Los ataques contra objetivos de la milicia Huthi en Yemen acercan al mar Rojo al abismo
La guerra de Gaza se une a otros focos de tensi¨®n en esta zona estrat¨¦gica como la pirater¨ªa, el conflicto en Sud¨¢n y las disputas territoriales entre Etiop¨ªa, Somalia y Somalilandia
La tensi¨®n y la incertidumbre en las regiones del mar Rojo y del Cuerno de ?frica crecen r¨¢pidamente por una combinaci¨®n de movimientos militares, amenazas al comercio mar¨ªtimo mundial, disputas territoriales, maniobras diplom¨¢ticas y crisis humanitarias que acercan al abismo a ese peque?o pero preciado espacio estrat¨¦gico. El riesgo de escalada ha aumentado significativamente despu¨¦s de que, la madrugada de este viernes, Estados Unidos y el Reino Unido atacaran por mar y aire objetivos de los rebeldes hut¨ªes en Yemen, en un intento de reducir sus capacidades militares, seg¨²n Washington, que desde diciembre lidera una fuerza naval internacional desplegada en el sur del mar Rojo, en la que Espa?a ha declinado participar. Desde noviembre, la milicia fundamentalista yemen¨ª amenaza a los buques que transitan por esas aguas transportando alrededor del 12% del comercio mundial a trav¨¦s del canal de Suez.
Esta respuesta militar, que ha golpeado 60 blancos de los rebeldes yemen¨ªes, incluido el estrat¨¦gico puerto de Hodeida, se ha producido despu¨¦s de que, el martes, el movimiento yemen¨ª, que cuenta con el apoyo de Ir¨¢n y controla el 30% del territorio del pa¨ªs, incluida San¨¢, la capital, lanzara su mayor ataque contra barcos en el mar Rojo hasta la fecha. D¨ªas antes, la coalici¨®n naval bautizada como Guardi¨¢n de la Prosperidad, en la que participan EE UU, el Reino Unido y otra decena de aliados, hab¨ªa declarado que har¨ªa asumir a los hut¨ªes las consecuencias de continuar perturbando el tr¨¢fico mar¨ªtimo en esas aguas.
Desde mediados de noviembre, y como respuesta a la devastadora ofensiva israel¨ª en Gaza, el movimiento Huthi est¨¢ atacando a buques mercantes supuestamente vinculados ¡ªen ocasiones err¨®neamente¡ª a Israel. Estas acciones han empujado a las mayores empresas de transporte mar¨ªtimo del mundo a evitar estas aguas, aunque ello implica circunnavegar ?frica, lo que ha encarecido los fletes un 170%.
Hasta ahora, los hut¨ªes han realizado 27 ataques, seg¨²n el Mando Central de los Estados Unidos (Centcom). El impacto sobre el tr¨¢fico mar¨ªtimo es manifiesto: la media del n¨²mero de buques que cruz¨® Bab el Mandeb ¡ªel estrecho por el que se accede al mar Rojo¡ª cada semana cay¨® un 45% respecto a un a?o antes y en el canal de Suez lo hizo en un 28%, seg¨²n la plataforma de monitoreo del comercio mar¨ªtimo PortWatch. El tr¨¢fico en el Cabo de Buena Esperanza, en Sud¨¢frica, subi¨® un 63% en el mismo per¨ªodo.
El ataque contra objetivos hut¨ªes en Yemen, que ha sucedido al d¨ªa siguiente de que Ir¨¢n capturara un petrolero en el cercano golfo de Om¨¢n, ya ha suscitado las primeras reacciones en la regi¨®n. Arabia Saud¨ª, que lleva meses negociando un alto el fuego definitivo con la milicia Huthi, su enemigo en los nueve a?os que dura la guerra de Yemen, ha pedido contenci¨®n y ¡°evitar una escalada¡±. La respuesta de los rebeldes ha sido el lanzamiento de una andanada de misiles crucero y bal¨ªsticos contra buques de guerra de Estados Unidos y del Reino Unido en el mar Rojo, ha informado Efe, que cita fuentes de la milicia.
Piratas
A estos ataques contra barcos de la milicia yemen¨ª se suma en aguas cercanas la amenaza de la pirater¨ªa. El 4 de enero, una organizaci¨®n asociada a la Marina Real brit¨¢nica inform¨® de que hab¨ªa recibido un informe sobre un asalto de un grupo de piratas a un buque mercante que estaba navegando frente a las costas de Somalia, lo que llev¨® a intervenir a un contingente de la Armada india.
