La escalada en el mar Rojo, un bal¨®n de ox¨ªgeno para los hut¨ªes e Israel

Este domingo, cuando se cumplen 100 d¨ªas del ataque masivo de Ham¨¢s y los consiguientes bombardeos israel¨ªes en Gaza, donde la mayor¨ªa de la poblaci¨®n est¨¢ hoy desplazada y cientos de miles luchan por comer una vez al d¨ªa, la atenci¨®n del mundo estar¨¢ a m¨¢s de casi 2.400 kil¨®metros de la Franja: Yemen. All¨ª, las Fuerzas Armadas de Estados Unidos y del Reino Unido mataron el viernes al menos a cinco personas al lanzar 73 bombardeos contra posiciones vinculadas a la milicia rebelde Huthi. Era la respuesta al m¨¢s intenso de los 27 ataques que esta hab¨ªa lanzado desde noviembre contra embarcaciones que atraviesan el estrecho de Bab el Mandeb, en el mar Rojo, en represalia por la invasi¨®n israel¨ª de Gaza. Un d¨ªa m¨¢s tarde, en la madrugada de este s¨¢bado, el ej¨¦rcito estadounidense ha efectuado otro, de menor entidad y sin causar heridos, cerca del aeropuerto de San¨¢, utilizado por los rebeldes para lanzar proyectiles contra los nav¨ªos mercantes.

Los dos ataques han aumentado tanto el espacio geogr¨¢fico como el n¨²mero de actores en conflicto y, por tanto, su potencial explosivo. La din¨¢mica conviene a los hut¨ªes, al alimentar su discurso de reto a Occidente y aut¨¦nticos defensores en el mundo ¨¢rabe de la causa palestina, gracias a su estrat¨¦gica capacidad para alterar una ruta clave del comercio mar¨ªtimo global, obligando a los barcos a circunnavegar toda ?frica. Tambi¨¦n beneficia a Israel: su principal aliado, EE UU, se involucra directamente contra un grupo apoyado con dinero y armas por el enemigo com¨²n, Teher¨¢n, y el foco de atenci¨®n se aleja de la Franja, donde los bombardeos han bajado de intensidad, pero a¨²n matan cada d¨ªa a un centenar de personas (135, este s¨¢bado) como m¨ªnimo.

El portavoz de la milicia Huthi, Nasruldeen Amer, ha asegurado a la cadena de televisi¨®n Al Jazeera que el ¨²ltimo ataque ¡°recibir¨¢ una respuesta firme, fuerte y efectiva¡±. Hans Grundberg, enviado especial de la ONU para Yemen, un pa¨ªs en el que el 80% de la poblaci¨®n necesita ayuda humanitaria, ha mostrado su ¡°grave preocupaci¨®n¡± por el ¡°crecientemente precario contexto regional¡± y pedido ¡°evitar aquellas acciones que empeoren la situaci¨®n del pa¨ªs, aumenten la amenaza a las rutas comerciales mar¨ªtimas o aviven a¨²n m¨¢s las tensiones regionales en este momento cr¨ªtico¡±.

La decisi¨®n de atacar objetivos hut¨ªes en Yemen no se tom¨® en Washington a la ligera. Si hay algo que no desea la Administraci¨®n de Joe Biden es verse arrastrada a un conflicto en Oriente Pr¨®ximo de consecuencias imprevisibles a meses de unas elecciones donde se juega un nuevo mandato. La luz verde estuvo precedida de semanas de deliberaciones del presidente con su equipo, incluido durante los d¨ªas de vacaciones que pas¨® con su familia. Este s¨¢bado, Biden ha indicado que su pa¨ªs mand¨® un mensaje a Ir¨¢n sobre los actos de su milicia rebelde aliada: ¡°Lo enviamos de modo privado y tenemos confianza en que estamos preparados¡±.

Washington insiste en que no desea un enfrentamiento abierto con los hut¨ªes, ni mucho menos con Ir¨¢n. Tampoco Teher¨¢n, explica Kirsten Fontenrose, del laboratorio de ideas Scowcroft Middle East Security Initiative. ¡°No tiene motivos para acentuar sus v¨ªnculos con este conflicto o con los hut¨ªes en estos momentos¡±, considera la experta. Ya est¨¢ logrando, adem¨¢s, sus metas estrat¨¦gicas sin necesidad de una intervenci¨®n directa: la popularidad de Estados Unidos en el mundo est¨¢ en decadencia y se ha desvanecido el impulso para normalizar las relaciones entre Israel y nuevos pa¨ªses ¨¢rabes, argumenta.

