Xiongan, la nueva ciudad ¡°socialista¡± so?ada por Xi Jinping
China levanta una urbe a 100 kil¨®metros de Pek¨ªn para aliviar la congesti¨®n de la capital; el mandatario asegura que es un proyecto de ¡°significado milenario¡± que deber¨¢ resistir la ¡°prueba de la historia¡±
Cinco agricultores jubilados van subidos en el autob¨²s de l¨ªnea. Tienen el rostro tostado de quienes han trabajado la tierra. Conocen bien la zona. Han vivido toda su vida en este rinc¨®n alejado del mundanal ruido al que, de pronto, ha llegado la modernidad. Se?alan a la derecha, donde tractores operan entre monta?as de escombros: all¨ª han empezado los trabajos de demolici¨®n de una antigua aldea; a la izquierda, donde aquella explanada yerma: esto va a ser el campus de la Universidad de Pek¨ªn; m¨¢s adelante, donde la construcci¨®n blanca de aire futurista: este ser¨¢ el nuevo estadio deportivo, que va bastante avanzado. Y aquella carretera de all¨¢, indican, es la autopista que va a Pek¨ªn. Estos vecinos suelen pasar el rato en el autocar mirando el paisaje. Van desde su casa ¡ªentregada por el Gobierno a cambio de la vieja expropiada¡ª hasta la nueva estaci¨®n de tren de alta velocidad, y luego vuelta. El se?or Li, que pasa de los setenta, dice que ahora est¨¢n viviendo ¡°los d¨ªas buenos¡±. Y as¨ª cada d¨ªa ven crecer a su alrededor Xiongan, una ciudad creada de la nada sobre el mismo terru?o que sol¨ªan laborar, y que aspira a ser un prototipo de urbe ¡°socialista moderna¡±. Es uno de los proyectos m¨¢s ambiciosos del presidente chino, Xi Jinping.
Concebida como una ciudad sat¨¦lite de Pek¨ªn, la flamante urbe recuerda estos d¨ªas a uno de esos juegos en el que los ni?os se dedican a levantar casas sobre un tablero. Se ven cuadr¨ªculas de obras y gr¨²as y camiones cementeros por todas partes. El lugar elegido es una llanura surcada de r¨ªos y humedales a unos 100 kil¨®metros al sur de la capital china, en la provincia de Hebei. Su desarrollo fue anunciado por todo lo alto en 2017 como una v¨¢lvula de escape de la congestionada capital del gigante asi¨¢tico, donde viven casi 22 millones de personas. La intenci¨®n es fomentar el traslado de empresas e instituciones y liberar as¨ª a Pek¨ªn de aquellas funciones no esenciales para el Gobierno de la naci¨®n.
Xiongan lleva el sello personal de Xi. El tambi¨¦n secretario general del Partido Comunista Chino lo ha denominado un ¡°proyecto nacional de significado milenario¡±, que ha de ser capaz de ¡°resistir la prueba de la historia¡±. Su planificaci¨®n, ha reiterado, pretende combinar tecnolog¨ªa punta y respeto ecol¨®gico. ¡°Esta es tambi¨¦n la herencia que nuestra generaci¨®n de comunistas chinos legar¨¢ a las generaciones futuras¡±, ha asegurado Xi. Xiongan, un acr¨®nimo de dos condados de la zona, es tambi¨¦n una palabra de nuevo cu?o formada por dos caracteres: ÐÛ (Xiong: h¨¦roe, masculino, fuerza) y °² (An: paz, calma, estabilidad). Ser¨¢ un legado con el que evaluar la era de Xi, que logr¨® el a?o pasado un tercer mandato presidencial in¨¦dito entre sus predecesores inmediatos.
El Gobierno ha comparado su puesta en marcha con dos hitos: Shenzhen, la primera zona econ¨®mica especial del pa¨ªs, creada en 1980 en una aldea de pescadores hoy transformada en una megal¨®polis de la tecnolog¨ªa; y Pudong, el distrito financiero con rascacielos futuristas de Shangh¨¢i. Ambos proyectos fueron impulsados por Deng Xiaoping, art¨ªfice del periodo de apertura y reforma que dispar¨® el desarrollo chino. Hay art¨ªculos que llevan las comparaciones m¨¢s all¨¢: ¡°En 1153 d. C., la dinast¨ªa Jin estableci¨® su capital en Yanjing, dando comienzo a m¨¢s de 860 a?os de historia de construcci¨®n de una capital en Pek¨ªn. En 2017, la planificaci¨®n y el establecimiento de la Nueva Zona de Hebei Xiongan abrir¨¢n una nueva p¨¢gina en el desarrollo de Pek¨ªn¡±, aseguraba un texto de la agencia oficial Xinhua.
