?Se pudo evitar el derrumbe del puente de Baltimore?
Los expertos se?alan la falta de defensas en los pilares como principal debilidad de la infraestructura derribada por un carguero
Un terrible accidente marc¨® en 1980 un antes y un despu¨¦s en la construcci¨®n de puentes en Estados Unidos. La ma?ana del 9 de mayo de ese a?o, un carguero de 185 metros de eslora choc¨® con el puente Sunshine Skyway, en Tampa (Florida). Unos 370 metros del vano sur se derrumbaron cuando lo atravesaban decenas de veh¨ªculos. Hubo 35 muertos. El nuevo puente de Tampa, como muchos otros levantados desde entonces, incorpor¨® defensas para mitigar los impactos y proteger los pilares. El Francis Scott Key de Baltimore, derrumbado esta semana, sin embargo, se hab¨ªa inaugurado en 1977 y nunca incorpor¨® protecciones adecuadas. Las opiniones de expertos recabadas por EL PA?S coinciden en se?alar que eso habr¨ªa podido evitar el desplome del puente, que dej¨® seis v¨ªctimas mortales y una imponente factura econ¨®mica. Al tiempo, las autoridades investigan por qu¨¦ el barco perdi¨® el rumbo.
¡°Aunque sucesos como este son extremadamente raros, me sorprende que no se construyera un sistema de protecci¨®n para este puente¡±, indica a EL PA?S Sherif El-Tawil, catedr¨¢tico de Ingenier¨ªa Civil y Medioambiental de la Universidad de M¨ªchigan, experto en la mitigaci¨®n de riesgos naturales y antropog¨¦nicos, debidos a terremotos, explosiones y otros impactos. ¡°El sistema de protecci¨®n habr¨ªa desviado el barco de los pilares, protegido el puente, protegido a la comunidad de la p¨¦rdida de un puente cr¨ªtico y protegido al propio barco¡±, explica.
El Francis Scott Key era el orgullo de la ciudad. Inmortalizado en algunos cap¨ªtulos de The Wire, la serie de culto de HBO que transcurre en Baltimore, se trataba de un puente de acero en celos¨ªa, con elementos unidos en triangulaciones y forma de arco. Era el mayor de la ciudad, cruzaba el r¨ªo Patapsco y formaba parte de la ruta 695 y de la circunvalaci¨®n de la metr¨®poli. Su nombre homenajeaba al autor de la letra del omnipresente himno de Estados Unidos, The Star-Spangled Banner (La Bandera de Estrellas Centelleantes), una gloria local. El vano principal, de 366 metros, era el tercero m¨¢s largo del mundo. El puente ten¨ªa una longitud total de 2.632 metros y lo transitaban anualmente casi 12 millones de veh¨ªculos, unos 33.000 al d¨ªa.
Desde que el puente fue construido, entre 1972 y 1977, el tama?o de los barcos ha crecido de forma exponencial, seg¨²n la firma de log¨ªstica Allyn International. En 1980, la capacidad media de los cargueros era de 757 TEU (TEU es la medida de un contenedor est¨¢ndar de 20 pies, 6,1 metros de largo). Hoy se ha multiplicado por seis, hasta m¨¢s de 4.400 TEU. Y la capacidad m¨¢xima ha pasado de los 2.961 TEU del Liverpool Bay a los 24.346 TEU del MSC Irina, botado en 2023. Hay al menos 20 barcos con m¨¢s de 20.000 TEU de capacidad.
El buque que derrib¨® el puente de Baltimore tiene casi 300 metros de eslora y 48 metros de manga. La capacidad del Dali, cuyo nombre homenajea al pintor espa?ol Salvador Dal¨ª, es de 9.971 contenedores est¨¢ndar, m¨¢s del triple que el mayor barco del momento en que se construy¨® el puente. ¡°Es dif¨ªcil exagerar el impacto de esta colisi¨®n de la que estamos hablando. No es solo tan grande como un edificio. Es realmente tan grande como una manzana. 100.000 toneladas chocando todas con este pilar a la vez¡±, se?alaba el secretario de Transportes, Pete Buttigieg, en una rueda de prensa en la Casa Blanca el mi¨¦rcoles. Es de un tama?o parecido al de un portaaviones estadounidense de la clase Nimitz.
El carguero con bandera de Singapur solt¨® amarras pasada la medianoche del lunes al martes y emprendi¨® lo que iba a ser un viaje de 28 d¨ªas hacia el puerto de Colombo, la capital de Sri Lanka, adonde deb¨ªa llegar el 22 de abril por encargo de la naviera danesa Maersk. Manejado por dos pr¨¢cticos del puerto, perdi¨® la propulsi¨®n cuando se acercaba al puente por causas desconocidas y sufri¨® un apag¨®n total. Aparentemente, el equipo de emergencia se puso en marcha, pero tambi¨¦n fall¨®.
