La guerra de Gaza desdibuja el papel diplom¨¢tico y humanitario de Naciones Unidas
La matanza de un centenar de personas durante un reparto de ayuda en la Franja es la ¨²ltima muestra de los efectos de esa par¨¢lisis. Los pa¨ªses del sur global denuncian el doble rasero de Occidente en relaci¨®n con el conflicto de Ucrania
Dos guerras en dos a?os, las de Ucrania y Gaza, dan la medida del periodo m¨¢s agotador y exigente para la ONU desde comienzos de siglo, cuando la de Irak conmocion¨® al mundo (y alumbr¨® definitivamente el nuevo desorden global del terrorismo yihadista). El viejo mecanismo del derecho de veto ha vuelto inoperante el Consejo de Seguridad, el ¨®rgano encargado de velar por la paz y la seguridad mundiales. As¨ª, mientras las iniciativas para Ucrania hace meses que acusan se?ales de cansancio (Rusia las bloquea todas), las que defiende para Gaza est¨¢n condenadas al fracaso: EE UU vet¨® por tercera vez una resoluci¨®n de alto el fuego permanente humanitario la semana pasada. El sur global denuncia el doble rasero de Occidente en ambos conflictos, mientras la continuaci¨®n de los combates en la Franja impide la ayuda humanitaria. La matanza de un centenar de personas este jueves durante un reparto de harina en el enclave ha sido la en¨¦sima demostraci¨®n de las consecuencias pr¨¢cticas de esa par¨¢lisis.
¡°La ONU se cre¨® en 1945 para evitar que se repitieran los horrores de la Segunda Guerra Mundial: 45 millones de muertos. Cinco vencedores deb¨ªan garantizar conjuntamente la paz, a cambio de un derecho de veto en el Consejo de Seguridad. Dos de ellos, Gran Breta?a y Francia, eran potencias mundiales entonces; ahora son enanos mundiales. Rusia es una empresa mafiosa criminal. China no ambiciona convertirse en ¨¢rbitro de los conflictos de otros pa¨ªses. EE UU, en su d¨ªa la ¨²ltima potencia de la Segunda Guerra Mundial en pie, perdi¨® toda credibilidad despu¨¦s de Irak, al igual que muchos de sus aliados. El Consejo, lo que queda de ¨¦l, est¨¢ fatalmente dividido, es totalmente impotente y ha perdido su influencia...¡±.
Las palabras de Dirk Salomons, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de Columbia, explican gr¨¢ficamente la par¨¢lisis del ¨®rgano ejecutivo de la ONU, cuyo funcionamiento remite al mundo de mediados del siglo XX, no al actual, con un creciente protagonismo del sur global, como demuestran la tercera v¨ªa diplom¨¢tica del Brasil de Lula da Silva ¡ªuna soluci¨®n negociada en Ucrania, frente a su denuncia sin ambages de la violencia de Israel en Gaza¡ª, y la demanda de genocidio contra Israel presentada por Sud¨¢frica en el Tribunal de La Haya. Brasil y Sud¨¢frica, dos BRICS, han alterado ya el tradicional reparto de papeles. ¡°Pocos pa¨ªses del sur eran miembros en 1945¡å, recuerda Salomons.
A la par¨¢lisis de la organizaci¨®n no son ajenos problemas de financiaci¨®n. ¡°No m¨¢s de 10 pa¨ªses de los 192 miembros de la ONU mantienen el sistema, financiando voluntariamente la organizaci¨®n¡±, recuerda el profesor de Columbia. Este mi¨¦rcoles, s¨®lo 70 Estados miembros hab¨ªan pagado ¨ªntegramente su parte del presupuesto ordinario, y EE UU, el mayor contribuyente del club, no estaba entre ellos. Las operaciones de mantenimiento de la paz y las humanitarias se financian aparte, por lo que la poblaci¨®n de Gaza est¨¢ acusando especialmente la retirada de fondos por parte de una docena de pa¨ªses (EE UU a la cabeza) a la UNRWA, la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, tras las acusaciones de connivencia con Ham¨¢s que Israel lanz¨® hace un mes. La desesperaci¨®n de miles de gazat¨ªes hambrientos conduce a episodios tan dram¨¢ticos como el de este jueves.
