Espa?a en la UE: una presidencia con m¨²ltiples hitos empa?ada por el ruido pol¨ªtico
El semestre europeo espa?ol ha logrado acuerdos clave como el pacto migratorio, la reforma del mercado el¨¦ctrico o la primera gran ley mundial sobre inteligencia artificial pese a la polarizaci¨®n pol¨ªtica interna
El hist¨®rico pacto migratorio, que pone las baldosas para una Europa cada vez m¨¢s cerrada a los que llegan, pero muy loado por los Estados miembros. La reforma del mercado el¨¦ctrico golpeado por Rusia. El acuerdo pol¨ªtico sobre reglas fiscales que deja atr¨¢s el rigor de la austeridad. Una regulaci¨®n pionera sobre inteligencia artificial. Un ramillete de leyes ambientales ¡ªaunque algo diluidas¡ª y sociales. La presidencia espa?ola del Consejo de la UE acaba este 31 de diciembre con un n¨²mero r¨¦cord de regulaciones y acuerdos pol¨ªticos cerrados, en total 71. Aunque el n¨²mero es elevado, el principal logro es la magnitud de lo acordado.
Dos acontecimientos internos (primero, el ¨®rdago de Pedro S¨¢nchez de adelantar a julio las elecciones generales; despu¨¦s, la ley de amnist¨ªa en el marco de las largas negociaciones para formar Gobierno) han generado ruido en plena presidencia. Pese a todo, la batuta espa?ola en Bruselas ha sacado adelante regulaciones clave para el futuro de Europa en materia fiscal, social, medioambiental e incluso de ampliaci¨®n europea, con la apertura de conversaciones de adhesi¨®n con Ucrania y Moldavia. La marea de fondo de las tensiones pol¨ªticas en Espa?a ha opacado algunos de los momentos clave de este periodo, como la cumbre entre la UE y Am¨¦rica Latina, la primera celebrada en ocho a?os. Los resultados de esta cumbre tambi¨¦n han sufrido contratiempos externos. La oposici¨®n de Francia y Argentina no logr¨® desencallar al final el ansiado acuerdo comercial con Mercosur, pendiente de ratificaci¨®n desde 2019.
Espa?a ha aprovechado el semestre en el que le ha tocado desempe?ar la presidencia rotatoria en la que se van turnando todos los pa¨ªses que integran el Consejo de la UE para mostrar su territorio, con 23 reuniones informales celebradas en 21 ciudades espa?olas. En las ¨²ltimas semanas, el Ejecutivo pis¨® el acelerador con sesiones maratonianas y noches en vela en Bruselas y Estrasburgo que incluyen otro r¨¦cord: el tr¨ªlogo (negociaci¨®n final entre Consejo y Parlamento junto con la Comisi¨®n) m¨¢s largo de la historia, el de la inteligencia artificial, que dur¨® m¨¢s de 36 horas. ¡°Ni cuando era joven trasnoch¨¦ tanto¡±, bromea uno de los negociadores principales de Espa?a. La presidencia rotatoria ha podido cerrar as¨ª 71 acuerdos entre los dos colegisladores de la UE (el Consejo de la UE, ¨®rgano que preside Espa?a hasta este domingo, y el Parlamento Europeo).
Adem¨¢s del hito migratorio o el pacto energ¨¦tico, la UE ha logrado este semestre cerrar acuerdos estrat¨¦gicos como la Ley de Materias Primas o la Ley para una Industria de Cero Emisiones, reforzar la libertad de prensa con la Ley anti-SLAPP y la responsabilidad corporativa en materia de medio ambiente y respeto de los derechos humanos en materia de diligencia debida, entre otros. La cifra de acuerdos dobla la alcanzada por Suecia, en el primer semestre, y mejora el trabajo ¡ªmuy loado¡ª de Rep¨²blica Checa en el ¨²ltimo semestre de 2022, cuando la invasi¨®n de Ucrania por parte de Rusia y la crisis energ¨¦tica pusieron a prueba la capacidad de trabajo y la cohesi¨®n de la UE.
A finales de 2018, en otra de esas ¡°presidencias de oro¡±, como se conoce en el lenguaje bruselense a la ¨²ltima presidencia completa de mandato comunitario ¡ªla pr¨®xima, la belga, ser¨¢ m¨¢s corta por las elecciones europeas, que se celebran en junio¡ª, Austria sac¨® adelante 53 acuerdos entre el Consejo de la UE y el Parlamento. ¡°Desde el punto de vista legislativo, ha sido una presidencia muy productiva, si bien con un poco de trampa porque hay temas que al ser final de legislatura llegaban muy maduros¡±, apunta Ignacio Molina, investigador principal del Real Instituto Elcano, especializado en asuntos europeos. ¡°En general, ha sido una buena presidencia, pero las grandes preguntas [sobre autonom¨ªa estrat¨¦gica o reformas institucionales, entre otras] siguen sobre la mesa¡±, acotaba en una charla en Elcano el director ejecutivo del European Policy Center (EPC), Fabian Zuleeg.
