La cobarde neutralidad de Israel
Ser un miembro inequ¨ªvoco del frente democr¨¢tico que est¨¢ resistiendo la destrucci¨®n de Ucrania rendir¨¢ muchos m¨¢s dividendos de lo que jam¨¢s podr¨ªa dar el evitar comprometerse
Con su tenue condena al ataque de Rusia a Ucrania, Israel no ha podido lograr un justo equilibrio entre moralidad y realpolitik. Dado que el primer ministro israel¨ª, Naftali Bennett, se ha negado incluso a reunirse con el presidente palestino, Mahmud Abbas, l¨ªder de otra naci¨®n ocupada, su gesto para las c¨¢maras de los medios de servir como mediador para la paz apenas se puede tomar en serio. Es un intento pat¨¦tico de compensar las carencias morales de su propio Gobierno. Si bien la India y los amigos de Estados Unidos en el mundo ¨¢rabe tambi¨¦n han usado el pretexto de la ¡°mediaci¨®n¡± para evitar tomar partido, no comparten las pretensiones de Israel de ser ¡°una luz para las naciones¡±.
Israel es, con mucho, el aliado de EE UU m¨¢s favorecido de Oriente Pr¨®ximo, si no del mundo. Siempre que ha necesitado que un aliado venga en su rescate ¡ªcomo en la guerra de octubre de 1973¡ª, ha recurrido a Estados Unidos, no a Rusia. Su dependencia del apoyo estadounidense es abrumadora, y su acceso al armamento m¨¢s avanzado de EE UU no tiene rivales, incluso entre los aliados de EE UU de la OTAN. Sin el respaldo estadounidense, Israel no habr¨ªa llegado a sus trascendentales acuerdos de paz con otras potencias ¨¢rabes clave.
Sin duda, Israel vot¨® en apoyo de la resoluci¨®n de las Naciones Unidas que conden¨® a Rusia, y ha enviado considerable ayuda humanitaria a los ucranios. Pero se ha negado a criticar p¨²blicamente a Rusia o a complementar la asistencia humanitaria con material defensivo. Incluso, inicialmente, rechaz¨® la petici¨®n del presidente ucranio, Volod¨ªmir Zelenski, de hablar ante la Kneset (el Parlamento), para no causar la ira del presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin. Aparentemente, la luz verde de Rusia a Israel para atacar objetivos militares iran¨ªes en Siria es m¨¢s importante que alinearse con EE UU y Europa para oponerse a la conducta temeraria y criminal del presidente ruso.
Seguramente, hay otros modos de tratar con Ir¨¢n. Cabr¨ªa esperar eso, ya que la estrategia actual ni siquiera ha funcionado. Los incesantes ataques israel¨ªes en Siria no han invalidado a Hezbol¨¢, movimiento t¨ªtere de Ir¨¢n en L¨ªbano, ni hecho que Ir¨¢n cambie de conducta. Ahora que este pa¨ªs est¨¢ a punto de lograr un acuerdo nuclear que ser¨ªa m¨¢s d¨¦bil que el Plan de Acci¨®n Integral Conjunto original, parecer¨ªa ser razonable un paso de la confrontaci¨®n a la diplomacia. No hay ninguna raz¨®n para pensar que m¨¢s de lo mismo repentinamente d¨¦ resultados distintos.
M¨¢s todav¨ªa, Israel no le debe nada a Putin. Al permitir que la Fuerza A¨¦rea israel¨ª opere libremente en Siria, Putin ha podido externalizar la tarea de limitar la presencia de Ir¨¢n en un pa¨ªs en el que desea que Rusia predomine. ?ltimamente, las relaciones ruso-iran¨ªes no han estado en terreno muy s¨®lido. M¨¢s recientemente, Rusia ha obstaculizado la firma del nuevo tratado nuclear como represalia contra las sanciones de EE UU, y en Ir¨¢n los conservadores han criticado al r¨¦gimen por apoyar solapadamente a Putin con su voto de abstenci¨®n en la resoluci¨®n de la ONU.