Es Israel quien ha arrastrado a su aliado a implicarse, tras semanas ¡°intentando abrir un nuevo frente¡± con sus ataques contra posiciones de la Guardia Revolucionaria iran¨ª, en Siria, y de Ham¨¢s y Hezbol¨¢, en L¨ªbano, a juicio de Ignacio ?lvarez-Ossorio, especialista en Oriente Pr¨®ximo y profesor de Estudios ?rabes e Isl¨¢micos de la Universidad Complutense de Madrid. El experto considera que la expansi¨®n del conflicto ¡°beneficia¡± al Estado jud¨ªo porque mete a Washington en liza con uno de los sat¨¦lites de Ir¨¢n y ¡°desplaza la atenci¨®n de la comunidad internacional¡±, lo que ¡°le da un bal¨®n de ox¨ªgeno para proseguir sus planes en Gaza¡±. ¡°De alguna manera, muchos pa¨ªses est¨¢n entrando en una trampa, porque esto no va en beneficio de los intereses occidentales, sino de los intereses israel¨ªes¡±, asegura el experto por videoconferencia.

La ampliaci¨®n del campo de batalla refuerza adem¨¢s el relato del primer ministro israel¨ª, Benjam¨ªn Netanyahu, del conflicto en Gaza como una lucha m¨¢s amplia entre ¡°las fuerzas de la luz y las de la oscuridad¡±, en las que Israel ser¨ªa la punta de lanza de las primeras (representadas por Occidente) e Ir¨¢n liderar¨ªa las segundas. Cada vez m¨¢s comentaristas israel¨ªes temen que Netanyahu ¨Dhundido en las encuestas y al que esperan muchas preguntas sobre su pol¨ªtica hacia Gaza en los a?os previos al ataque¨D busque alargar la contienda por intereses personales m¨¢s que nacionales. Seg¨²n una encuesta publicada este viernes por el diario Maariv, un 63% de la poblaci¨®n quiere elecciones anticipadas. No ganar¨ªa Netanyahu, sino Benny Gantz, que estaba en la oposici¨®n hasta que entr¨® en octubre en el Gobierno de concentraci¨®n formado ex profeso para la guerra.

Los ataques hut¨ªes comenzaron en noviembre. En teor¨ªa, contra buques mercantes de propiedad o bandera israel¨ª o que tuvieran el pa¨ªs como punto de destino u origen. Adem¨¢s de los que han incluido err¨®neamente en esas categor¨ªas, han acabado acosando otras embarcaciones, as¨ª que las principales compa?¨ªas de transporte mar¨ªtimo evitan el paso. En los dos ¨²ltimos meses de 2023, el n¨²mero de contenedores que cada d¨ªa recorre la ruta cay¨® un 66%, de 500.000 a 200.000, por los asaltos en un mar que recoge un 30% del tr¨¢fico mundial de contenedores. Ahora, los barcos circunnavegan ?frica por el cabo de Nueva Esperanza, lo que ha encarecido los fletes un 170%.

Tras semanas de aumento de la tensi¨®n, el martes marc¨® un punto de inflexi¨®n. El movimiento yemen¨ª lanz¨® su mayor ataque. El Consejo de Seguridad de la ONU aprob¨® un d¨ªa m¨¢s tarde una resoluci¨®n que ordena a los hut¨ªes cesar de inmediato su hostigamiento. Las exigencias de la Casa Blanca al grupo rebelde para que detuviera su actos hostiles hab¨ªan ca¨ªdo en saco roto. De no tomar medidas contundentes, sent¨ªa que se arriesgaba a perder credibilidad y poder de disuasi¨®n en la zona. En la madrugada del viernes, las fuerzas estadounidenses y brit¨¢nicas atacaron sistemas de vigilancia antia¨¦rea, radares y arsenales de drones, misiles de crucero y bal¨ªsticos en distintos puntos de Yemen bajo control de los rebeldes hut¨ªes. El precio del barril de crudo Brent escal¨® m¨¢s de dos d¨®lares, aunque luego baj¨® a la mitad al disiparse los miedos a un corte de los suministros.

