El Partido Laborista corteja al empresariado brit¨¢nico: ¡°No habr¨¢ subida de impuestos¡±
120 l¨ªderes del mundo de los negocios y las finanzas respaldan a Keir Starmer y reclaman ¡°un cambio¡± que ponga fin ¡°al estancamiento¡±, la ¡°inestabilidad¡± y la ¡°falta de visi¨®n a largo plazo¡± de la econom¨ªa del Reino Unido
El escenario puede ser a veces tan importante como el mensaje. Si los sondeos no se equivocan, la portavoz laborista de Econom¨ªa, Rachel Reeves, tiene muchas probabilidades de convertirse, antes del verano, en la primera mujer en ocupar el cargo de ministra de esa cartera en la historia del Reino Unido. Y para pronunciar su discurso central, en una larga campa?a electoral que se prolongar¨¢ hasta el 4 de julio, ha elegido la f¨¢brica central de Rolls-Royce, en la localidad inglesa de Derby. S¨ªmbolo universal de lo que fue un d¨ªa el lujo brit¨¢nico. S¨ªmbolo actual, con el contrato para la fabricaci¨®n de una nueva generaci¨®n de submarinos nucleares, de una nueva era en la que la seguridad y la defensa ser¨¢n ejes de cualquier esfuerzo de crecimiento econ¨®mico. En ese contexto, Reeves ha querido tranquilizar al empresariado brit¨¢nico, consciente de que tanto conservadores como laboristas necesitan ser responsables y preservar el equilibrio presupuestario.
El Partido Laborista ha anunciado que, al menos durante su primer mandato, ¡ªsi llega a Downing Street¡ª, no tocar¨¢ el impuesto de sociedades, el que grava los beneficios de las empresas, que el actual Gobierno conservador subi¨® hace un a?o del 19% al 25%.
¡°El impuesto actual es el m¨¢s bajo de todos los pa¨ªses que forman el G-7. Y creemos que este porcentaje supone el equilibrio correcto entre las necesidades de las finanzas p¨²blicas y las exigencias de una econom¨ªa global competitiva¡±, ha anunciado Reeves. ¡°El pr¨®ximo Gobierno laborista tomar¨¢ una decisi¨®n a favor de la empresa y del crecimiento econ¨®mico: el 25% ser¨¢ la cifra tope de este impuesto durante la pr¨®xima legislatura (¡) Las empresas podr¨¢n planear sus proyectos de inversi¨®n con la confianza de que sus ingresos ser¨¢n gravados a un tipo concreto durante lo que queda de d¨¦cada¡±, ha asegurado.
El principal partido de la oposici¨®n ha expresado tres compromisos en materia fiscal: extender la vigencia del impuesto sobre beneficios extraordinarios de las empresas de energ¨ªa, que ya implant¨® Rishi Sunak; imponer el VAT (el IVA del Reino Unido) a las tasas de los colegios privados; y un aumento, a¨²n por especificar, sobre las ganancias del capital privado. ¡°No habr¨¢ subidas adicionales de impuestos m¨¢s all¨¢ de los que ya he se?alado¡±, ha dicho Reeves este martes. Era el compromiso m¨¢s claro realizado hasta la fecha en ese sentido, y supone atar las manos de un futuro Gobierno laborista a la hora de buscar financiaci¨®n para la mejora de unos servicios p¨²blicos en clara decadencia.
Apoyo empresarial
La estrategia laborista de los dos ¨²ltimos a?os ha sido un constante ejercicio de equilibrio en el que se han presentado como un partido a favor de los empresarios y a favor de los trabajadores. Respecto a estos ¨²ltimos, el anunciado New Deal for Working People (El Nuevo Acuerdo para los Trabajadores), con reminiscencias de la hist¨®rica revoluci¨®n en materia de derechos laborales del estadounidense Roosevelt, ha sido rebautizado, nada m¨¢s comenzar la campa?a electoral, como el Plan Laborista para que el Trabajo sea Pagado (Labour?s Plan to Make Work Pay). Muchas de las propuestas iniciales se han aguado para evitar la alarma entre el empresariado, hasta el punto de que Sharon Graham, la secretaria general de la confederaci¨®n sindical Unite, ha dicho que la nueva versi¨®n ¡°tiene m¨¢s agujeros que un queso suizo¡±.
