Israel emprende una huida hacia adelante ante la impotencia de EE UU
El Gobierno de Netanyahu aspira a eliminar a Ham¨¢s y Hezbol¨¢ y abrir la puerta a un nuevo orden en Oriente Pr¨®ximo, improbable sin una soluci¨®n justa para los palestinos
El ministro franc¨¦s de Asuntos Exteriores, Jean-No?l Barrot, asegur¨® en Beirut la semana pasada que la propuesta francoestadounidense de alto el fuego de 21 d¨ªas entre Israel y el partido-milicia chi¨ª liban¨¦s Hezbol¨¢ segu¨ªa ¡°sobre la mesa¡±. Era el 26 de septiembre, la v¨ªspera de que el primer ministro israel¨ª, Benjam¨ªn Netanyahu, subiera desafiante al estrado de la Asamblea General de la ONU en Nueva York y se desmarcara de ese plan patrocinado por Estados Unidos. Mientras decenas de diplom¨¢ticos abandonaban la sala, Netanyahu arremeti¨® luego contra la ONU y el Tribunal Penal Internacional, cuyo fiscal ha pedido una orden de detenci¨®n contra ¨¦l por cr¨ªmenes contra la humanidad. Ese mismo 27 de septiembre, un avi¨®n israel¨ª asesin¨® en Beirut al l¨ªder de Hezbol¨¢, Hasan Nasral¨¢. Tres d¨ªas despu¨¦s, empez¨® la invasi¨®n terrestre de L¨ªbano. ¡°No damos permiso a Israel. Damos recomendaciones a Israel¡±, ha resumido esta semana su papel en esta crisis el presidente de EE UU, Joe Biden.
Esas recomendaciones han ca¨ªdo en saco roto. Un a?o despu¨¦s de que la milicia palestina Ham¨¢s atacara Israel el 7 de octubre, en una masacre que dej¨® en torno a 1.200 muertos, y tras m¨¢s de 41.000 muertos en Gaza provocados por bombardeos y ataques israel¨ªes, el Gobierno de Netanyahu ha deso¨ªdo una y otra vez las advertencias de Washington. Israel cree que ya ha debilitado lo suficiente a Ham¨¢s. Ahora su objetivo es Hezbol¨¢ e Ir¨¢n, que el pasado martes atac¨® territorio israel¨ª con unos 180 misiles. Pero ni el temor de Washington a verse arrastrado a una guerra en Oriente Pr¨®ximo, ni su deteriorada imagen en la opini¨®n p¨²blica de una gran parte del mundo frenan a Israel. ¡°Est¨¢ dispuesto, como declar¨® al comienzo de la guerra, a cambiar las reglas del juego y no volver a una situaci¨®n en la que tengan que vivir bajo la amenaza de Ham¨¢s y Hezbol¨¢¡±, opina Steven Cook, del think tank Consejo de Relaciones Exteriores (CFR en sus siglas en ingl¨¦s).
Israel no est¨¢ reparando en medios para lograr ese fin que Mike Herzog, su embajador en EE UU, describi¨® como ¡°un nuevo dise?o¡± de Oriente Pr¨®ximo, una pax israeliana sin Ham¨¢s ni Hezbol¨¢ y, sobre todo, sin Estado viable ni soluci¨®n justa para los palestinos. Ese prop¨®sito se antoja una quimera, ahora m¨¢s que nunca, a causa del inevitable legado de dolor y odio que dejar¨¢ la destrucci¨®n de Gaza, el elevad¨ªsimo n¨²mero de v¨ªctimas en la Franja y las que se est¨¢n sumando en L¨ªbano.
