Kevin Heller, asesor del fiscal de La Haya: ¡°La equivalencia entre Israel y Ham¨¢s es que ambos cometieron cr¨ªmenes internacionales¡±

El fiscal del Tribunal Penal Internacional (TPI), Karim Khan, hizo el lunes realidad uno de los mayores temores de Israel: pidi¨® una orden de arresto contra el primer ministro, Benjam¨ªn Netanyahu, y su titular de Defensa, Yoav Gallant, por la ofensiva militar en la franja de Gaza. Realiz¨® la misma solicitud para tres miembros de la c¨²pula de Ham¨¢s. Como salvaguarda, el fiscal se apoy¨® en la opini¨®n de un panel de expertos independientes y de sus asesores especiales. Entre estos ¨²ltimos est¨¢ el jurista Kevin Jon Heller, uno de los hombres de confianza de Khan, que ha hablado este mi¨¦rcoles con EL PA?S sobre el trabajo de los pasados ocho meses, las presiones externas a la oficina del fiscal del TPI y lo que ocurri¨® entre bambalinas ante un anuncio hist¨®rico.

Heller (Illinois, 52 a?os) quiere dejar claro, antes de nada, que existe una ¡°percepci¨®n err¨®nea¡± del trabajo de Khan. ¡°?l no va a la oficina de los jueces a pedir una orden de arresto y ya. Antes debe tener las suficientes evidencias para considerar que alguien ha cometido un delito¡± que est¨¦ bajo la jurisdicci¨®n del TPI, como son los cr¨ªmenes de guerra y de lesa humanidad, y la tarea es larga. ¡°Los documentos no ser¨¢n p¨²blicos si no lo decide el juez, pero en casos comparables hay archivos de m¨¢s de 150 folios con hasta 1.000 pies de p¨¢gina¡±, se?ala el jurista por videollamada.

El trabajo comenz¨® a las pocas semanas del ataque de Ham¨¢s del 7 de octubre y de la consecutiva ofensiva de Israel sobre Gaza. Uno de los principales retos era la recolecci¨®n de evidencias sobre posibles cr¨ªmenes que son competencia del TPI. ¡°El fiscal hizo, desde el principio, reiteradas peticiones a Israel para que permitiera a su equipo entrar en Gaza. Siempre fueron rechazadas¡±, asegura Heller, tambi¨¦n catedr¨¢tico de la Universidad de Copenhague.

Por eso fue necesario el testimonio que proporcionaron ¡°supervivientes, familiares de v¨ªctimas, doctores locales, abogados, periodistas y trabajadores de ONG¡± sobre los presuntos cr¨ªmenes cometidos durante la campa?a del ej¨¦rcito israel¨ª en la Franja. Por el contrario, Khan pudo recabar de primera mano evidencias de las brutalidades cometidas por Ham¨¢s, en su visita en diciembre a los kibutz (granjas colectivas) atacados por la milicia palestina.

Pero las dificultades para la Fiscal¨ªa tambi¨¦n proven¨ªan de fuera. Heller denuncia que hubo ¡°presiones externas¡± para que el anuncio de Khan no incluyera a los l¨ªderes israel¨ªes. El asesor del fiscal cita como ejemplo la carta firmada por 12 senadores republicanos en la que estos aseguraban que una decisi¨®n en contra de la c¨²pula pol¨ªtica israel¨ª dar¨ªan lugar a ¡°sanciones severas¡± contra Khan y el ¨®rgano judicial de La Haya ¨Dni Estados Unidos ni Israel reconocen al tribunal¨D. ¡°La amenaza de los republicanos termina con la frase: ¡®Ha sido advertido¡¯. Parece hecha por la mafia, no es el lenguaje que uno espera que usen senadores elegidos democr¨¢ticamente¡±, objeta Heller. Sin embargo, incide en que la presi¨®n internacional siempre ha existido: ¡°Recuerdo cuando, tras la orden de detenci¨®n de [Vlad¨ªmir] Putin, el expresidente ruso Dmitri Medv¨¦dev dijo que Rusia lanzar¨ªa misiles hipers¨®nicos contra la sede del tribunal¡±.

