Shlomo Ben Ami: ¡°La abstenci¨®n de EE UU en la ONU fue un modo de torcer el brazo a Israel¡±

La casualidad ha hecho que Shlomo Ben Ami (T¨¢nger, 80 a?os) conceda esta entrevista en Londres, nada m¨¢s salir de un teatro donde ha visto una nueva adaptaci¨®n del cl¨¢sico de Henrik Ibsen Un enemigo del pueblo. ¡°La izquierda israel¨ª es hoy hu¨¦rfana por partida doble. En Israel se ha convertido en el enemigo del pueblo. Es una de las grandes victorias de [el primer ministro, Benjam¨ªn] Netanyahu. Y, por otra parte, nuestros colegas de la izquierda internacional no han sabido empatizar siquiera con la tragedia de octubre [el ataque de Ham¨¢s, que mat¨® a m¨¢s de 1.200 israel¨ªes]¡±, se lamenta el ¨²ltimo ministro de Exteriores de un Gobierno laborista en aquel pa¨ªs, y uno de los embajadores de Israel en Espa?a que mejor recuerdo dej¨®.

¡°El estallido contra Israel ha sido tan repentino, que casi da la impresi¨®n de que estuviera latente. No hab¨ªa ocurrido nunca algo as¨ª. Esa es la gran victoria de Ham¨¢s. Y lo que nos impide frenar la corriente en nuestra contra es el Gobierno extremista de Netanyahu¡±, lamenta.

Gran conocedor de los anteriores procesos de paz ¡ªy, por tanto, de la relaci¨®n intensa y conflictiva que durante d¨¦cadas ha vinculado a Estados Unidos con su pa¨ªs¡ª el an¨¢lisis de lo ocurrido a principios de esta semana en el Consejo de Seguridad de la ONU de Ben Ami es clarificador. La decisi¨®n de la Administraci¨®n del presidente Joe Biden de abstenerse ¡ªpermitiendo que saliera adelante una resoluci¨®n que reclamaba un alto el fuego inmediato en Gaza¡ª ha supuesto un duro golpe para el Gobierno de Netanyahu. Y, sin duda, se?ala, ha sido mucho m¨¢s relevante que otras abstenciones similares en a?os anteriores.

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El Consejo de Seguridad de la ONU aprueba la primera resoluci¨®n de alto el fuego para Gaza

¡°Forma parte de una estrategia ascendente, para enviar se?ales a Israel de que las cosas pueden cambiar, y que comenz¨® con ese comentario de Biden filtrado a la prensa, seg¨²n el cual ya no consideraba a Netanyahu un activo para Estados Unidos, sino una carga¡±, recuerda el pol¨ªtico e historiador, que regresa constantemente al lugar de su formaci¨®n, la ciudad universitaria de Oxford. ¡°Pero no es tanto un cambio de estrategia respecto a Oriente Pr¨®ximo como un modo de torcer el brazo a Israel¡±, matiza. ¡°De decirle que no puede seguir por el camino que est¨¢ siguiendo. Est¨¢n hartos de Netanyahu. Y la respuesta de Netanyahu revela tambi¨¦n su convencimiento de que Washington quiere derrocarlo¡±.

Netanyahu se ha convertido en un peligro para los objetivos occidentales¡±

Seg¨²n Ben Ami, el presidente Biden ten¨ªa una visi¨®n estrat¨¦gica para Oriente Pr¨®ximo que pasaba por lograr una alianza estable de Estados Unidos con Israel y los pa¨ªses ¨¢rabes con la idea de hacer frente a la amenaza de Ir¨¢n. El ¨¦xito de Ham¨¢s ha sido conducir a Netanyahu hacia una guerra sin objetivos pol¨ªticos claros, que ha colocado a su pa¨ªs fuera del nuevo eje occidental de los ¨²ltimos a?os: b¨¢sicamente, el mismo que ha respaldado a Ucrania frente a Rusia y China.

¡°Netanyahu se ha convertido en un peligro para los objetivos occidentales de esta nueva guerra fr¨ªa que existe entre Estados Unidos y China y Rusia. Israel no est¨¢ donde le corresponde estar¡±, se lamenta Ben Ami. Biden, recuerda, es un ¡°sionista gentil¡±, que profesa un gran amor hacia Israel desde hace a?os. La decisi¨®n de acorralar a su aliado en el Consejo de Seguridad de la ONU, a pesar de haber sido medida y limitada y de ce?irse a una abstenci¨®n, tiene algo de drama personal para el presidente estadounidense.

Pero la relaci¨®n turbulenta y firme de los dos pa¨ªses desde hace d¨¦cadas siempre ha tenido un l¨ªmite claro: no anteponerse a los intereses geopol¨ªticos estadounidenses o a los objetivos del presidente de turno. Y Netanyahu, de la mano de una coalici¨®n de Gobierno extremista, ha logrado incluso fraccionar a una comunidad jud¨ªa, la estadounidense, que nunca hab¨ªa flaqueado en su respaldo a Israel.

¡°Hoy la comunidad jud¨ªa de Estados Unidos tambi¨¦n est¨¢ en un antes y un despu¨¦s. Hay incluso una nueva corriente entre sus intelectuales, llamada diasporismo, que busca crear una nueva ideolog¨ªa que ponga fin a su dependencia de Israel. [¡­] Lo de ahora era impensable. Porque hasta ahora viv¨ªan en una especie de Espa?a medieval, antes de la expulsi¨®n: una comunidad integrada, con contribuci¨®n intelectual, acad¨¦mica y econ¨®mica. Ese era el juda¨ªsmo norteamericano, que esta guerra ha logrado alterar¡±, lamenta Ben Ami, que conoce en profundidad la historia de Espa?a y de la comunidad jud¨ªa.

No cree el veterano pol¨ªtico, desde un respeto exquisito hacia el Gobierno de Pedro S¨¢nchez, que en la situaci¨®n actual sea de alguna utilidad un reconocimiento unilateral del Estado palestino. Pero admite que, incluso en momentos tan negros como el actual, es imprescindible comenzar a construir una visi¨®n futura de paz que Netanyahu, centrado en su propia supervivencia pol¨ªtica, no contempla.

Israel se encuentra hoy en una situaci¨®n de aislamiento que marcar¨¢ esta ¨¦poca. El extremismo de quienes gobiernan el pa¨ªs ha deslegitimado su imagen internacional, se lamenta el antiguo ministro; y sus acciones ponen en una situaci¨®n muy complicada a Biden, que no puede hacer frente a un proceso electoral con el bagaje del fracaso de su estrategia para Oriente Pr¨®ximo. El l¨ªder dem¨®crata, por tanto, necesita ¡°salvar la cara¡± en el nuevo escenario internacional.

¡°Ser¨ªa adem¨¢s de una enorme ceguera por parte de Israel ignorar las enormes corrientes de alejamiento que est¨¢n surgiendo en Estados Unidos. En el Partido Dem¨®crata, por ejemplo, o entre la juventud. Netanyahu es culpable de que el pa¨ªs se haya abrazado a las facciones m¨¢s extremistas de la sociedad estadounidense, como los evangelistas o el trumpismo¡±, se?ala.

El Gobierno de Estados Unidos tuvo el cuidado de no votar a favor de la resoluci¨®n de la ONU del lunes. Se abstuvo, e incluso a?adi¨® de inmediato el comentario de que el texto no es vinculante, recuerda Ben Ami. Pero es una clara se?al de que Washington estaba dispuesto a llegar m¨¢s lejos, sobre todo mientras Netanyahu siga al frente de Israel.

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