SB4, la ley antimigrante de Texas que multiplica el caos en la frontera con M¨¦xico
A pesar de estar en un litigio por su constitucionalidad, la norma local ya provoca incertidumbre en quienes piensan aplicarla y los futuros migrantes
A¨²n sin haber entrado en vigor, la ley antimigrante de Texas ha dejado m¨¢s incertidumbre en el de por s¨ª inestable h¨¢bitat de la frontera entre Estados Unidos y M¨¦xico. Un solitario soldado de la Guardia Nacional mexicana estaba sentado el jueves a la sombra de un ¨¢rbol frente al r¨ªo que separa los dos pa¨ªses. ¡°All¨¢ si se lo toman en serio...¡±, dijo el agente, quien no revel¨® su nombre por temor a represalias. ¡°Aqu¨ª parece que les vale madres. Ni una vallita nos ponen¡±, a?adi¨®. En la ribera de enfrente, en Eagle Pass, cientos de metros de alambre de p¨²as forman una espesa maleza met¨¢lica que protege un muro formado por contenedores apilados. Agentes de la ley, armados hasta los dientes, vigilan el r¨ªo desde lo alto. Detr¨¢s de ellos hay un campo municipal. El sue?o americano comienza en un campo de golf.
¡°La orden que tenemos es detener a los migrantes¡±, dice el guardia. ¡°A veces no alcanzamos porque en dos segundos ya se aventaron al agua¡±, asegura. Al mediod¨ªa, el r¨ªo Bravo es lo contrario. Cuesta creer que ah¨ª han terminado tantas vidas. La presencia de una cruz blanca enterrada en el humedal parece querer cambiar la opini¨®n de los esc¨¦pticos. Tiene el nombre de Jes¨²s Rub¨¦n de Le¨®n Escamilla, quien muri¨® ahogado en agosto del a?o pasado.
Los cruces a Estados Unidos se hacen cuando el sol comienza a despuntar. ¡°Le buscan y buscan un hueco por el alambre de p¨²as hasta que le encuentran por donde¡±, asegura el soldado, quien lleva 24 a?os en Ciudad Acu?a, en el Estado mexicano de Coahuila, y quien vigila desde enero el cruce de Piedas Negras, a unos 100 kil¨®metros al sureste de su base. Este se ha convertido en uno de los epicentros de la crisis migratoria de Estados Unidos, especialmente por las tensiones entre el Gobierno republicano de Texas y la Administraci¨®n dem¨®crata encabezada por Joe Biden.
Texas tiene unos 2.000 kil¨®metros de frontera con M¨¦xico, m¨¢s de la mitad del total de la l¨ªnea que el pa¨ªs comparte con su vecino. El Gobierno local ha hecho m¨¢s que edificar un muro de contenedores, colocar kil¨®metros de alambre de p¨²as y boyas sobre el r¨ªo para frenar la ola migratoria. Las autoridades pretenden crear un enorme cerco legal con una de las leyes antimigrantes m¨¢s duras del pa¨ªs en m¨¢s de una d¨¦cada. Greg Abbott firm¨® la norma, conocida como Senate Bill 4 (SB4), en diciembre. Esta tuvo que haber entrado en vigencia el 5 de marzo, pero una ofensiva legal de organizaciones sociales y el Ejecutivo de Biden la frenaron.
La norma considera la entrada ilegal a Texas desde M¨¦xico como una ofensa que puede ser castigada con seis meses de prisi¨®n. La pena se endurece para los reincidentes, quienes podr¨ªan ser condenados de dos a veinte a?os de c¨¢rcel. La legislaci¨®n permite a las agencias de seguridad locales pedir papeles y hacer aprehensiones en pr¨¢cticamente cualquier sitio, con la excepci¨®n de escuelas, iglesias, hospitales y centros de salud. La revisi¨®n de documentos puede ser en cualquier condado, incluso a cientos de kil¨®metros de la frontera. El congresista David Spiller, uno de los autores de la ley, cree que el 95% de las detenciones se har¨¢n en una franja no m¨¢s all¨¢ de 80 kil¨®metros del r¨ªo.
El aspecto m¨¢s pol¨¦mico de la norma es que pone en marcha un sistema donde los detenidos son llevados ante jueces estatales, quienes inician un tr¨¢mite de expulsi¨®n a M¨¦xico sin importar si se trata de ciudadanos mexicanos o de otros pa¨ªses. El Gobierno mexicano ha rechazado la norma y ha asegurado esta semana que no aceptar¨¢ ning¨²n repatriado enviado por las autoridades de Texas.
Un juez federal fren¨® la entrada en vigor de la norma a inicios de marzo al considerar que viola las leyes federales. El togado asegur¨® que el Poder Ejecutivo mantiene una ¡°completa discreci¨®n¡± sobre quien debe ser deportado. Texas recurri¨® la decisi¨®n, lo que elev¨® el caso al Quinto Circuito federal de Apelaciones. Esto a pesar de que el Supremo permiti¨® que la ley estuviera vigente durante unas horas en un tira y afloja procesal.
