Starmer defiende su pol¨ªtica econ¨®mica ante la presi¨®n de los mercados
El encarecimiento de la deuda p¨²blica envalentona a la oposici¨®n conservadora. Algunos analistas sugieren que el Gobierno laborista vive su ¡®momento Liz Truss¡¯
En otras circunstancias, la an¨¦cdota habr¨ªa dado para muchas bromas. En el momento de debilidad actual del Gobierno brit¨¢nico, resulta reveladora. La ex primera ministra conservadora Liz Truss, ...
En otras circunstancias, la an¨¦cdota habr¨ªa dado para muchas bromas. En el momento de debilidad actual del Gobierno brit¨¢nico, resulta reveladora. La ex primera ministra conservadora Liz Truss, que en su breve mandato de apenas 50 d¨ªas hundi¨® la deuda p¨²blica, la libra esterlina y la credibilidad internacional del Reino Unido, ha enviado al primer ministro laborista, Keir Starmer, un requerimiento legal para que deje de decir precisamente eso: que por culpa de ella los mercados entraron en p¨¢nico. Si Downing Street se obstina en seguir contando la verdad ¨Denti¨¦ndase la iron¨ªa¨D, Truss amenaza con acudir a los tribunales.
El Partido Conservador, al que los electores dieron la espalda el pasado julio despu¨¦s de 14 a?os de deterioro de los servicios p¨²blicos y de un Brexit ruinoso, se muestra hoy envalentonado ante las claras se?ales de debilidad econ¨®mica.
Starmer, y su ministra de Econom¨ªa, Rachel Reeves, luchan estos d¨ªas por convencer a los mercados de que tienen todo bajo control, y de que no ser¨¢ necesario subir m¨¢s los impuestos o imponer m¨¢s recortes. La deuda p¨²blica brit¨¢nica se ha desplomado esta semana. El tipo de inter¨¦s de los bonos ha llegado casi al 5% (4,93%), el pico m¨¢s alto registrado desde la crisis financiera de 2008. La libra esterlina ha descendido a su nivel m¨¢s bajo en un a?o.
Al Gobierno le resulta m¨¢s caro endeudarse, y el pago de la deuda se ha comido ya pr¨¢cticamente el colch¨®n de casi 12.000 millones de euros que apart¨® en su primer presupuesto, a finales de octubre.
Reeves visita esta semana China. El viaje fue planificado con mucha antelaci¨®n, y tiene como objetivo relanzar las relaciones comerciales y econ¨®micas con esa potencia mundial. Pero ha coincidido con el debate en el Parlamento de una moci¨®n urgente planteada por la oposici¨®n, en torno a la inquietud actual en los mercados por la situaci¨®n de la deuda. Y tanto laboristas como liberaldem¨®cratas han acusado a la ministra de huir, y de enviar en su lugar a un subalterno a la C¨¢mara de los Comunes.
¡°?D¨®nde est¨¢ la ministra?¡±
¡°?D¨®nde est¨¢ la ministra? Es lamentable que en estos tiempos tan dif¨ªciles, cuando nos enfrentamos a asuntos tan graves, no haya donde encontrarla¡±, clamaba en el debate parlamentario el portavoz conservador de Econom¨ªa, Mel Stride.
El encargado de defender la posici¨®n de Downing Street era el secretario de Estado del Tesoro, Darren Jones. ¡°Que no exista ninguna duda sobre el compromiso de este Gobierno con la estabilidad econ¨®mica y con unas cuentas p¨²blicas saneadas¡±, afirmaba en la C¨¢mara de los Comunes. ¡°Nuestro cumplimiento de las reglas fiscales es innegociable¡±, aseguraba Jones, en un intento de frenar el temor de los mercados a que el nuevo Ejecutivo laborista se vea obligado a endeudarse m¨¢s para evitar nuevas subidas de impuestos o m¨¢s recortes en el gasto p¨²blico.
A pesar de los intentos de la oposici¨®n de presentar una situaci¨®n tan ca¨®tica como la provocada en su d¨ªa por Truss, cuyo disparatada bajada de impuestos en oto?o de 2022 dispar¨® el mercado de deuda p¨²blica y extendi¨® el p¨¢nico en los mercados, la situaci¨®n del Reino Unido parece, de momento, controlada. Estados Unidos tambi¨¦n ha visto un aumento hist¨®rico del tipo de inter¨¦s de los bonos, por el temor y la incertidumbre de los analistas ante la pol¨ªtica econ¨®mica de la nueva Administraci¨®n de Donald Trump.
¡°Gran parte de estos cambios en el precio [de la deuda] refleja factores globales que se est¨¢n produciendo en Estados Unidos, en Europa o en el Reino Unido¡±, aseguraba esta semana en Edimburgo la vicegobernadora del Banco de Inglaterra, Sarah Breeden. El Gobierno y las instituciones econ¨®micas brit¨¢nicas insisten estos d¨ªas en subrayar que la colocaci¨®n de deuda se sigue realizando de manera ¡°ordenada¡±. La demanda supera con creces a la oferta de bonos.
Pero hay una realidad que corresponde exclusivamente al Reino Unido y que est¨¢ poniendo en serias dificultades al Gobierno de Starmer. El presupuesto presentado en octubre supuso un duro golpe para los empresarios brit¨¢nicos, que vieron su presi¨®n fiscal aumentada. La parte de la cotizaci¨®n a la seguridad social (el llamado national insurance) que pagan las empresas va a subir notablemente a partir de abril.
En los ¨²ltimos tres meses se han multiplicado las cr¨ªticas hacia el Gobierno y las muestras de desconfianza. Starmer se ha visto atrapado en batallas inesperadas y de un elevado coste pol¨ªtico, como la rebeli¨®n de los pensionistas por la supresi¨®n de las subvenciones en la factura energ¨¦tica, o la de los agricultores por el aumento del impuesto de sucesiones.
La econom¨ªa se mantiene en crecimiento cero, y la inflaci¨®n ha vuelto a subir hasta el 2,6%, despu¨¦s de que el anterior Gobierno conservador de Rishi Sunak la hubiera bajado al 2%.
¡°Tanto un crecimiento m¨¢s d¨¦bil como unos tipos de inter¨¦s m¨¢s altos ejercen presi¨®n sobre las finanzas p¨²blicas. A diferencia de la mayor¨ªa de los dem¨¢s grandes pa¨ªses desarrollados, el Reino Unido toma prestado dinero a un tipo de inter¨¦s mucho m¨¢s alto que su tasa de crecimiento econ¨®mico subyacente, lo que empeora la din¨¢mica de la deuda¡±, se?ala Peder Beck-Friis, analista econ¨®mico de la firma de inversi¨®n PIMCO.
La ministra Reeves ha hecho gala desde el inicio de su mandato de un rigor presupuestario que, seg¨²n ella, nunca tuvieron los gobiernos conservadores previos. Una de las reglas de oro impuestas por el actual ministerio es la de financiar el gasto corriente exclusivamente con los ingresos de los impuestos, y no con m¨¢s endeudamiento.
El temor de muchos laboristas, ante la presi¨®n actual de los mercados, es que Reeves acabe dando una vuelta m¨¢s de tuerca e introduzca nuevos recortes. El partido hace frente el pr¨®ximo 1 de mayo a unas elecciones auton¨®micas importantes, e intuye que los votantes podr¨ªan expresar ah¨ª su decepci¨®n con Starmer mediante un severo castigo en las urnas.