Los esp¨ªas ¡®ilegales¡¯, la herramienta secreta del Kremlin en su guerra contra Occidente
El caso del matrimonio que se hizo pasar por argentino y cuyos hijos desconoc¨ªan que eran rusos antes de ser canjeados muestra la importancia que Putin da a la figura de los agentes con cobertura profunda. Varios logran sus identidades en Am¨¦rica Latina
Cuando Anna Dultseva y Artem Dultsev hablaron frente a las c¨¢maras de una de las mayores cadenas de televisi¨®n de Mosc¨² para loar a la Rusia que les rescat¨® de una prisi¨®n eslovena, lo hicieron en un ruso muy oxidado. El matrimonio de esp¨ªas al servicio del Kremlin, dos de los protagonistas del mayor intercambio de prisioneros entre Rusia y Occidente desde la Guerra Fr¨ªa, ha pasado tanto tiempo aferrado a su identidad falsa, la una pareja de emprendedores argentinos afincados en Eslovenia, que su lengua materna se ha resentido. Sus hijos, una ni?a de 11 a?os y un chico de 8, que se han criado en casa en espa?ol, ni siquiera lo hablan. Para algunos esp¨ªas con una cobertura tan profunda como la suya, hablar en ruso, pensar en ruso e incluso so?ar en ruso est¨¢ terminantemente prohibido. Y se entrenan durante a?os para ello.
EL PA?S ha hablado con media docena de fuentes de inteligencia y de personas que estuvieron vinculadas a servicios occidentales para reconstruir parte de la traves¨ªa de los Dultsev. Tambi¨¦n, la forma de operar de quienes, como ellos, son esp¨ªas ilegales del Kremlin, agentes que operan bajo una identidad falsa ¡ªla mayor¨ªa de las veces bajo una ciudadan¨ªa extranjera y sin lazos con Rusia¡ª y sin la cobertura diplom¨¢tica que s¨ª tienen los esp¨ªas legales, personas vinculadas a las embajadas y otras organizaciones gubernamentales, y que gozan de inmunidad sin son descubiertas.
Herramienta fundamental del espionaje en la Uni¨®n Sovi¨¦tica, los esp¨ªas ilegales nunca han dejado de ser parte del manual de jugadas fundamental de Mosc¨² y de su guerra contra Occidente. Los kremlin¨®logos creen que el presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, que fue esp¨ªa con el KGB sovi¨¦tico y despu¨¦s jefe de su agencia heredera, el FSB, revitaliz¨® el programa y siempre ha tenido un especial respeto por ese tipo de esp¨ªas. El entrenamiento y la formaci¨®n de un buen ilegal, cont¨® el maestro de esp¨ªas sovi¨¦tico Yuri Drozdov, puede llevar hasta una d¨¦cada.
Uno de los m¨¢s famosos fue Rudolf Abel, arrestado en Nueva York en 1957 e intercambiado con la URSS por el piloto estadounidense Gary Powers en un puente de Berl¨ªn, en 1962. Es un episodio hist¨®rico que inspirar¨ªa la pel¨ªcula El puente de los esp¨ªas. En 2010, un buen pu?ado de ilegales fue intercambiado en otro de esos canjes hist¨®ricos. Entre ellos estaba otra pareja, la de Elena Vavilova y Andrei Bezrukov, que durante a?os se hab¨ªa trazado la identidad de Tracey Ann Foley y Donald Heathfield, un aburrido matrimonio de Boston, en el que se basar¨ªa la exitosa serie The Americans.
Los ilegales han vuelto a cobrar gran importancia despu¨¦s de que, tras la invasi¨®n a gran escala de Ucrania, en febrero de 2022, Occidente expuls¨® a cientos de diplom¨¢ticos rusos y dinamit¨® gran parte de la red de espionaje legal del Kremlin.
Desde entonces, Rusia se ha dedicado a tratar de reconstruir ese entramado con nuevos agentes y a activar a los ilegales que hab¨ªa ido colocando sobre el terreno en las ¨²ltimas dos d¨¦cadas, a veces c¨¦lulas durmientes o captadoras de informaci¨®n, a la espera de una misi¨®n m¨¢s concreta. A la par, los servicios de inteligencia occidentales, que ten¨ªan a algunos de ellos ya bajo el radar, se han dedicado a capturarlos.
Los agentes ilegales rusos han utilizado, en muchas ocasiones, pa¨ªses de Am¨¦rica Latina ¡ªcomo Argentina, Per¨² o Brasil¡ª para crear su nueva identidad, haciendo desaparecer de los registros a beb¨¦s fallecidos para robar sus nombres, sobornando a funcionarios de registros civiles de provincias remotas para conseguir certificados, y aprovechando la mezcla cultural de un continente variado y multicultural.
Artem, alias Ludwig Gisch, y Anna, alias Mar¨ªa Rosa Mayer Mu?oz, crearon durante m¨¢s de una d¨¦cada los cap¨ªtulos de lo que en la jerga de los servicios de inteligencia se conoce como leyenda, la historia-fachada de los esp¨ªas ilegales. La pareja de agentes del Servicio de Espionaje Exterior (SVR) ¡ªDultseva es una oficial de mayor rango¡ª se cas¨® antes de desplegarse, como es habitual entre los ilegales, que se mimetizan mejor si trabajan de dos en dos.
Llegaron a Argentina en 2012, cada uno por su lado. ?l, con sus correspondientes certificados, afirm¨® ser hijo de una argentina y un austriaco nacido en Namibia. Ella dijo ser mexicana nacida en Grecia. Ambos lograron la ciudadan¨ªa argentina en 2014. En 2017, se mudaron a Europa, a Eslovenia, que tomaron como base para moverse por todo el continente. Anna abri¨® una galer¨ªa de arte de venta por Internet y Artem fund¨® una peque?a consultor¨ªa inform¨¢tica. Ambas de bajo nivel y de ingresos muy modestos.
