Fallece Pedro Su¨¢rez-V¨¦rtiz, el rockero peruano que se qued¨® sin voz, pero no sin palabras

A mediados de 2011, Pedro Su¨¢rez-V¨¦rtiz fue pifiado durante un concierto en la ciudad portuaria de Chimbote. El rockero peruano de m¨¢s vuelo internacional experimentaba por primera vez la desaprobaci¨®n del p¨²blico que lo hab¨ªa aclamado durante 25 a?os de carrera. Los abucheos no eran gratuitos: Su¨¢rez V¨¦rtiz balbuce¨® todas sus canciones. Su concierto fue un largo tarareo, donde no pudo articular palabra alguna. La gente se march¨® decepcionada y furiosa pensando que aquel problema de dicci¨®n se deb¨ªa a alg¨²n exceso. Varias copas de m¨¢s o incluso drogas.

Sus representantes lo negaron. Meses antes el artista hab¨ªa admitido que sufr¨ªa de una deficiencia desde ni?o que le dificultaba el habla, pero no el canto. Sin embargo, las alarmas se encendieron cuando Su¨¢rez-V¨¦rtiz comenz¨® a cancelar sus giras. Aunque su entorno descart¨® que abandonara la m¨²sica, acab¨® haci¨¦ndolo aquel a?o. No se trataba de una complicaci¨®n pasajera. Padec¨ªa de par¨¢lisis bulbar, una enfermedad neurol¨®gica degenerativa que afecta los nervios que controlan los m¨²sculos de la masticaci¨®n, la degluci¨®n y el habla. Pedro Su¨¢rez-V¨¦rtiz, que falleci¨® este jueves a los 54 a?os de un paro cardiaco, pas¨® a integrar la lista cruel de los cantantes que se quedan sin voz. No de aquellos que ya no llegan a las notas m¨¢s altas por una laringitis o un cambio brusco de temperatura. Tampoco por un p¨®lipo o alguna lesi¨®n severa en las cuerdas vocales, sino de quienes son castigados irreversiblemente. La vida le mutil¨® sin clemencia su principal don.

Su¨¢rez-V¨¦rtiz, el l¨ªder del cuarteto Arena Hash y de una carrera no menos exitosa como solista, abandon¨® los escenarios y la vida p¨²blica. Como escribi¨® despu¨¦s en su libro Yo, Pedro (Planeta, 2013), que se reedit¨® hace unos meses, lo hizo para evitar el morbo. ¡°Decid¨ª no alimentar ese inevitable fen¨®meno y detuve toda presentaci¨®n por el bien de mi imagen, de mi m¨²sica y, principalmente, por el bien de mi salud¡­ Mi mensaje jam¨¢s ser¨ªa m¨¢s llamativo que mis defectos al hablar. Y eso ser¨ªa penosamente explotable¡±, afirm¨®.

El cantautor de hits como Cuando pienses en volver, Me estoy enamorando o No pens¨¦ que era amor se qued¨® sin voz, pero no sin palabras. Hall¨® en las redes sociales un refugio para seguir conectado con su p¨²blico que se enfrent¨® a un dilema: seguir queri¨¦ndolo a pesar de sus reflexiones o dejarlo en el ba¨²l de los recuerdos por discrepar rotundamente con sus ideas. Desde luego existe un gran sector que no ha necesitado separar al artista del opin¨®logo y lo ha seguido idolatrando. Basta navegar un rato por la plataforma X para corroborarlo en el d¨ªa de su partida: mientras unos colocan fragmentos de sus canciones con devoci¨®n, otros descalifican sus posteos hasta llegar a la burla.

Se le critica por no haber incomodado a los pol¨ªticos de turno ni tampoco haber denunciado las desigualdades e injusticias de Per¨². A la vez que se la destaca por haber hecho m¨¢s llevaderos los convulsionados ochenta y noventa. El multiinstrumentista Lucho Quequezana prefiere catalogarlo as¨ª: ¡°Nos deja el sonido de una generaci¨®n¡±. El cantautor Gianmarco se ha despedido de ¨¦l con un recuerdo de su ¨²ltima conversaci¨®n el mes pasado: ¡°Es que t¨² eras as¨ª, no hab¨ªa medias tintas contigo, ocurrente, creativo, amante absoluto de las guitarras. Pod¨ªas quedarte horas hablando de la vida, de los Rolling Stones, de sus formas y colores. Tu genialidad consist¨ªa en ponernos a todos en el l¨ªmite y pensar m¨¢s all¨¢ de lo normal¡±.

V¨ªctor Ruiz Velazco, editor de Planeta, estuvo a cargo de los proyectos literarios de Pedro Su¨¢rez-V¨¦rtiz post-retiro: Ignacio y el ¨¢rbol, un cuento para ni?os; La vida me sabe bien, una biograf¨ªa ilustrada bajo el trazo de Omar La Hoz; y la reedici¨®n de Yo, Pedro, sus memorias. ¡°Cuando trabajamos en su biograf¨ªa ilustrada le propuse varios nombres que eran en realidad t¨ªtulos de sus canciones. Pero ninguno le convenci¨® del todo. Un d¨ªa, de la nada, dijo que ya lo ten¨ªa resuelto. Se llamar¨ªa La vida me sabe bien, como el ¨²ltimo verso de su canci¨®n La vida me sabe a nada. Pedro llevaba retirado de los reflectores casi 10 a?os, pero nunca dej¨® de trabajar, de crear, de disfrutar y de darse a sus fans. Ese t¨ªtulo era la constataci¨®n de que la enfermedad no determinaba qui¨¦n era. Quiero decir que no ¡®la padec¨ªa¡¯, era una condici¨®n que le imped¨ªa ciertas cosas, pero ¨¦l hab¨ªa descubierto otras que lo llenaban y le hac¨ªan estar en paz con el mundo¡±, cuenta.

Manuel Garrido Lecca, productor de casi toda la discograf¨ªa de Pedro Su¨¢rez Vertiz, recuerda el v¨ªnculo que forj¨® con el guitarrista: ¡°Es compleja la relaci¨®n artista-productor: por lo general trabajas varios meses de forma muy intensa, con l¨¢grimas y risas de por medio. Compartes sue?os y de repente un buen d¨ªa acabas el disco, ellos lo promueven, se van de gira y desaparecen. Con Pedro fue diferente. Nunca dejamos de comunicarnos un solo d¨ªa. Siempre me ped¨ªa que le descargara videos de distintos artistas y me mandaba canciones con sus comentarios religiosamente, todos los d¨ªas, a las 7 y media de la ma?ana. Nuestra amistad ha sido estrechisima¡±. Su¨¢rez-V¨¦rtiz se inspir¨® en una experiencia de Garrido Lecca, quien estuvo a punto de morir cuando era un ni?o, para escribir el tema Me elev¨¦.

Su¨¢rez-V¨¦rtiz se present¨® por ¨²ltima vez en octubre de 2014, en un concierto a lo grande en el Estadio Nacional, donde tocaron artistas de la talla del chileno Jorge Gonz¨¢lez, voz l¨ªder de Los Prisioneros. Pero fue en octubre de este 2023 que se produjo el milagro: su regreso a la m¨²sica con Amor yo te perd¨ª la fe, un tema donde se le puede escuchar otra vez gracias a la inteligencia artificial. Ha partido Pedro Su¨¢rez-V¨¦rtiz. Que cada quien escoja su recuerdo, seg¨²n le dicten las tripas o la conciencia.