El independentismo se estrella en Escocia: ¡°Yo quer¨ªa, sobre todo, echar a los conservadores del poder¡±
El Partido Nacional Escoc¨¦s ha perdido 38 de sus 47 diputados de un electorado cansado de los esc¨¢ndalos internos y que no ve urgencia en la independencia
Una de las maneras en la que un escoc¨¦s independentista puede mofarse del nacionalismo brit¨¢nico es probablemente poniendo un capirote a la majestuosa estatua ecuestre del h¨¦roe nacional, el duque de Wellington, l¨¢tigo de Napole¨®n en la batalla de Waterloo. Eso es lo que sucedi¨® en los a?os ochenta en Glasgow, la ciudad m¨¢s poblada de Escocia, con 612.000 habitantes, cuando alguien plant¨® sobre ella un cono de tr¨¢fico. Este fin de semana de resaca electoral en el Reino Unido, el cono segu¨ªa luciendo desafiante sobre la aristocr¨¢tica cabeza. Tras las elecciones del 4 de julio, podr¨ªa pensarse que los habitantes de Glasgow han colocado tambi¨¦n un gran capirote simb¨®lico sobre los independentistas del Partido Nacional Escoc¨¦s (SNP, por sus siglas inglesas), formaci¨®n mayoritaria en Escocia y en la alcald¨ªa de Glasgow. Porque la derrota sin precedentes sufrida el jueves por el Partido Conservador del ya ex primer ministro Rishi Sunak (121 esca?os) frente al laborista Keir Starmer (412 diputados), ha opacado el otro gran cataclismo de ese d¨ªa, el de los independentistas escoceses.
El SNP se ha quedado solo con nueve asientos en una C¨¢mara de los Comunes de 650 esca?os en la que Escocia aporta 57, un escalabro respecto a los 48 diputados que cosech¨® en 2019 y peor de lo que hab¨ªan previsto los sondeos. John Swinney, ministro principal de Escocia, reconoci¨® en la madrugada electoral del viernes que los votantes del SNP ya no tienen como prioridad la independencia del territorio. Para una parte del electorado, lo principal era echar a los conservadores del Gobierno.
La cuesti¨®n de la independencia pas¨® por las urnas en el refer¨¦ndum que se celebr¨® hace 10 a?os. El resultado fue una victoria del no con el 55% de los votos frente al 45% (dos millones de papeletas frente a 1,6 millones), aunque el s¨ª gan¨® en Glasgow. El SNP retom¨® tras el Brexit, al que se opuso la mayor¨ªa de escoceses, y la pandemia la idea de otra consulta. La ex ministra principal y antigua l¨ªder del partido Nicola Sturgeon hizo de esa nueva consulta su caballo de batalla hasta que se vio forzada a dimitir el a?o pasado. El actual l¨ªder escoc¨¦s, Swinney, tambi¨¦n insisti¨® en que si el SNP cosechaba un gran apoyo en las elecciones generales se abrir¨ªa una oportunidad para presionar al Parlamento brit¨¢nico sobre una segunda convocatoria. Pero el viernes, tras los resultados, se vio abocado a admitir el desastre y reconoci¨® que el partido no hab¨ªa ¡°logrado convencer a la gente sobre la urgencia de la independencia¡±.
En el caso de Glasgow, los siete distritos electorales de la ciudad que en los comicios pasados votaron a candidatos del SNP, ahora se han inclinado por los laboristas.
Gerry Blyth, un top¨®grafo de 38 a?os, paseaba el s¨¢bado con un amigo griego por una c¨¦ntrica calle de la ciudad, plagada de tiendas y restaurantes. Blyth es independentista, vot¨® en 2019 al SNP y esta vez al laborismo. Y la raz¨®n que esgrime la ir¨¢n repitiendo otros entrevistados: ¡°Yo quer¨ªa, sobre todo, echar a los conservadores del poder. Seguramente, en las elecciones auton¨®micas, dentro de dos a?os, volver¨¦ a votar al SNP¡±. Blyth espera que los laboristas sean ¡°m¨¢s competentes¡± que sus antecesores y que haya ¡°menos drama, menos gente de la ¨¦lite en el poder¡±. Tambi¨¦n conf¨ªa en que solucionen, sobre todo, el problema de las listas de espera en el Sistema Nacional de Salud (NHS, por sus siglas en ingl¨¦s). ¡°Y la pobreza, claro. Aqu¨ª, en el centro de Glasgow nunca se vieron mendigos. Pero desde hace unos 10 a?os, cada vez hay m¨¢s¡±. En cuanto a la promesa de Starmer, de que el Reino Unido no intentar¨¢ volver a la Uni¨®n Europea, Blyth lo excusa: ¡°Tiene que decir eso para que lo voten, pero yo creo que en 20 o 30 a?os estaremos de vuelta¡±.
