Moldavia pone a prueba en las urnas su resistencia ante la influencia de Rusia
La exrep¨²blica sovi¨¦tica celebra este domingo dos citas electorales: los comicios presidenciales, con la actual jefa de Estado, Maia Sandu, como favorita, y un refer¨¦ndum para blindar en la Constituci¨®n el proceso de adhesi¨®n a la UE
Dos caminos posibles: hacia el oeste, Europa; hacia el este, Rusia. Moldavia (2,5 millones de habitantes) celebra este domingo una doble cita electoral que medir¨¢ el alcance de la influencia rusa en la antigua rep¨²blica sovi¨¦tica, as¨ª como el estado de salud del europe¨ªsmo en los moldavos. Los electores est¨¢n llamados a las urnas para, por un lado, votar en los comicios presidenciales, con la actual jefa de Estado, Maia Sandu, de 52 a?os, como favorita, y, por otro, mostrar en refer¨¦ndum si apoyan o rechazan el proceso abierto de adhesi¨®n a la Uni¨®n Europea. Seg¨²n los ¨²ltimos sondeos, cerca del 65% de los votantes se muestra favorable a marcar la casilla del s¨ª en la consulta. Sobre las dos elecciones pesa, no obstante, la alargada sombra de Mosc¨². El Servicio de Informaci¨®n y Seguridad moldavo calcula que Rusia gast¨® el a?o pasado m¨¢s de 50 millones de euros para tratar de influir en las urnas, incluso con la compra de votos.
La papeleta del refer¨¦ndum pregunta: ¡°?Apoya usted la modificaci¨®n de la Constituci¨®n para la adhesi¨®n de la Rep¨²blica de Moldavia a la Uni¨®n Europea?¡± El voto afirmativo a esta consulta no solo blindar¨ªa por ley el proceso de adhesi¨®n, sino que decantar¨ªa hacia Occidente la identidad de un pa¨ªs entre dos aguas desde que obtuvo la independencia de la URSS en 1991. ¡°El voto positivo¡±, afirma en un intercambio de correos Orysia Lutsevych, del centro de an¨¢lisis Chatham House, ¡°indicar¨¢ a Bruselas que existe un fuerte apoyo popular a la adhesi¨®n. El ¡®no¡¯ socavar¨ªa las negociaciones y puede estancar el proceso de integraci¨®n¡±. De las 15 formaciones que han hecho campa?a, solo dos (el Partido de los Comunistas de la Rep¨²blica de Moldavia y Renacimiento) han abogado por el sufragio negativo.
Enclavado entre Ucrania, al oeste, y Rumania, al este, y sin salida al mar, Moldavia, figura a la cola de las econom¨ªas de la Europa oriental, con una fuerte dependencia de su agricultura y de la energ¨ªa procedente de Rusia, ha despertado un inter¨¦s creciente en las canciller¨ªas del Viejo Continente ante las maniobras imperialistas de Vlad¨ªmir Putin. Sirva de ejemplo de esta dualidad la carrera hacia la jefatura de Estado, en la que Sandu, al frente del proeuropeo Partido de Acci¨®n y Solidaridad (PAS), es la ¨²nica candidata entre los principales aspirantes que no tiene lazos pasados con Mosc¨² y que defiende abiertamente la apuesta por llegar a Bruselas. El jueves de la semana pasada, la presidenta de la Comisi¨®n Europea, Ursula von der Leyen, viaj¨® a la capital del pa¨ªs, Chisin¨¢u, con un paquete de 1.800 millones de euros bajo el brazo para impulsar reformas y crecimiento. La apuesta de la UE es clara.
Moldavia ya ha recorrido un trecho de este viaje hacia los Veintisiete. En sinton¨ªa con lo hecho por Ucrania tras el inicio hace una d¨¦cada de la invasi¨®n rusa de su regi¨®n oriental, Chisin¨¢u firm¨® en 2014 con Bruselas acuerdos de asociaci¨®n y comercio. Como sucediera con Kiev, el acercamiento hacia la UE dio pasos de elefante hasta que la guerra lanzada por Mosc¨² ¡ªen febrero de 2022¡ª aceler¨® las cosas. Solo un mes despu¨¦s formalizar¨ªa su solicitud de adhesi¨®n. Las negociaciones entre las partes est¨¢n abiertas desde el pasado diciembre.