Esta semana se llevaron a cabo los primeros argumentos orales ante el panel de apelaciones, ubicado en Nueva Orleans. ¡°Me parece que es la primera vez que un Estado dice tener el derecho de expulsar inmigrantes ilegales. No es un poder que ha sido ejecutado por los Estados, ?no?¡±, cuestion¨® la jueza Priscilla Richman al abogado de Texas, Aaron Nielson. Este asegur¨® que est¨¢n en su derecho de defenderse y detener a la gente que viola las reglas en su territorio. ¡°Texas ha decidido que somos el epicentro de esta crisis. Somos la primera l¨ªnea de defensa y haremos algo al respecto¡±, asegur¨® Nielson v¨ªa remota.
Los integrantes del Quinto Circuito quisieron saber durante la audiencia c¨®mo proceder¨ªa Texas con un inmigrante ilegal que llega a Texas desde otro Estado o de Canad¨¢. ¡°Honestamente, le confieso que no lo s¨¦¡±, admiti¨® Nielson. La jueza Richman le hizo notar, adem¨¢s, que ninguna parte de la ley estipula que los agentes de la polic¨ªa deben entregar los migrantes detenidos a las autoridades federales encargadas de inmigraci¨®n. Solo uno de los jueces del panel se mostr¨® en favor de dejar entrar en vigor la ley. Fue el juez Andrew Oldham, quien lleg¨® al cargo nombrado por Donald Trump. La pr¨®xima audiencia se llevar¨¢ a cabo el 2 de abril.
La norma parece destinada para llegar al Supremo, donde ser¨¢ evaluada por la mayor¨ªa conservadora que form¨® Trump en su Gobierno. ¡°Yo creo que bajo ning¨²n caso el Tribunal permitir¨¢ a Texas deportar personas, as¨ª que eso me parece que ser¨¢ anulado. Me parece imposible incluso para esta Corte¡±, se?ala Marshall Fritz, el director de Inmigraci¨®n del colectivo Emerson, una organizaci¨®n progresista filantr¨®pica. Sin embargo, el especialista contempla una posibilidad de que los jueces de derechas permitan a las autoridades tejanas presentar cargos contra los indocumentados. ¡°Hace cinco a?os ni siquiera habr¨ªa sido posible imaginarlo, pero hoy es una pregunta factible¡±, a?ade.
La ley no ha dado certidumbre ni siquiera a quienes est¨¢n de acuerdo con ella. ¡°Es poco probable que los cambios se vean de la noche a la ma?ana¡±, asegur¨® Brad Coe, el sheriff del condado fronterizo de Kinney, que tiene unos 20 kil¨®metros de frontera con M¨¦xico. ¡°Como en otros casos, nuestros agentes seguir¨¢n necesitando una causa probable o flagrancia antes de proceder¡±, asegur¨® el jefe del peque?o cuerpo de polic¨ªa, conformado por 13 personas. Texas tiene 31 condados en la frontera. Los cuerpos policiacos de estas regiones apoyan la SB4, pero tienen poco inter¨¦s de que sus organizaciones sumen la inmigraci¨®n a sus tareas diarias cuando en la zona opera la Patrulla Fronteriza.
¡°Esto nos ha causado una monta?a rusa de emociones¡±, asegura Araceli Mart¨ªnez, del albergue Camino a Casa, de Piedras Negras. El sitio tiene espacio para 20 menores de edad, diez hombres y diez mujeres. Solo dos, de nacionalidad venezolana, tienen posibilidades de llegar a Estados Unidos en los pr¨®ximos meses. Todos los dem¨¢s ser¨¢n repatriados a sus pa¨ªses de origen. Muchos migrantes llegan a esta ciudad porque en el camino escuchan que esta ciudad es m¨¢s segura para hacer el cruce comparadas con otras urbes de la frontera. A¨²n as¨ª, Camino a Casa parece por fuera una prisi¨®n pintada con colores chillantes. Tiene altos muros coronados con concertina y grandes barrotes. Mart¨ªnez asegura que los traficantes de personas, conocidos como polleros, han intentado ingresar para sacar menores. ¡°Los chicos son dinero para ellos¡±, dice.
Hasta esta ciudad han llegado las noticias de la ley de Texas. En otro albergue de migrantes del centro, el hondure?o V¨ªctor Najar, de 22 a?os, afirma que prefiere esperar un poco a que se tranquilicen las aguas para reactivar su viaje al norte. Lleva en M¨¦xico desde febrero y dice que lo esperan unos t¨ªos en Carolina del Norte. ¡°Yo quiero cruzar, pero no quiero acabar en prisi¨®n¡±, asegura. Najar, originario de la zona Choluteca, ha iniciado los tr¨¢mites para solicitar asilo en Estados Unidos, pero que estos se est¨¢n demorando y a ¨¦l ya ¡°le pica¡± estar del otro lado para comenzar una nueva vida. De momento, las autoridades texanas han logrado su objetivo. V¨ªctor se ha topado con el muro legal por puro miedo.
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