¡°Nada puede persuadir m¨¢s a sus vecinos ¨¢rabes de que Israel no puede vivir en paz con ellos que el rumbo que ha tomado Netanyahu¡±, escrib¨ªa esta semana David Hearst, director de la publicaci¨®n especializada Middle East Eye. Incluso Arabia Saud¨ª, que se dispon¨ªa antes de la guerra a dar carpetazo a la cuesti¨®n palestina y establecer relaciones con Israel, tuvo que dar marcha atr¨¢s. Riad sabe bien que, como en todos los pa¨ªses ¨¢rabes, su poblaci¨®n siente la causa palestina como propia.
Israel dilapid¨® muy pronto la inicial oleada de solidaridad suscitada por los ataques del 7 de octubre. La violencia atroz de su respuesta en forma de guerra en Gaza hizo mutar a ojos de muchos su rostro de v¨ªctima al de verdugo. De los 41.000 palestinos muertos en la Franja, casi la mitad eran ni?os, mujeres y ancianos. Con esa sombra de sus posibles cr¨ªmenes de guerra, a Israel se le han multiplicado en este a?o los contenciosos.
La Fiscal¨ªa del Tribunal Penal Internacional ha pedido una orden de detenci¨®n contra Netanyahu y su ministro de Defensa, Yoav Gallant, ¡ªtambi¨¦n contra la c¨²pula de Ham¨¢s¡ª por cr¨ªmenes contra la humanidad. La causa por genocidio en Gaza iniciada por Sud¨¢frica en el Tribunal Internacional de Justicia sigue activa y a ella se han sumado varios pa¨ªses, entre ellos Espa?a, que reconoci¨® en mayo al Estado palestino, junto con Irlanda y Noruega.
El Ejecutivo de Netanyahu abri¨® el martes un nuevo frente diplom¨¢tico al declarar persona non grata al secretario general de la ONU, Ant¨®nio Guterres, so pretexto de que este no hab¨ªa condenado ¡°taxativamente¡± el ataque iran¨ª. Mitchell Barak, antiguo asesor de varios pol¨ªticos israel¨ªes, ofreci¨® a principios de semana un ejemplo del clima imperante en una parte de la sociedad israel¨ª al afirmar que su pa¨ªs ¡°castigar¨ªa y matar¨ªa¡± a cualquiera que intentara ¡°hacerles da?o¡±.
Nick Paton Walsh, analista de la CNN, apuntaba esta semana que el Gobierno israel¨ª ha emprendido un ¡°camino que no est¨¢ claro¡±, una huida hacia adelante de final incierto. Para sus cr¨ªticos, Israel est¨¢ sumido en una deriva b¨¦lica por la que arremete incluso contra quien formule un mero llamamiento a la paz, como hizo Guterres. Un comunicado de la campa?a propalestina Boicot, desinversi¨®n y sanciones (BDS) lo resum¨ªa al recordar la llamada ¡°diplomacia del perro loco¡±, una estrategia que alude a una frase del general israel¨ª Moshe Dayan: ¡°Israel debe comportarse como un perro loco; demasiado peligroso como para que nadie le moleste¡±.
Un ¡°nuevo Oriente Pr¨®ximo¡±
Desde el comienzo de la guerra, Biden declar¨® su apoyo inquebrantable a Israel ¡ªha llegado a definirse como ¡°sionista¡±¡ª y ha tratado de conciliar la ayuda militar que le da a su aliado con los llamamientos de su Administraci¨®n a evitar una extensi¨®n del conflicto que pudiera arrastrarlo a una guerra. En la memoria de Washington est¨¢ la nefasta invasi¨®n de Irak, tras la que EE UU se comprometi¨® a no desplegar m¨¢s tropas en Oriente Pr¨®ximo, una idea que la catastr¨®fica retirada de Afganist¨¢n no hizo sino reforzar en la Administraci¨®n Biden.