Sandu, exempleada del Banco Mundial, ha sido el rostro en estos cuatro a?os de mandato de una Moldavia con vocaci¨®n europea, alejada del rastro sovi¨¦tico, la oligarqu¨ªa y los lazos con Mosc¨². Un aire fresco que le sirvi¨® en 2021, un a?o despu¨¦s de su victoria en las presidenciales, para obtener tambi¨¦n en las urnas una mayor¨ªa parlamentaria. Seg¨²n el sondeo publicado el pasado 7 octubre por Aspen Institute y Watchdog Moldova, la actual jefa de Estado contar¨ªa con un 36,1% de los apoyos para renovar su cargo, por un 10,1% del ex fiscal general Alexander Stoianoglo, del Partido de los Socialistas; un 7,5% del populista Renato Usatii, y un 4,1% de Irina Vlah, aspirante independiente y exgobernadora de la regi¨®n de Gagauzia.
Estos tres ¨²ltimos encajar¨ªan en esa etiqueta alemana ya muy extendida de Putinversteher, los que entienden a Putin. Esto es, l¨ªderes pol¨ªticos prorrusos que, en este caso, adem¨¢s, han sabido sortear cualquier simpat¨ªa por el vecino invadido al otro lado de la frontera. La narrativa pro-Kremlin no ha sido, sin embargo, protagonista en la campa?a electoral. Sea cual sea el escenario poselectoral, si ning¨²n aspirante logra superar el 50% de los votos, los dos primeros se enfrentar¨ªan en segunda vuelta el pr¨®ximo 3 de noviembre. Aunque el jefe de Estado tiene poderes limitados, es el encargado de proponer al primer ministro, que luego ratifica el Parlamento.
El efecto Ucrania
La agresi¨®n rusa en Ucrania estar¨¢ muy presente en los colegios electorales de Moldavia ¡ªtambi¨¦n se vota en el extranjero, donde residen 1,2 millones de nacionales, aunque tan solo se han registrado algo m¨¢s de 1.800 electores¡ª. La ofensiva sacudi¨® por partida doble la ya de por s¨ª vulnerable econom¨ªa del pa¨ªs. Primero, por la llegada de miles de refugiados que demandaron asistencia ¡ªMoldavia cont¨® enseguida con la ayuda de la UE y agencias humanitarias¡ª. No obstante, el pa¨ªs fue y ha sido para los desplazados un lugar de paso, y tan solo 120.000 han solicitado el asilo. En segundo lugar, Mosc¨² aprovech¨® la contienda para reducir el suministro de gas, lo que oblig¨® a Chisinau a comprar en Rumania y elevar la factura. Todo ello ha derivado en los dos ¨²ltimos a?os en protestas en las calles, desde sectores de la sociedad proclives al acercamiento hacia Mosc¨².
¡°Rusia est¨¢ interfiriendo activamente en el resultado de las elecciones en Moldavia¡±, sostiene Lutsevych, de Chatham House. ¡°Su objetivo, al igual que en Georgia [que celebra elecciones el pr¨®ximo d¨ªa 26], es obstaculizar la integraci¨®n del pa¨ªs a la UE. Perder¨ªa el control sobre Chisin¨¢u, que ejerc¨ªa anteriormente creando un conflicto congelado en Transnistria (el poder de esta palanca est¨¢ disminuyendo)¡±. La analista de este centro de estudios, con sede en Londres, se refiere a la franja entre Moldavia y Ucrania, gobernada por separatistas prorrusos tras declarar su independencia a principios de los noventa y en la que hay desplegados entre 1.500 y 2.000 uniformados bajo las ¨®rdenes del Kremlin. Seg¨²n ha repetido en varias ocasiones el ministro de Exteriores ruso, Sergu¨¦i Lavrov, en ese territorio habitan m¨¢s de 200.000 ciudadanos con pasaporte ruso. Es decir, la mitad de la poblaci¨®n del enclave. Las autoridades de Transnistria pidieron el pasado febrero protecci¨®n a Rusia ante la ¡°presi¨®n¡± de Chisin¨¢u, sobre todo en el plano econ¨®mico.
En p¨²blico, Mosc¨² mantiene un relato medido sobre las elecciones. Bajo la mesa, sin embargo, ha ejercido su presi¨®n a trav¨¦s de una ofensiva h¨ªbrida: con propaganda, campa?as de desinformaci¨®n en las redes y la acci¨®n de individuos como el oligarca Ilan Shor, residente en Rusia, condenado en ausencia a 15 a?os por extraer hace una d¨¦cada del sistema bancario moldavo casi mil millones de euros. Seg¨²n las fuerzas de seguridad, este magnate ¡ªnacido en Israel, pero de nacionalidad moldava¡ª tiene a sueldo a m¨¢s de 130.000 votantes de cara a las elecciones de este domingo. Este jueves, la polic¨ªa moldava inform¨® de que hab¨ªa descubierto una trama para el env¨ªo a Rusia y entrenamiento de ciudadanos que, posteriormente, participaran en protestas y des¨®rdenes en Moldavia. Detr¨¢s del complot estar¨ªa, seg¨²n las autoridades, Shor.
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