Ham¨¢s SA, el m¨²sculo financiero de la milicia islamista palestina
EE UU presiona a pa¨ªses como Turqu¨ªa para que corten los fondos que alimentan a la organizaci¨®n, que hasta hacerse con el poder en Gaza se nutr¨ªa de dinero de Ir¨¢n y de donaciones privadas
El viernes, apenas unas horas antes de que el secretario de Estado de EE UU, Antony Blinken, aterrizase en Estambul para mantener unas dif¨ªciles conversaciones con las autoridades turcas sobre las posiciones encontradas que ambos pa¨ªses mantienen en la guerra de Gaza, su oficina anunciaba una recompensa de hasta 10 millones de d¨®lares (9 millones de euros) por informaci¨®n sobre cinco miembros de la estructura financiera de la organizaci¨®n ¡°terrorista¡± Ham¨¢s, tres de ellos ¨Dse cree¨D radicados en Turqu¨ªa.
Los dirigentes de Israel y sus aliados en Washington est¨¢n convencidos de que, para acabar con la milicia islamista palestina, deben atacar sus fuentes de financiaci¨®n y una estructura que incluye empresas e inversiones millonarias en diversos pa¨ªses, incluido un anta?o aliado fiable como Turqu¨ªa, que en la ¨²ltima d¨¦cada ha acogido a dirigentes del grupo, al que considera un ¡°movimiento de liberaci¨®n¡±.
Grupo terrorista o movimiento de resistencia, la lucha armada de Ham¨¢s cuesta dinero: para comprar armas, mantener infraestructuras militares (f¨¢bricas de drones y cohetes, t¨²neles, b¨²nkeres y cuarteles), pagar el salario de los combatientes y las compensaciones a las familias de aquellos que mueren. Y Gaza ¨Dbase operativa del grupo¨D no es precisamente un vergel econ¨®mico: el bloqueo israel¨ª ha dejado a la mitad de los gazat¨ªes en paro y a la poblaci¨®n con una renta per c¨¢pita de apenas 1.150 d¨®lares, unos 1.000 euros. Entonces, ?de d¨®nde sale la infraestructura econ¨®mica para mantener a Ham¨¢s?
¡°Hasta que Ham¨¢s tom¨® el control del Gobierno de la Franja, se financiaba principalmente gracias a Ir¨¢n y al abuso de las organizaciones ben¨¦ficas¡±, explica a EL PA?S Matthew Levitt, director del Programa Contra el Terrorismo del Instituto Washington y antiguo empleado del Tesoro estadounidense y del FBI: ¡°Pero en los ¨²ltimos 10 o 15 a?os, su principal fuente de ingresos ha sido el control del territorio en Gaza¡±. El presupuesto operacional y militar de Ham¨¢s se estima en unos 550 millones de euros anuales, es decir, al nivel del gasto militar de Estados con parecida poblaci¨®n a la de Gaza como Eslovenia, Letonia o Armenia. O lo que es lo mismo, algo m¨¢s de 230 euros per c¨¢pita (el gasto militar per c¨¢pita de Israel es 10 veces superior).
El Gobierno de Ham¨¢s impone tasas a la importaci¨®n de productos a trav¨¦s de los pasos fronterizos y, cuando estos no est¨¢n abiertos, de los t¨²neles con los que se abastece la Franja desde Egipto. Sumado a los impuestos a actividades comerciales, supone una recaudaci¨®n de unos 450 millones de euros anuales. Al mismo tiempo, Gaza recibe en torno a 2.000 millones de d¨®lares (1.850 millones de euros) anuales de la Autoridad Nacional Palestina en Cisjordania y de la cooperaci¨®n internacional, incluidas la ONU, la Uni¨®n Europea y Qatar. Este ¨²ltimo entrega 360 millones de d¨®lares anuales ¨Dhasta hace unos a?os en maletines con dinero en efectivo¨D para el pago de los salarios de funcionarios y como ayuda a las familias m¨¢s necesitadas, seg¨²n un acuerdo cerrado con el Gobierno de Benjam¨ªn Netanyahu.
Expertos como Levitt creen que no todo este dinero presupuestado para Gaza va a la poblaci¨®n, sino que una parte se mezcla con gastos operacionales de Ham¨¢s, por ejemplo, el pago a combatientes que formalmente son empleados como funcionarios: tras el atentado del 7 de octubre, las autoridades israel¨ªes desvelaron la identidad de algunos atacantes que supuestamente trabajaban como polic¨ªas y funcionarios de la Administraci¨®n gazat¨ª. Esta fuente de ingresos se da por acabada con la pr¨¢ctica destrucci¨®n y nueva ocupaci¨®n israel¨ª de Gaza.
