Los alemanes se preguntan si merece la pena trabajar
La subida de la renta ciudadana un 12% lleva a la derecha a relanzar el debate sobre los incentivos al trabajo, aunque los estudios demuestran que un empleado con el salario m¨ªnimo ingresa de media 532 euros m¨¢s que si viviera del subsidio
A las nueve de una ma?ana heladora de diciembre, Kerstin Boughalem, de 50 a?os, ya est¨¢ en su puesto a las puertas de la parroquia evang¨¦lica de Rixdorf, en medio del barrio multicultural berlin¨¦s de Neuk?lln. Su tarea consiste en controlar el acceso a las instalaciones que la parroquia ha cedido a Tafel, el banco de alimentos para personas sin recursos fundado hace 30 a?os que subsiste gracias a donaciones de supermercados y a su ej¨¦rcito de voluntarios. Cuando llegue el cami¨®n con la comida, ir¨¢ dejando pasar en grupos de 10 a los usuarios, que se acumulan con sus carritos en la acera, todav¨ªa con parches de nieve. La mayor¨ªa son habituales y saben c¨®mo funciona; charlan animadamente y se lo toman con calma.
Boughalem tiene mucho en com¨²n con alguno de ellos. Es perceptora de la llamada renta ciudadana (b¨¹rgergeld, en alem¨¢n, literalmente dinero ciudadano), la prestaci¨®n que reciben quienes han agotado el paro y no tienen otros medios de subsistencia. Podr¨ªa estar del otro lado de la cola, pero est¨¢ en el de los que ayudan con su tiempo. ¡°Soy voluntaria¡±, dice con un punto de orgullo. ¡°Por supuesto que me gustar¨ªa trabajar y disponer de m¨¢s ingresos, pero me resulta imposible¡±, lamenta. Lo ha intentado. Con trabajos a tiempo completo, pero tambi¨¦n con alg¨²n minijob, como se conocen en Alemania los trabajos de pocas horas que no cotizan. Ninguno era viable. Una de sus tres hijos tiene una discapacidad y cada poco tiempo la tiene que acompa?ar en el hospital cuando est¨¢ ingresada.
Calentado por la oposici¨®n conservadora, en Alemania ha resurgido el debate sobre si merece la pena trabajar, si es m¨¢s c¨®modo vivir de subsidios antes que tener un empleo con salario m¨ªnimo que aporte lo mismo o poco m¨¢s que el b¨¹rgergeld, la reforma social m¨¢s importante de la legislatura para el canciller Olaf Scholz. ¡°?Qui¨¦n quiere madrugar pudiendo recibir dinero del Estado sin ning¨²n esfuerzo?¡±, llevan semanas clamando en la televisi¨®n y en peri¨®dicos sensacionalistas como Bild el l¨ªder de la CDU, Friedrich Merz, y su secretario general, Carsten Linnemann. La anunciada subida del 12% en la prestaci¨®n a partir del 1 de enero les ha dado la excusa perfecta para relanzar la controversia. ¡°?Qu¨¦ empleado recibe tales aumentos salariales?¡±, se ha preguntado Merz.
A Boughalem, alemana que adopt¨® el apellido de su exmarido de origen turco, le molesta el debate, aunque reconoce que puede haber casos de personas que prefieran vivir sin trabajar. Ella est¨¢ motivada, asegura, y formada (tiene dos t¨ªtulos del equivalente de la FP, en asistencia social y como cocinera de hospital). Sin embargo, ahora lleva m¨¢s de una d¨¦cada viviendo de prestaciones sociales; este a?o con sus 502 euros m¨¢s los alrededor de 400 de su hija. Con esos 900 euros al mes mantiene su casa. Va muy justa, dice, especialmente estos ¨²ltimos meses, por la inflaci¨®n que ha afectado a los alimentos y al coste de la energ¨ªa. El ¨²ltimo recibo de electricidad: ¡°211 euros¡±, apunta.
Precisamente, para contrarrestar la alt¨ªsima inflaci¨®n que han soportado los alemanes desde la invasi¨®n rusa de Ucrania ¡ªahora moderada en el 3,2%, pero que lleg¨® a superar el 10% a finales del a?o pasado¡ª, el dinero ciudadano se actualiza en 2024. Un beneficiario sin cargas familiares pasar¨¢ de cobrar 502 euros al mes a 563 euros. Para algunos, esa subida del 12% es demasiado. Merz ha propuesto no aplicarla y as¨ª ahorrar y ayudar a cerrar la brecha presupuestaria que atenaza a las finanzas p¨²blicas alemanas, en crisis despu¨¦s de que una sentencia del Constitucional pusiera patas arriba todo el gasto p¨²blico. ¡°El aumento es excesivo si se tiene en cuenta que quienes la reciben deber¨ªan tener un incentivo para incorporarse al mercado laboral¡±, ha insistido el l¨ªder democristiano.
