Los cabos sueltos del acuerdo de alto el fuego entre Israel y L¨ªbano presagian un futuro incierto
El pacto se sustentar¨¢ en una carta de garant¨ªas de EE UU a Israel de que podr¨¢ bombardear L¨ªbano cuando considere que Hezbol¨¢ lo incumple, con el consiguiente riesgo de escalada. La capacidad de Beirut para cumplir sus compromisos tambi¨¦n est¨¢ llena de interrogantes
El acuerdo de alto el fuego entre Israel y L¨ªbano que ha entrado en vigor en la madrugada de este mi¨¦rcoles da alivio a una poblaci¨®n libanesa extenuada y evita que el pa¨ªs se convierta en una nueva Gaza, pero deja una serie de cabos sueltos que corren el riesgo de convertirlo m¨¢s en un descanso b¨¦lico que en una paz duradera. El principal es, precisamente, que se sustentar¨¢ en una carta de garant¨ªas de Estados Unidos a Israel de que podr¨¢ bombardear L¨ªbano no solo en represalia ante ataques, sino cuando considere que Hezbol¨¢ lo incumple. Lo har¨¢ ¡°con fuerza¡± ante el m¨ªnimo incumplimiento, como ha dejado claro el primer ministro israel¨ª, Benjam¨ªn Netanyahu, este martes al anunciarlo.
Es el principal punto que ha convencido a los indecisos en Israel, por temor a reproducir la situaci¨®n que sigui¨® a la anterior guerra, en 2006: Hezbol¨¢ aument¨® notablemente su fuerza, arsenal y presencia al sur del r¨ªo Litani (a unos 30 kil¨®metros de la frontera), pese a que la resoluci¨®n de la ONU que puso fin a la contienda b¨¦lica (y sigue vigente) lo prohib¨ªa y a que 10.000 cascos azules monitoreaban su cumplimiento. El mandato de la misi¨®n de Naciones Unidas consist¨ªa en comunicar las violaciones al ej¨¦rcito liban¨¦s, que no hac¨ªa nada para impedirlo, ante el riesgo de generar una guerra civil.
El autootorgado derecho de Israel a bombardear L¨ªbano vac¨ªa en la pr¨¢ctica de contenido la resoluci¨®n 1701, que lo proh¨ªbe. Tambi¨¦n las vulneraciones del espacio a¨¦reo liban¨¦s que Israel lleva a?os haciendo y sobre las que nada dice el acuerdo. En el texto del pacto, que desvela el diario liban¨¦s L¡¯Orient Le Jour, los potenciales ataques israel¨ªes quedan protegidos por el fluido ¡°derecho a la autodefensa¡±, con el benepl¨¢cito de Washington, con Donald Trump como presidente en menos de dos meses.
El pr¨®ximo embajador de EE UU en Israel, Mike Huckabee (que niega la ocupaci¨®n de los territorios palestinos y llama ¡°barrios y localidades¡± a los asentamientos jud¨ªos en Jerusal¨¦n Este y Cisjordania), asegur¨® este martes que Netanyahu est¨¢ ¡°siendo muy listo al retener el derecho de retomar el combate si Hezbol¨¢ rompe la tregua¡±. En qu¨¦ consiste esto ¨²ltimo, lo determinar¨¢ en realidad el propio Israel, en consultas con Washington y si considera que las Fuerzas Armadas libanesas no han actuado.
Un ejemplo ser¨¢ la famosa ¡°reorganizaci¨®n¡± al sur del r¨ªo Litani de Hezbol¨¢, una organizaci¨®n con ramas pol¨ªtica (con diputados en el Parlamento), militar, educativa, religiosa y caritativa. Y con notable predicamento entre los chi¨ªes de la zona, que la perciben como la ¨²nica fuerza que disuade a Israel de invadir el pa¨ªs, algo que las Fuerzas Armadas ni quieren ni pueden hacer (carecen incluso de Fuerza A¨¦rea).