En este m¨¢s que dif¨ªcil equilibrio, la pieza clave era el cierre de ese malogrado acuerdo de alto el fuego temporal entre Israel y Hezbol¨¢, algo que Washington necesitaba en un a?o electoral en el que los candidatos republicano y dem¨®crata est¨¢n empatados en las encuestas. Pero la resistencia de Biden en estos 12 meses a presionar con la retirada de la ayuda militar a Israel ¡ªel 26 de septiembre se anunci¨® un nuevo paquete de casi 8.000 millones de euros¡ª, la poca claridad de Ham¨¢s y el escaso o nulo inter¨¦s de Netanyahu en un acuerdo que no le diera la victoria en sus t¨¦rminos hizo que, salvo la tregua de noviembre, nunca se haya conseguido esa meta.
No parece una casualidad que la nueva invasi¨®n de L¨ªbano haya llegado a menos de un mes para las elecciones en EE UU. ¡°Estamos en un interregno¡±, que comenz¨® cuando Biden renunci¨® a ser reelegido, consideraba Eliot Abrams, tambi¨¦n del CFR, en una charla telem¨¢tica con periodistas esta semana. ¡°Con un pato cojo ¡ªel t¨¦rmino con el que los estadounidenses describen a los presidentes que no van a continuar mandato y, por tanto, han perdido capacidad de influencia¡ª como interlocutor, es menos probable que los israel¨ªes vayan a aceptar sus recomendaciones¡±.¡°No parece que se hayan desplegado unos esfuerzos herc¨²leos para frenar a los israel¨ªes en su respuesta [al ataque iran¨ª del martes]¡±, considera, por su parte, Cook, el otro experto del Consejo de Relaciones Exteriores.
Desde la Casa Blanca han trascendido ¡°comentarios sobre la oportunidad para dar una nueva forma a Oriente Pr¨®ximo. Son paralelos a los de los israel¨ªes sobre c¨®mo, al final, Israel tendr¨¢ que ir la guerra contra Ir¨¢n¡±, explica Randa Slim, directora de Resoluci¨®n de Conflictos en el think tank Middle East Institute en Washington. Ahora mismo, Israel puede ver ¡°una oportunidad para ir a esa guerra, dado el momento pol¨ªtico en EE UU¡±, considera Slim. ¡°Es como si no hubi¨¦semos aprendido las lecciones de aquella locura de experimento en 2003 en Irak: tratar de dar una nueva forma al orden en Oriente Pr¨®ximo¡±
Rouzbeh Parsi, responsable de Oriente Pr¨®ximo y Norte de ?frica del Instituto Sueco de Asuntos Internacionales, coincide: ¡°Israel ha invadido L¨ªbano varias veces en los ¨²ltimos 50 a?os sin mucho ¨¦xito y cada vez que lo ha hecho ha engendrado una nueva forma de resistencia¡±. Parsi cree que si ¡°Hezbol¨¢ [aliado de Ir¨¢n] es destruido de forma significativa y Occidente apoya a Israel en su guerra, los partidarios de la l¨ªnea dura en Ir¨¢n tendr¨¢n buenas razones para afirmar que la ¨²nica disuasi¨®n que les queda es convertirse en un Estado con armas nucleares¡±. Ese es precisamente el peor escenario para Israel, que ve en ¨¦l una amenaza a su existencia.
Ese nuevo Oriente Pr¨®ximo, la pax israeliana sin justicia para los palestinos, es una ¡°ficci¨®n delirante¡± que algunos republicanos y dem¨®cratas ¡°compran¡±, deplora Parsi. Las ¡°reprimendas¡± de Washington a Israel son ¡°ret¨®ricas¡±, afirma el experto, porque EE UU no ejerce ¡°ninguna de las palancas de poder que tiene a su disposici¨®n. O pol¨ªticamente no est¨¢n dispuestos a hacerlo, o aprueban t¨¢citamente mucho de lo que hace Israel¡±. Este viernes, el l¨ªder supremo de Ir¨¢n, Ali Jamene¨ª, llam¨® a los pa¨ªses musulmanes del mundo a unirse frente a su ¡°enemigo com¨²n¡±: Israel.
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