Los hut¨ªes de Yemen se preparan para un pulso largo con EE UU en el mar Rojo
El grupo islamista respaldado por Ir¨¢n usa el apoyo popular que logra por su defensa de la causa palestina para blindar posiciones, usar nuevo armamento y reclutar a combatientes con los que seguir perturbando la ruta comercial mar¨ªtima
A finales de enero, un patrullero de la guardia costera de Estados Unidos desplegado en el mar Ar¨¢bigo abord¨® a un buque procedente de Ir¨¢n sospechoso de estar transportando armas avanzadas y ayuda militar a zonas de Yemen controladas por el movimiento de los hut¨ªes. En su interior, seg¨²n inform¨® el Comando Central estadounidense (Centcom), se incautaron de m¨¢s de 200 paquetes con componentes para fabricar misiles de medio alcance y equipos de comunicaci¨®n militar. Tambi¨¦n encontraron piezas de drones submarinos.
Tres semanas despu¨¦s, el 18 de febrero, el Centcom anunci¨® que sus fuerzas navales en el mar Rojo hab¨ªan destruido un veh¨ªculo submarino no tripulado lanzado por los hut¨ªes; el primero detectado en la escalada de violencia que vive la regi¨®n desde noviembre, cuando este movimiento islamista yemen¨ª empez¨® a perturbar la navegaci¨®n por esta arteria crucial para el transporte mar¨ªtimo a fin de presionar para un alto el fuego de Israel en Gaza.
El empleo de estos escurridizos drones submarinos se ha interpretado como una muestra m¨¢s de que el despliegue militar de Estados Unidos en la zona y los ataques que est¨¢ dirigiendo contra objetivos yemen¨ªes no est¨¢n disuadiendo al grupo. En este sentido, el movimiento, que cuenta con el apoyo de Ir¨¢n, ha blindado sus posiciones en las ¨²ltimas semanas y ha adaptado sus t¨¢cticas con la aparente intenci¨®n de plantear un pulso largo a Washington.
La estrategia de Estados Unidos para frenar a los hut¨ªes ha incluido su designaci¨®n como organizaci¨®n terrorista y nuevas sanciones. Tambi¨¦n un fuerte despliegue naval en el mar Rojo, para proteger la navegaci¨®n comercial, y ataques a¨¦reos y con misiles, llevados a cabo con el Reino Unido y otros pa¨ªses aliados, contra decenas de objetivos militares del movimiento en Yemen. Desde enero han efectuado al menos cuatro rondas de ataques.
Los hut¨ªes, sin embargo, no se han detenido y desde mediados de enero han ejecutado 16 ataques, seg¨²n el Centcom. Desde noviembre han realizado m¨¢s de 60. En uno de los ¨²ltimos, el 19 de febrero, dispararon dos misiles contra un barco de bandera griega y propiedad estadounidense que se dirig¨ªa al puerto yemen¨ª de Ad¨¦n para entregar ayuda humanitaria. El d¨ªa antes impactaron con misiles a un buque de bandera de Belice y propiedad brit¨¢nica que se hundi¨® el s¨¢bado con miles de toneladas de fertilizante a bordo.
Trincheras y t¨²neles blindados
En medio de este toma y daca, el grupo yemen¨ª ha ampliado y blindado en las ¨²ltimas semanas sus trincheras y t¨²neles en las remotas y escarpadas monta?as de la provincia de Hajjah, al noroeste de la capital, San¨¢, con el objetivo de proteger mejor su arsenal militar, sobre todo misiles, y lanzar ataques desde posiciones m¨¢s seguras y orientadas al mar Rojo y al golfo de Ad¨¦n, seg¨²n ha informado la agencia Bloomberg citando fuentes sobre el terreno.
El grupo yemen¨ª se ha valido asimismo de nuevo armamento para expandir la tipolog¨ªa de sus ataques, incluidos los drones submarinos, que son m¨¢s dif¨ªciles de fabricar que los a¨¦reos pero m¨¢s baratos de producir que los misiles. Tambi¨¦n son m¨¢s complicados de interceptar y amenazan las partes m¨¢s vulnerables de los buques. El l¨ªder de los hut¨ªes, el herm¨¦tico Abdelmalik Al Huthi, fue citado recientemente en un canal yemen¨ª af¨ªn augurando que la introducci¨®n de esta nueva tecnolog¨ªa submarina ¡°preocupar¨¢ al enemigo¡±.
