Las memorias p¨®stumas de Sch?uble revelan una propuesta para derrocar a Merkel: ¡°Casi me divirti¨® un poco¡±
El veterano pol¨ªtico alem¨¢n repasa en un nuevo libro publicado este lunes el esc¨¢ndalo de financiaci¨®n ilegal de la CDU, la pol¨ªtica de austeridad durante la crisis financiera o el impacto de la crisis de los refugiados en 2015
Pocos pol¨ªticos pueden presumir de una trayectoria como la del conservador Wolfgang Sch?uble. Medio siglo como parlamentario y figura importante en los gobiernos de Helmut Kohl y Angela Merkel. Su nombre va unido a dos momentos cruciales de la historia en los que desempe?¨® un papel clave: la reunificaci¨®n alemana y la crisis del euro. Ahora, en sus memorias p¨®stumas, publicadas este lunes, da detalles sobre el esc¨¢ndalo de la financiaci¨®n ilegal de la Uni¨®n Cristianodem¨®crata (CDU) que supuso la ca¨ªda en desgracia de Kohl y no duda en hablar sobre propuestas para deponer tanto a Merkel como a Kohl.
El intento de arrebatar el liderazgo a Merkel se produjo tras la crisis de los refugiados de 2015, cuando Edmund Stoiber ¨Dya fuera de su cargo al frente de la Uni¨®n Cristianosocial, partido hermanado de la CDU¡ª incit¨® a Sch?uble a hacerlo. ¡°Quiso convencerme de que derrocara a Merkel para convertirme yo mismo en canciller¡±, comenta sobre algo a lo que se neg¨® tambi¨¦n en esta ocasi¨®n por ¡°lealtad¡±, pero tambi¨¦n por razones estrat¨¦gicas: una pu?alada por la espalda, en su opini¨®n, habr¨ªa causado graves da?os a la CDU a largo plazo ¡°sin resolver realmente el problema¡±.
Aunque Sch?uble no escatim¨® en muestras de respeto a Merkel, tampoco lo hizo en cr¨ªticas. Reconoc¨ªa intelectualmente a la canciller. Sin embargo, las tensiones entre los dos se hicieron patentes durante la crisis monetaria y griega, donde encarn¨® el rigor de la estricta pol¨ªtica de austeridad impuesta por Alemania a la Uni¨®n Europea. Merkel no compart¨ªa sus ideas sobre pol¨ªtica financiera y monetaria, llegando ¡°al l¨ªmite de lo soportable¡± como reconoce el que fuera ministro de Finanzas en esa ¨¦poca, de 2009 a 2017, que incluso se plante¨® en alg¨²n momento dejar su cargo por la falta de apoyo de Merkel en momentos cruciales.
¡°Todo el debate casi me divirti¨® un poco, porque conoc¨ªa mi edad, llevaba parapl¨¦jico m¨¢s de un cuarto de siglo y en general ten¨ªa mala salud¡±, indica el pol¨ªtico que sobrevivi¨® siendo ministro de Interior a un atentado en 1990 perpetrado por un enfermo mental durante un acto de campa?a.
Las m¨¢s de 600 p¨¢ginas del volumen son el legado de un hist¨®rico pol¨ªtico fallecido en diciembre a los 81 a?os, que dej¨® la pol¨ªtica en 2021, cuando el socialdem¨®crata Olaf Scholz lleg¨® a la Canciller¨ªa. Bajo el t¨ªtulo de Wolfgang Sch?uble: Recuerdos. Mi vida en la pol¨ªtica, el antiguo adalid de la austeridad hace un repaso a su trayectoria pol¨ªtica que coincide con acontecimientos tan importantes como la lucha contra el terrorismo de la Fracci¨®n del Ej¨¦rcito Rojo (RAF) en la d¨¦cada de los setenta y ochenta; la ca¨ªda del Muro de Berl¨ªn en 1989; o la crisis financiera de 2008, cuando, en su opini¨®n, el esfuerzo logr¨® ¡°hacer al euro m¨¢s estable de lo que muchos cre¨ªan posible¡± a fuerza de imponer duros programas de recortes de gasto p¨²blico. ¡°No solo Irlanda, Portugal, Espa?a y Chipre han podido sobrevivir a la crisis, tambi¨¦n Grecia lo est¨¢ haciendo hoy notablemente bien¡±, afirma sobre unos pa¨ªses donde se convirti¨® en una de las personas m¨¢s odiadas. Sin olvidar la mencionada crisis de los refugiados de 2015.
