Keir Starmer cede a la presi¨®n y renuncia a seguir aceptando ropa gratis
Tanto la viceprimera ministra, Angela Rayner, como la ministra de Econom¨ªa, Rachel Reeves, han admitido que tambi¨¦n ellas usaron dinero de donantes para comprar vestidos
Cuarenta y ocho horas antes de que el Partido Laborista celebre su congreso anual en Liverpool, una cita que deb¨ªa servir para celebrar la victoria electoral del 4 de julio, Keir Starmer ha tenido que dar marcha atr¨¢s en un asunto que amenazaba con enturbiar el encuentro. El primer ministro del Reino Unido ha anunciado, a trav¨¦s de un portavoz de su equipo de Downing Street, que ya no aceptar¨¢ m¨¢s donativos en forma de prebendas como ropa, complementos o entradas de f¨²tbol y conciertos.
Ni ¨¦l, ni los miembros de su Gobierno. Porque en las ¨²ltimas horas varios medios brit¨¢nicos, como el Financial Times o The Guardian, han revelado que las dos mujeres m¨¢s poderosas del Ejecutivo, la viceprimera ministra, Angela Rayner, y la ministra de Econom¨ªa, Rachel Reeves, tambi¨¦n hab¨ªan destinado a la compra de ropa miles de euros procedentes de donantes del partido, sin indicarlo en el registro de intereses de la C¨¢mara de los Comunes.
Rayner hab¨ªa se?alado en su declaraci¨®n una ¡°donaci¨®n en especie para ayuda en el desempe?o de las tareas parlamentarias¡±, que al final resultaron ser m¨¢s de 4.200 euros en ropa. El origen del regalo era el multimillonario de origen asi¨¢tico Waheed Alli, que ha aportado cientos de miles de euros a la causa del Partido Laborista.
Lord Alli regal¨® a la esposa del primer ministro, Victoria Starmer, un asistente personal de compra, vestidos y arreglos de costura, por valor de casi 6.000 euros. El empresario dio al propio Starmer unos 22.000 euros en trajes y algunas de las gafas que lleva diariamente, adem¨¢s de casi 24.000 euros en gastos de alojamiento durante la pasada campa?a electoral.
La ministra Reeves recibi¨® casi 9.000 euros entre enero de 2023 y mayo de 2024, en cuatro pagos, de una donante llamada Juliet Rosenfeld, y utiliz¨® ¨¦l dinero para ¡°apoyar las tareas de la portavoz laborista de Econom¨ªa [estaba entonces en la oposici¨®n]¡±. Todas las cantidades aportadas, se ha sabido ahora, fueron utilizadas para comprar ropa.
Starmer ha defendido la legalidad y transparencia de todas las prebendas recibidas (freebies, como las han bautizado los medios) a lo largo de los ¨²ltimos a?os. Pero mientras su Gobierno anuncia medidas de austeridad, recortes sociales como la retirada de ayuda a los pensionistas para el pago del gas y la electricidad y subidas de impuestos, el hecho de que ning¨²n otro l¨ªder de la oposici¨®n brit¨¢nico hubiera recibido tal cantidad de regalos ha puesto al primer ministro contra las cuerdas.
Con un valor acumulado de casi 120.000 euros, seg¨²n desvelaba el diario The Guardian, Starmer ha recibido en forma de trajes, gafas, complementos, entradas para partidos de la Premier League y conciertos m¨¢s prebendas que ning¨²n otro dirigente laborista.
El anterior portavoz de Econom¨ªa del partido ¡ªel ministro de Econom¨ªa ¡°en la sombra¡±, seg¨²n la jerga pol¨ªtica brit¨¢nica¡ª, John McDonnell, ha cargado con dureza contra Stamer. McDonnell era el n¨²mero dos de Jeremy Corbyn, y los dos presum¨ªan de la austeridad en las costumbres propia de la izquierda hist¨®rica. ¡°El primer diputado laborista, Keir Hardie [fundador del partido], no llevaba ropas lujosas financiadas por ricos patrocinadores, porque por una cuesti¨®n de principio se negaba a imitar a los conservadores y liberales que vest¨ªan sus costosos chaqu¨¦s y sus chisteras de seda¡±, ha dicho McDonnell, que se sum¨® recientemente a la docena de diputados rebeldes que votaron en la C¨¢mara de los Comunes contra la retirada de las ayudas energ¨¦ticas de invierno para los pensionistas. El partido los suspendi¨® a todos como miembros del grupo parlamentario durante seis meses.
El esc¨¢ndalo de las prebendas ha dado ox¨ªgeno a los conservadores, sumidos en una batalla interna por escoger un nuevo l¨ªder y blanco de todas las acusaciones del Gobierno para justificar el mal estado de la econom¨ªa brit¨¢nica y la necesidad de adoptar ¡°medidas dolorosas¡± para enderezar las cuentas. ¡°Lejos de servir a la ciudadan¨ªa [Starmer prometi¨® al inicio de su mandato que el suyo ser¨ªa un Gobierno volcado en el servicio p¨²blico], los pol¨ªticos laboristas parecen estar m¨¢s concentrados en servirse a s¨ª mismos¡±, dec¨ªa este viernes Andrew Griffith, el actual portavoz de la oposici¨®n de Ciencia y Tecnolog¨ªa.
Aunque la Comisi¨®n parlamentaria que vela por el cumplimiento de las Normas de Conducta ?tica de la C¨¢mara de los Comunes se ha dado por satisfecha con las explicaciones de Starmer y no ha iniciado ninguna investigaci¨®n, las maniobras del equipo del primer ministro para modificar anotaciones anteriores en el Registro de Intereses, y revelar en algunos casos la verdadera naturaleza de los donativos, han irritado a muchos laboristas. Igual que el empe?o del primer ministro, hasta este viernes, en defender todas esas prebendas. Como en el caso de los m¨¢s de 40 pases para palco privado que recibi¨® para ver los partidos del Arsenal, del que es hincha redomado, que justific¨® por una cuesti¨®n de seguridad. Su condici¨®n de l¨ªder de la oposici¨®n, explic¨®, le imped¨ªa ir a las gradas con el resto de aficionados. ¡°No poder ir nunca m¨¢s a un partido del Arsenal porque se me proh¨ªba aceptar esos pases de hospitalidad me parece un poco excesivo¡±, protest¨® la semana pasada Starmer. Pocos en su partido comprendieron esa justificaci¨®n.
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