Recortes y presiones pol¨ªticas: las estrecheces que ha vivido la BBC durante los a?os de gobiernos conservadores

La BBC, un consorcio de radio y televisi¨®n ¨²nico en el mundo, que naci¨® en 1922, ha atravesado una etapa dif¨ªcil. Durante los ¨²ltimos 14 a?os, marcados por el mandato de cinco gobiernos conservadores, la instituci¨®n ha vivido una de las peores crisis en su largo siglo de vida. Tan solo cinco a?os despu¨¦s de su constituci¨®n, la corporaci¨®n comenz¨® a financiarse mediante un canon que paga cada propietario de aparato receptor en el Reino Unido. Gracias a ese sistema de ingresos, el canal contin¨²a siendo un referente por su independencia y calidad. Pese a los recortes en la financiaci¨®n aplicados durante los mandatos tories, y las presiones sobre su l¨ªnea informativa, el gigante sigue en forma.

Prueba de la buena salud de este medio es que el candidato populista Nigel Farage, l¨ªder del partido Reform UK, declar¨® el s¨¢bado pasado que no acudir¨¢ a la emisora hasta que no se disculpe con ¨¦l. ?El motivo? Que asisti¨® la noche anterior al programa Question Time para someterse a las preguntas del p¨²blico. Y alguien le llam¨® racista y otro le pregunt¨® por qu¨¦ su partido atra¨ªa a los extremistas. La conclusi¨®n de Farage es que el p¨²blico estaba escorado a la izquierda. Nada nuevo para una corporaci¨®n que ya en 1982 tuvo que defender su imparcialidad frente a las cr¨ªticas de la primera ministra conservadora Margaret Thatcher durante la guerra de las Malvinas.

Disfrutar de la BBC en el Reino Unido cuesta 169,5 libras (199 euros) al a?o. Esta es una tarifa obligatoria que pagan 24,4 millones de ciudadanos por el mero hecho de ser propietarios de un televisor. De ese impuesto sale buena parte del salario de sus 22.000 empleados y una oferta inigualable de canales de noticias, series de televisi¨®n, programas de radio y audios. Pero los conservadores fueron metiendo la tijera en la corporaci¨®n, como hicieron con los servicios p¨²blicos de sanidad, transporte y educaci¨®n.

Rasmus Kleis Nielsen, director del Instituto Reuters, indica desde Oxford, mediante videoconferencia, que la propia BBC estima esos recortes en alrededor de un 30% de su presupuesto. Eso oblig¨® a la cadena, seg¨²n Kleis Nielsen, a recortar ¡°de forma significativa¡± los empleos y reestructurar sus contenidos.

Adem¨¢s de los recortes, el a?o pasado confluyeron varios cataclismos contra los pies del gigante. Por un lado, uno de sus presentadores estrella, Huw Edwards, se vio envuelto en un esc¨¢ndalo sexual. Por otro, se hac¨ªa m¨¢s evidente la competencia de las redes sociales y de plataformas digitales como Netflix. Tambi¨¦n se produjo un ¨¦xodo de figuras emblem¨¢ticas hacia medios de la competencia, como la emisora LBC. Y dos a?os antes surgi¨® el canal GB News, escorado claramente a la derecha. A todo ello se sum¨® el esc¨¢ndalo del exfutbolista Gary Lineker, presentador del programa estrella de f¨²tbol, Match of the Day.

Lineker fue retirado de la pantalla en marzo del a?o pasado por comparar en redes sociales el lenguaje del Ejecutivo de Rishi Sunak en asuntos de migraci¨®n con el de la Alemania nazi de los a?os treinta. Una ola de comentaristas se solidariz¨® con Lineker y el presentador fue readmitido. Con este caso, la cadena mostr¨® su vulnerabilidad frente al Gobierno, pero tambi¨¦n la fuerza y resistencia de sus empleados.

¡°Siempre enfrentar¨¢ crisis¡±

El director del instituto Reuters cree que la instituci¨®n sali¨® muy bien parada de todos esos episodios. ¡°La BBC es una instituci¨®n tan grande, complicada e importante que siempre enfrentar¨¢ crisis. Pero el hecho de que siga siendo un medio fundamental, a pesar de los recortes de financiaci¨®n, prueba el respeto que inspira en la sociedad brit¨¢nica¡±.