Nacido en una peque?a localidad de Baden-W¨¹rttemberg, en el sur de Alemania, en septiembre de 1942, Sch?uble reconoce que la experiencia de haber nacido durante la guerra no le influy¨® tanto como el hecho de haber crecido en los primeros a?os de la Alemania Occidental. ¡°Sin duda, la Guerra Fr¨ªa ha marcado mi pensamiento pol¨ªtico hasta el d¨ªa de hoy¡±, escribi¨® el pol¨ªtico con la mirada puesta en las im¨¢genes de tanques por las calles de Berl¨ªn.
Criado en el seno de una familia conservadora en la que se discut¨ªa mucho de pol¨ªtica que, como reconoce, le ¡°marc¨® de por vida¡±, comenz¨® sus estudios de derecho en 1961 y pronto acab¨® en pol¨ªtica, entrando en el Parlamento alem¨¢n en 1972, iniciando as¨ª una extensa carrera en la que desempe?¨® puestos tan importantes como jefe de la Canciller¨ªa, ministro de Interior, de Finanzas, presidente del Bundestag, l¨ªder de la CDU y del grupo parlamentario conservador.
Sch?uble recuerda c¨®mo en los primeros a?os, a menudo se le tachaba de ¡°ambicioso arribista¡±, de calcular fr¨ªamente sus pasos para subir el siguiente pelda?o, algo que rechaza tajantemente. Su carrera lo llev¨® a convertirse en una figura importante en el Gobierno de Helmut Kohl (1982-1998), siendo como ministro de Interior el principal negociador del documento que har¨ªa posible la reunificaci¨®n alemana en 1990. Ejerci¨® como presidente de la CDU entre 1998 y 2000, puesto que se vio obligado a dejar tras salir a la luz el esc¨¢ndalo de la financiaci¨®n ilegal del partido. Sobre este oscuro cap¨ªtulo de la historia de la CDU, Sch?uble detalla que ya exist¨ªa una ¡°caja negra¡± en el grupo parlamentario conservador antes de ascender al poder.
¡°Kohl hab¨ªa creado la cuenta durante su ¨¦poca como presidente del grupo parlamentario, como reserva al margen de las finanzas del partido¡±, escribe. ¡°El atractivo de este ¡®dep¨®sito de dinero¡¯ se deb¨ªa al simple hecho de que el Tribunal Federal de Cuentas a¨²n no controlaba la financiaci¨®n de los partidos en aquel momento¡±. Kohl hab¨ªa aprovechado esta laguna y hablaba medio en broma de su ¡°cofre de guerra¡±. Posteriormente, admiti¨® haber recibido unos dos millones de marcos alemanes para el partido en los a?os noventa sin declararlo como donaci¨®n, pero nunca revel¨® los nombres de sus supuestos donantes.
El esc¨¢ndalo sumi¨® al partido en la peor crisis de su historia y afect¨® tambi¨¦n a Sch?uble, que, adem¨¢s, antes de las elecciones de 1998, hab¨ªa barajado la posibilidad de apartar a Kohl, como ped¨ªan dentro del partido. La batalla personal de Sch?uble por el liderazgo fracas¨® por principios. ¡°Le deb¨ªa mi carrera a Helmut Kohl, y hab¨ªa sido parte de su ¨¦xito. Mi palabra de que no le traicionar¨ªa era cierta¡±. Prevaleci¨® la conciencia de que el partido no pod¨ªa derrocar a Kohl ¡°sin consecuencias autodestructivas¡±.
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