Reform UK, el partido del populista Nigel Farage, impulsor del Brexit, ha entrado por primera vez en el Parlamento de Westminster, con cinco esca?os y el 14% de los votos. En Escocia ha recabado el 7% de las papeletas. Aunque sea la mitad que en el resto del pa¨ªs, no deja de sorprender el auge del antieurope¨ªsta Farage en Escocia. Blyth recurre al humor: ¡°Yo cre¨ªa que los escoceses ¨¦ramos m¨¢s inteligentes que los ingleses, pero ya veo que no¡±. Cuando intenta explicar el fen¨®meno esgrime: ¡°Es un voto protesta de la gente desesperada. Pero los escoceses somos m¨¢s progresistas, no estamos en contra de la inmigraci¨®n¡±. Su amigo griego, acad¨¦mico que lleva 20 a?os en el pa¨ªs y prefiere no dar su nombre, asiente: ¡°Yo nunca tuve problemas en Escocia como extranjero, pero s¨ª en Inglaterra, donde son m¨¢s colonialistas¡±.
¡°La gran familia europea¡±
La alcald¨ªa de Glasgow est¨¢ gobernada desde 2017 por el SNP. Pero en la ciudad tambi¨¦n es f¨¢cil encontrarse con gente como David Mainland, un contable de 60 a?os, que rechaza el independentismo y sostiene que casi siempre vot¨® por los laboristas. ¡°A m¨ª no me importa pagar m¨¢s impuestos¡±, afirma. ¡°Eso es lo que necesita este pa¨ªs. No s¨¦ c¨®mo uno puede vestirse muy bien para ir a la ¨®pera y disfrutar de ella cuando ves indigentes en las puertas del teatro¡±. Mainland dice que le gustar¨ªa que el pa¨ªs volviera ¡°con la gran familia europea¡±. ¡°Nunca entend¨ª la postura del laborismo respecto a la UE¡±, admite. En cuanto a las prioridades, antepone la sanidad: ¡°Yo creo que llevar¨¢ al menos 10 a?os reparar las cosas que funcionan mal. Hay que ser paciente. El problema es que es muy dif¨ªcil serlo cuando eres t¨² la v¨ªctima de los problemas¡±.
Bajo la estatua de Wellington cruzaba este s¨¢bado Lowis, un bi¨®logo investigador de 29 a?os que, igual que otros entrevistados, no quiso facilitar su apellido. Dice que vot¨® al SNP porque para ¨¦l la prioridad es la independencia de su tierra. ¡°Por supuesto, yo tambi¨¦n quer¨ªa echar a los conservadores, pero daba ya por descontado que eso iba a ocurrir con el triunfo de los laboristas¡±.
Unas calles m¨¢s arriba, Katie, de 20 a?os y empleada en una farmacia, comenta que ha votado por primera vez y que se inclin¨® por el SNP. ¡°Para m¨ª lo m¨¢s importante es Escocia. Y me identifico plenamente con el cono que pusieron en la cabeza de Wellington¡±. Adem¨¢s de la independencia, ella reclama la despenalizaci¨®n de las drogas: ¡°En Glasgow hay mucha gente que muere por las drogas. Hay que ofrecer m¨¢s seguridad a la gente que est¨¢ enganchada, m¨¢s alternativas¡±.
Los conservadores han obtenido en Escocia solo el 12,1% de los votos, frente al 65% de los laboristas y el 29,9% del SNP. No es f¨¢cil encontrar por las calles de Glasgow gente que reconozca haber votado a los tories alguna vez. Pero James, de 50 a?os, y su esposa, Lora, de 59, lo admiten. Ella es de Glasgow, aunque viven en York. Dicen que siempre votaron a los conservadores hasta ahora, cuando han apoyado a los laboristas. El detonante fue la mala gesti¨®n de la pandemia de la covid. ¡°Yo soy enfermera¡±, explica Lora, ¡°y no pude ver a mi familia durante toda la pandemia. Me perd¨ª el nacimiento de mi nieto porque tuve que acatar las normas. Y mientras tanto, [el ex primer ministro] Boris Johnson y sus amigos del Gobierno organizaban fiestas¡±.
El hecho de que Sunak no tuviera nada que ver con esas fiestas en Downing Street no les hizo cambiar de opini¨®n. James, empresario aut¨®nomo, afirma que aunque tiene buena opini¨®n del ex primer ministro, ¨¦l ya tom¨® hace dos a?os, en plena pandemia, la decisi¨®n de no votar a los conservadores.
En cuanto a por qu¨¦ los electores le han dado la espalda al SNP, el matrimonio lo tiene muy claro: ¡°La corrupci¨®n¡±. Y mencionan a Sturgeon, durante m¨¢s de ocho a?os la ministra principal m¨¢s popular y valorada del territorio aut¨®nomo, envuelta el a?o pasado en un caso de finanzas ilegales investigado por la polic¨ªa y que tambi¨¦n afect¨® a su esposo, Peter Murrell, y el extesorero del partido, Colin Beattie.
Ahora, bajo la impasible mirada del duque de Wellington, los independentistas del SNP intentar¨¢n sanar las heridas abiertas. Pero tendr¨¢n que hacerlo con menos ingresos provenientes de las arcas p¨²blicas, al haber reducido su representaci¨®n en el Parlamento de Westminster en casi un 80%.
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