M¨ªchigan, el primer gran Estado bisagra de EE UU, entra en liza en las primarias con la amenaza de un voto protesta contra Biden

¡°M¨ªchigan es un Estado que nunca debes dar por seguro¡±, sostiene su gobernadora, Gretchen Whitmer. El Estado, de 10 millones de habitantes y que celebra sus primarias este martes, es clave en el camino en la Casa Blanca tanto para Joe Biden como para su previsible rival republicano, Donald Trump. Y es uno de los pocos Estados bisagra puros que existen en Estados Unidos; aunque dividido casi exactamente al 50%, suele apostar a caballo ganador. En 2016 se inclin¨® por el republicano; en 2020, por el ahora presidente. En ambos casos, por m¨¢rgenes m¨ªnimos. Hoy, las encuestas arrojan un empate t¨¦cnico entre ellos, aunque ninguno de sus dos partidos atraviesa all¨ª sus mejores momentos.

No cabe duda de que Trump y Biden se impondr¨¢n en sus respectivas primarias. El republicano solo se bate con la exgobernadora de Carolina del Sur Nikki Haley. Y Biden, sobre el papel solo con un congresista de Minnesota, Dean Phillips, cuyo nombre les suena a muy pocos.

Pero Haley ha prometido seguir adelante, pese a no haber ganado hasta ahora en ninguno de los cuatro Estados que ya ha celebrado primarias. Ni siquiera en el suyo, Carolina del Sur, donde qued¨® por debajo del 40%. Y Biden afronta una campa?a, promovida por l¨ªderes de la importante comunidad ¨¢rabe estadounidense en M¨ªchigan, para que los dem¨®cratas voten ¡°no declarado¡±, el equivalente a un voto en blanco, en esta convocatoria, como advertencia para que cambie su pol¨ªtica proisrael¨ª y promueva un alto el fuego en Gaza. Otros grupos ¨¢rabes estadounidenses hacen a su vez campa?a para ¡°abandonar a Biden¡± y forzar el triunfo de Donald Trump.

Hassan, de origen yemen¨ª, luce orgulloso en la solapa un adhesivo en el que se lee, con los colores de la bandera estadounidense, ¡°I voted¡± (¡°He votado¡±). Acaba de salir del colegio electoral de Salina, en la localidad mayoritariamente ¨¢rabe de Dearborn, donde ha depositado su papeleta. Ha votado dem¨®crata, dice, pero ha marcado la casilla de ¡°no declarado¡±. ?Por qu¨¦? ¡°Dos palabras ¡ªdice, levantando dos dedos de la mano¡ª: Palestina. Gaza¡±.

Mohammed Abdullah, de 68 a?os y afincado en Estados Unidos desde hace 47, tambi¨¦n ha votado ¡°no declarado¡±. ¡°Queremos un alto el fuego en Gaza. Los ¨¢rabes estadounidenses nos inclinamos mayoritariamente por los dem¨®cratas, pero esta vez nos hemos movilizado para dar esta llamada de atenci¨®n. Necesitan nuestros votos para ganar, y si sigue la guerra no los tendr¨¢n. Ojal¨¢ nos escuchen, y pueda haber un alto el fuego pronto, que se acabe la guerra, quiz¨¢ antes de que empiece el Ramad¨¢n¡± el 11 de marzo.

En la otra punta de la ciudad, en la escuela de primaria McDonald, el alcalde de Dearborn, Abdullah Hammoud, de origen liban¨¦s, tambi¨¦n se apuntaba al ¡°no declarado¡±. ¡°No quiero que Donald Trump gane en noviembre. S¨¦ que (en su mandato como presidente) impuso el veto de viaje para pa¨ªses musulmanes, s¨¦ que dio el visto bueno a los asentamientos jud¨ªos en Cisjordania y que no hizo nada por la soluci¨®n de dos Estados. Al mismo tiempo, en Gaza est¨¢ muriendo gente, y yo me pregunto ?qu¨¦ puede ser peor? Ahora mismo estamos haciendo lo que podemos, votando no declarado, para tratar de conseguir que la Administraci¨®n cambie de rumbo y acepte un alto el fuego. Si no cambia antes de noviembre¡­ veremos¡±.

La propia gobernadora Whitmer ¡ªcopresidenta de la campa?a electoral de Biden y considerada una estrella en ascenso dentro de su propio partido¡ª ha admitido que desconoce cu¨¢ntas papeletas ¡°no declaradas¡± pueden contarse una vez hayan cerrado las urnas, a partir de las 20.00 horas locales (02.00 de la ma?ana del mi¨¦rcoles, hora peninsular espa?ola). Pero, en una entrevista concedida el lunes a la cadena de televisi¨®n NBC, reconoc¨ªa que puede ser una cantidad ¡°respetable¡±. ¡°Creo que es derecho de cada uno el dejar claro qu¨¦ es lo importante para ellos¡±, apostillaba.

