China se debate entre mayor seguridad nacional y apertura econ¨®mica
La ralentizaci¨®n del crecimiento y el pulso de Pek¨ªn hacia un mayor control del Estado marcan el arranque de la Asamblea Popular Nacional
Econom¨ªa, econom¨ªa, econom¨ªa. China inaugura esta semana el ciclo pol¨ªtico ¡ªtras el par¨®n de las vacaciones del a?o nuevo lunar¡ª con el frente financiero de una recuperaci¨®n que no termina de cuajar como plato principal del men¨². Pero bajo la mesa se mueven otras corrientes de fondo que determinar¨¢n muchas de las grandes disputas geopol¨ªticas en este a?o de transici¨®n electoral en el mundo. Durante la reuni¨®n plenaria anual de la Asamblea Popular Nacional (el legislativo chino, de escaso poder fiscalizador y sujeto al control del Partido Comunista), que arranca este martes, se esperan se?ales del liderazgo chino que indiquen hacia d¨®nde busca decantar el peso de la balanza en la tensa lucha entre seguridad nacional y crecimiento econ¨®mico, posibles respuestas de mayor contundencia ante la investidura en mayo del nuevo presidente de Taiw¨¢n, y signos sobre el rumbo del gigante asi¨¢tico en un planeta con varios incendios b¨¦licos.
El martes, durante la jornada inaugural de la Asamblea, que re¨²ne a unos 3.000 delegados, se prev¨¦ que China anuncie el objetivo de crecimiento para 2024, un buen indicador de c¨®mo ve Pek¨ªn el paisaje econ¨®mico. Se difundir¨¢ tambi¨¦n, entre otros, el dato del presupuesto de Defensa, que ha crecido de forma sostenida en los ¨²ltimos a?os (un 7,2% en 2023), a medida que el pa¨ªs moderniza y fortalece sus Fuerzas Armadas, una de las piedras angulares sobre las que gravita la ¡°nueva era¡± que vislumbra el presidente, Xi Jinping, y fuente de tensiones con la primera superpotencia planetaria, Estados Unidos.
En paralelo, desde este lunes, discurrir¨¢n las reuniones de la Conferencia Consultiva, un multitudinario y colorido ¨®rgano asesor, con capacidad de proponer iniciativas legislativas, del que han formado parte el actor Jackie Chan y el jugador de baloncesto Yao Ming entre otros. La Conferencia constituye la otra pata de lo que Pek¨ªn suele denominar ¡°las dos sesiones¡±.
La cita tiene algo de periodo de reflexi¨®n (sobre el pasado a?o) y de c¨®nclave de nuevos prop¨®sitos (para el a?o entrante). Es sobre todo de contenido nacional, pero de ella suelen desprenderse se?ales a tener en cuenta en todos los ¨¢mbitos. El primer ministro, Li Qiang, elegido por los casi 3.000 delegados el a?o pasado, comparecer¨¢ por primera vez ante el plenario para presentar el martes su informe de trabajo. Li, n¨²mero dos del Partido Comunista y fiel escudero de Xi, a¨²n guarda parte de su aura como aperturista amigo de los negocios: fue el encargado de acudir en enero al foro de Davos y difundir el mensaje amable de que China acoge ¡°con los brazos abiertos¡± las inversiones de empresas extranjeras y busca fomentar un entorno empresarial ¡°orientado al mercado, basado en la ley¡±.
La lectura de su informe dar¨¢ pistas sobre su margen de maniobra en la tarea econ¨®mica frente al creciente control que despliega el Estado, pasando a menudo por encima de las finanzas y despertando la inquietud entre empresarios occidentales. El historial de Pek¨ªn en este campo es confuso y contradictorio. Si en los ¨²ltimos meses el pa¨ªs ha permitido la entrada sin visado para un pu?ado de pa¨ªses europeos (Espa?a entre ellos) con el fin de reanimar los intercambios, estancados tras la pandemia, y avivar la llama de los negocios, la semana pasada aprob¨® la primera reforma de la Ley de Secretos de Estado desde 2010, cuyo articulado ampl¨ªa el alcance de lo que se considera ¡°secretos de trabajo¡± y puede complicar a¨²n m¨¢s el acceso de las compa?¨ªas a informaci¨®n relevante para hacer inversiones. ¡°La creciente atenci¨®n de China a la seguridad nacional ha generado incertidumbre en las empresas¡±, reaccion¨® de inmediato Jens Eskelund, presidente de la C¨¢mara de Comercio de la Uni¨®n Europea en Pek¨ªn.
