Rachel Reeves y Angela Rayner: las dos mujeres con m¨¢s poder en el nuevo Gobierno laborista del Reino Unido
La ministra de Econom¨ªa y la vice primera ministra simbolizan el centrismo y el izquierdismo del partido renovado de Starmer
Dos mujeres acumulan gran parte del poder en el nuevo Gobierno de Keir Starmer. Las dos comparten amplia responsabilidad en la estrategia y empe?o que llevaron al Partido Laborista a la victoria en las elecciones del Reino Unido del pasado 4 de julio.
Una de ellas es hija de maestros. Una ni?a aplicada que a los 14 a?os lleg¨® a ser campeona nacional de ajedrez, y una universitaria que estudi¨® Econom¨ªa en Oxford y trabaj¨® en el departamento de estudios del Banco de Inglaterra.
La otra creci¨® en una vivienda social de Stockport, una poblaci¨®n dependiente del Gran M¨¢nchester, en medio de la pobreza. Es hija de una madre bipolar, que no sab¨ªa leer ni escribir. Que muchos d¨ªas no se levantaba de la cama. Con tendencias suicidas. Que solo sali¨® adelante por los cuidados de la peque?a. Hasta que esa peque?a se qued¨® embarazada, con 16 a?os, y su vida dio un vuelco.
Una es Rachel Reeves (Londres, 45 a?os). Es la primera mujer que ocupa el cargo de ministra de Econom¨ªa en la historia del Reino Unido. La segunda es Angela Rayner (Stockport, 44 a?os), vice primera ministra del nuevo Gobierno brit¨¢nico y ministra de Vivienda y Equilibrio Territorial.
La mejor introducci¨®n de ambas pol¨ªticas son sus propias palabras:
¡°Ha habido dos cosas que siempre intent¨¦ demostrar: que una ni?a puede ser igual de buena en algo que un ni?o, pero tambi¨¦n que una ni?a procedente de un entorno familiar normal puede ser igual de buena que un ni?o procedente de un entorno privilegiado¡±, explicaba Reeves al diario The Times.
¡°Me han llamado taruga porque no fui a la universidad o porque, seg¨²n ellos, no hablaba correctamente. No soy taruga, evidentemente, o no habr¨ªa llegado a donde he llegado. Hablo como habla la gente del barrio en que crec¨ª. ?Y sabes algo m¨¢s? Ser mujer no te hace inferior a un hombre¡±, contestaba Rayner en el peri¨®dico The Guardian a los diputados conservadores que intentaron burlarse de ella.
Crecimiento econ¨®mico y pragmatismo
Reeves se define como una socialdem¨®crata. Rayner, como una socialista. Reeves trabaj¨® en la Embajada brit¨¢nica de Washington, como becaria del Banco de Inglaterra. Conoci¨® los entresijos de la Reserva Federal y los hilos del poder en Estados Unidos. Su paso poco despu¨¦s por la banca, ya de vuelta en el Reino Unido, le permiti¨® entender los impulsos y est¨ªmulos de la empresa privada.
Casada con Nicolas Joicey, que escrib¨ªa gran parte de sus discursos al exministro de Econom¨ªa de Tony Blair y posteriormente primer ministro, Gordon Brown, Reeves viaja con una mochila ligera de ideolog¨ªa y plena de pragmatismo: es m¨¢s defensora de la modernizaci¨®n y reforma de la econom¨ªa que de la nacionalizaci¨®n de las empresas o las subidas de impuestos.
Durante los a?os en que el veterano izquierdista Jeremy Corbyn tom¨® las riendas del laborismo, Reeves sigui¨® como diputada, pero se mantuvo en un segundo plano, claramente distanciada de las pol¨ªticas que impulsaba entonces el partido.
No fue la primera elecci¨®n de Starmer para ocupar el puesto de ¡°ministra de Econom¨ªa en la sombra¡± (shadow chancellor, en su denominaci¨®n inglesa). El l¨ªder laborista, cuestionado en sus primeros meses al frente del partido, fue, sin embargo, lo suficientemente astuto como para reforzar su mandato con una mujer que aport¨® un discurso de prudencia, responsabilidad fiscal y mano tendida a los empresarios. Su influencia est¨¢ claramente detr¨¢s de un programa electoral centrado en las reformas, la inversi¨®n y el crecimiento.