En medio de tanto esc¨¢ndalo nunca faltaron las presiones habituales del Gobierno de turno. En las elecciones de 2019, el entonces candidato conservador, Boris Johnson, boicote¨® el programa Today, de Radio 4, perteneciente a la corporaci¨®n, y amenaz¨® con despenalizar la falta de pago de la tasa de licencia. Kleis Nielsen resta importancia a esas amenazas provenientes del Ejecutivo: ¡°Cada pocos a?os, alg¨²n pol¨ªtico secundario o alg¨²n asesor especial amenaza a la BBC, a menudo en momentos en que el Gobierno de turno puede querer que sea amable con ellos. Pero despu¨¦s no pasa nada¡±.

Kleis Nielsen tampoco cree que la aparici¨®n del canal conservador GB News vaya a erosionar la audiencia de la BBC ni se vaya a convertir en lo que la cadena Fox es en Estados Unidos, la gran referencia de los conservadores. El experto recuerda que Fox News abarc¨® en Estados Unidos a un p¨²blico conservador que no ten¨ªa otro gran canal de referencia. ¡°Pero el Reino Unido es bien conocido por tener una serie de peri¨®dicos que est¨¢n claramente posicionados pol¨ªticamente en la derecha. Desde el Daily Express, hasta el Daily Mail, pasando por el Sun y el Daily Telegraph. Todas estas organizaciones tienen presencia en internet y secciones de v¨ªdeo muy vibrantes. Es un espacio muy competitivo. Y GB News es solo un actor m¨¢s en este espacio¡±.

Tampoco ve el director del Instituto Reuters que la fuga de talento suponga un gran problema. Varios de ellos se han ido hacia la emisora de radio LBC. ¡°Parte del papel de la BBC en el entorno de los medios brit¨¢nicos: ayudar a que el talento crezca y luego dejar que ese talento deambule y se vaya a otra parte. La BBC es perfectamente capaz de desarrollar nuevos talentos¡±.

Nuevos desaf¨ªos

Donde s¨ª observa Kleis Nielsen una seria competencia para la BBC es en las grandes empresas digitales, la mayor¨ªa estadounidenses: Netflix, Spotify, Facebook, Instagram, TikTok y YouTube. ¡°Y cada vez m¨¢s, Amazon Prime y Disney plus¡±. Esa presi¨®n competitiva, seg¨²n explica, no es algo que sea espec¨ªfico del Reino Unido ni que haya que achacarlo a la gesti¨®n de los conservadores. Aunque se?ala: ¡°Si no se hubiera recortado la financiaci¨®n, tal vez la BBC estar¨ªa en mejores condiciones de competir con estas empresas estadounidenses¡±.

La BBC lleva un siglo de vida, pero advierte el director del Instituto Reuters, nada garantiza que el pago de la licencia vaya a continuar indefinidamente. Y recuerda que hay j¨®venes que no siguen mucho la emisora y pueden pensar que esa tarifa es desproporcionada. ¡°Se trata de un impuesto regresivo. No importa cu¨¢nto ganes, no importa si alquilas una habitaci¨®n o vives en una encantadora casa adosada en Chelsea; ni si viven una o cinco personas en un hogar. Se paga lo mismo. Y para los j¨®venes de ingresos limitados que viven solos, esto es mucho dinero¡±.

Kleis Nielsen se pregunta si el nuevo Gobierno laborista que puede salir de las urnas este jueves apoyar¨¢ a la BBC mientras se enfrenta a estos nuevos competidores digitales estadounidenses. O dejar¨¢ que siga con el nivel de financiaci¨®n que tiene ahora, o incluso si decidir¨¢ recortarlo. La gran corporaci¨®n, concluye el experto, sigue siendo la fuente de noticias m¨¢s utilizada en el Reino Unido. Y tiene casi tres veces m¨¢s audiencia que sus competidores m¨¢s cercanos, los canales ITV y Sky. ¡°Pero nada dura para siempre. Y cualquier gobierno, de cualquier tendencia, tendr¨¢ que tener en cuenta d¨®nde prefiere la gente que se gaste su dinero¡±.

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