La medida sigue una tendencia que preocupa desde hace tiempo en buena parte de la comunidad empresarial, especialmente la occidental. En 2023, las autoridades han actuado contra empresas de consultor¨ªa con v¨ªnculos en el extranjero mediante redadas y detenciones ligadas a medidas de contraespionaje. Se ha reformado la ley antiespionaje, y el Ministerio de Seguridad del Estado, encargado de la contrainteligencia, ha redoblado su presencia a trav¨¦s de una activa cuenta de Weibo (el X chino), en la que ha publicado desde un listado de motivos que pueden llevar a un ciudadano a ser interrogado (¡°invitado a tomar el t¨¦¡±, se suele decir) por sus agentes, a un comic en el que relata una investigaci¨®n de espionaje real (sin especificar cu¨¢l). El clima de presi¨®n encaja con las palabras del presidente Xi pronunciadas hace justo un a?o ante la Asamblea, al ser reelegido por unanimidad para un tercer mandato hist¨®rico. Dej¨® claras las prioridades: ¡°La seguridad es la base del desarrollo, mientras que la estabilidad es un requisito previo para la prosperidad¡±.
Al ser palabra de Xi, y tan reciente, pocos dudan de que China persistir¨¢ en este enfoque de mayor control del Estado. Pero en el opaco mundo de la pol¨ªtica china cada sustantivo y cada coma ser¨¢n escrutados en los pr¨®ximos d¨ªas para tratar de atisbar a modo de or¨¢culo los designios de la segunda potencia econ¨®mica del planeta. Los analistas de Trivium China, ya incluso antes de la cita, perciben un cambio de prioridades en esa lucha entre estabilidad/seguridad frente a desarrollo/prosperidad. Estiman que la Comisi¨®n Central de Asuntos Financieros y Econ¨®micos, el m¨¢ximo ¨®rgano de pol¨ªtica econ¨®mica del Partido, presidido por Xi, ha dado muestras, en un reciente art¨ªculo, de que ¡°la seguridad a expensas de todo lo dem¨¢s, incluido el crecimiento econ¨®mico, ha ido demasiado lejos¡±, seg¨²n contaban en un reciente bolet¨ªn. Dec¨ªa el art¨ªculo de la citada Comisi¨®n: ¡°Solo ampliando la fuerza econ¨®mica (...) podremos resistir eficazmente todo tipo de riesgos¡±.
La marcha econ¨®mica es, en estos momentos, una de las principales fuentes de desvelos de Pek¨ªn. En el a?o 1 de la era postcovid en China, este pasado 2023, el primero tras dejar caer las estrictas medidas antipand¨¦micas que atenazaron el pa¨ªs, el PIB del gigante asi¨¢tico ha crecido un 5,2%, ligeramente por encima del objetivo marcado por Pek¨ªn y muy por delante de la UE (un 0,5%) y Estados Unidos (2,5%). Pero China ha seguido dando muestras de ralentizaci¨®n: el sector inmobiliario permanece en horas m¨¢s que bajas, la confianza de los consumidores bordea m¨ªnimos, la inflaci¨®n arrastra cuatro meses en negativo, las inversiones privadas caen, las bolsas chinas de Shangh¨¢i, Shenzhen y Hong Kong arrastran p¨¦rdidas millonarias, el paro juvenil alcanz¨® en 2023 su c¨¦nit (hasta que Pek¨ªn suspendi¨® la publicaci¨®n del dato y reformul¨® los criterios). El c¨®ctel tiene incluso capacidad de convertirse en una fuente de inestabilidad social.
Una rara encuesta de opini¨®n p¨²blica en Guangzhou, la capital manufacturera del sur, recogida por el think tank Merics, evidencia que existe un creciente descontento en la poblaci¨®n sobre la marcha de la econom¨ªa, el empleo y los salarios: se encuentra en su punto m¨¢s bajo desde 2015. ¡°El fracaso a la hora de aplicar las reformas estructurales pendientes desde hace tiempo para reforzar el bienestar y los ingresos de los hogares est¨¢ empezando a mostrar sus efectos¡±, reflexiona Nis Gr¨¹nberg, analista principal de Merics, en un art¨ªculo reciente. ¡°Xi tendr¨¢ que demostrar que el enfoque de securitizaci¨®n econ¨®mica de China impulsado por el Estado beneficia a la poblaci¨®n al introducir una redistribuci¨®n m¨¢s inclusiva de la riqueza. Si no lo hace, se arriesgar¨¢ a erosionar a¨²n m¨¢s el sentimiento p¨²blico¡±.