Un oficial de la Oficina Mar¨ªtima Internacional, de la C¨¢mara de Comercio Internacional en Londres, inform¨® a EL PA?S por correo electr¨®nico de otro incidente similar a mediados de diciembre. Antes de esos dos sucesos, el ¨²ltimo ataque protagonizado por piratas se produjo en 2018. Algunos analistas creen que el desv¨ªo de parte del tr¨¢fico mar¨ªtimo hacia esas aguas por la amenaza de los hut¨ªes, y la mayor atenci¨®n militar que recibe ahora el mar Rojo, podr¨ªa estar alentando un cierto repunte de los incidentes de pirater¨ªa.
En todo el Cuerno de ?frica, en la orilla meridional del mar Rojo, la tensi¨®n interna ha aumentado tambi¨¦n a ra¨ªz de la firma, el 2 de enero, de un acuerdo preliminar entre Etiop¨ªa, el pa¨ªs sin salida al mar m¨¢s poblado del mundo, y Somalilandia, una rep¨²blica autoproclamada al noroeste de Somalia, de la que se independiz¨® de facto en 1991. Este territorio ha permanecido desde entonces estable, pero no ha logrado reconocimiento internacional.
El documento, pendiente de ratificar, concede a Etiop¨ªa una salida y acceso comercial y militar al estrat¨¦gico golfo de Ad¨¦n, que conecta con el mar Rojo por el estrecho de Bab el Mandeb, a trav¨¦s del territorio de Somalilandia, a cambio de reconocer su independencia. Ese compromiso ha disparado la tensi¨®n entre Etiop¨ªa y Somalia, cuyo Gobierno federal lo ha tachado de no autorizado, nulo y un acto de agresi¨®n ante el que se reserva el derecho a responder. El Ejecutivo somal¨ª, inmerso en una guerra contra la insurgencia de Al Shabab, afiliada a Al Qaeda, ha anunciado la retirada de su embajador en Etiop¨ªa.
El acuerdo ha sido igualmente criticado por Egipto y Eritrea, que mantienen relaciones tensas con Etiop¨ªa y recelan de sus ambiciones en el mar Rojo. Yibuti, por cuyos puertos Etiop¨ªa canaliza ahora m¨¢s del 95% de sus importaciones y exportaciones a cambio de lucrativas tasas, ha reclamado tambi¨¦n respetar la soberan¨ªa de Somalia, al igual que Estados Unidos, la Uni¨®n Europea y la Liga ?rabe. Etiop¨ªa perdi¨® acceso al litoral despu¨¦s de la secesi¨®n de Eritrea en 1993 tras su guerra de independencia.
¡°Los pa¨ªses de la regi¨®n han empezado a alinearse en torno a esta crisis, y Somalia ha pedido apoyo a Egipto y Eritrea. Dada la historia de guerras por delegaci¨®n en el Cuerno de ?frica, la perspectiva de que esto derive en confrontaci¨®n regional es considerable¡±, se?ala Samira Gaid, una analista de la regi¨®n en la consultora Balqiis de Mogadiscio, la capital somal¨ª.
La guerra de Sud¨¢n
La multiplicaci¨®n de crisis en la regi¨®n incluye la del vecino Sud¨¢n, sumido desde abril en una guerra entre el ej¨¦rcito regular y las paramilitares Fuerzas de Apoyo R¨¢pido. Tras hacerse con el control de casi toda la regi¨®n occidental de Darfur y de la capital, Jartum, los paramilitares tomaron en diciembre una provincia clave en el centro del pa¨ªs, lo que les sit¨²a en una posici¨®n de ventaja para decidir si empujar hacia el este, en direcci¨®n a la costa.
Si optan por avanzar en esa direcci¨®n, y ante la gran movilizaci¨®n all¨ª de grupos armados y de civiles temerosos de los paramilitares, muchos temen que el conflicto podr¨ªa degenerar en una guerra total m¨¢s atomizada, con el riesgo de acabar de convertir Sud¨¢n en un Estado fallido. Los c¨¢lculos m¨¢s prudentes sit¨²an ya el n¨²mero de muertos en al menos 12.000, y el pa¨ªs sufre la peor crisis de desplazados del mundo, con m¨¢s de siete millones.
En las ¨²ltimas semanas, el comandante de los paramilitares, Mohamed Hamdan Dagalo, se ha embarcado adem¨¢s en una ins¨®lita gira diplom¨¢tica, que muchos sospechan que ha sido patrocinada por Emiratos ?rabes Unidos, durante la que se ha reunido con jefes de Estado y de Gobierno en Uganda, Yibuti, Etiop¨ªa, Kenia, Sud¨¢frica y Ruanda.
¡°No creo que haya nada en el Cuerno de ?frica que no pueda gestionarse por v¨ªas diplom¨¢ticas, pero el problema es que nadie lo est¨¢ haciendo¡±, apunta Cameron Hudson, experto en ?frica del Centro de Estudios Estrat¨¦gicos e Internacionales. ¡°Hay mucho espacio para la diplomacia, pero no hay diplomacia en la regi¨®n¡±, desliza.
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