgano completamente politizado. ¡°Un nuevo proyecto de ley aceptable para Duda es la soluci¨®n m¨¢s f¨¢cil¡±, se?ala W¨®jcik en un intercambio de correos electr¨®nicos.
¡°Interpretaci¨®n creativa¡±
Hay quien manifiesta alguna esperanza en que Duda sea razonable para dejar un legado y forjar una imagen de estadista que le permita una carrera internacional tras su mandato. Los expertos ven, sin embargo, m¨¢s realista ir tirando con cambios que no requieran legislar y confiar en que la Comisi¨®n Europea haga una ¡°interpretaci¨®n creativa¡± de las condiciones que le puso a Polonia, como dice por tel¨¦fono Jakub Jaraczewski, director de investigaci¨®n del think tank Democracy Reporting International (DRI).
El experto se?ala, por ejemplo, como cambios radicales pero sencillos de llevar a cabo, que el Ministerio de Justicia y la Fiscal¨ªa General, que ahora mismo dependen de la misma persona, Zbigniew Ziobro, sean dos entidades independientes y ¡°dejen de acosar y atacar a los jueces¡±. Tambi¨¦n cree que el sistema judicial puede reorganizarse en parte directamente en los propios juzgados, mediante la normativa interna. Adem¨¢s, recuerda que el principal escollo para la Comisi¨®n, la sala disciplinaria de los jueces del Tribunal Supremo, que le cost¨® a Polonia una multa diaria de un mill¨®n de euros durante meses, se desmantel¨®; los magistrados que la formaban ya no est¨¢n, y la sala de responsabilidad profesional que la sustituye ¡°ha funcionado bien¡±. ¡°Quiz¨¢s la Comisi¨®n pueda decir: ¡®Hemos cambiado de opini¨®n, despu¨¦s de examinar su trabajo, vemos que [esa sala] est¨¢ bien¡±, plantea.
El desbloqueo de los fondos sin el cumplimiento de los hitos reforzar¨ªa la idea que ha agitado PiS de que Bruselas apretaba a Varsovia por motivos pol¨ªticos y no jur¨ªdicos. ¡°De alguna forma lo demostrar¨ªa, pero la mayor¨ªa de la gente es pragm¨¢tica y los que acusar¨¢n a la Comisi¨®n de doble rasero ser¨¢n los votantes habituales de PiS¡±, opina Jaraczewski.
La polit¨®loga Anna Paczesniak, jefa del departamento de Procesos Pol¨ªticos Europeos en la Universidad de Breslavia, cree que el desbloqueo r¨¢pido de al menos una parte de los fondos ser¨ªa ¡°un regalo¡± para los partidos liberales, ante las elecciones locales y europeas del a?o que viene. En su opini¨®n, Bruselas entiende que no hay mucho tiempo para seguir reteniendo el dinero a Polonia y Tusk concita una gran confianza en la capital europea.
Injerencia pol¨ªtica en la justicia
Paczesniak se?ala que m¨¢s all¨¢ de la cuesti¨®n financiera y los requisitos de la Comisi¨®n, el electorado es consciente de que restaurar el Estado de derecho no va a ser r¨¢pido ni f¨¢cil. La reforma judicial que inici¨® PiS tras llegar al poder en 2015 ha dejado muy politizados al Tribunal Constitucional, el Supremo, y los juzgados. En todas las instancias se han colocado m¨¢s de 2.000 magistrados, llamados despectivamente neojueces, que han sido nombrados por un poder judicial tomado por PiS.
¡°Es muy dif¨ªcil decidir qu¨¦ hacer con el Constitucional sin legislar¡±, se?ala Jaraczewski. Como mucho, el experto cree que se podr¨ªa expulsar a tres jueces colocados il¨ªcitamente, pero el resto, en su mayor¨ªa considerados cercanos a PiS o a su socio de coalici¨®n, Polonia Soberana, tienen su mandato m¨¢s consolidado. Tambi¨¦n cree que se podr¨ªa intentar, a trav¨¦s de alg¨²n juzgado, revisar y tumbar decisiones tomadas por esos jueces il¨ªcitos, como la que restringi¨® a¨²n m¨¢s el derecho al aborto en 2020 o la que puso a Polonia al borde de la ruptura legal con la UE, al proclamar en 2021 la prevalencia del derecho nacional sobre el europeo.
Nada m¨¢s celebrarse las elecciones, Tusk empez¨® a reunirse con expertos para ver c¨®mo solucionar el entuerto del sistema judicial. El asunto de los neojueces est¨¢ generando divisiones entre la sociedad civil polaca, seg¨²n Jaraczewski. ¡°Hay quien defiende una reforma muy agresiva y que todos los nuevos jueces sean relevados de sus cargos y puestos a disposici¨®n de tribunales disciplinarios¡±, critica el experto. ?l, asegura, est¨¢ con los que consideran que una purga de esta envergadura ¡°perturbar¨ªa gravemente la justicia, porque sus casos tendr¨ªan que ser redistribuidos¡±. ¡°Lo que necesita el sistema judicial es eficacia, no venganza¡±, defiende, y propone que se ponga en marcha un sistema que revise los nombramientos para identificar los casos en los que s¨ª haya habido motivaciones pol¨ªticas y nepotismo.
Mientras el posible futuro Gobierno liberal decide c¨®mo abordar el profundo desaguisado, que va m¨¢s all¨¢ de las exigencias de Bruselas para el pago del plan de recuperaci¨®n, Tusk previsiblemente buscar¨¢ renegociar con Bruselas los plazos y las condiciones. A finales de a?o se abre una oportunidad, porque el anterior Ejecutivo pidi¨® ampliar la cuant¨ªa de la l¨ªnea de cr¨¦ditos, y si se actualiza el plan, se pueden tocar tambi¨¦n los requisitos. Pero el tiempo apremia y todos se?alan a Duda, que al encargar al actual primer ministro, Mateusz Morawiecki, formar Gobierno, ha dilatado los plazos y retrasado el momento en el que Tusk pueda tomar el tim¨®n y abordar el desaf¨ªo de restaurar el Estado de derecho.
Un Estado miembro constructivo, pero no f¨¢cil
Donald Tusk, expresidente del Consejo Europeo y del Partido Popular Europeo, es una persona muy conocida en Bruselas y así quedó demostrado el pasado 25 de octubre, cuando fue recibido con honores. Pero su muy probable vuelta al Gobierno polaco no garantiza que cambien algunas políticas de las que Polonia ha hecho gala en la UE, como su resistencia a una política migratoria común. De momento, Tusk ya ha dejado clara su postura en uno de los próximos debates decisivos para el futuro de la UE, el de la ampliación. El conservador polaco no quiere “revoluciones”.
“Polonia dejará de torpedear las políticas de la UE, pero no será un socio fácil”, opina Paczesniak. El país es la sexta economía de la UE, y el quinto en población, y quiere ser escuchado. Además, “la ambición del nuevo Gobierno será ampliar su electorado y convencer a votantes de PiS de que son eficaces y a la vez, velan por los intereses polacos en la UE”, añade la experta en política europea.
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