Egipto e Indonesia cambian de capital: la crisis clim¨¢tica vuelve invivibles las megaurbes
El calentamiento global empeora las condiciones de vida en las ciudades de m¨¢s de 10 millones de habitantes, que han pasado en siete d¨¦cadas de 2 a 33, y ser¨¢n 47 en 2050
En 1950 tan solo hab¨ªa dos megaurbes ¡ªgigantescas ciudades con m¨¢s de 10 millones de habitantes¡ª en todo el mundo, Tokio y Nueva York; hoy ya son 33 ¡ªmuchas de las cuales no sonar¨¢n al lector¡ª y en tres d¨¦cadas rozar¨¢n las 50. El cambio clim¨¢tico, con el aumento de las temperaturas y los fen¨®menos extremos que conlleva, empeora las condiciones de vida de sus habitantes hasta el punto de hacerlas cada vez m¨¢s invivibles. De hecho, pa¨ªses como Indonesia o Egipto est¨¢n ya construyendo nuevas capitales desde cero para llevar su Gobierno y sus funcionarios a otros emplazamientos m¨¢s habitables.
La mayor¨ªa de estas megaciudades est¨¢n situadas en ?frica, Oriente Pr¨®ximo y sur de Asia, precisamente las zonas m¨¢s afectadas por el calentamiento global. ¡°Las urbes m¨¢s insostenibles son Kinshasa, Nairobi, Lagos, Dacca, Bagdad, Lahore, Calcuta y Nueva Delhi, que adem¨¢s incrementar¨¢n su poblaci¨®n un 50% hasta 2050¡å, explica el informe Amenazas ecol¨®gicas del Instituto para la Econom¨ªa y la Paz, que analiza diferentes variables como el acceso al agua potable, los desastres naturales, el crecimiento de la poblaci¨®n o la inseguridad alimentaria.
¡°Esto, combinado con altos niveles de contaminaci¨®n ambiental, malas condiciones de saneamiento, climas extremos, altas tasas de homicidios y amenazas ambientales, convertir¨¢ a esas urbes en inhabitables¡±, prosigue el documento, que estima que las que tendr¨¢n mayor crecimiento ser¨¢n las del ?frica subsahariana: Dar es Salaam (Tanzania) y Nairobi doblar¨¢n su poblaci¨®n en 30 a?os, mientras Kinshasa, Lagos y Jartum crecer¨¢n un 80% en ese periodo. Entre esos monstruos urbanos hay lugares poco conocidos en Occidente como Chennai, Ahmedabad y Hiderabat (India), o Tianjin y Chongqing (China).
Julia L¨®pez Ventura es directora para Europa de C40 Cities, el grupo de liderazgo clim¨¢tico de las mayores ciudades del mundo: ¡°El cambio clim¨¢tico afecta m¨¢s a las megaurbes que a las ciudades m¨¢s peque?as. Por ejemplo, en lo relativo a las altas temperaturas, porque en los entornos altamente construidos y con menos zonas verdes se crea el efecto isla de calor, que implica que la captaci¨®n de calor es m¨¢s alta. Eso significa que en una ola de calor los centros de las grandes ciudades pueden tener temperaturas de tres a cinco grados m¨¢s altas que los exteriores, con todos los problemas que ello conlleva para la poblaci¨®n m¨¢s vulnerable¡±.
Es uno de los problemas que padece El Cairo (21,8 millones de habitantes), una de las grandes ciudades del mundo con las temperaturas m¨¢s altas y un mayor estr¨¦s h¨ªdrico. Figura entre las m¨¢s contaminadas ya sea por la calidad del aire o en t¨¦rminos ac¨²sticos y lum¨ªnicos. Unas horas bastan para notar c¨®mo la poluci¨®n se filtra por las fosas nasales, sentir picor en los ojos o sufrir alteraciones del sue?o, una presi¨®n que se agudiza en las vastas zonas informales que constituyen la mayor¨ªa de la capital.
Las principales batallas actuales del Gobierno egipcio para hacer frente a esta situaci¨®n se centran en la reducci¨®n de emisiones, la mejora del transporte p¨²blico y la gesti¨®n de residuos. Hay avances, pero lentos y no incluyen elementos clave como el entorno edificado. ¡°Deber¨ªamos haber empezado hace 20 a?os. Especialmente en El Cairo, una de las ciudades m¨¢s densas del norte de ?frica y de Oriente Pr¨®ximo y la que m¨¢s emisiones de carbono per c¨¢pita genera. Hay muchos problemas vinculados al cambio clim¨¢tico. Y esto no har¨¢ m¨¢s que empeorar¡±, alerta Marwa Dabaieh, profesora de arquitectura sostenible en la Universidad de Malm?.
