Biden tiende la mano a Trump en migraci¨®n desde la frontera, pero el expresidente replica: ¡°Es la guerra¡±
El presidente invita a su rival pol¨ªtico a unir fuerzas contra la crisis migratoria, pero su antecesor habla de una ¡°invasi¨®n Biden¡±
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se ha fotografiado este jueves ante el r¨ªo Bravo (r¨ªo Grande, para los estadounidenses) junto a miembros de las patrullas fronterizas en Brownsville (Texas). Al tiempo, su m¨¢s que probable rival en las elecciones presidenciales de noviembre, Donald Trump, posaba ante la alambrada que hay a la orilla de ese mismo r¨ªo en Eagle Pass, tambi¨¦n en Texas, a unos 500 kil¨®metros de distancia. Los gestos han sido parecidos. Los discursos, sin embargo, han sido muy diferentes. Mientras Biden ha ofrecido unidad en pol¨ªtica migratoria a su rival, Trump ha usado su discurso m¨¢s duro sobre la inmigraci¨®n, al hablar de ¡°invasi¨®n¡±, de que llegan ¡°hombres en edad de luchar¡± que parecen ¡°guerreros¡±. ¡°Esto es como una guerra¡±, sentenci¨®.
Biden ha estado despachando con representantes de las patrullas fronterizas y los servicios migratorios antes de dar un discurso en que se ha mostrado conciliador y ha pedido al expresidente, Donald Trump, que apoye la ley que pactaron republicanos y dem¨®cratas para aumentar la seguridad en la frontera. ¡°El acuerdo bipartidista sobre seguridad fronteriza ser¨ªa una victoria para el pueblo estadounidense¡±, ha dicho, destacando que le dar¨ªa la capacidad de ¡°cerrar temporalmente la frontera¡±, algo que se activar¨ªa cuando el n¨²mero de cruces ilegales superase ciertos umbrales.
¡°Amigos, es muy sencillo. Es hora de actuar. Hace tiempo que es hora de actuar¡±, ha dicho Biden en su discurso. ¡°Necesitan desesperadamente m¨¢s recursos¡±, ha se?alado en el centro de la patrulla fronteriza de Brownsville, con unos 50 agentes presentes. Ha hablado de agentes trabajando horas extras, ¡°haciendo grandes sacrificios¡±, durante los ¨²ltimos cuatro a?os. ¡°Es hora de dar un paso adelante y dotarles de mucho m¨¢s personal y capacidad. Tambi¨¦n necesitamos m¨¢s jueces de inmigraci¨®n que nos ayuden a gestionar los dos millones de casos pendientes¡±, ha afirmado.
¡°Este proyecto de ley estaba en el Senado de Estados Unidos, iba camino de ser aprobado, y luego fue descarrilado por la pol¨ªtica partidista¡±, dijo el presidente durante su discurso. Y entonces se dirigi¨® directamente a Trump: ¡°Podemos hacerlo juntos. Usted sabe y yo s¨¦ que es el proyecto de ley de seguridad fronteriza m¨¢s duro, eficiente y eficaz que este pa¨ªs haya visto jam¨¢s. En lugar de jugar a la pol¨ªtica con el tema, ?por qu¨¦ se une a m¨ª y lo hacemos? O yo me uno a usted¡±, apel¨® a su rival.
Trump, en cambio, no se anduvo con contemplaciones en Eagle Pass. Dio un discurso incendiario, lleno de mentiras y de mensajes xen¨®fobos, con ecos ultraderechistas, como acostumbra. En su ret¨®rica, los inmigrantes han salido de las c¨¢rceles y los manicomios: ¡°Estas son las personas que est¨¢n entrando en nuestro pa¨ªs, y vienen de c¨¢rceles y vienen de prisiones y vienen de instituciones mentales y vienen de manicomios y son terroristas. Los est¨¢n introduciendo en nuestro pa¨ªs. Y es horrible¡±, dijo Trump.
¡°Estados Unidos est¨¢ siendo invadido por el crimen migrante Biden. Es una nueva forma de violaci¨®n viciosa a nuestro pa¨ªs. Es el crimen migrante. Lo llamamos crimen migrante Biden, pero eso es un poco largo¡±, dijo tambi¨¦n. Habl¨® de la llegada de inmigrantes como de una ¡°invasi¨®n¡±, una ¡°invasi¨®n Joe Biden¡±, dijo, refiri¨¦ndose a que los que llegan son ¡°hombres en edad de luchar¡± que parecen ¡°guerreros.¡± ¡°Esto es como una guerra¡±, sentenci¨®.