Israel ha advertido de que impedir¨¢ que Hezbol¨¢ se reconstruya al sur del Litani, aprovechando el regreso de los civiles a los hogares que no han destruido a su paso las tropas israel¨ªes. Pero justo este martes, uno de los diputados de Hezbol¨¢, Hasan Fadlallah, ha asegurado en una entrevista con la agencia Reuters que ¡°la resistencia que estaba combatiendo en el campo de batalla¡± se dedicar¨¢ tras la guerra a ayudar a los desplazados (m¨¢s de un mill¨®n, cientos de miles de ellos en Siria) a regresar a sus aldeas y a reconstruir las ¨¢reas destruidas por los ataques israel¨ªes.
¡°Sin la participaci¨®n de Hezbol¨¢ y su voluntad de adherirse a las disposiciones del acuerdo, este carecer¨¢ completamente de sentido¡±, escrib¨ªa este martes el comentarista del diario Haaretz Zvi Barel. ¡°Seg¨²n este acuerdo, Hezbol¨¢ no ser¨¢ desarmado. Sus armas, sus miles de misiles de largo y corto alcance, su arsenal de drones, su avanzada tecnolog¨ªa bal¨ªstica y toda su infraestructura militar seguir¨¢n existiendo. Si el acuerdo se implementa en su totalidad, la organizaci¨®n se alejar¨¢ m¨¢s de Israel, al norte del r¨ªo Litani. Pero no desaparecer¨¢¡±, a?ad¨ªa.
El Gobierno liban¨¦s, el mismo que tiene un primer ministro interino y lleva dos a?os sin presidente, ser¨¢ el encargado de supervisar la venta, entrega y producci¨®n de armamento, as¨ª como de desmantelar todas las instalaciones no autorizadas vinculadas a la producci¨®n de armas y de material vinculado, seg¨²n el acuerdo. Y Estados Unidos, el principal aliado de Israel, presidir¨¢ el comit¨¦ que supervise la aplicaci¨®n, con el consiguiente riesgo de acusaciones de parcialidad.
El pacto otorga otra misi¨®n a Washington: ¡°reforzar¨¢ las negociaciones indirectas entre Israel y L¨ªbano para lograr un trazado de la frontera terrestre reconocida internacionalmente¡±. Es justo lo que exige desde hace a?os el Gobierno de Beirut, que reclama a Israel que se avenga a negociar los diferendos que mantienen sobre la l¨ªnea de retirada en 2000 que certific¨® Naciones Unidas. La idea tambi¨¦n figuraba sin ¨¦xito en la resoluci¨®n de 2006 e Israel, en una posici¨®n de fuerza y ¨Dcomo ha se?alado Netanyahu¨D preocupado ahora de mostrar m¨²sculo ante Ir¨¢n, patr¨®n de Hezbol¨¢, no tendr¨¢ muchos motivos para abrir ese mel¨®n.
Israel s¨ª acord¨® en 2022 ¨Dnegociada, como este alto el fuego, por el enviado de la Casa Blanca, Amos Hochstein¨D una delimitaci¨®n de las fronteras mar¨ªtimas para la explotaci¨®n de gas que dej¨® la mayor¨ªa de yacimientos del lado sur y pocos del liban¨¦s. Tanto es as¨ª que Netanyahu (entonces en un breve par¨¦ntesis en la oposici¨®n) prometi¨® inicialmente denunciar el acuerdo si regresaba al poder y no lo ha hecho.
No es el ¨²nico asunto que puede quedar congelado cuando el foco diplom¨¢tico se aleje de L¨ªbano y las canciller¨ªas occidentales se concentren en crisis m¨¢s urgentes. Otro es la reconstrucci¨®n de un pa¨ªs arruinado, en el que se calcula que los bombardeos han destruido o da?ado 100.000 unidades habitacionales. El ej¨¦rcito israel¨ª ha dejado adem¨¢s en escombros 37 aldeas del sur de L¨ªbano, emulando el modelo de Gaza en su avance. El pasado d¨ªa 14, el Banco Mundial calcul¨® en 8.500 millones de d¨®lares (8.120 millones de euros) las p¨¦rdidas que han supuesto para el pa¨ªs los 13 meses de conflicto, sobre todo los dos ¨²ltimos de alta intensidad. Un total de 166.000 personas han perdido el trabajo y el PIB se contraer¨¢ un 6,6% este a?o, dejando una p¨¦rdida del 34% en los cinco a?os de crisis econ¨®mica.
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