A cambio, Starmer ha desayunado este martes con una carta de apoyo de 120 l¨ªderes empresariales y del mundo de las finanzas, dirigida al diario The Times, en la que respaldan al Partido Laborista, defienden que ha llegado ¡°el momento del cambio¡± y acusan a los anteriores gobiernos conservadores de haber dejado tras de s¨ª ¡°inestabilidad, estancamiento y una falta de visi¨®n a largo plazo¡±.
¡®Securenomics¡¯ o la econom¨ªa de la seguridad
Educada en el rigor presupuestario despu¨¦s de su paso por el departamento de Estudios del Banco de Inglaterra, Reeves ha basado la propuesta econ¨®mica del Partido Laborista en la llamada ¡°econom¨ªa de oferta moderna¡±, la construcci¨®n te¨®rica impulsada por la expresidenta de la Reserva Federal de Estados Unidos, Janet Yellen, para superar d¨¦cadas de globalizaci¨®n y desregulaci¨®n de los mercados.
Esa estrategia, adoptada por la Administraci¨®n del presidente Joe Biden, que combina el est¨ªmulo de la oferta de mano de obra y el aumento de productividad con fuerte inversi¨®n en infraestructura p¨²blica y facilidades fiscales para la econom¨ªa verde, Reeves la ha bautizado como securenomics, o Econom¨ªa de la Seguridad: ¡°Comienza con el reconocimiento de que el mundo que conocimos antes de la crisis financiera de 2008 ha desaparecido, y la econom¨ªa global ha sido redise?ada a trav¨¦s de una nueva era de inseguridad, marcada por la pandemia, la rivalidad entre grandes potencias, las nuevas tecnolog¨ªas y la crisis clim¨¢tica¡±, ha explicado en Derby la portavoz laborista de Econom¨ªa. ¡°La prioridad de cualquier Gobierno debe ser hoy la seguridad del pa¨ªs, y eso incluye la seguridad econ¨®mica para las familias corrientes, as¨ª como la seguridad de nuestra econom¨ªa nacional¡±, ha se?alado.
Dos pasos adelante, uno atr¨¢s
La constante preocupaci¨®n de Starmer y su equipo por no espantar al electorado medio ni al empresariado brit¨¢nico les ha llevado a protagonizar quiebros y requiebros en sus promesas. Muchos cr¨ªticos, sin negar la sustancia de las propuestas, creen que la cercan¨ªa de las urnas ha proporcionado al laborismo un ba?o de realidad que lo ha obligado a dar un paso atr¨¢s despu¨¦s de haber dado dos hacia adelante.
Ocurri¨® con el compromiso del partido de invertir casi 33.000 millones de euros (28.000 millones de libras) en la econom¨ªa verde, con la intenci¨®n de cumplir con los objetivos medioambientales del Reino Unido e impulsar la creaci¨®n de nuevo empleo. A principios de febrero, el Partido Laborista, para esc¨¢ndalo de muchas organizaciones ecologistas, echaba atr¨¢s esa promesa financiera. ¡°Es absolutamente esencial que todas nuestras medidas sean consistentes con las reglas fiscales de las que nos hemos dotado para no acabar por endeudarnos en el gasto del d¨ªa a d¨ªa. Tenemos que reducir la deuda respecto al PIB. Ser¨¢ solo si se cumple esa condici¨®n cuando invertiremos en lo que ayude a crecer nuestra econom¨ªa, y eso incluye a los planes verdes¡±, ha defendido este martes Reeves, que ha logrado convencer a su jefe, el candidato laborista, de no abandonar ni un solo minuto el discurso del rigor presupuestario.
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