Alemania castigar¨¢ con c¨¢rcel las protestas en los aeropuertos tras otro bloqueo de activistas medioambientales

Alemania tiene un problema con la seguridad de sus aeropuertos. Este jueves ocho activistas medioambientales de la organizaci¨®n ?ltima Generaci¨®n se colaron en cuatro aer¨®dromos ¨DN¨²remberg, Colonia-Bonn, Stuttgart y Berl¨ªn¨D, accedieron a las v¨ªas de acceso a las pistas y se pegaron al asfalto para protestar contra el uso de combustibles f¨®siles. El tr¨¢fico a¨¦reo qued¨® paralizado temporalmente hasta que consiguieron expulsarlos. ¡°Estas acciones delictivas son peligrosas y est¨²pidas¡±, reaccion¨® la ministra del Interior, la socialdem¨®crata Nancy Faeser, en redes sociales.

Las im¨¢genes en televisi¨®n de los polic¨ªas se?alando a las vallas met¨¢licas que protegen el per¨ªmetro cortadas y abiertas se han vuelto casi cotidianas. No hace ni un mes que otros seis miembros de la organizaci¨®n lograron entrar por varios puntos al aeropuerto de Fr¨¢ncfort, el m¨¢s transitado del pa¨ªs. Llegaron a pie, en bicicleta y en monopat¨ªn y usaron peque?as tenazas para introducirse y exhibir carteles con el lema ¡°El petr¨®leo mata¡±. Se cancelaron 140 vuelos. En mayo ocurri¨® lo mismo en M¨²nich durante el puente de Pentecost¨¦s. El Gobierno de Olaf Scholz quiere evitarlo mediante la disuasi¨®n, endureciendo la ley. ¡°Hemos propuesto severas penas de prisi¨®n¡±, asegur¨® Faeser.

El Gobierno trabaja ya en un borrador para modificar la Ley de Seguridad A¨¦rea, de forma que en el futuro estas acciones puedan castigarse como delitos penales, que conllevar¨ªan hasta dos a?os de prisi¨®n. Ahora se consideran infracciones administrativas y acarrean multas. La nueva normativa, que tendr¨¢ que ser aprobada en el Parlamento, penalizar¨¢ la intrusi¨®n deliberada y no autorizada en las ¨¢reas de despegue y aterrizaje si ello pone en peligro la seguridad del tr¨¢fico a¨¦reo civil. Cortar una valla del recinto aeroportuario y bloquear una pista, como ha sucedido repetidamente en los ¨²ltimos meses, ser¨ªa suficiente motivo para acabar con una condena de prisi¨®n.

El debate de la seguridad

Pero m¨¢s all¨¢ de tratar de disuadir a los activistas con la amenaza de ir a la c¨¢rcel, el debate que asoma estos d¨ªas es el de la seguridad. La facilidad con la que los manifestantes acceden a recintos considerados infraestructuras cr¨ªticas es sorprendente. M¨¢s a¨²n cuando las autoridades est¨¢n en alerta ante posibles sabotajes relacionados con la guerra de agresi¨®n rusa en Ucrania o con la tensa situaci¨®n en Oriente Pr¨®ximo. ?C¨®mo es posible que estos lugares de te¨®rica m¨¢xima seguridad se conviertan en coladeros y se acaben cancelando decenas de vuelos?

La pregunta es pertinente porque los aer¨®dromos y las autoridades ha tenido tiempo para prepararse. Los activistas de ?ltima Generaci¨®n paralizaron por primera vez un aeropuerto alem¨¢n en 2022. Desde entonces, adem¨¢s de sus protestas, se han vivido otras situaciones inveros¨ªmiles, como cuando el a?o pasado un hombre entr¨® con su coche hasta la zona de pistas del aeropuerto de Hamburgo y se atrincher¨® all¨ª tomando como reh¨¦n a su hija.

El periodista y experto en aviaci¨®n Heinrich Grossbongardt dijo estar ¡°horrorizado¡± por las enormes lagunas de seguridad de las instalaciones aeroportuarias alemanas en una entrevista reciente con la televisi¨®n p¨²blica WDR. El peligro de estas acciones es mucho mayor de lo que pueda parecer viendo a unos j¨®venes idealistas sosteniendo carteles contra el petr¨®leo, apunt¨®: ¡°Son alborotadores en ¨²ltima instancia inofensivos, pero podr¨ªan haber sido terroristas¡±. Grossbongardt, antiguo portavoz de Boeing en Alemania, ya alert¨® hace meses, cuando ocurri¨® el incidente en Hamburgo, de la escasa protecci¨®n de los aer¨®dromos. ¡°El aeropuerto de Hamburgo no es seguro, como tampoco lo son los otros aeropuertos alemanes¡±, se?al¨®.

¡°Estamos obligando a los aeropuertos a mejorar significativamente la seguridad de sus instalaciones¡±, asegur¨® la ministra Faeser en su cuenta de X. El Gobierno de Scholz lleva meses negociando con los propietarios de las instalaciones c¨®mo protegerlos de intrusiones como las de ?ltima Generaci¨®n. Despu¨¦s de haber intentado firmar con ellos una declaraci¨®n de ¡°compromiso voluntario¡± ¨Dque, seg¨²n varios medios, fracas¨® por la resistencia de dos grandes aeropuertos¨D, el Ejecutivo ha optado por obligar mediante una orden a los operadores aeroportuarios a mejorar las medidas de seguridad.

El director general de la Asociaci¨®n Alemana de Aeropuertos (ADV), Ralph Beisel, ha defendido p¨²blicamente las actuales medidas de protecci¨®n. En su opini¨®n, el concepto de ¡°seguridad multinivel¡± de los aeropuertos, con los sistemas de vallas como uno de sus componentes, ha demostrado su eficacia porque el tr¨¢fico a¨¦reo se ha interrumpido inmediatamente. ¡°Las cadenas de informaci¨®n y alarma funcionan de forma fiable¡±, ha afirmado. Hace unos d¨ªas su organizaci¨®n envi¨® una carta a los activistas para pedirles una reuni¨®n y tratar de convencerlos de que abandonen las protestas en los aeropuertos.

¡°Estamos en 2024, sabemos lo que ocurre y seguimos como si no hubiera ning¨²n problema. Tengo dos hijos y dentro de unos a?os tendr¨¦ que explicarles por qu¨¦ seguimos como si nada a pesar de saberlo todo¡±, dice Judith, una de las activistas que entraron este jueves de madrugada en el aeropuerto de Colonia, en un v¨ªdeo publicado por ?ltima Generaci¨®n. Lleva un chaleco naranja y parece estar sentada en la zona de operaciones, con varios aviones de fondo. La organizaci¨®n ha destacado que se trata de una ¡°resistencia pac¨ªfica¡± y que no han entrado a las pistas.

El debate sobre si las penas de c¨¢rcel son proporcionales, y especialmente el de la seguridad, han eclipsado el mensaje de los activistas medioambientales, que exigen a los pol¨ªticos ¡°un acuerdo internacional jur¨ªdicamente vinculante para eliminar progresivamente el petr¨®leo, el gas y el carb¨®n en todo el mundo antes de 2030 para poner fin a las muertes masivas causadas por alimentar la cat¨¢strofe clim¨¢tica¡±. Encuestas recientes muestran que la mayor¨ªa de los alemanes no simpatiza con estas acciones que provocan centenares de cancelaciones de vuelos en plenas vacaciones de verano

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