Llamada de atenci¨®n

Biden obtendr¨¢ los 140 delegados que M¨ªchigan enviar¨¢ a la convenci¨®n dem¨®crata de Chicago en agosto. Pero un porcentaje de ¡°no declarados¡± superior al 10% supondr¨ªa una llamada de atenci¨®n para el inquilino de la Casa Blanca. Los organizadores de la campa?a Listen to Michigan (escucha a M¨ªchigan) se han fijado el objetivo de 10.000, los votos por los que Trump gan¨® en el Estado en 2016, y una meta relativamente modesta: hace cuatro a?os, sin una organizaci¨®n detr¨¢s, se contabilizaron casi 20.000 votos no declarados.

Tambi¨¦n ser¨ªa un golpe ¡ªtanto para el candidato dem¨®crata como para el republicano¡ª la abstenci¨®n, otro fantasma que pende sobre esta convocatoria electoral. Pocos votantes dem¨®cratas declaran sentirse entusiasmados con su candidato, a los 81 a?os el presidente m¨¢s anciano de la historia del pa¨ªs. ¡°Nadie est¨¢ emocionado por ir a votar¡±, declara Eve, una estudiante en el campus de la Universidad de M¨ªchigan-Dearborn que hace dos a?os vot¨® dem¨®crata. ¡°Yo quiz¨¢ me quede en casa. Si al final voy a votar, ser¨¢ como no declarada¡±.

Es algo que rompe la tendencia de los ¨²ltimos a?os. Las presidenciales de 2020 y en las de medio mandato de 2022 batieron r¨¦cords de participaci¨®n. Los j¨®venes fueron fundamentales en ello: seg¨²n un estudio del Centro para la Informaci¨®n y la Investigaci¨®n sobre el Aprendizaje y la Participaci¨®n C¨ªvica (Circle, por sus siglas en ingl¨¦s) de la Universidad Tufts, hace dos a?os acudi¨® a las urnas el 36,4% de los j¨®venes de M¨ªchigan, el mayor porcentaje del pa¨ªs y 13 puntos porcentuales por encima de la media.

En las primarias de hace cuatro a?os participaron 2,3 millones de personas, o el 30% de los votantes registrados. En esta ocasi¨®n, seg¨²n la secretaria de Estado de M¨ªchigan, Jocelyn Benson, responsable de la gesti¨®n electoral, antes del martes hab¨ªan votado por adelantado cerca de un mill¨®n de personas.

Disputa entre los republicanos

En el lado republicano, el panorama tambi¨¦n es complicado, aunque no hay duda de que Trump se impondr¨¢ en la batalla. La cita electoral republicana tiene dos partes: la elecci¨®n primaria de este martes, en la que se decidir¨¢ el 30% de los delegados, y la convenci¨®n estatal, similar a unos caucus, el 2 de marzo, que adjudicar¨¢ el 70% restante.

Y es aqu¨ª donde empiezan las complicaciones. Una disputa interna del partido ha creado dos facciones, cada una de las cuales celebrar¨¢ su propia convenci¨®n. Una en la ciudad de Grand Rapids, la otra en las afueras de Detroit.

Trump ha obviado ambas convocatorias, seguro de su triunfo. No as¨ª Haley, que ha celebrado m¨ªtines en ambas localidades y cuya campa?a ha invertido medio mill¨®n de d¨®lares en anuncios locales de televisi¨®n. Mantiene su mensaje: no piensa retirarse, pese a que las encuestas siguen dando como favorito por un ampl¨ªsimo margen al expresidente y sus principales donantes comienzan a abandonarla.

¡°No podemos tener como candidato a alguien que va a ganar unas primarias, pero que no puede ganar unas elecciones presidenciales¡±, reiteraba Haley en los salones de un hotel de Troy, en las afueras de Detroit, ante los aplausos de cerca de 200 personas. Su p¨²blico estaba formado, sobre todo, por republicanos de la vieja escuela, familias de clase media, de mayor variedad ¨¦tnica que las caras casi absolutamente siempre blancas de los eventos de Trump.

¡°Creo que Nikki Haley es alguien que puede unir al pa¨ªs. Biden es una persona de extrema izquierda, y Trump, de extrema derecha. No pueden sintonizar con la otra mitad del pa¨ªs. Quiero a alguien moderado. Me da igual que seas conservador o liberal, pero s¨¦ moderado¡±, declaraba Glenn Sloan, un empresario retirado asistente al mitin de la exgobernadora y que admit¨ªa haber votado al expresidente en 2020.

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