Pek¨ªn ha puesto la maquinaria en funcionamiento. En casi siete a?os, se han comenzado a levantar m¨¢s de 4.000 edificios sobre las antiguas tierras yermas y pueblos ruinosos; la zona ha recibido inversiones superiores a los 657.000 millones de yuanes (m¨¢s de 85.000 millones de euros) y las empresas estatales chinas han establecido m¨¢s de 200 filiales y sucursales en la zona, seg¨²n cifras difundidas por los medios estatales. Entre los proyectos en construcci¨®n hay un centro de supercomputaci¨®n (el ¡°cerebro de la ciudad¡±) que ayudar¨¢ a impulsar algunos de los sistemas digitales de Xiongan, incluidas las plataformas para gestionar el flujo de tr¨¢fico y los veh¨ªculos aut¨®nomos. La ciudad es tambi¨¦n, desde 2021, un campo de pruebas del yuan digital, respaldado por el Banco Central chino. El plan exige que los servicios b¨¢sicos est¨¦n a 15 minutos a pie, y requiere que la energ¨ªa provenga de forma prioritaria de energ¨ªas limpias. Un 70% de la ciudad est¨¢ reservado a zonas verdes.
Andrew Stokols, doctorando en planificaci¨®n y pol¨ªtica urbanas por el MIT, considera Xiongan una ¡°utop¨ªa tecnonaturalista¡±, seg¨²n escribi¨® el a?o pasado en The China Project. La ciudad, a?ad¨ªa, ha adquirido ¡°importancia ideol¨®gica¡± como ¡°modelo nacional de desarrollo de alta calidad¡±, uno de los mantras de Pek¨ªn en los ¨²ltimos a?os. ¡°Xiongan se ha convertido en la encarnaci¨®n f¨ªsica del ¡®capitalismo de partido-Estado¡¯ de Xi: recentrar el Partido Comunista chino en la vida urbana, promover la alta tecnolog¨ªa y la innovaci¨®n ecol¨®gica mediante inversiones en universidades, institutos estatales de investigaci¨®n y empresas p¨²blicas¡±. Stokols reconoce que muchas ciudades ut¨®picas fracasaron. Pero cree que el ¡°compromiso¡± de Xi con Xiongan como ¡°legado¡± podr¨ªa garantizar que la ciudad siga recibiendo apoyo del Gobierno central. Y con el tiempo, a?ade, podr¨ªa resultar ¡°atractiva¡± como centro de investigaci¨®n, innovaci¨®n y calidad de vida digna, especialmente para j¨®venes titulados universitarios de pueblos o ciudades secundarias de China.
Por ahora, bastante vac¨ªa
Por ahora, da la impresi¨®n de seguir bastante vac¨ªa. El tren de alta velocidad, que tarda menos de una hora desde Pek¨ªn y cuesta menos de siete euros, llega un mi¨¦rcoles cualquiera con escasos pasajeros: la gran parte se baja en el aeropuerto de Daxing, abierto al sur de la capital, desde donde tarda unos 20 minutos hasta Xiongan. La estaci¨®n de la ciudad, inaugurada en 2020, es gigantesca, de l¨ªneas blancas y sinuosas, con los techos cubiertos por paneles solares. En sus tripas apenas se ve un alma. Sus pasillos est¨¢n desiertos. Las salas de espera, sin gente. Pero sus dimensiones, y sus m¨²ltiples andenes, dejan intuir la escala imaginada. A la salida hay anuncios de lujosas viviendas: ¡°Trabajar en Xiongan, vivir en un palacio¡°, dice uno. En los alrededores se ven eriales y esqueletos de edificios. Desde all¨ª uno puede tomar el citado autob¨²s de l¨ªnea con los jubilados. Durante el resto del recorrido, de cerca de una hora, nadie m¨¢s sube a bordo. ¡°Quiz¨¢ es muy pronto para escribir [sobre Xiongan], a¨²n no se nota el cambio¡±, reflexiona uno de los ancianos.