Ir¨¢n sigue siendo un contribuyente claro y notorio, particularmente del brazo armado de Ham¨¢s, las brigadas Ezedin al Qasam. El propio l¨ªder pol¨ªtico de la organizaci¨®n, Ismail Haniya, reconoc¨ªa en una entrevista a la cadena Al Jazeera en 2022 que Ir¨¢n hab¨ªa aportado 70 millones de d¨®lares (63 millones de euros) para reforzar su defensa. Y las estimaciones de los expertos var¨ªan entre esa cifra y los 120 millones anuales. Adem¨¢s, el grupo palestino contin¨²a recibiendo donaciones de la di¨¢spora palestina y de individuos en diversas partes del mundo en campa?as de micromecenazgo que anuncia a trav¨¦s de redes sociales. Los fondos son enviados a Gaza a trav¨¦s del m¨¦todo de hawala o mediante criptomonedas, si bien este ¨²ltimo se ha revelado menos seguro, ya que se pueden rastrear gracias a la tecnolog¨ªa blockchain. La inteligencia estadounidense e israel¨ª ha denunciado que importantes nodos de estas transferencias ¨Dcasas de cambio de divisa y de criptomonedas¨D usadas por Ham¨¢s se hallan en Turqu¨ªa.
El emporio empresarial de Ham¨¢s
Pero para evitar esta dependencia de los donantes ¨Dpor ejemplo, las contribuciones de Teher¨¢n se redujeron notablemente cuando Ham¨¢s se aline¨® con la oposici¨®n siria en contra del r¨¦gimen aliado de Ir¨¢n a inicios de la pasada d¨¦cada¨D, el grupo palestino estableci¨® un comit¨¦ financiero, cuyos l¨ªderes residen desde hace m¨¢s de tres d¨¦cadas en el extranjero (primero en Jordania, luego en Arabia Saud¨ª y posteriormente en Turqu¨ªa), y una oficina de inversiones dependiente del Consejo de la Shura de Ham¨¢s. Seg¨²n la inteligencia de EE UU, Zaher Jabarin es el jefe de las Finanzas de Ham¨¢s desde 2017 y se cree que reside en Turqu¨ªa; la oficina de inversi¨®n ha sido dirigida por Ahmed Odeh, Usama Ali y Hisham Qafisheh, y todos ellos han residido o han pasado por Turqu¨ªa. Qafisheh, que ha tenido cargos directivos en varias empresas manejadas por Ham¨¢s, obtuvo la nacionalidad turca en 2021 y cambi¨® su nombre por el de Hasmet Aslan, seg¨²n datos del registro mercantil consultados por EL PA?S.
El Tesoro de EE UU estima que los activos de Ham¨¢s en el extranjero ascienden a 500 millones de d¨®lares e incluyen empresas como el grupo Al Zawaya, que mantiene filiales en Chipre, Turqu¨ªa, Espa?a (una empresa inmobiliaria en Valencia) y Sud¨¢n, y que recibi¨® jugosos contratos en carreteras, miner¨ªa y en el sector agr¨ªcola en este pa¨ªs africano hasta la ca¨ªda del dictador islamista Omar al Bashir. Estados Unidos tambi¨¦n ha sancionado en los ¨²ltimos meses a otras empresas constructoras y de desarrollo inmobiliario que considera parte del entramado financiero de la milicia, como la argelina Sidar, la saud¨ª Anda y la emirat¨ª Itqan Real Estate JSC, que Ham¨¢s intent¨® vender en 2019 por 150 millones de d¨®lares.
¡°Estados Unidos tiene una larga tradici¨®n de sancionar a personas inocentes sin pruebas concretas¡±, se queja Ali Bakir, experto en Turqu¨ªa y profesor de la Universidad de Qatar, para quien estas acusaciones son parte de una campa?a destinada a contrarrestar las denuncias de ¡°genocidio¡± a Israel: ¡°Algunos c¨ªrculos de Washington est¨¢n tratando de extorsionar a los pa¨ªses que defienden a los palestinos, como Turqu¨ªa¡±.