La milicia ha recurrido asimismo a una mayor movilidad para sortear las embestidas de Estados Unidos, aprovechando su falta de buena informaci¨®n de inteligencia. ¡°Desde que comenz¨® la campa?a [de ataques], no he visto un solo objetivo diferente a los que fueron atacados desde 2015 y hasta la tregua con los saud¨ªes¡±, apunta el analista pol¨ªtico yemen¨ª Ammar al Aulaqi, refiri¨¦ndose a la intervenci¨®n militar en Yemen contra los hut¨ªes liderada por Arabia Saud¨ª tras la ca¨ªda del Gobierno reconocido internacionalmente.
Los hut¨ªes est¨¢n sacando partido de su enfrentamiento con Estados Unidos y la defensa de la causa palestina, muy popular entre los yemen¨ªes y en toda la regi¨®n, para ampliar sus propias filas. En esta l¨ªnea, desde octubre el grupo ha acelerado sus campa?as de reclutamiento y se calcula que ha alistado a decenas de miles de nuevos combatientes. ¡°Est¨¢n usando su lucha contra el Gran Demonio, las fuerzas estadounidenses, para reavivar su ret¨®rica de reclutamiento¡±, se?ala Al-Aulaqi.
La recepci¨®n de ayuda militar de Ir¨¢n, por su parte, sigue en gran medida su curso. ¡°La ¨²nica tendencia nueva es el aumento de las incautaciones de embarcaciones por Estados Unidos. [Pero] el modus operandi sigue siendo el mismo: barcos de madera peque?os, utilizados hist¨®ricamente para pescar y transportar mercanc¨ªas, usados para transportar armas il¨ªcitas¡±, apunta Mohammed al Basha, investigador del grupo de an¨¢lisis Navanti.
Dudas sobre la estrategia
Ante este escenario, altos cargos estadounidenses han admitido en los ¨²ltimos d¨ªas que su estrategia ha reducido los ataques, pero no los ha cesado. Y su apuesta por la v¨ªa militar genera dudas desde el inicio porque requiere un despliegue de efectivos y armamento muy caros comparados con el coste de los drones y misiles de los yemen¨ªes.
Gabrielle Reid, directora asociada de inteligencia de la consultora de seguridad S-RM, considera que, aunque los ataques a¨¦reos liderados por Estados Unidos puedan reducir temporalmente sus arsenales de armas y material, ¡°es poco probable que la estrategia actual degrade fundamentalmente sus capacidades en las pr¨®ximas semanas o meses¡±.
La estrategia de la Casa Blanca en el mar Rojo contrasta con la adoptada contra milicias apoyadas por Ir¨¢n en Irak y Siria. All¨ª, el ej¨¦rcito de Estados Unidos, que cuenta con tropas sobre el terreno, ha optado por matar a varios comandantes de estos grupos y ha logrado detener los ataques contra sus posiciones que estos hab¨ªan reanudado a ra¨ªz de la invasi¨®n israel¨ª de Gaza.
Washington tambi¨¦n se?ala a Teher¨¢n como el gran suministrador de armas y tecnolog¨ªa militar de los hut¨ªes. Pero se considera que el temor a ampliar el conflicto hacia una escalada que ponga en riesgo la tregua con Riad est¨¢ frenando medidas m¨¢s agresivas. Los l¨ªmites legales de la acci¨®n estadounidense y la insistencia de los hut¨ªes en que solo detendr¨¢n los ataques cuando Israel cese su agresi¨®n a Gaza causan dudas adicionales.
Los ataques hut¨ªes han tenido un fuerte impacto en el transporte mar¨ªtimo en la zona. La navegaci¨®n por el estrecho de Bab el Mandeb, que conecta el golfo de Ad¨¦n en el oc¨¦ano ?ndico con el mar Rojo, ha ca¨ªdo casi un 57%, seg¨²n la plataforma de monitoreo del comercio mar¨ªtimo PortWatch, y la circulaci¨®n por el cabo de Buena Esperanza, frente a Sud¨¢frica, ha subido m¨¢s de un 100%. Hasta octubre flu¨ªa por el mar Rojo m¨¢s del 10% del comercio mundial.
El corte de cables submarinos amenaza el tr¨¢fico de internet
El operador de telecomunicaciones de Hong Kong HGC afirmó el lunes que al menos cuatro de los más de 15 cables de datos submarinos tendidos en el mar Rojo han quedado recientemente cortados, lo que podría impactar en el 25% del tráfico de internet y telecomunicaciones que fluye entre Asia y Europa a través de esta vía.
El motivo del corte, sin embargo, no está claro, y los hutíes —cuya capacidad para realizar una operación de este tipo está en duda— han negado estar implicados. Estos cables submarinos también pueden resultar dañados por anclas de barcos. HGC aseguró que ya han elaborado un plan para desviar el tráfico afectado por otros cables.
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