Segundo manotazo de Trump en Gaza
El presidente de Estados Unidos promete una limpieza ¨¦tnica en el territorio ocupado palestino en una demostraci¨®n de fascismo ante la que el mundo no deber¨ªa permanecer indiferente
A base de una pol¨ªtica de manotazos, en su nueva presidencia Donald Trump se propone reconfigurar el orden mundial, desde el comercio a las instituciones supranacionales. Sobre Palestina/Israel ha proclamado el fin de la soluci¨®n de los dos Estados, no por realismo pol¨ªtico, sino en la l¨ªnea de culminaci¨®n de la Nakba que el Gobierno de Israel persigue.
Las declaraciones de este martes en Washington, acompa?ado de Netanyahu, son su segundo manotazo sobre la franja de Gaza. El primero fue imponer una tregua que no pudo imponer Biden. Con este segundo, Trump le dice al mundo qui¨¦n decide en Israel, Jordania y Egipto, una suerte de Estados subrogados de Estados Unidos. Y lanza de refil¨®n un aviso a Arabia Saud¨ª, que ha permanecido en la sombra en las ¨²ltimas semanas y no ignora que, en gran medida, de ella depende el futuro del mundo ¨¢rabe, una noci¨®n pol¨ªtica cada vez m¨¢s nebulosa. Trump se comporta como quien pone el dinero, pues de hecho Estados Unidos es quien ha financiado el actual genocidio en Gaza, como repiten una y otra vez los jud¨ªos antisionistas y la comunidad de origen palestino estadounidense. Durante la guerra en Gaza, EE UU ha entregado a Israel una ayuda militar declarada por valor de m¨¢s de 22.000 millones de d¨®lares.
Los palestinos acompa?an con frecuencia el nombre de Gaza con el ep¨ªteto azza (¡°insobornable¡±), en un juego de palabras que viene a decir que con Gaza no se podr¨¢. Ya sabemos que de esto Trump no entiende, ni le importa. Pero m¨¢s le valdr¨ªa considerarlo si de verdad quiere ¡°aprender de la historia¡±, como ¨¦l mismo se ha jactado de estar haciendo al dise?ar la nueva pol¨ªtica de Washington para la Franja. Gaza es la cuna del movimiento nacional palestino, en ella se fundaron sus partidos pol¨ªticos y se organiz¨® la primera resistencia armada contra Israel; tambi¨¦n las intifadas populares se gestaron all¨ª. Tratar a su gente como ganado desnortado al que se puede llevar al matadero de la historia es propio de una mentalidad que precisamente desprecia la historia y se cree con la capacidad de hacerla. Los resultados de este tipo de comportamiento siempre han sido catastr¨®ficos.
Trump redise?a el mapa de Oriente Pr¨®ximo a golpe de declaraciones y cultura del espect¨¢culo, y propulsa la mitolog¨ªa sionista hacia el futuro: Gaza ser¨¢ la Riviera americana de Oriente Pr¨®ximo.
A quienes se resist¨ªan a llamar a las cosas por su nombre, Trump se lo pone f¨¢cil: promete limpieza ¨¦tnica, colonias de lujo, control estadounidense del territorio. Si hac¨ªan falta m¨¢s se?ales del fascismo de Trump, ah¨ª las tenemos. El mundo no puede permanecer indiferente, aunque seguramente lo haga. En Palestina se piensa que esperar es un callej¨®n sin salida. La miop¨ªa pol¨ªtica de este momento es tremenda. Europa sigue ausente. Ham¨¢s est¨¢ avisando. El Ej¨¦rcito israel¨ª y los colonos tienen Cisjordania y Jerusal¨¦n en llamas. Y en Washington se habla de vacaciones en la playa.
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