Tambi¨¦n repiti¨® otros de sus argumentos sin sentido, como ese de que los inmigrantes que llegan hablan idiomas que nunca antes hab¨ªan sonado en Estados Unidos. ¡°Millones de personas de lugares desconocidos, de pa¨ªses desconocidos, que no hablan idiomas. A nuestro pa¨ªs llegan lenguas que nadie habla. Son verdaderas lenguas extranjeras. Nadie las habla.¡±, asevera. M¨¢s all¨¢ de lo absurdo de ese concepto de ¡°lenguas que nadie habla¡±, en realidad la inmensa mayor¨ªa son inmigrantes latinoamericanos (gran parte, mexicanos y venezolanos) que hablan espa?ol, un idioma que se usa de forma masiva tanto en Eagle Pass como en Brownsville como en muchas otras partes de Estados Unidos. El expresidente ha prometido, si vuelve a la Casa Blanca, ¡°la mayor deportaci¨®n de inmigrantes sin papeles¡±.
Para Biden ha sido su segunda visita a la frontera como presidente, pues fue a El Paso en enero del a?o pasado. Las presiones de Trump han hecho descarrilar un proyecto de ley que inclu¨ªa ayuda a Ucrania y a Israel, pero tambi¨¦n reformas para frenar la inmigraci¨®n ilegal en la frontera con M¨¦xico, que ha batido r¨¦cords durante la presidencia de Biden. Las medidas para la frontera eran una exigencia republicana para dar luz verde a la ayuda a Ucrania e Israel, pero a la hora de la verdad, han preferido dar un paso atr¨¢s y seguir usando el flujo migratorio como arma electoral.
Inmigraci¨®n legal
La pol¨ªtica de Biden de tratar de abrir v¨ªas legales de migraci¨®n ordenada a Estados Unidos mientras endurece los castigos contra las v¨ªas ilegales no han frenado el flujo de inmigrantes sin papeles hacia Estados Unidos. La legislaci¨®n permite a los migrantes solicitar asilo, independientemente de c¨®mo lleguen, y llegan en tal cuant¨ªa que desborda la capacidad de un sistema de inmigraci¨®n infrafinanciado. Eso permite, en la pr¨¢ctica, que se instalen mientras sus casos se demoran durante a?os.
Decenas de personas esperaban este jueves en el parque Xeriscape de Brownsville, situado nada m¨¢s cruzar la frontera desde M¨¦xico. Los que all¨ª se re¨²nen han logrado llegar a Estados Unidos con papeles, por reunificaci¨®n familiar u otras causas. Para muchos de ellos, llegar ha sido una odisea de varios meses. Jos¨¦ Antonio Romero, venezolano de M¨¦rida de 19 a?os, est¨¢ esperando a unos amigos que a¨²n no han podido cruzar. Quiere despedirse de ellos antes de emprender rumbo a Oceano (California). ¡°Quiero ver a mi hermano y trabajar¡± explica.
Otra venezolana habla detr¨¢s a voz en grito con sus familiares por videoconferencia: ¡°Coronamos¡±, les dice. Est¨¢ euf¨®rica. Ricardo, venezolano de 22, y Patrix, peruana de 19, est¨¢n tambi¨¦n emocionados. Son pareja y tras cruzar la frontera se dirigen a Tulsa (Oklahoma) donde est¨¢ la madre de ¨¦l. Ricardo, que emprendi¨® su viaje en octubre, tuvo que cruzar el paso de Dari¨¦n: ¡°Estuvo bastante fuerte, el peligro que uno corre ah¨ª es fuerte, hay que escalar, subir monta?as, cruzar varias veces el r¨ªo, pero como soy joven no me cost¨® tanto¡±. ¡°Hay riesgo natural y tambi¨¦n de que te ataquen y te roben¡±, a?ade.
¡°Lo m¨¢s dif¨ªcil de pasar es M¨¦xico¡±, dice Patrix, ¡°porque desde que entramos es muy dif¨ªcil subir a Ciudad de M¨¦xico a pedir la cita. No nos dejan subir a los buses, tenemos que hacerlo todo caminando, nos hacen pagar para pasar de pueblo en pueblo. Hay secuestros, robos, muchas cosas pasan y no se cuentan tanto¡±, asegura.
Los venezolanos que han cruzado la frontera han llegado por las v¨ªas legales que ha abierto el Gobierno de Biden. Vienen con un permiso de trabajo inicial por dos a?os. La idea es abrir algo esas v¨ªas y endurecer la represi¨®n contra las entradas irregulares, para desincentivarlas. La teor¨ªa suena bien, pero en la pr¨¢ctica los caminos legales no han aflojado la presi¨®n en la frontera.
Brownsville ha dejado de ser uno de los puntos calientes de los cruces ilegales. Un recorrido junto al r¨ªo en las cercan¨ªas de la ciudad, hermanada con Matamoros, al otro lado de la frontera, mostraba este jueves zonas protegidas con alambradas y abundantes patrullas fronterizas. Esa zona es la que recorri¨® el presidente para recibir informaci¨®n de los equipos que trabajan sobre el terreno y a los que prometi¨® este jueves un esfuerzo para que tengan m¨¢s medios: ¡°Les prometo que vamos a luchar como posesos para conseguirles esta propuesta bipartidista¡±, dijo el presidente.
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