La primera ley de deportaciones de la era Trump deja al Partido Dem¨®crata dividido

Donald Trump estren¨® el lunes su segundo mandato como presidente de Estados Unidos con una avalancha de decretos destinados a barrer la era de su predecesor, Joe Biden, y dar un brusco giro de tim¨®n a la pol¨ªtica migratoria, energ¨¦tica y de diversidad. Aunque Trump forz¨® los l¨ªmites de la autoridad ejecutiva, para muchas de sus prioridades no basta con los decretos presidenciales, sino que necesitan respaldo legal. El Congreso, de mayor¨ªa republicana, le ha servido en bandeja la primera ley de la nueva legislatura que permite al presidente poner el foco en una de esas prioridades: las deportaciones. La aprobaci¨®n de la ley ha dejado al Partido Dem¨®crata dividido sobre la cuesti¨®n.

El Senado y la C¨¢mara de Representantes aprobaron el mi¨¦rcoles por la tarde la ley Laken Riley, cuyo nombre es un homenaje a una estudiante de enfermer¨ªa de Georgia que fue asesinada el a?o pasado por un inmigrante venezolano que previamente hab¨ªa sido detenido y puesto en libertad por un delito menor. La nueva ley, que encaja a la perfecci¨®n en la pol¨ªtica de Trump de deportaciones masivas, permite la detenci¨®n y expulsi¨®n de los inmigrantes indocumentados que sean acusados de delitos, aunque no hayan sido juzgados ni declarados culpables.

La votaci¨®n final se produjo el mi¨¦rcoles en la C¨¢mara de Representantes y la ley fue apoyada en bloque por los congresistas republicanos y por 46 dem¨®cratas. El resultado global de la votaci¨®n, con 263 votos a favor y 156 en contra, confirma el viraje de parte de los dem¨®cratas en la materia. La ley ya fue aprobada por la C¨¢mara baja el a?o pasado, pero se atasc¨® en el Senado, entonces controlado por el partido de Joe Biden. Ahora, los senadores dem¨®cratas han contribuido a desbloquear su tramitaci¨®n por la v¨ªa r¨¢pida tambi¨¦n en la C¨¢mara alta.

La nueva norma exige al Servicio de Inmigraci¨®n y Control de Aduanas (ICE) detener a los inmigrantes no autorizados que sean acusados, detenidos o condenados por hurtos, robos y atracos no violentos y ordena que se mantengan bajo custodia hasta ser deportados. La propuesta se ampli¨® en el Senado para incluir tambi¨¦n a los acusados de agredir a un agente de polic¨ªa o de delitos que hieran o maten a alguien. Con la ley anterior hac¨ªa falta haber sido condenado por dos delitos menores o por uno grave para la expulsi¨®n. El texto de la nueva norma tambi¨¦n permite a los Estados demandar al Gobierno federal si pueden demostrar los da?os causados por los inmigrantes que entran ilegalmente en el pa¨ªs.

Lo que la ley no incluye es nueva financiaci¨®n para reforzar los medios del servicio de Inmigraci¨®n y Control de Aduanas (ICE). El Departamento de Seguridad Interior ha calculado que la aplicaci¨®n de la nueva ley costar¨ªa 26.900 millones de d¨®lares en el primer a?o, incluido un aumento de 110.000 camas de detenci¨®n del ICE. Trump quiere que se destinen nuevos fondos a migraci¨®n en una nueva ley que tambi¨¦n sirva para prorrogar las rebajas de impuestos de su anterior mandato, que vencen a finales de este a?o. Para hacer frente a nuevos gastos y menos ingresos sin aumentar el ya desbocado d¨¦ficit p¨²blico ser¨¢ necesario abordar recortes en otras partidas.

Cr¨ªticas progresistas

Parte de los dem¨®cratas han criticado la ley por esa falta de financiaci¨®n, pero otros lo han hecho por cuesti¨®n de principios, especialmente en el ala progresista del partido. ¡°Es vergonzoso que la primera ley del nuevo Congreso ponga una diana en la espalda de millones de nuestros vecinos y aumente la militarizaci¨®n de nuestros barrios¡±, se?al¨® en un comunicado la congresista por M¨ªchigan Rashida Tlaib. ¡°Es una violaci¨®n flagrante de las garant¨ªas procesales y dar¨¢ lugar a la detenci¨®n y deportaci¨®n obligatorias de personas que simplemente est¨¢n acusadas de un delito, sin ni siquiera haber sido condenadas. Separar¨¢ a las familias y conducir¨¢ a un aumento de los perfiles raciales. Dar¨¢ a¨²n m¨¢s poder a Trump para desatar la deportaci¨®n masiva en nuestras comunidades. Es una verg¨¹enza que mis colegas cedan al alarmismo racista a la primera oportunidad de aprobar una ley para convertir a los inmigrantes en chivos expiatorios y alimentar el odio en nuestras comunidades¡±, a?adi¨®.

¡°Quiero que el pueblo estadounidense sepa con los ojos bien abiertos, lo que hay dentro de este proyecto de ley, porque estamos aqu¨ª justo dos d¨ªas despu¨¦s de que el presidente Trump diera indultos incondicionales a criminales violentos que atacaron la capital de nuestra naci¨®n el 6 de enero. Y estas son las personas que quieren que creamos que est¨¢n tratando de, entre comillas, ¡®mantener a los criminales fuera de las calles¡¯, cuando est¨¢n abriendo las compuertas¡±, dijo por su parte la congresista por Nueva York Alexandria Ocasio-Cortez en el debate en la C¨¢mara de Representantes. ¡°Al amparo de la tragedia, estamos viendo una erosi¨®n fundamental de nuestros derechos civiles en este proyecto de ley. Si una persona es acusada de un delito, si alguien quiere se?alar con el dedo y acusar a alguien de robar en una tienda, ser¨¢ acorralado y puesto en un campo de detenci¨®n privado y enviado a la deportaci¨®n, sin un d¨ªa en el tribunal, sin un momento para hacer valer sus derechos y su presunci¨®n de inocencia¡±, continu¨®.

Un buen grupo de miembros del Partido Dem¨®crata, en especial de circunscripciones donde han sido elegidos con una mayor¨ªa ajustada, han visto c¨®mo entre el electorado ha calado el mensaje de mano dura contra la inmigraci¨®n irregular de Trump y han decidido apoyar la ley. Algunos incluso la han copatrocinado como los senadores por Arizona, Rub¨¦n Gallego, y por Pensilvania, John Fetterman.

Trump ha declarado una emergencia en la frontera con M¨¦xico y buena parte de sus primeros decretos han ido destinados a combatir la inmigraci¨®n irregular. Trump ha decidido cancelar las peticiones de asilo y refugio, enviar tropas a la frontera, reforzar las barreras f¨ªsicas y otras medidas excepcionales, a pesar de que el flujo de inmigrantes ha ca¨ªdo en los ¨²ltimos meses a niveles inferiores a los del final de su primer mandato. La demonizaci¨®n de los inmigrantes y el discurso xen¨®fobo contribuyeron de forma importante a su elecci¨®n, al igual que en 2016.