Los socialistas de Portugal encumbran a una nueva generaci¨®n para cerrar el trauma de la dimisi¨®n de Costa
Pedro Nuno Santos presenta un programa que a¨²na socialdemocracia y reformismo. Su medida estrella: obligar a los nuevos sectores tecnol¨®gicos a contribuir a sostener el sistema de pensiones
El Partido Socialista (PS) ha gobernado la mitad de los 50 a?os de la democracia portuguesa y aspira a seguir haci¨¦ndolo los pr¨®ximos cuatro. Su capacidad para emerger de las cenizas ha quedado acreditada en el congreso celebrado estos d¨ªas en Lisboa, lo que tal vez explique por qu¨¦ es uno de los grandes supervivientes de la socialdemocracia europea, hundida en pa¨ªses como Francia o Italia. Hace dos meses el PS recibi¨® el golpe m¨¢s duro que encaj¨® un gobierno democr¨¢tico en ejercicio, perdi¨® a su l¨ªder y primer ministro, Ant¨®nio Costa, por un esc¨¢ndalo a¨²n pendiente de esclarecer y vio desaparecer la segunda mayor¨ªa absoluta de su historia. De entrada, este era el congreso del trauma.
Pero su nuevo l¨ªder, el exministro Pedro Nuno Santos (S?o Jo?o da Madeira, 46 a?os), ha soslayado las heridas recientes, ha reivindicado la nueva generaci¨®n a la que pertenece nacida despu¨¦s de la Revoluci¨®n de los Claveles de 1974 y se ha presentado con un discurso centrado en el futuro. Ni una referencia a la Operaci¨®n Influencer (el caso judicial que caus¨® la dimisi¨®n del primer ministro socialista) en su intervenci¨®n de este domingo; ni una cr¨ªtica a la lentitud de la justicia, que tiene en sus manos ahora mismo el futuro pol¨ªtico de Ant¨®nio Costa, pendiente de la decisi¨®n del Tribunal Supremo para saber si le acusan o le absuelven de toda sospecha. Sin este camino despejado, Costa no parece dispuesto a emprender una carrera pol¨ªtica en Europa.
Santos, que ha pertenecido a los tres Gobiernos socialistas desde 2015, reivindic¨® el legado de su antecesor y se present¨® como puente: ¡°No vamos a poner todo en cuesti¨®n, no jugamos a las reformas ni cambiamos por cambiar¡±. Sin embargo, fue cr¨ªtico con los problemas pendientes, continuados o agravados en estos ocho a?os socialistas como los bajos salarios, la falta de viviendas accesibles para j¨®venes y clases medias o la precariedad laboral de los profesores.
Su discurso, pensado para la campa?a electoral que est¨¢ a la vuelta de la esquina, mezcl¨® la socialdemocracia cl¨¢sica (defensa del Estado del bienestar y sentido de la comunidad) con un esp¨ªritu reformista que muchos hab¨ªan echado de menos en Ant¨®nio Costa. El nuevo l¨ªder, economista de formaci¨®n e hijo de un exitoso empresario del norte, convirti¨® la transformaci¨®n de la econom¨ªa en una de sus grandes prioridades para tratar de dejar atr¨¢s un pa¨ªs de bajos salarios y baja competitividad. ¡°Solo con una econom¨ªa m¨¢s sofisticada y compleja podremos pagar mejor salarios¡±, afirm¨®.
Junto a promesas en clave electoral, como la subida del salario m¨ªnimo hasta los 1.000 euros en 2028 o la mejora de los sueldos de los profesores, Pedro Nuno Santos plante¨® una novedosa propuesta para contribuir a la sostenibilidad del sistema de pensiones en el futuro y que no solo dependa del empleo a trav¨¦s de las cotizaciones sociales. ¡°La econom¨ªa est¨¢ en profunda transformaci¨®n. La automatizaci¨®n, la robotizaci¨®n y la inteligencia artificial tienen un enorme potencial para aumentar la productividad, pero traen desaf¨ªos. En este proceso, muchos sectores altamente lucrativos, pero con pocos trabajadores, dejan de contribuir para el sistema de Seguridad Social tanto como podr¨ªan y deber¨ªan¡±. Santos quiere proponer una reforma de las fuentes de financiaci¨®n que obligue a las empresas tecnol¨®gicas a contribuir al sistema para evitar que las pensiones solo dependan de las aportaciones de los trabajadores en activo.
Tambi¨¦n novedosa fue su propuesta para que las subidas de alquileres tengan en cuenta la evoluci¨®n de los salarios ¡ªy no solo de la inflaci¨®n¡ª y su promesa de incorporar a la sanidad p¨²blica el servicio de atenci¨®n bucodental, hasta ahora excluido. Apenas le dedic¨® tiempo a sus rivales pol¨ªticos. No cit¨® a la extrema derecha ni a su principal adversario, el l¨ªder del Partido Social Dem¨®crata (PSD, centroderecha), Lu¨ªs Montenegro, aunque les acus¨® de falta de determinaci¨®n. ¡°Para la derecha, decidir es una pesadilla¡±, afirm¨® antes de poner dos ejemplos que le tocan especialmente de cerca como anterior ministro de Infraestructuras.