La empresa que m¨¢s polvareda ha levantado tras ser se?alada por Washington es la turca Trend GYO, una compa?¨ªa que cotiza en Bolsa y que recientemente concluy¨® la construcci¨®n del nuevo edificio de la Universidad Comercial, una instituci¨®n vinculada a la C¨¢mara de Comercio de Estambul. La empresa turca fue fundada en 2006 por Qafisheh y el ciudadano saud¨ª Saleh Mangoush bajo el nombre de Anda Gayrimenkul, que cambi¨® por Trend GYO en 2017. Ya en mayo de 2022, el Tesoro estadounidense la incluy¨® en su lista de sanciones al identificarla como uno de los ¡°componentes clave del grupo de activos globales de Ham¨¢s¡± y, desde entonces, varios directivos y accionistas han sido sujetos a otras tres rondas de sanciones.
¡°En realidad no es dif¨ªcil para Ham¨¢s hacer estas cosas¡±, explica Levitt: ¡°Lo ¨²nico que necesitan es gente que no vaya por ah¨ª con el uniforme de Ham¨¢s y que est¨¦ dispuesta a manejar una compa?¨ªa y, cuando esta reparta dividendos, desviar parte de ellos o todos a Ham¨¢s¡±. Sobre el papel, todo funciona como es debido, de hecho es sometida a auditor¨ªas independientes y al escrutinio de la Comisi¨®n del Mercado de Valores de Turqu¨ªa. Tanto es as¨ª que, seg¨²n una investigaci¨®n de The New York Times, clientes internacionales han adquirido acciones de Trend GYO a trav¨¦s de bancos estadounidenses y europeos, incluida la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los ?ltimos D¨ªas. Iron¨ªas del capitalismo global.
El Ministerio de Finanzas turco afirm¨® el mes pasado que ha revisado las cuentas de Trend GYO y las personas relacionadas con ella y concluy¨® que ¡°no han abusado del sistema financiero turco¡± y que en ning¨²n modo est¨¢ relacionada con los ataques a Israel del 7 de octubre. En declaraciones a EL PA?S, una fuente de la compa?¨ªa tach¨® de ¡°mentiras¡± las alegaciones del Tesoro de Estados Unidos: ¡°No tenemos ni idea de por qu¨¦ nos atacan; quiz¨¢s porque nuestros inversores iniciales eran palestinos, pero hace tiempo que lo dejaron y abandonaron Turqu¨ªa. La actual direcci¨®n ni siquiera los conoce personalmente¡±.
En los ¨²ltimos tres a?os se ha producido una constante renovaci¨®n del consejo directivo y del accionariado, con la salida de la mayor¨ªa de los inversores ¨¢rabes, seg¨²n el registro mercantil. En su lugar han entrado varios cargos vinculados con el AKP, el partido del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y, pese a las sanciones, las acciones de la constructora han ganado valor.
Amer Alshawa, uno de los supuestos financieros de Ham¨¢s por los que Estados Unidos ofrece la recompensa de 10 millones de d¨®lares y que en 2015 fue detenido en Emiratos ?rabes Unidos como sospechoso de ayudar a la organizaci¨®n palestina, ejerci¨® como director general de Trend GYO entre 2007 y 2019. En una entrevista con The New York Times neg¨® tener relaciones con Ham¨¢s, pero asegur¨® tener sospechas de que los miembros del Consejo s¨ª que colaboraban con el grupo: ¡°En realidad no me importaba, yo estaba ah¨ª para hacer dinero¡±.
Los dividendos que aporta el conglomerado de inversiones internacionales a Ham¨¢s se estiman entre 10 y 20 millones de d¨®lares anuales. ¡°Estas inversiones no son l¨ªquidas. No son dinero efectivo al que puedas acceder inmediatamente¡±, puntualiza Levitt. Su importancia radica m¨¢s en que es un fondo al que recurrir en momentos de necesidad. Por ejemplo, unos documentos de contabilidad obtenidos por el espionaje israel¨ª permitieron establecer que, tras la guerra de 2014, Ham¨¢s vendi¨® activos por valor de 75 millones de d¨®lares para reconstruir parte de su infraestructura en Gaza.
Ahora, tras la destrucci¨®n de la Franja, la semilla de la reconstituci¨®n del grupo islamista podr¨ªa empezar tambi¨¦n por ah¨ª. ¡°Estas inversiones generan continuos ingresos, y a menos que sean identificadas y congeladas, continuar¨¢n haci¨¦ndolo. Pero dados los pa¨ªses donde se encuentran, es poco probable que vayan a ser congeladas¡±, opina Jessica Davis, experta en inteligencia financiera y antigua empleada de los servicios secretos de Canad¨¢: ¡°Si el grupo pierde el control de Gaza, casi todos sus activos podr¨¢n ser usados para actividades militares o terroristas¡±.
Sigue toda la informaci¨®n internacional en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.