Biden condena el muro de Trump al olvido

Con menos de un d¨ªa en el poder, la nueva Administraci¨®n de Joe Biden se ha apresurado a desmantelar dos de las medidas estrella y promesas de campa?a de Donald Trump: la construcci¨®n de un muro en la frontera con el vecino del sur y frenar el programa conocido como Permanecer en M¨¦xico.

Nada ejemplifica mejor la ruptura entre un Gobierno y otro. Desde este viernes, la medida que oficialmente se llama Protocolo de Protecci¨®n de Migrantes (MPP, por sus siglas en ingl¨¦s), aunque se conoce mejor por el sobrenombre de Permanecer en M¨¦xico, queda suspendida. El controvertido programa, lanzado en enero de 2019, funcion¨® sin descanso durante 13 meses seguidos, lo que supuso que el Departamento de Seguridad Interior (DHS, siglas en ingl¨¦s) devolvi¨® a M¨¦xico a m¨¢s de 60.000 inmigrantes para que esperaran en ese pa¨ªs vecino la resoluci¨®n de su estatus migratorio. Miles de personas viven, en tiempos de covid, en p¨¦simas condiciones sanitarias y est¨¢n sometidas a peligros continuos debido a la violencia que impera en la frontera.

Aunque debido precisamente a las restricciones impuestas por el coronavirus, el DHS ya ha informado de que todos aquellos que esperan en M¨¦xico la concesi¨®n de asilo para que su caso se estudie en Estados Unidos no podr¨¢n entrar en el pa¨ªs de forma inmediata. En Estados Unidos todo el que se presenta en una frontera terrestre o un aeropuerto tiene derecho a pedir asilo y a exponer su caso ante un juez. La Casa Blanca de Trump consideraba que los inmigrantes llevaban a?os aprovech¨¢ndose de las leyes estadounidenses para entrar en el pa¨ªs y luego no se presentaban a la audiencia de su caso y desaparec¨ªan, sin papeles, dentro de su territorio.

De forma ¡°inmediata¡± se ha impuesto tambi¨¦n una pausa de 100 d¨ªas para la deportaci¨®n de ciertos migrantes que no tienen la ciudadan¨ªa, que entrar¨¢ en efecto este viernes. El secretario en funciones de Seguridad Interior, David Pekoske ¡ªa la espera de que el Senado confirme a Alejandro Mayorkas¡ª, hizo p¨²blico un memor¨¢ndum pocas horas despu¨¦s de que Biden entrara en la Casa Blanca en el que se establecen l¨ªmites muy estrictos para detener y deportar inmigrantes mientras el departamento revisa las pol¨ªticas impuestas durante la era Trump.

Este informe del DHS es un primer paso para encontrar una soluci¨®n a los m¨¢s de 11 millones de personas sin papeles que viven en Estados Unidos, que han echado en este pa¨ªs ra¨ªces y cuyos hijos son ciudadanos norteamericanos. A pesar de la importancia que tienen en el d¨ªa a d¨ªa de la naci¨®n estas personas ¡ªtrabajadores del campo, cuidadores, camareros o profesionales de m¨¢s alto rango¡ª, el Congreso de EE UU no ha aprobado una ley de peso sobre inmigraci¨®n desde la Administraci¨®n de Ronald Reagan en 1986. Biden pretende encontrar un camino a la ciudadan¨ªa para ese colectivo, algo en lo que fallaron ¡ªa pesar de intentarlo¡ª tanto el presidente George W. Bush como Barack Obama.

Tambi¨¦n inminente fue la orden de la Administraci¨®n Biden de detener la construcci¨®n del llamado muro de la verg¨¹enza (el muro con M¨¦xico) impuesto por Trump para frenar, seg¨²n sus palabras, la entrada en EE UU de los mexicanos ¡°violadores¡± y ¡°criminales¡±. El 25 de enero de 2017, Trump firm¨® un decreto que autorizaba la construcci¨®n del muro en la frontera sur. El ¡°gran, gran muro¡±, como lo calificaba el exmandatario, estaba llamado en las veleidades trumpianas a cubrir los m¨¢s de 3.100 kil¨®metros de frontera entre Estados Unidos y su pa¨ªs vecino del sur, M¨¦xico, que supon¨ªan ¡°un grave riesgo para la seguridad nacional¡±.

El presupuesto inicial para el muro se cifraba en 25.000 millones de d¨®lares y Trump advert¨ªa cada vez que pod¨ªa que iba a ser pagado con dinero mexicano, incluso lleg¨® a decir que ese pa¨ªs sufragar¨ªa la construcci¨®n aunque ellos no lo sab¨ªan. El expresidente republicano se vali¨® de todos los m¨¦todos que tuvo a su alcance para poder desviar fondos que costearan el muro. Lo cierto es que la m¨ªnima parte de muro que se ha construido se ha hecho con el dinero procedente de los Departamentos de Seguridad Nacional, de Defensa y del Tesoro. Ni un peso mexicano.

Cuando Trump firm¨® la declaraci¨®n del estado de emergencia nacional en la frontera el 15 de febrero de 2019 logr¨® desviar para el muro unos 6.300 millones de d¨®lares del Departamento de Defensa para la lucha contra las drogas. A ese monto se sumaron otros 3.600 millones del presupuesto del mismo departamento camuflados bajo la partida para construcciones militares, m¨¢s unos 3.400 millones del presupuesto anual de la Oficina de Aduanas y Protecci¨®n de Fronteras (CBP, siglas en ingl¨¦s, que depende del Departamento de Seguridad Nacional). El Congreso logr¨® aprobar m¨¢s de 1.300 millones en 2018, lo que en total asciende a unos 15.000 millones, cantidad inferior a los 25.000 millones inicialmente presupuestados.

¡°Ya hemos construido 300 millas (480 kil¨®metros) del muro fronterizo¡±, presumi¨® Trump el 28 de agosto pasado, en un mitin celebrado tras concluir la Convenci¨®n Nacional Republicana que oficializ¨® su candidatura a la reelecci¨®n. Seg¨²n los ¨²ltimos datos de la CBP, el pasado 4 de enero se hab¨ªan construido ¡°452 millas¡± (unos 720 kil¨®metros) del llamado ¡°nuevo sistema de muro fronterizo¡±. La cifra calculada por Trump era de unos 800 kil¨®metros a principios de este a?o.

Pero de nuevo, como casi todo en el universo Trump, el presidente no se ajustaba a la verdad. La inmensa mayor¨ªa de esos 700 kil¨®metros levantados para separar a EE UU de los inmigrantes en realidad figuraban como sustituciones o reparaciones de estructuras que marcaban la frontera ya existentes y que estaban deterioradas. Siguiendo datos oficiales, en realidad, el ¡°gran, gran muro¡± de Trump se reduce a poco m¨¢s de 120 kil¨®metros, ya que el resto de kil¨®metros son lo que se conoce como vallas primarias o secundarias, las que forman la naturaleza con las zonas monta?osas, los desiertos y los canales en torno al r¨ªo Bravo (o r¨ªo Grande). De los m¨¢s de 3.100 kil¨®metros de frontera, antes de que Trump llegara a la Casa Blanca, exist¨ªan barreras o vallas de separaci¨®n en un tercio de ella, unos 1.000 kil¨®metros. El sue?o fara¨®nico de Trump se ha quedado en unos pocos kil¨®metros que, adem¨¢s, son ahora condenados al olvido.

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