Los remolcadores solo hab¨ªan ayudado al barco a maniobrar en la salida, pero despu¨¦s lo hab¨ªan dejado guiarse por s¨ª mismo. Ese es otro punto que se?alan los expertos: si los remolcadores acompa?asen a la nave hasta m¨¢s all¨¢ del puente, tambi¨¦n podr¨ªa haberse evitado el siniestro. El carguero qued¨® a la deriva apenas cinco minutos, en los que se desvi¨® de su curso, dirigi¨¦ndose directamente hacia uno de los dos pilares del puente. Los pr¨¢cticos del puerto que lo pilotaban ordenaron soltar las anclas y declararon la emergencia por radio. Lo primero no sirvi¨® para frenar al buque. Lo segundo, permiti¨® cortar el tr¨¢fico antes del derrumbe y probablemente salv¨® decenas de vidas.
La fuerza de un cohete
Cuando el carguero enfil¨® el pilar del puente, la suerte estaba echada. ¡°El barco era tan grande que las proas abocinadas entraron en contacto con los pilares y aplicaron una enorme carga¡±, explica El-Tawil. ¡°Esto provoc¨® el fallo de uno de los miembros de la estructura en A de los pilares. El peso del puente provoc¨® el colapso del otro pilar. Asumiendo un tonelaje de 120.000 toneladas y una velocidad de 6-7 nudos [entre 11 y 13 kil¨®metros por hora] para el barco, estimo que la fuerza aplicada es del orden de 30 millones de libras, 130 millones de newtons¡±, indica. Eso supera con mucho la fuerza de lanzamiento de un cohete. Seg¨²n la NASA, el Sistema de Lanzamiento Espacial con el que se lanz¨® el Artemis 1 estaba dise?ado para producir 39,1 millones de newtons de empuje en el despegue.
Roberto T. Leon, catedr¨¢tico de Ingenier¨ªa Civil y Medioambiental de Virginia Tech, considera poco probable que incluso un sistema de protecci¨®n moderno y bien dise?ado pudiera haber evitado graves da?os a la estructura debido a ese enorme impulso que llevaba el buque. ¡°Sin embargo, posiblemente podr¨ªa haber evitado el derrumbe completo¡±, se?ala. ¡°Es imperativo que actualicemos nuestros c¨®digos de dise?o en todo el mundo para este tipo de eventos, de baja probabilidad y altas consecuencias, porque los buques portacontenedores se han vuelto masivos¡±, indica Leon.
El catedr¨¢tico de Virginia Tech se?ala que estructuralmente, el puente estaba en muy buenas condiciones, pero que en general, en Estados Unidos, hay muchas infraestructuras que est¨¢n mal mantenidas y rara vez se actualizan a los c¨®digos actuales, porque se da prioridad a reparar los puentes corro¨ªdos y agrietados frente a implantar sistemas de protecci¨®n.
Jose Adam, catedr¨¢tico en la Universitat Polit¨¨cnica de Val¨¨ncia, subraya que lo habitual es proteger los pilares o pilas en los casos de cauces transitables con mucho tr¨¢fico de barcos pesados. ¡°Estas pilas estaban muy cerca de la parte transitable, y con una protecci¨®n inadecuada¡±, indica, subrayando que el problema no era del puente como tal. ¡°No podemos dise?ar puentes y edificios que resistan todo tipo de eventos extremos como impactos de veh¨ªculos, ataques terroristas, explosiones, etc¨¦tera. En muchos casos, lo conveniente es alejar estas infraestructuras de la acci¨®n que puede provocar su colapso¡±, indica Adam, especialista en la protecci¨®n de infraestructuras cr¨ªticas.
El catedr¨¢tico pone como analog¨ªa lo que cambi¨® tras los ataques del 11-S. No se empezaron a dise?ar edificios resistentes al impacto de aviones, sino que la soluci¨®n fue evitar que se pudieran secuestrar y estrellar contra los edificios mediante controles de seguridad, cabinas de pilotos protegidas y otras medidas. ¡°En mi opini¨®n, el nuevo puente deber¨¢ tener las pilas protegidas para impactos de barcos. Hay dos formas de hacerlo: una, protegi¨¦ndolas si quedan en la zona navegable, con escolleras, islotes de protecci¨®n, etc¨¦tera. Y otra, haciendo un puente con vanos mayores, es decir, mayor separaci¨®n entre pilas, dejando las pilas m¨¢s cerca de tierra firme donde no pueda haber tr¨¢fico de barcos¡±, concluye.
La Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB, por sus siglas en ingl¨¦s) est¨¢ investigando las causas del accidente de Baltimore, incluida la ausencia de protecciones adecuadas. Los inspectores han empezado a comprobar el estado del buque, sus sistemas de seguridad y el estado de la tripulaci¨®n. Tambi¨¦n analizan la calidad del combustible, por si un fuel deficiente hubiera provocado el par¨®n de energ¨ªa. Disponen de una especie de caja negra que registra los datos de la embarcaci¨®n y las conversaciones de radio. El informe definitivo puede tardar m¨¢s de un a?o en publicarse.
¡°Es demasiado pronto para especular, por supuesto, sobre lo que descubrir¨¢ la NTSB, pero si descubren o determinan algo que deba tenerse en cuenta en la regulaci¨®n, inspecci¨®n, dise?o o financiaci¨®n de los puentes en el futuro, estaremos preparados para aplicar esas conclusiones¡±, se?al¨® Buttigieg.
V¨ªctimas latinoamericanas
Por el puente de Baltimore estaban circulando veh¨ªculos hasta poco antes del impacto. La llamada de emergencia (mayday) desde el barco al puerto y desde el puerto a los agentes de tr¨¢fico permiti¨® cerrar el puente. ¡°Se acerca un barco que acaba de perder el rumbo, as¨ª que hasta que lo controlemos, tenemos que detener todo el tr¨¢fico¡±, se?al¨® un responsable de emergencias a los agentes sobre el terreno. Uno de ellos, en el intercambio de radio, advirti¨®: ¡°Hay una cuadrilla en el puente¡±. Era demasiado tarde.
Los ocho trabajadores latinoamericanos que reparaban baches de la calzada del puente no recibieron el aviso a tiempo. Dos de ellos sobrevivieron al derrumbe. Los cad¨¢veres de otros dos fueron recuperados del interior de un veh¨ªculo que se hundi¨® con el puente: el mexicano Alejandro Hern¨¢ndez Fuentes, de 35 a?os, y el guatemalteco Dorlian Ronial Castillo Cabrera, de 26 a?os. Los cuerpos de los otros cuatro no han aparecido: el hondure?o Maynor Suazo, de 37 a?os, casado y con dos hijos; el salvadore?o Miguel Luna, casado y con tres hijos, que viv¨ªa en Maryland desde hace m¨¢s de 19 a?os, seg¨²n la organizaci¨®n CASA; el guatemalteco Jos¨¦ L¨®pez, de 35 a?os, y un mexicano cuya identidad no ha trascendido.
Adem¨¢s de la p¨¦rdida de vidas humanas, para Baltimore el derrumbe del puente causa un importante da?o emocional y econ¨®mico. Se pierde una referencia de la ciudad, pero tambi¨¦n una v¨ªa de comunicaci¨®n esencial, que formaba parte de la circunvalaci¨®n de la ciudad. Algunas distancias han pasado de 5 a 45 minutos, y eso sin contar el posible colapso de los t¨²neles que atraviesan el r¨ªo. Por ellos, adem¨¢s, no pueden circular los camiones con cargamento de combustibles y otras mercanc¨ªas peligrosas, con lo que el rodeo ser¨¢ a¨²n mayor.
A corto plazo, la situaci¨®n es a¨²n m¨¢s grave, pues el cuerpo del puente ha creado una especie de arrecife de acero que bloquea el acceso al puerto, el coraz¨®n econ¨®mico que mantiene la ciudad en marcha. Sus terminales gestionaron 52,3 millones de toneladas de carga valoradas en 80.000 millones de d¨®lares (unos 74.000 millones de euros) el a?o pasado, una cifra r¨¦cord, seg¨²n anunci¨® en febrero el gobernador de Maryland, Wes Moore. Es el primer puerto de Estados Unidos en importaciones y exportaciones de autom¨®viles y camiones ligeros: alrededor de 850.000 veh¨ªculos pasan por ese puerto cada a?o. Moore calcula que adem¨¢s de los 15.300 empleos directos, hay otros 140.000 ligados a las actividades portuarias.
¡°El tr¨¢gico derrumbe de un puente cerca de Baltimore esta semana ha vuelto a poner sobre el tapete la vulnerabilidad a los riesgos de la cadena de suministro¡±, se?alaban esta semana los analistas de Oxford Economics. ¡°El alcance de las posibles repercusiones depender¨¢ de la duraci¨®n de la interrupci¨®n portuaria¡±, a?ad¨ªan.
La esperanza ahora est¨¢ en las gr¨²as. Para despejar el canal de navegaci¨®n del amasijo de acero y hormig¨®n se utilizar¨¢n varias que ya est¨¢n despleg¨¢ndose en la zona, entre ellas una capaz de levantar 1.000 toneladas. Los buzos deben cortar los escombros para retirarlos en una operaci¨®n que recuerda al juego del Mikado o de los palitos chinos. Si se retira una pieza del fondo antes de tiempo, puede moverse todo.
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