Su mano est¨¢ tambi¨¦n detr¨¢s de la rebaja en las ambiciones de algunas medidas iniciales propuestas por el Partido Laborista, como la reforma de la legislaci¨®n laboral o la promesa de multimillonarias inversiones (33.000 millones de euros) en la nueva ¡°econom¨ªa verde¡±. La primera, para no espantar a los empresarios. La segunda, por no agravar m¨¢s unas cuentas p¨²blicas afectadas por una inflaci¨®n que ha sido galopante durante el ¨²ltimo a?o.
La guardiana de la izquierda
Si Reeves es observada con recelo por el ala izquierda del partido y por sus aliados naturales, los sindicatos, Rayner simboliza para muchos de ellos la guardiana de las esencias de la izquierda en el nuevo Gobierno.
Al pasar bruscamente de adolescente a madre soltera, decidi¨® que su vida no estar¨ªa condicionada por los subsidios y ayudas sociales de las que depend¨ªan mucha gente de su barrio. ¡°Deb¨ªa cuidar a un peque?o, y quer¨ªa demostrar a todos que no iba a ser la escoria que todos pensaban que estaba destinada a ser. Quer¨ªa ser una buena madre, y comprend¨ª que alguien me iba a amar como yo merec¨ªa ser amada¡±, cont¨® en un congreso del Partido Laborista.
Entr¨® a trabajar como cuidadora de personas dependientes, en una empresa privada. Su combatividad fue detectada de inmediato por los compa?eros, que la nombraron delegada sindical. Antes de darse cuenta, ya ocupaba un puesto de diputada laborista.
Rayner fue responsable del ¨¢rea de Trabajo y Pensiones durante los a?os de oposici¨®n de Jeremy Corbyn. Mantuvo su lealtad al veterano izquierdista hasta el final, aunque nunca se ha querido identificar como corbynista.
En un proceso similar, aunque todav¨ªa m¨¢s beligerante que el de Reeves, Starmer quiso prescindir de ella, como parte de su empe?o en borrar del partido los rastros de la direcci¨®n anterior. Elegida directamente por las bases como n¨²mero dos de la formaci¨®n, Rayner sali¨® triunfante de la pugna e incluso acumul¨® m¨¢s poder, pero ambos comenzaron a entender que se beneficiaban m¨¢s como aliados que como rivales.
¡°La idea de que Rachel [Reeves] y Keir [Starmer] est¨¢n en la esquina de los empresarios y yo en la de los trabajadores es una sandez. Los tres apoyamos a los trabajadores y a los empresarios ingleses. Los tres nos hemos comprometido a eso¡±, afirmaba recientemente la nueva vice primera ministra.
Su puesto es m¨¢s bien honor¨ªfico y depende de la propia fortaleza personal y pol¨ªtica de quien lo ocupa. Que es mucha. La misi¨®n encomendada a Rayner es devolver las competencias y la autonom¨ªa a los ayuntamientos del Reino Unido, reforzar los derechos de los trabajadores y ¡ªsu principal sue?o¡ª construir un mill¨®n de viviendas sociales dignas que dejen atr¨¢s el mundo de pobrezas y carencias que vivi¨® ella de ni?a.
Rayner presume de sus dos tatuajes ¡ªla abeja laboriosa que representa a M¨¢nchester y la rosa del laborismo¡ª. Su hijo Ryan la hizo abuela a los 37 a?os, pero tiene dos hijos m¨¢s, y pele¨® como una leona para sacar adelante al que naci¨® prematuro, con 23 semanas, y sufre una ceguera severa y ligera discapacidad.
Durante los fr¨ªvolos a?os del mandato de Boris Johnson, la prensa conservadora lleg¨® a acusar a Rayner, que se sentaba en la primera fila de la bancada de la oposici¨®n junto a Starmer, de despistar al primer ministro como hac¨ªa Sharon Stone en la pel¨ªcula Instinto B¨¢sico, al cruzar y descruzar sus piernas. ¡°No puede competir con las habilidades ret¨®ricas que Johnson adquiri¨® en Oxford, pero ella tiene otras habilidades¡±, cont¨® una fuente an¨®nima al tabloide Daily Mail, que se gan¨® la reprimenda del presidente del Parlamento.
En el nuevo Gobierno de Starmer, de 25 miembros, hay 11 mujeres. Reeves y Rayner simbolizan, m¨¢s que ninguna otra, la raz¨®n ¨²ltima de la victoria electoral laborista. Sus respectivas trayectorias personales, plagadas de fuerza de voluntad, pragmatismo y una voluntad m¨¢s instintiva que ideol¨®gica de reequilibrar la sociedad brit¨¢nica, han convencido a muchos votantes.
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