Mientras la comunidad internacional se recompone ¡ªy el sur global alza la cabeza en una revoluci¨®n silenciosa o cuando menos, un nuevo reparto de papeles¡ª, la poblaci¨®n civil en la Franja paga la factura. ¡°El principal benefactor, la UNRWA, est¨¢ siendo demonizada por varios pa¨ªses que deber¨ªan (y de hecho lo hacen) saber que no hay que tirar al beb¨¦ al vaciar el agua de la ba?era. Las dem¨¢s agencias de la ONU tambi¨¦n luchan por conseguir acceso. Pero los numerosos esfuerzos de la ONU en el pasado para ayudar a resolver los intereses contrapuestos de israel¨ªes y palestinos siempre han sido saboteados por los saboteadores, en ambos bandos¡±, apunta Salomons.
Silencio en torno a Ucrania, clamor por Gaza
Como dos caras de la misma moneda, mientras la guerra de Gaza acapara titulares, la de Ucrania tiene un perfil casi invisible en el d¨ªa a d¨ªa de la ONU, como demuestra la m¨¢s que discreta conmemoraci¨®n del segundo aniversario de la invasi¨®n rusa, el 23 de febrero (la invasi¨®n se produjo en la madrugada del 24): discursos en la Asamblea General, pero ninguna iniciativa. Ni siquiera una simb¨®lica resoluci¨®n como la aprobada hace un a?o por 141 votos en el plenario. ?Cansancio diplom¨¢tico o desv¨ªo del foco de atenci¨®n a Gaza? Richard Gowan, durante d¨¦cadas alto cargo de la instituci¨®n y hoy en la ONG International Crisis Group, especializada en la prevenci¨®n de conflictos, responde: ¡°Creo que Gaza es un factor importante, pero no el ¨²nico. Los miembros ya se centraban menos en Ucrania mucho antes del 7 de octubre [el ataque de Ham¨¢s], muchos Estados no occidentales estaban cansados tras un a?o de intensos debates y votaciones sobre Ucrania¡±.
Gowan concede que la guerra de Gaza ¡°ha sacudido claramente la din¨¢mica diplom¨¢tica en Nueva York. Muchos miembros de la ONU, incluidos Estados ¨¢rabes, que anteriormente votaron a favor de Ucrania en la Asamblea General, est¨¢n descontentos porque EE UU y algunas grandes potencias europeas no han mostrado una solidaridad similar con el pueblo de Gaza¡±, explica.
El enfado del sur aumenta al constatar que Ucrania ha votado en contra o se ha abstenido en las resoluciones sobre Gaza; es decir, a favor de Israel. Claros gestos que, seg¨²n Gowan, se dirig¨ªan m¨¢s al Congreso de EE UU, del que depende la continuaci¨®n de la ayuda militar a Ucrania, que a la ONU en s¨ª. ¡°No creo que el firme apoyo de Zelenski a Israel haya ayudado a Ucrania en la ONU, pero es importante recordar que est¨¢ mucho m¨¢s preocupado por los acontecimientos pol¨ªticos en Washington que en Nueva York [sede de la ONU]. Para Kiev, el apoyo en la ONU es algo bueno con lo que contar, pero el apoyo en el Congreso es algo imprescindible para sobrevivir¡±, concluye.
Las resoluciones de la Asamblea General, la instancia a la que el bloqueado Consejo deriva las propuestas de resoluci¨®n ¡ªlo ha hecho en ambos casos, Ucrania y Gaza¡ª, son puramente simb¨®licas, no vinculantes, lo que tambi¨¦n alimenta la impotencia, hasta el extremo de que Kiev est¨¦ orillando a la ONU como ¨¢rbitro o mediador. ¡°Hay rumores cre¨ªbles de que [el presidente de Ucrania, Volod¨ªmir] Zelenski y su equipo se han mostrado cada vez m¨¢s esc¨¦pticos con el valor de las resoluciones de la ONU. Kiev ha encontrado otros canales para hablar en privado con potencias como Brasil [que propone una soluci¨®n negociada al conflicto]. As¨ª que sospecho que, aunque todo hubiera estado tranquilo en Oriente Pr¨®ximo, la conmemoraci¨®n de [el segundo aniversario de la guerra de] Ucrania en la ONU habr¨ªa sido relativamente silenciosa¡±, apunta Gowan.