Un pacto migratorio para blindar la UE
Tras a?os congelado, y ya casi en tiempo de descuento, la presidencia espa?ola logr¨® cerrar, en v¨ªsperas navide?as, el pacto migratorio, un paquete de cinco regulaciones que endurece las condiciones de entrada y acogida. La inmigraci¨®n es uno de los asuntos m¨¢s divisivos de la UE, pero la perspectiva de una subida de las posiciones ultras en las elecciones europeas de junio y el posible nuevo desembarco de Donald Trump en la Casa Blanca, que podr¨ªa dejar a Europa m¨¢s aislada, han impulsado el acuerdo. El pacto marca todos los pasos de la gesti¨®n de los flujos migratorios, desde la llegada a territorio comunitario a su acogida o expulsi¨®n, e introduce por primera vez, de manera permanente, las controvertidas cuotas que obligan a todos los Estados miembros a asumir una parte de los solicitantes de asilo (o a pagar una cantidad a la cesta comunitaria en caso de que rechacen hacerlo).
Las organizaciones de derechos humanos han criticado duramente el pacto y aseguran que vulnera los derechos de las personas migrantes y yerra el tiro en la gesti¨®n de la inmigraci¨®n.
Cambios en el mercado el¨¦ctrico para estabilizar los precios
En la recta final hubo menos dificultades de las previstas en esta materia. El Parlamento y el Consejo de la UE, al que representa Espa?a, se pusieron de acuerdo en apenas un par de meses sobre esta reforma energ¨¦tica. El objetivo principal era dejar atr¨¢s las grandes oscilaciones en los precios de la luz sufridas durante la pasada crisis energ¨¦tica, para lo que ha buscado impulsar los contratos de suministro el¨¦ctrico a largo plazo a precios m¨¢s predecibles. La norma tambi¨¦n deja puertas abiertas a adoptar medidas extraordinarias ante situaciones extraordinarias, como las que se han visto desde que se dispararon los precios dando m¨¢s protecci¨®n a los consumidores y permitiendo la intervenci¨®n p¨²blica en los mercados llegado el caso. La vicepresidenta tercera y ministra de Transici¨®n Ecol¨®gica, Teresa Ribera, encontr¨® muchos m¨¢s problemas para casar la posici¨®n de Francia y Alemania, muy alejadas de partida.
El camino de los ajustes para el fin de las pol¨ªticas expansivas
En 2024 se acabar¨¢ la mayor flexibilidad para el gasto p¨²blico. Con la llegada de la pandemia se suspendieron las reglas fiscales para que los Estados pudieran echar mano del presupuesto para amortiguar el golpe. Y cuando Bruselas empezaba a pensar en volver a aplicarlas, Rusia invadi¨® Ucrania. En este par¨¦ntesis, la UE ha aprovechado para intentar cambiar unas normas ya reformadas durante la crisis financiera que en estos a?os se han demostrado complejas e imposibles de cumplir y, por esto ¨²ltimo precisamente, poco cre¨ªbles. Pero de nuevo hab¨ªa mucha distancia entre Par¨ªs y Berl¨ªn, aunque la Comisi¨®n esta vez estaba claramente del lado franc¨¦s. Atraer a Alemania al pacto ha costado muchas concesiones que han convertido el acuerdo a 27 en algo bastante m¨¢s r¨ªgido fiscalmente de lo planteado en principio por Bruselas y mucho m¨¢s dif¨ªcil de entender. Sumar al ministro de Finanzas germano, Christian Lindner, ha retrasado los plazos. El acuerdo entre Estados se logr¨® en una reuni¨®n extraordinaria al final del semestre. La negociaci¨®n con el Parlamento no ha podido empezar y eso ya le va a corresponder a B¨¦lgica. Aunque como en el caso de la reforma el¨¦ctrica, todo apunta a que ser¨¢ mucho m¨¢s r¨¢pido el acuerdo entre los dos colegisladores de la Uni¨®n que en el del Consejo de la UE.
