Estados Unidos ataca objetivos hut¨ªes en Yemen por segundo d¨ªa consecutivo
Biden hab¨ªa advertido horas antes de que habr¨ªa una respuesta si el grupo rebelde continuaba el hostigamiento a los barcos mercantes en el mar Rojo
Nueva ola de ataques de Estados Unidos contra objetivos de la milicia hut¨ª en Yemen. Un d¨ªa despu¨¦s de la acci¨®n militar de las fuerzas brit¨¢nicas y estadounidenses contra el grupo rebelde respaldado por Ir¨¢n, las tropas de EE UU han llevado a cabo un segundo golpe, aunque de dimensiones mucho m¨¢s reducidas. Esta vez, seg¨²n ha informado un alto mando militar, se han centrado en unas instalaciones de radar.
Washington hab¨ªa advertido tras la acci¨®n del jueves de que no dudar¨ªa en ¡°tomar m¨¢s medidas¡± si los hut¨ªes no dejaban de hostigar a los buques mercantes que atraviesan el mar Rojo, por donde pasa alrededor del 15% del tr¨¢fico mar¨ªtimo mundial, seg¨²n c¨¢lculos estadounidenses. En declaraciones a la prensa mientras visitaba Pensilvania, el propio presidente, Joe Biden, hab¨ªa reiterado que ordenar¨ªa nuevos ataques si continuaban las acciones hostiles del grupo rebelde. ¡°Nos aseguraremos de responder a los hut¨ªes si contin¨²an este comportamiento indignante¡±, hab¨ªa se?alado.
La milicia yemen¨ª hab¨ªa asegurado que responder¨ªa a los ataques recibidos, y el viernes dispar¨® un misil contra un barco civil, sin alcanzarlo.
A diferencia del d¨ªa anterior, el ataque de la madrugada de este s¨¢bado solo ha contado con la participaci¨®n estadounidense, seg¨²n el mando militar. Se realiz¨® desde el buque USS Carney ¡°utilizando misiles de ataque terrestre Tomahawk y fue una acci¨®n de seguimiento sobre un objetivo militar espec¨ªfico¡± y ¡°dise?ada para degradar la capacidad de los hut¨ªes para atacar buques mar¨ªtimos, incluidos los buques comerciales¡±, dijo el Mando Central de Estados Unidos en un comunicado en X (antes Twitter).
La operaci¨®n del jueves, en la que las fuerzas de EE UU y Reino Unido contaron con el respaldo de Holanda, Canad¨¢, Australia y Bar¨¦in para alcanzar 60 objetivos en 28 lugares de diversas localidades yemen¨ªes, hab¨ªa sido el primer gran acto de represalia desde que los hut¨ªes comenzaron a hostigar a los buques mercantes en el mar Rojo como respuesta, seg¨²n afirman, a la guerra de Israel en Gaza. En ese golpe, Estados Unidos dispar¨® 150 proyectiles de alta precisi¨®n, lanzados por cazas F-18 que despegaron desde el portaaviones Dwight Eisenhower, desplegado en la zona. Los destructores Gravely y Mason, as¨ª como el crucero Philippine Sea y un submarino dispararon misiles Tomahawk.
Mientras, aumenta una tensi¨®n que ya crec¨ªa en las ¨²ltimas semanas, y se extiende la preocupaci¨®n por que la guerra entre Israel y el grupo radical palestino Ham¨¢s en Gaza pueda ampliarse por la regi¨®n. Estados Unidos, no obstante, asegura, en palabras del portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby: ¡°No estamos interesados en una guerra contra los hut¨ªes en Yemen, no estamos interesados en ning¨²n tipo de conflicto. Queremos que cesen sus ataques¡±.
Desde el comienzo de la crisis, en octubre, Estados Unidos ha tenido como uno de sus grandes objetivos el evitar que el conflicto se propague por la regi¨®n. Para evitarlo, hab¨ªa reforzado su presencia militar en la zona como elemento disuasorio, y hab¨ªa emprendido una intensa ofensiva diplom¨¢tica que ha llevado a su secretario de Estado, Antony Blinken, cuatro veces a Oriente Pr¨®ximo en tres meses. Teher¨¢n, el gran protector del grupo rebelde yemen¨ª, ha asegurado que los ataques alimentan la ¡°inseguridad e inestabilidad¡± en la zona, aunque de momento no parece interesada en una confrontaci¨®n directa para defender a sus aliados.
El Pent¨¢gono contin¨²a su evaluaci¨®n de los resultados de la operaci¨®n del jueves, aunque ha adelantado que aquellos ataques redujeron la capacidad de los grupos hut¨ªes de lanzar grandes oleadas de misiles como la de comienzos de esta semana. En Yemen, estas milicias han asegurado que cinco personas murieron en esas explosiones.
¡°Hemos degradado su capacidad [de lanzar misiles]¡±, ha se?alado el director del Estado Mayor, el general Douglas Sims, en conversaci¨®n con los periodistas. ¡°No creo que puedan perpetrar golpes del mismo modo que hicieron el otro d¨ªa¡±.
El martes, los rebeldes lanzaron una oleada de misiles y drones que el Pent¨¢gono asegura que estaban dirigidos contra los barcos militares que mantiene en la zona para proteger el tr¨¢nsito comercial. Seg¨²n ha explicado Kirby, aquella fue la gota que colm¨® el vaso. Despu¨¦s de haber dado instrucciones a su equipo de intensificar la presi¨®n diplom¨¢tica, mediante advertencias p¨²blicas a los hut¨ªes y una resoluci¨®n del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, y de preparar planes para una posible acci¨®n militar, ese d¨ªa Biden decidi¨® dar su visto bueno a un ataque.
Desde el hospital militar en que se encuentra ingresado por complicaciones del tratamiento contra el c¨¢ncer de pr¨®stata que padece, el secretario de Defensa, Lloyd Austin, dio ¨®rdenes a las fuerzas estadounidenses el jueves para que abrieran fuego.
Washington asegura que esos ataques tuvieron naturaleza puramente defensiva, por lo que no deber¨ªan generar una escalada en la tensi¨®n. ¡°Esto estuvo dise?ado ¨²nicamente para ir contra la capacidad [de la milicia] de perjudicar la libertad de navegaci¨®n internacional en aguas internacionales, y estamos convencidos de que hicimos un buen trabajo¡±, apunt¨® Sims.
La Casa Blanca sostiene que la acci¨®n militar se ha desarrollado de acuerdo con la legislaci¨®n estadounidense y el derecho internacional. ¡°Todos [los emplazamientos atacados] eran objetivos militares v¨¢lidos y leg¨ªtimos¡±, ha agregado Kirby.
Algunas voces en Estados Unidos han expresado la preocupaci¨®n de que pueda producirse una escalada del conflicto. La parlamentaria dem¨®crata Elisa Slotkin, antigua miembro de los servicios de inteligencia de su pa¨ªs, apuntaba en X, la antigua Twitter, su temor de que Ir¨¢n quiera arrastrar a Estados Unidos a implicarse m¨¢s profundamente en la crisis. ¡°Deber¨ªamos estar preocupados por una escalada regional¡±, apuntaba la legisladora, que ha respaldado la acci¨®n militar del jueves. ¡°Ir¨¢n utiliza a grupos como los hut¨ªes para pelear sus batallas, poder negar que tenga cartas en el asunto y evitar un enfrentamiento directo con Estados Unidos u otros... Esto tiene que acabar, y espero que [Teher¨¢n] haya entendido el mensaje¡±.
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