La irrelevancia como ¨¢rbitro de la comunidad internacional de la ONU ¡ªen absoluto del papel de sus agencias sobre el terreno¡ª es la idea en la que coinciden todos los expertos consultados para este reportaje. ¡°Las guerras de Ucrania y Gaza han demostrado dram¨¢ticamente c¨®mo la ONU, creada en y para el mundo de 1945, es incapaz de resolver los numerosos y complejos retos de seguridad a los que nos enfrentamos hoy en d¨ªa. Las guerras han convertido a las Naciones Unidas en un organismo de naciones desunidas como nunca antes¡±, explica John Kirton, profesor de Relaciones Internacionales y Gobernanza Global de la Universidad de Toronto. En virtud del derecho de veto, y ¡°a pesar de los valientes esfuerzos del secretario general [Ant¨®nio Guterres], y de sus agencias, la ONU ha sido incapaz de satisfacer las necesidades humanitarias b¨¢sicas derivadas de la guerra en Gaza, donde lleva mucho tiempo proporcionando gran parte de los alimentos y servicios que los civiles inocentes necesitan¡±, subraya Kirton.
La posible alternativa del G20
La necesaria reforma del Consejo de Seguridad, y en concreto del mecanismo del veto de sus cinco miembros permanentes, es el elefante en la habitaci¨®n, aunque hay consenso internacional acerca de ello: el mismo Ant¨®nio Guterres lo dej¨® claro en su discurso inaugural de la ¨²ltima Asamblea General, en septiembre pasado; tambi¨¦n el presidente Joe Biden, cuya Administraci¨®n recurre sin embargo al veto para frenar cualquier resoluci¨®n que comprometa a Israel. Pero mientras, el organismo arrastra los pies, en algunos casos concretos, como los de Ucrania y muy especialmente Gaza, con grilletes. ¡°Rusia se ha aprovechado de esta situaci¨®n, acusando constantemente a EE UU de bloquear un alto el fuego en Gaza. La crisis es un regalo para Mosc¨². Creo que a los diplom¨¢ticos ¨¢rabes les preocupa que Rusia est¨¦ explotando Gaza para ganar puntos pol¨ªticos frente a Washington. Pero el uso del veto estadounidense sobre Gaza ha alienado a gran parte de la ONU¡±, sostiene Gowan.
¡°No hay perspectivas a corto plazo de una reforma seria del Consejo de Seguridad o de la ONU en general, para dar al creciente sur global, liderado por la India democr¨¢tica, Brasil y Sud¨¢frica, la mayor voz que buscan y merecen¡±, apunta Kirton. ¡°Tampoco perspectivas a corto plazo de que utilicen su lugar en la Asamblea General de la ONU o en el sistema m¨¢s amplio para atenuar las divisiones geopol¨ªticas alimentadas por la guerra. La ¨²nica excepci¨®n es la resoluci¨®n de la Asamblea General que, por amplia mayor¨ªa, declar¨® a Rusia culpable de agresi¨®n contra Ucrania, y que todos los l¨ªderes del G20 respaldaron en su cumbre de Bali en noviembre de 2022¡å. Para el experto canadiense, el G20, ¡°un club de 20 iguales, dominado por las democracias, en el que los pa¨ªses del sur global se equilibran plenamente con los del norte global¡±, ha reemplazado en la pr¨¢ctica a la ONU como centro de la gobernanza global, ¡°frente a las muchas formas de amenazas a la seguridad, antiguas y nuevas, a las que se enfrenta el mundo¡±.
Un giro copernicano en las relaciones internacionales, con su reguero de sangre y destrucci¨®n por los dos conflictos ¡ªy otros muchos olvidados¡ª a los que no se ve final, est¨¢ en marcha. Pero mientras acaba de sustanciarse, por el momento, como se?ala Salomons, ¡°en Ucrania y Gaza, el papel pol¨ªtico de la ONU es marginal, y los impresionantes llamamientos de su secretario general apenas s¨ª resuenan¡±.
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