Medios conservadores tambi¨¦n han dado p¨¢bulo a la idea de que en la casa de una familia que viva del b¨¹rgergeld entra lo mismo que si uno de los progenitores trabajase por el salario m¨ªnimo. En una encuesta reciente, el 64% de los alemanes teme que las prestaciones sociales puedan disuadir de trabajar. En el sondeo, de Forsa para la revista Stern, se aprecia que son los votantes de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) y de los democristianos de la CDU los m¨¢s cr¨ªticos con el aumento de las prestaciones. El 85% en el primer caso y el 78% en el segundo piensa que a los perceptores ya no les merecer¨¢ la pena buscar un empleo.
¡°Cualquier trabajo ¡ªindependientemente de los ingresos¡ª supone una renta disponible mayor que no tener ning¨²n trabajo y depender ¨²nicamente del b¨¹rgergeld¡±, rebate Holger Sch?fer, economista especializado en mercado laboral del Instituto Alem¨¢n de Econom¨ªa de Colonia, cercano a la patronal. El experto reconoce que, ¡°en principio, cualquier r¨¦gimen de asistencia social incorpora un cierto desincentivo al trabajo¡±, pero defiende la renta b¨¢sica alemana, salvo en algunos puntos muy concretos. Una de esas pegas ¨Dcontemplada en la normativa del b¨¹rgergeld, pero tambi¨¦n de su predecesor, el pol¨¦mico Hartz IV¨D es la posibilidad de trabajar unas horas a la semana sin perder la prestaci¨®n y sum¨¢ndole ingresos. Tal como est¨¢ dise?ado, asegura, ¡°incentiva el trabajo a tiempo parcial, pero disuade de aceptar empleos a tiempo completo¡±.
La televisi¨®n p¨²blica ha intentado demostrar que afirmaciones como la del l¨ªder de los democristianos, que dijo que ¡°la gente no volver¨¢ a trabajar porque calcular¨¢ que saca m¨¢s a final de a?o con transferencias del Estado que si trabaja en un empleo sencillo¡±, son en realidad falsas. Incluso tras la subida del 1 de enero, el programa Monitor ha calculado, con ayuda del Instituto de Ciencias Econ¨®micas y Sociales (WSI) de la Fundaci¨®n Hans B?ckler, cercana a los sindicatos, que una persona sin cargas familiares obtiene de media 532 euros m¨¢s si trabaja a tiempo completo por el salario m¨ªnimo, mientras que familias con tres hijos obtienen entre 429 y 771 euros m¨¢s, dependiendo de la edad de los menores.
La clave est¨¢ en que los perceptores de rentas bajas tambi¨¦n tienen derecho a prestaciones adicionales, como el subsidio de vivienda o el complemento por hijos a cargo, adem¨¢s de a mayores desgravaciones fiscales de las rentas del trabajo. ¡°En todas las simulaciones se obtiene m¨¢s dinero si se trabaja, y a veces la diferencia es muy clara¡±, le dijo al programa Bettina Kohlrausch, directora de la WSI. La diferencia entre ambos reg¨ªmenes ha sido m¨ªnima. Desde que se introdujo el salario m¨ªnimo en 2015, ha pasado de 8,50 euros a los 12,41 euros previstos a principios de 2024, lo que supone un aumento del 46%. En el mismo periodo, la renta ciudadana aument¨® un 41,4% en el caso de personas solteras.
Las ayudas sociales han sido uno de los puntos de roce entre los tres partidos de la coalici¨®n de Gobierno ¨Dsocialdem¨®cratas, verdes y liberales¨D, que, a mediados de diciembre, consiguieron al fin acordar los recortes para el presupuesto de 2024 sin tocar las prestaciones. Los liberales del FDP ped¨ªan meter la tijera en gasto social, algo a lo que se negaba en redondo el partido del canciller Olaf Scholz. El secretario general de los liberales, Bijan Djir-Sarai, estaba de acuerdo con la oposici¨®n conservadora en paralizar el aumento del b¨¹rgergeld. ¡°Est¨¢ claro que el Estado del bienestar en Alemania cuesta demasiado dinero. Uno de cada tres euros que gasta el Gobierno se destina a gasto social. Esto ya no es posible¡±, dijo en una entrevista reciente con el diario Bild. Finalmente, y pese al debate sobre el generoso Estado del bienestar alem¨¢n, la prestaci¨®n no se toca. En cuesti¨®n de d¨ªas, Boughalem y los m¨¢s de cinco millones de alemanes, entre adultos y ni?os, que perciben el b¨¹rgergeld, ver¨¢n sus ingresos subir un 12%.
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