Es, a juicio de Ibrahim Jalal, experto en el Golfo, lo que esperaban los hut¨ªes ¡°para ganar a¨²n m¨¢s apoyo popular, instrumentalizar los innegables sentimientos propalestinos y anti-intervenci¨®n extranjera para sus fines pol¨ªticos¡±.

Coincide Gerald M. Feierstein, exdiplom¨¢tico estadounidense y experto en Oriente Pr¨®ximo del centro de an¨¢lisis sobre la regi¨®n Middle East Institute. Ve en ¡°el esfuerzo de los hut¨ªes por introducirse en el conflicto de Gaza¡± una ambici¨®n de ¡°reforzar su base de apoyo en el pa¨ªs y cimentar su movimiento m¨¢s firmemente en el denominado ¡®eje de la resistencia¡±, al que tambi¨¦n pertenecen Hezbol¨¢ y Ham¨¢s. Gana puntos incluso entre sus detractores. M¨¢s a¨²n cuando su enemigo, el Gobierno internacionalmente reconocido de Yemen, ha hablado m¨¢s de los ataques a la navegaci¨®n en el mar Rojo que de los muertos en Gaza. El viernes, cientos de miles de personas se manifestaron en San¨¢, la capital, en manos de los hut¨ªes, en protesta por los bombardeos de Washington y Londres.

El pasado mi¨¦rcoles, el Centro ?rabe de Investigaci¨®n y Estudios Pol¨ªticos, con sede en Qatar, public¨® un an¨¢lisis de la opini¨®n p¨²blica en 16 pa¨ªses ¨¢rabes respecto a la guerra en Gaza. Los resultados muestran un 69% de solidaridad con los palestinos y apoyo a Ham¨¢s. Otro 23% solo apoya a sus hermanos gazat¨ªes, pero rechaza al movimiento islamista que lanz¨® el ataque de octubre, que dej¨® unos 1.200 muertos. Por el contrario, un 94% critica la posici¨®n de Estados Unidos (que veta un alto el fuego y financia y arma a Israel) en la crisis. Un 82%, de hecho, la define como muy mala. Ir¨¢n, pese a las rivalidades regionales y las diferencias entre los ejes sun¨ª y chi¨ª, no sale mal parado, con un 37% de aprobaci¨®n y un 48% de condena.

La intervenci¨®n militar estadounidense ha generado la alarma en otros pa¨ªses de Oriente Pr¨®ximo a los que podr¨ªa extenderse y que albergan milicias proiran¨ªes hostiles a Israel. ¡°Denunciamos en¨¦rgicamente los intentos de ampliar la guerra, y afirmamos que las aventuras de fuego, en este caso, nos pueden quemar a todos¡±, dijo el presidente de Irak, Abdellatif Rashid. El Ministerio de Exteriores de L¨ªbano ¨Den cuyo sur la milicia de Hezbol¨¢ mantiene enfrentamientos diarios con el ej¨¦rcito israel¨ª que en otras circunstancias habr¨ªan desembocado en guerra abierta¨D manifest¨® en un comunicado su ¡°extrema preocupaci¨®n por la ¨²ltima escalada, las operaciones militares en el mar Rojo y los bombardeos a¨¦reos contra territorio yemen¨ª¡±, as¨ª como su temor a que ¡°se extienda a todo Oriente Pr¨®ximo¡±.

Tambi¨¦n en Estados Unidos ha surgido preocupaci¨®n a que escale el conflicto. La parlamentaria dem¨®crata Elisa Slotkin, antigua miembro de los servicios de inteligencia de su pa¨ªs, apuntaba en la red social X, la antigua Twitter, su temor a que Ir¨¢n quiera arrastrar a la Casa Blanca a implicarse m¨¢s profundamente en la crisis. ¡°Deber¨ªamos estar preocupados por una escalada regional¡±, apuntaba la legisladora, que ha respaldado la acci¨®n militar del jueves. ¡°Ir¨¢n utiliza a grupos como los hut¨ªes para pelear sus batallas, poder negar que tenga cartas en el asunto y evitar un enfrentamiento directo con Estados Unidos u otros... Esto tiene que acabar, y espero que [Teher¨¢n] haya entendido el mensaje¡±.

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