Una de las cuestiones a las que toca prestar atenci¨®n es el reposicionamiento de China respecto a Taiw¨¢n, quiz¨¢ con una creciente ola de maniobras militares en torno a la isla para ejercer presi¨®n antes de que Lai Ching-te, el presidente electo, tome posesi¨®n del cargo en mayo. El Gobierno chino mostr¨® una reacci¨®n de baja intensidad tras los comicios que gan¨® el candidato que menos gustaba en el gigante asi¨¢tico, aunque destac¨® que su victoria no reflejaba el sentir mayoritario de la isla autogobernada que Pek¨ªn considera una parte irrenunciable de su territorio. Un lenguaje ¡°m¨¢s asertivo¡± durante las dos sesiones frente a la ret¨®rica secesionista ¡°podr¨ªa indicar una justificaci¨®n para tomar acciones m¨¢s duras¡±, aseguraba Helena Lagarda, tambi¨¦n de Merics, durante una charla online el pasado viernes.
Los analistas tambi¨¦n est¨¢n atentos a la posible designaci¨®n de Liu Jianchao, actual director del departamento Internacional del Comit¨¦ Central del Partido, como ministro de Exteriores. Su nombre circula desde hace semanas como posible sustituto. De aprobarse, ser¨ªa un nuevo episodio de la tragedia pol¨ªtica por fasc¨ªculos que arranc¨® con la desaparici¨®n en julio del anterior titular de la cartera, Qin Gang, apenas medio a?o despu¨¦s de haber asumido el cargo, y sigui¨® poco despu¨¦s con la ausencia y destituci¨®n del ministro de Defensa, Li Shangfu. Desde entonces, a ninguno de los dos se les ha visto, ni se ha ofrecido una explicaci¨®n oficial sobre su marcha. El veterano Wang Yi ha asumido desde verano el rol de Exteriores, pero diversos acad¨¦micos consideran que su responsabilidad es posiblemente temporal.
En el radar, de fondo, estar¨¢ la visi¨®n que despliegue China sobre la situaci¨®n internacional, con la guerra en Ucrania ya en su tercer a?o y otro frente de guerra en carne viva en Oriente Pr¨®ximo. Apenas una semana despu¨¦s de que varias empresas chinas hayan sido objeto de las sanciones occidentales por su apoyo a la maquinaria b¨¦lica del Kremlin ¡ªmovimiento denunciado en¨¦rgicamente por Pek¨ªn¡ª, China ha mandado de nuevo a Li Hui, su enviado especial para Asuntos Euroasi¨¢ticos, de gira por las principales capitales europeas, incluidas las dos beligerantes, Mosc¨² y Kiev, para sondear soluciones a lo que China a¨²n llama ¡°crisis¡± o ¡°conflicto¡±, pero no guerra. La falta de condena de la invasi¨®n, la calculada equidistancia escorada hacia Rusia, con la que comparte muchos intereses sobre el orden internacional, y el aumento sostenido de las relaciones comerciales entre ambos siguen siendo la principal falla entre Pek¨ªn y los pa¨ªses occidentales.
Aunque la sensaci¨®n, en la capital china, es la de que el gigante asi¨¢tico ha arrancado el a?o del drag¨®n rehuyendo el estruendo geopol¨ªtico, mientras trata de recuperar el encanto econ¨®mico perdido ante buena parte de la comunidad internacional. El a?o anterior, por estas fechas, Washington y Pek¨ªn andaban a la gresca a cuenta del derribo de un supuesto globo esp¨ªa chino que sobrevolaba suelo estadounidense y las relaciones entre los dos colosos de la arena internacional se precipitaban hacia el vac¨ªo. Este 2024, la entente suscrita en noviembre entre Xi y su hom¨®logo estadounidense, Joe Biden, durante su encuentro en San Francisco, permiten a cada mandatario tomar aire, aparcar parcialmente la disputa y centrarse en asuntos dom¨¦sticos: Biden, en las elecciones de noviembre; Xi, en la estabilidad econ¨®mica que no acaba de llegar.
Sigue toda la informaci¨®n internacional en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.