Santos critic¨® que el PSD quiera ahora poner trabas al proyecto de alta velocidad entre Lisboa y Oporto ¡°en un pa¨ªs que lleva 30 a?os de retraso respecto a su vecino¡± y que se arriesga a perder financiaci¨®n comunitaria si no sale a concurso este mes. E igualmente lament¨® que el partido haya cambiado de criterio y cree ahora un nuevo grupo de trabajo para decidir la ubicaci¨®n del nuevo aeropuerto de Lisboa, pendiente desde hace 54 a?os despu¨¦s de haberse estudiado 19 localizaciones. ¡°No podemos esperar. Queremos decidir y queremos avanzar¡±, resumi¨® Santos, que ha tenido la habilidad de convertir una de sus vulnerabilidades, los errores pol¨ªticos que cometi¨® como ministro por su impulsividad, en un rasgo positivo. ¡°Solo se equivoca quien act¨²a¡±, repite ahora como mantra.
Un partido unido ante las elecciones de marzo
El congreso ha logrado unificar a todo el partido, que se hab¨ªa dividido durante las primarias. Pedro Nuno Santos ofreci¨® a sus dos rivales, Jos¨¦ Lu¨ªs Carneiro y Daniel Adri?o, la negociaci¨®n de una lista ¨²nica para la comisi¨®n nacional, el m¨¢ximo ¨®rgano del partido entre congresos. Salen, pues, con las filas cerradas para afrontar las elecciones del 10 de marzo, donde las ¨²ltimas encuestas dan ventaja al candidato del PS sobre Lu¨ªs Montenegro, aunque eso no dispare los optimismos. El ministro de Finanzas, Fernando Medina, advert¨ªa el s¨¢bado sobre el alto porcentaje de indecisos que decantar¨¢n el resultado y la exministra de Sanidad Marta Temido mostraba su preocupaci¨®n por el auge de la extrema derecha. ¡°Hemos llegado a este congreso haciendo a¨²n la pesada digesti¨®n de la dimisi¨®n de Ant¨®nio Costa y la crisis pol¨ªtica, pero salimos dispuestos a luchar por la victoria¡±, declar¨® a EL PA?S.
Rodrigo Duarte Silva, un joven delegado de 22 a?os, destacaba la unidad del congreso tres semanas despu¨¦s de unas primarias, y Francisco Assis, el presidente del Consejo Econ¨®mico y Social que encabezaba la lista para la comisi¨®n nacional, abog¨® por una campa?a en positivo. ¡°No cedamos a la tentaci¨®n de hacer una campa?a basada en el miedo o el resentimiento de cualquier especie, aunque ese miedo sea leg¨ªtimo y ese resentimiento tenga alguna raz¨®n de ser¡±, defendi¨® en su intervenci¨®n. Assis, considerado uno de los representantes del ala centrista del partido, sorprendi¨® al apoyar la candidatura de Pedro Nuno Santos, alineado tradicionalmente con el sector m¨¢s izquierdista, una etiqueta que ahora trata de sacudirse para ensanchar su base electoral. ¡°Es un pol¨ªtico con carisma, pero tiene dos dificultades, atraerse el voto del centro y el voto ¨²til¡±, opinaba Mafalda Anjos, directora de la revista Vis?o.
Por su parte, el PSD contrarrest¨® el congreso socialista con la presentaci¨®n en Oporto de la coalici¨®n electoral Alianza Democr¨¢tica (AD) que ha suscrito con otros dos partidos de la derecha para concurrir a las elecciones legislativas y europeas. El Centro Democr¨¢tico y Social-Partido Popular (CDS-PP), uno de los redactores de la Constituci¨®n de 1975, qued¨® fuera de la Asamblea de la Rep¨²blica en las elecciones de 2022. El Partido Popular Mon¨¢rquico (PPM) es un club de nost¨¢lgicos de la Casa de Braganza sin fuerza parlamentaria ni popular. La coalici¨®n, que reedita la forjada por las tres formaciones al comienzo de la democracia, considera urgente el cambio pol¨ªtico tras ocho a?os de gobierno socialista por haber aumentado ¡°el empobrecimiento¡± del pa¨ªs al tiempo que se agravaba la presi¨®n fiscal. Horas despu¨¦s, en un acto en Famali?ao, Lu¨ªs Montenegro arremet¨ªa contra el l¨ªder socialista: ¡°Es muy f¨¢cil ser ahora candidato a primer ministro y decir lo contrario de lo que se ha hecho en los ¨²ltimos a?os. Es f¨¢cil, pero no es cre¨ªble, es oportunista¡±.
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