En estos d¨ªas, en que los ataques rusos a civiles ucranios son cada vez m¨¢s terribles, el intento del r¨¦gimen israel¨ª por nadar entre dos aguas se ha vuelto indefendible e insostenible. Zelenski, el heroico presidente ucranio, ha hecho llamamientos directos en hebreo al pueblo jud¨ªo, y los israel¨ªes deber¨ªan saber m¨¢s que ninguna otra naci¨®n lo que significa estar sujeto a una estrategia de aniquilaci¨®n. Ucrania es una valiente democracia que resiste el ataque de una autocracia, precisamente el mismo predicamento que Israel siempre ha defendido durante sus guerras pasadas contra pa¨ªses ¨¢rabes.
Merece la pena recordar que Israel se neg¨® a considerar la opci¨®n nuclear incluso durante la guerra del Yom Kipur, cuando su mera existencia estaba siendo puesta en cuesti¨®n. ?C¨®mo puede el mismo pa¨ªs seguir manteniendo silencio despu¨¦s de que Rusia haya planteado expl¨ªcitamente la amenaza nuclear en lo que claramente es una guerra optativa? ?C¨®mo puede este refugio para supervivientes del Holocausto aceptar que Putin use vilmente el t¨¦rmino ¡°nazi¡± para referirse a Zelenski, cuyos propios parientes lucharon contra las fuerzas de Hitler y murieron en sus manos? ?C¨®mo puede un pa¨ªs cuyos enemigos atacan a sus civiles no decir ni una palabra sobre que Rusia haga lo mismo en Ucrania?
Los l¨ªderes israel¨ªes tienen que escoger un lado: o eligen la aceptaci¨®n t¨¢ctica de Rusia de la libertad de operaci¨®n de la Fuerza A¨¦rea israel¨ª en Siria o eligen su alianza estrat¨¦gica, pol¨ªtica y moral de largo plazo con EE UU y Occidente. Israel tambi¨¦n tiene que reconocer la guerra en Ucrania como lo que es: un momento decisivo que dar¨¢ una nueva forma a las prioridades globales de Estados Unidos. A partir de ahora, la contenci¨®n occidental de Rusia se deber¨¢ aplicar m¨¢s all¨¢ de Europa, lo que incluye Oriente Pr¨®ximo. EE UU tiene todo el derecho a esperar que Israel se ponga completamente de su lado.
Si el Gobierno israel¨ª necesita m¨¢s argumentos, no tiene m¨¢s que ver que el presidente turco, el autoritario Recep Tayyip Erdogan, ya ha tomado una decisi¨®n. Turqu¨ªa ha sido un err¨¢tico miembro de la OTAN, comprando no solo armas occidentales, sino tambi¨¦n avanzados sistemas de misiles tierra-aire S-400 rusos. Y, sin embargo, y a pesar de la proximidad de su pa¨ªs con Rusia y su dependencia del petr¨®leo y el gas rusos, ha condenado inequ¨ªvocamente la invasi¨®n y suministrado armas a los ucranios. Los drones turcos han demostrado ser el arma m¨¢s eficaz de los ucranios contra los tanques rusos.
Los israel¨ªes tienden a ver todas sus guerras como ¡°existenciales¡± y las consideraciones ¨¦ticas como un lujo que no se pueden permitir. Pero hay veces en que la moralidad y la realpolitik coinciden. Los l¨ªderes de Israel deben recordar que la democracia de su pa¨ªs es un recurso estrat¨¦gico. Ser un miembro inequ¨ªvoco del frente democr¨¢tico que est¨¢ resistiendo la destrucci¨®n de Ucrania rendir¨¢ muchos m¨¢s dividendos de lo que jam¨¢s podr¨ªa la neutralidad.
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