El autocar deja junto a una avenida moteada con carteles rojos con los mensajes de Xi prendidos de las farolas: ¡°Proyecto nacional¡±, ¡°plan del milenio¡±. En esta zona tiene una sede la Corporaci¨®n Estatal de Ingenier¨ªa de Construcci¨®n de China, una de las m¨¢s grandes del mundo en su sector. En la manzana de al lado se han abierto varios restaurantes. A la puerta de uno de ellos, el chef Guan Wei, de 43 a?os, cuenta que se mud¨® en 2022 con su familia desde Dongbei, el noroeste chino. ¡°Hay muchas empresas estatales en Xiongan¡±, dice Guan, que denomina la ciudad ¡°la Peque?a Pek¨ªn¡±. En su opini¨®n, ¡°tiene muy buenas perspectivas para el negocio de la restauraci¨®n en el futuro¡±. En su local, hay ambiente de almuerzo en d¨ªa laborable. All¨ª comen tres empleados de una empresa de ingenier¨ªa de Tianjin, una ciudad costera, tambi¨¦n ubicada a unos 100 kil¨®metros, y el tercer v¨¦rtice del tri¨¢ngulo de desarrollo econ¨®mico Pek¨ªn-Hebei-Tianjin, en el que se enmarca la nueva urbe. Antes de despedirse, el chef Guan ofrece carne de perro.
Cerca de all¨ª se encuentra Rongdong, donde se multiplican bloques de vivienda cl¨®nicos, hay hoteles internacionales, edificios de oficinas de aire futurista y un centro comercial con la afluencia propia de la plaza del pueblo. Tiene una cafeter¨ªa, cines, y tiendas con marcas de lujo. Se prev¨¦ que esta zona, ubicada junto a un gran parque, articule la vida residencial, aunque muchos de los espacios siguen en obras o vac¨ªos. Cabe preguntarse si el frenazo del ladrillo en China se dejar¨¢ sentir tambi¨¦n aqu¨ª. De momento, buena parte de los habitantes son vecinos realojados, obreros de la construcci¨®n o gente como Hu Yan, de 36 a?os, que trabaja en una empresa de dise?o de interiores a cargo de varios proyectos. Vive entre semana en uno de los bloques reci¨¦n acabados, y cada fin de semana regresa a la capital con su familia. Cree que en el futuro Xiongan ¡°ser¨¢ como Pek¨ªn¡±.
¡°Va a ser mucho mejor en un par de a?os. Habr¨¢ colegios, van a venir universidades¡¡±, dice Qiu Ping, de 45 a?os, profesora de primaria en una escuela local. Se encuentra con su hijo peque?o y su madre en el museo de Xiongan. Suelen venir al acabar las clases, al peque?o le gusta trastear con un juego interactivo de desarrollo inmobiliario que hay en una de las salas. Ante una maqueta de la nueva ciudad, Qiu cuenta: ¡°Esto, hasta hace tres a?os eran tierras agr¨ªcolas¡±. Ellos, nacidos aqu¨ª, tambi¨¦n tienen ra¨ªces rurales. ¡°Ahora somos residentes urbanos¡±, subraya. Tambi¨¦n la expropiaron y le dieron una nueva vivienda a cambio. Usa la misma expresi¨®n que los jubilados: han llegado ¡°los d¨ªas buenos¡±.
En el museo, con profusi¨®n de pantallas y efectos luminosos, se atraviesa en un momento dado un pasillo en el que resplandece un n¨²mero: 2035. Para entonces, seg¨²n el plan de Pek¨ªn, Xiongan ¡°se habr¨¢ convertido b¨¢sicamente en una ciudad moderna, verde, inteligente y habitable¡±. Para 2050, las autoridades prev¨¦n que se sit¨²e en el mapa de las grandes urbes de categor¨ªa mundial como prototipo de una ¡°ciudad socialista moderna¡±. ¡°Cada ¨¦poca tiene sus modelos y s¨ªmbolos¡±, concluye otro panel en el museo, que destaca c¨®mo Xiongan, ¡°bajo la decisi¨®n personal, el despliegue y la promoci¨®n del secretario general Xi Jinping¡±, ser¨¢ ¡°un importante testigo y part¨ªcipe del gran rejuvenecimiento de China¡±. Con esta expresi¨®n Pek¨ªn suele referirse a la recuperaci¨®n del estatus perdido a nivel global tras el llamado ¡°siglo de humillaci¨®n¡± que sigui¨® a la derrota ante las potencias coloniales. ¡°Los tambores est¨¢n sonando¡¡±, concluye el panel.
Sigue toda la informaci¨®n internacional en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.