Cuando las autoridades eslovenas les arrestaron, un amanecer de diciembre de 2022, hallaron cientos de miles de euros en billetes nuevos escondidos en un compartimento secreto de su refrigerador y un complej¨ªsimo programa de encriptado de mensajes en sus ordenadores con el que se comunicaban con su contacto en Mosc¨², seg¨²n los servicios de inteligencia del peque?o pa¨ªs europeo.
Las fuentes de inteligencia sospechan que no solo recopilaban informaci¨®n, sino que tambi¨¦n hac¨ªan de intermediarios para contactar, pagar y asistir a agentes rusos de campo y destinados a misiones ¡°delicadas¡±, e incluso a mercenarios. Es una f¨®rmula cada vez m¨¢s usada por el Kremlin ante la dificultad de que los agentes de su inteligencia militar (GRU), que realizan desde ciberataques hasta envenenamientos o asesinatos, se desplieguen por Europa debido a los crecientes controles. En la era de internet y de las redes sociales, ¡°colocar¡± a un ilegal y darle una nueva identidad es extremadamente dif¨ªcil, pero al Kremlin a¨²n le sigue rentando tener a alguien sobre el terreno, no solo para informar y hacer peque?as gestiones ¡ªcomo de intermediarios de esp¨ªas legales, que tienen mayor dificultad de movimientos¡ª, tambi¨¦n para valorar cu¨¢l es el ambiente y la percepci¨®n subjetiva de la vida cotidiana.
La historia de los Dultsev, capturados por el chivatazo a Eslovenia de otro servicio de inteligencia occidental, es similar a la del brasile?o de ascendencia austriaca Gerhard Campos Wittich y su esposa griega, Mar¨ªa Tsalla, otra pareja de agentes rusos que trabajaba cada uno por su lado, en distintos continentes. Campos ¡ªque en realidad se apellida Chmirev¡ª en Brasil, donde ten¨ªa una empresa y otra pareja, que lanz¨® una gran b¨²squeda a trav¨¦s de las redes sociales cuando desapareci¨® a principios del a?o pasado, tras recibir el soplo de que su cobertura peligraba. Justo a la vez se esfum¨® Tsalla, o Irina Romanova, una mujer que hab¨ªa reclamado la ciudadan¨ªa griega usando la identidad de un beb¨¦ que figuraba como fallecido en una peque?a isla griega en 1991 y que dej¨® atr¨¢s una exitosa tienda en el centro de Atenas y un novio griego.
O de la historia de Mar¨ªa Adela Kuhfeldt Rivera, una peruana que se hizo un nombre en el sur de Italia como dise?adora de joyas y socialit¨¦, que frecuentaba los c¨ªrculos de poder de N¨¢poles y que incluso logr¨® trabar amistad con el personal del comando conjunto de fuerzas aliadas de la OTAN de esa ciudad, pero que era en realidad una ilegal del GRU que hab¨ªa operado antes en Par¨ªs. Kuhfeldt Rivera se esfum¨® a finales 2018, poco despu¨¦s de una investigaci¨®n del medio especializado Bellingcat que destap¨® a algunos de sus controladores.
Entre los diez intercambiados ¡ªincluyendo los dos hijos de los Dultsev¡ª que llegaron a Mosc¨² el pasado 1 de agosto, donde fueron recibidos con honores por Putin, estaban tambi¨¦n el esp¨ªa-sicario Vadim Krasikov, condenado a cadena perpetua en Alemania; el hispano ruso acusado de espionaje en Polonia Pablo Gonz¨¢lez (o Pavel Rubtsov), y Mijail Mikushin, o por su alias brasile?o, Jos¨¦ Assis Giammar¨ªa, procesado en Noruega por colaborar con la inteligencia rusa.
Las fuentes de inteligencia describen a Mikushin-Giammar¨ªa como otro ilegal que hab¨ªa pasado a?os estudiando en universidades de Canad¨¢ y que en los ¨²ltimos tiempos hab¨ªa estado trabajando como acad¨¦mico en Noruega, donde se ocupaba del ?rtico, un tema sustancial para Mosc¨². El supuesto esp¨ªa fue detenido en octubre de 2022. Como sus compa?eros, la inteligencia occidental ¡ªque en ocasiones dilata los arrestos para captar m¨¢s informaci¨®n, tratar de que el agente colabore o destapar a m¨¢s esp¨ªas¡ª le segu¨ªa la pista.
Sus controladores en Mosc¨², donde se les considera unos patriotas, independientemente de si su misi¨®n ha sido fallida, tratan de estimar qu¨¦ han revelado los canjeados. La mayor¨ªa no volver¨¢ a tener ninguna otra misi¨®n. Ni siquiera dentro de Rusia. Algunos, como ocurri¨® con Vavilova y su esposo Bezrukov, ser¨¢n altos cargos de grandes empresas rusas, o diputados, o presentadores de televisi¨®n. ¡°Cuando Putin nos recibi¨® al llegar a Mosc¨², trat¨® de animarnos, nos remarc¨® que aunque la misi¨®n hubiera acabado, a¨²n ten¨ªamos a?os por delante y pod¨ªamos hacer algo interesante y ¨²til en el pa¨ªs¡±, cont¨® Vavilova a EL PA?S en 2021. El trabajo no ha terminado, pero esta vez, para los c¨¦lebres retornados, la misi¨®n ser¨¢ distinta.
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