Europa, a la vanguardia de la legislaci¨®n de nuevas tecnolog¨ªas
Los rostros cansados y ojerosos lo dec¨ªan todo. Pero, tambi¨¦n, las sonrisas. En una de las negociaciones m¨¢s largas que se recuerdan en Bruselas ¡ªcasi 37 horas¡ª, el Consejo y la Euroc¨¢mara lograron, tambi¨¦n en diciembre, cerrar la primera ley del mundo que regular¨¢ la inteligencia artificial de forma integral, otra de las prioridades fijadas por Espa?a para su presidencia, como record¨® Pedro S¨¢nchez durante su balance parlamentario de la gesti¨®n espa?ola ante la UE este semestre. Por momentos, las posiciones de los Estados y el Parlamento Europeo, muy divididos sobre qu¨¦ constituye un riesgo en este campo todav¨ªa tan desconocido y c¨®mo garantizar los derechos y libertades fundamentales ciudadanos sin mermar la competitividad europea, parecieron incompatibles. Pero la entonces secretaria de Estado de Digitalizaci¨®n e Inteligencia Artificial, Carme Artigas, decidi¨® continuar, con solo una pausa en casi tres d¨ªas, unas negociaciones de ¡°ultramarat¨®n¡±, como dijo el comisario de Mercado Interior, Thierry Breton. Si el reglamento es ratificado en las pr¨®ximas semanas o meses, la UE ser¨¢ pionera en el control sobre todo de los modelos de IA de prop¨®sito general (la IA generativa o modelos fundacionales), como la base del ChatGPT, con unas normas que sus negociadores aseguran mantienen el dif¨ªcil equilibrio de no ahuyentar a las compa?¨ªas del sector sin, por ello, perjudicar a los derechos fundamentales. Principalmente se logra gracias a la prohibici¨®n amplia ¡ªsalvo excepciones limitadas y controladas¡ª del uso de sistemas de vigilancia biom¨¦trica.
Un duro pulso con la derecha por la primera gran ley de biodiversidad
Espa?a asumi¨® la presidencia de turno de la UE con la prioridad de ¡°avanzar hacia la transici¨®n ecol¨®gica y la adaptaci¨®n medioambiental a esta emergencia clim¨¢tica ya existente¡±. Pero al recoger la batuta de la presidencia sueca en julio, hered¨® uno de los pulsos pol¨ªticos m¨¢s duros de esta legislatura entre la derecha europea y los grupos de centro-izquierda, con la primera gran legislaci¨®n sobre biodiversidad en la historia de la UE como tel¨®n de fondo, de la que la disputa por los regad¨ªos ilegales de Do?ana fue un aperitivo. Pocas normas han estado en los ¨²ltimos tiempos m¨¢s politizadas que la Ley de Restauraci¨®n de la Naturaleza, que busca restaurar para 2030 al menos el 20% de las ¨¢reas terrestres y mar¨ªtimas de la UE. Con las protestas del sector agr¨ªcola indicando un viraje electoral hacia posturas m¨¢s radicales, el Partido Popular Europeo (PPE) dio un giro de 180 grados y llam¨® a tumbar la normativa que tambi¨¦n rechazaba la ultraderecha, pese a que estaba avalada por la presidenta de la Comisi¨®n Europea, Ursula von der Leyen, de la familia pol¨ªtica conservadora europea. Tras unas votaciones de infarto en la Euroc¨¢mara, de donde sali¨® una propuesta muy debilitada pero al menos viva, la presidencia espa?ola, de la mano de Ribera, apost¨® fuerte por sacar adelante la normativa, para la que se logr¨® un acuerdo pol¨ªtico provisional (a¨²n por ratificar por los Veintisiete y la Euroc¨¢mara) en noviembre.
Muestra de que el medio ambiente se ha convertido en uno de los caballos de batalla de cara a las elecciones europeas de junio, donde se espera un fuerte avance de la ultraderecha (y las corrientes negacionistas clim¨¢ticas) es la decisi¨®n de Von der Leyen de hacer lo que ha sido ampliamente considerado un gui?o a las fuerzas conservadoras que tratan de hacerse con el voto rural: ha propuesto rebajar la calificaci¨®n del lobo de ¡°estrictamente protegido¡± a ¡°protegido¡±, con el objetivo de flexibilizar la gesti¨®n de las poblaciones de la especie en Europa y, por lo tanto, su caza.
Una ley europea contra la violencia machista, la asignatura pendiente
Entre tanto hito, un tropiezo. Espa?a est¨¢ considerada de forma casi un¨¢nime como uno de los pa¨ªses m¨¢s avanzados en materia de protecci¨®n legal de las mujeres ante la violencia machista. La UE trabaja para adaptar su legislaci¨®n en este ¨¢mbito y la llegada de Espa?a a la presidencia rotatoria europea dio a muchos esperanzas de que la normativa pudiera ser cerrada de una vez. El propio Gobierno espa?ol lo hab¨ªa fijado como una de sus prioridades. Pero no ha podido ser. La f¨¦rrea negativa sobre todo de dos Estados clave, Francia y Alemania, a tipificar uniformemente en toda la UE el delito de violaci¨®n en base al consentimiento, algo que la Euroc¨¢mara ha puesto como condici¨®n y que la Comisi¨®n tambi¨¦n apoya, hizo que la ¨²ltima ronda de negociaciones bajo la presidencia espa?ola no lograra cerrar el acuerdo. Aunque B¨¦lgica ya se ha comprometido a intentarlo a comienzos de a?o, el tiempo no corre a favor de una normativa que, si no es ratificada antes de abril, es muy probable que fracase, puesto que se espera que el Parlamento Europeo que resulte de las elecciones de junio estar¨¢ m¨¢s virado hacia la derecha y hasta la ultraderecha, donde est¨¢n los m¨¢s reacios a legislar en materia de violencia de g¨¦nero, concepto que incluso muchos ultras rechazan.
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