Las autoridades egipcias admiten haber tirado la toalla, y en el ¨²ltimo lustro han acelerado la construcci¨®n de nuevas ciudades para aliviar la presi¨®n, que venden como proyectos verdes y sostenibles. Estudios independientes insisten en que estas nuevas ciudades generan una importante huella ecol¨®gica. Un caso paradigm¨¢tico es el de la nueva capital que Egipto est¨¢ construyendo al este de El Cairo, que se presenta como un tranquilo oasis en mitad del desierto al que, de inicio, ir¨¢n el Gobierno, los funcionarios y una peque?a ¨¦lite. ¡°La nueva capital es un ejemplo obvio: no se presta atenci¨®n al impacto ambiental. Pese a toda la cantidad de hormig¨®n que se vierte, los edificios est¨¢n mal adaptados al clima con torres de cristal en medio del desierto, que requieren mucha refrigeraci¨®n y calefacci¨®n, y muchas zonas verdes cuando no tenemos agua ni para beber¡±, lamenta Dabaieh. Lo que ocurrir¨¢ con los habitantes que se queden atr¨¢s es en gran medida una inc¨®gnita.
Bernhard Barth, experto en cambio clim¨¢tico y ciudades de ONU Habitat, a?ade otros problemas de estas grandes urbes: ¡°A menudo, el tama?o y la forma de nuestras ciudades las hace particularmente vulnerables al cambio clim¨¢tico, tanto por el calor como por la calidad del aire. Sin embargo, hay que decir que el efecto isla de calor tiene tambi¨¦n mucho que ver con la forma en que se construyen nuestras ciudades, los materiales que se utilizan, la falta de espacios verdes, la falta de lagos, r¨ªos y arroyos que ayuden a circular el agua... Adem¨¢s, las grandes urbes tambi¨¦n son muy propensas a las inundaciones¡±.
Inundaciones en Yakarta
Precisamente las continuas crecidas del agua, incrementadas por el cambio clim¨¢tico, son el problema fundamental de la congestionada Yakarta, una megaciudad de 11,1 millones de habitantes (aunque el ¨¢rea metropolitana triplica esa cifra) que se hunde a una velocidad media de 10 cent¨ªmetros anuales. Alrededor del 40% de la ciudad se encuentra ya por debajo del nivel del mar y los expertos alertan de que podr¨ªa estar completamente sumergida para el a?o 2050.
Adem¨¢s, la capital indonesia no canaliza suficiente agua potable y m¨¢s de la mitad de la poblaci¨®n depende de pozos que captan recursos h¨ªdricos de acu¨ªferos poco profundos. Esta situaci¨®n, sumada a la construcci¨®n desenfrenada, limita a¨²n m¨¢s los espacios abiertos para la absorci¨®n y precipita el hundimiento del terreno, lo que supone un grave problema ante las cada vez m¨¢s frecuentes inundaciones por al aumento de las tormentas monz¨®nicas.
Con este panorama, el Parlamento indonesio aprob¨® en enero el traslado de la capital a la isla de Borneo. Nusantara, como se llamar¨¢ la nueva urbe capitalina cuya inauguraci¨®n est¨¢ prevista para el verano de 2024, ha sido concebida como un territorio bajo en emisiones de carbono, que aspira a convertirse en una ciudad inteligente rodeada de bosque. Aunque las autoridades aseguran que Nusantara ¡°ser¨¢ el punto de partida para una Indonesia basada en la econom¨ªa ecol¨®gica¡±, el proyecto tambi¨¦n cuenta con detractores. El traslado de la capital podr¨ªa poner en peligro la selva tropical de Borneo, h¨¢bitat natural de orangutanes, tigres y elefantes, y ya ampliamente deforestada, y podr¨ªa obligar a desplazarse a las comunidades ind¨ªgenas de la isla si se talan grandes extensiones de bosque.
Bernhard Barth, de ONU Habitat, cree que el calentamiento global lleva a estas tesituras: ¡°Hay buenas razones para decir que algunas ¨¢reas son inseguras para vivir, bien por el calor extremo, por la subida del nivel del mar, o por los niveles de hundimiento del terreno, pero en la mayor¨ªa de los casos, el impacto ambiental de la construcci¨®n de una nueva ciudad es demasiado elevado en t¨¦rminos de uso de la tierra o de empleo de materiales de construcci¨®n¡±. En su opini¨®n, readaptar las ciudades actuales es una estrategia m¨¢s barata y m¨¢s positiva, adem¨¢s de m¨¢s sostenible ambientalmente. As¨ª, apuesta por reconvertir ¨¢reas industriales en desuso en zonas de negocios o residenciales, y planificar nuevas zonas verdes en terrenos sin uso.
Julia L¨®pez Ventura apunta que el 70% de las ciudades aglutinadas en C40 Cities (entre las que se incluyen varias megaurbes) est¨¢n sufriendo desde hace tiempo los efectos del cambio clim¨¢tico, ¡°por eso es importante que empiecen a trabajar ya en sus riesgos y vulnerabilidades, que van a aumentar en los pr¨®ximos a?os¡±. En este sentido, se?ala que, si no se reducen las emisiones de efecto invernadero, ¡°el aumento del nivel del mar puede afectar a 800 millones de personas en 570 ciudades¡± de m¨¢s de tres millones de habitantes.
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