¡°Hipocres¨ªa¡±

Como era previsible, las reacciones a la petici¨®n de arrestos de Khan fueron mixtas. La Uni¨®n Europea se?al¨® que respetar¨ªa las decisiones de la Fiscal¨ªa del TPI, mientras que pa¨ªses como Estados Unidos y Alemania criticaron que las solicitudes sobre Netanyahu y Gallant cayeran al mismo tiempo que las de Ham¨¢s. ¡°La solicitud [...] es escandalosa. Y perm¨ªtanme ser claro: independientemente de lo que este fiscal pueda insinuar, no hay equivalencia ¡ªninguna¡ª entre Israel y Ham¨¢s¡±, manifest¨® el presidente de EE UU, Joe Biden. En opini¨®n de Heller, al hablar de esa ¡°equivalencia no se trata de los autores: se trata de las v¨ªctimas, sin importar el lado en el que est¨¢n. La ¨²nica equivalencia es que ambas partes cometieron cr¨ªmenes internacionales¡±.

Netanyahu calific¨® la acci¨®n de la Fiscal¨ªa como una acci¨®n dirigida ¡°contra todo el Estado de Israel¡±, a la vez que su Gobierno argument¨® que el TPI no tiene jurisdicci¨®n sobre el primer ministro, al no ser Israel un pa¨ªs signatario del Estatuto de Roma que lo cre¨®. A su vez, pa¨ªses aliados de Israel, como Hungr¨ªa, han puesto en duda de si ejecutar¨ªan las ¨®rdenes de arresto en sus territorios en caso de aprobarlas el tribunal.

¡°Hay una palabra para eso: hipocres¨ªa¡±, sostiene Heller. El experto en Derecho Internacional retoma el ejemplo de Putin: ¡°Cuando se orden¨® su arresto [por cr¨ªmenes contra Ucrania], todos aplaudieron. En EE UU, lo hicieron los dem¨®cratas y los republicanos, y en esa ocasi¨®n no hubo problema con que Rusia no sea signatario¡± del Estatuto de Roma.

Posibles cargos adicionales

El caso presentado por Khan plantea que hay ¡°motivos razonables¡± para creer que Netanyahu y Gallant son ¡°penalmente responsables¡± de cr¨ªmenes como matar de hambre a civiles como m¨¦todo de guerra, causar deliberadamente graves sufrimientos a la poblaci¨®n civil o cometer un exterminio (por las muertes causadas por inanici¨®n).

Sin embargo, destaca la ausencia de una palabra tan recurrida en el debate sobre esta guerra: genocidio. Seg¨²n Heller, las acusaciones presentadas por la Fiscal¨ªa tienen una ¡°perspectiva realista¡±. ¡°No significa que mir¨¢semos delitos y los rechaz¨¢ramos. Solo que en la instant¨¢nea de ahora, esos fueron los delitos con los que nos sentimos c¨®modos para seguir adelante¡±, precisa.

La actividad en la oficina del fiscal no ha terminado. De hecho, Heller hace una predicci¨®n: ¡°Podemos esperar que haya cargos y sospechosos adicionales en este caso, una vez hayamos analizado m¨¢s evidencias. No hay nada descartado¡±. En cualquier caso, para el jurista, el pasado lunes ¨Dcuando se anunciaron las peticiones de arresto¨D pasar¨¢ a la historia ¡°como uno de los d¨ªas m¨¢s trascendentales en la historia del derecho penal internacional¡±. Adem¨¢s, considera que indirectamente es una respuesta a las cr¨ªticas al tribunal por estar centrado en casos contra criminales del Sur Global.

¡°Desde N¨²remberg, ning¨²n funcionario de un Estado occidental ha sido acusado de un crimen internacional. Ahora que salimos de ?frica, aparentemente se nos est¨¢ subiendo el humo a la cabeza¡±, ironiza Heller. El jurista se mantiene optimista: espera que, ante la expectaci¨®n general, la resoluci¨®n de los jueces ocurra pronto. Y conf¨ªa en que, en caso de ser afirmativa, los pa¨ªses ¡°hagan lo correcto y cumplan con sus obligaciones internacionales¡±.

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