El dif¨ªcil equilibrio de Kamala Harris: entre apoyar a Biden y afianzarse como alternativa
Tras tres a?os y medio en el cargo llenos de baches, la vicepresidenta es hoy es la opci¨®n m¨¢s probable para sustituir al candidato dem¨®crata si este renuncia. Algunas encuestas la sit¨²an mejor posicionada para vencer a Trump
La de biden¨®logo es la nueva profesi¨®n de moda en Washington. Como aquellos observadores que interpretaban durante la Guerra Fr¨ªa hasta la m¨¢s m¨ªnima se?al llegada desde Mosc¨² para desentra?ar los intr¨ªngulis del Kremlin, los biden¨®logos llevan desde el desastroso debate que enfrent¨® el 27 de junio en Atlanta al presidente de Estados Unidos con Donald Trump tratando de descifrar si Joe Biden se confunde m¨¢s que antes, si termina peor las frases, si tiene menos reflejos que de costumbre o si quienes lo rodean lo protegen demasiado. Toda informaci¨®n parece poca para extraer conclusiones sobre las capacidades f¨ªsicas y mentales de un hombre de 81 a?os convencido, pese a las se?ales en contra, de que puede ganar las elecciones.
Un buen biden¨®logo tampoco quita ojo a la vicepresidenta Kamala Harris. Si Biden decide retirarse (algo que, dijo el viernes, solo har¨¢ previa intervenci¨®n del ¡°Se?or Todopoderoso¡±), Harris se antoja como la opci¨®n m¨¢s probable y segura para reemplazarlo, en vista de que ya cuenta con el apoyo p¨²blico de destacados miembros del partido. Y si aquel no tira la toalla y resulta elegido para otros cuatro largos a?os, es cada vez m¨¢s factible que a ella le toque dar un paso al frente en el supuesto de que la salud del presidente empeore.
Harris goza de una pizca de popularidad m¨¢s que el jefe (aunque la diferencia es casi imperceptible y en cualquier caso ambos andan por debajo del 40%), y algunas de las muchas encuestas que entretienen (y confunden) estos d¨ªas a periodistas, analistas y votantes la sit¨²an mejor posicionada para vencer a Trump.
As¨ª que, despu¨¦s de tres a?os y medio en uno de los puestos m¨¢s ingratos de la pol¨ªtica estadounidense, la primera mujer y la primera persona que no es blanca en ocupar la vicepresidencia se encuentra ante su equilibrio m¨¢s dif¨ªcil. Si est¨¢ ansiosa por dar un paso al frente, no puede notarse demasiado, y cualquier gesto suyo acaba inevitablemente sobreinterpretado, como sucedi¨® este jueves, durante la celebraci¨®n en el jard¨ªn sur de la Casa Blanca de la fiesta del 4 de julio, D¨ªa de la Independencia.
En un breve discurso, Harris se deshizo en elogios sobre Biden y luego, tras contemplar los fuegos artificiales desde uno de los balcones de la residencia presidencial, le dio un abrazo ampliamente analizado desde abajo por los asistentes al acto. ?No result¨® una demostraci¨®n de cari?o un tanto forzada?
Antes de que los focos apuntaran de nuevo hacia ella, el perfil de Harris, de 59 a?os, ya hab¨ªa ido ganando peso en la Administraci¨®n de Biden en los ¨²ltimos meses, tras una primera etapa durante la que las dimisiones en su equipo acaparaban los titulares, se hablaba de falta de sinton¨ªa con el presidente y el pasatiempo favorito en Washington era mostrar su decepci¨®n con esta hija de una india y un jamaicano que lleg¨® a la ciudad para hacer historia. En los primeros compases de la legislatura recibi¨® el encargo de ocuparse de la relaci¨®n con M¨¦xico y Centroam¨¦rica, as¨ª como de la frontera sur, dos regalos envenenados. Sus perspectivas mejoraron cuando, tras la decisi¨®n del Supremo que hace dos a?os tumb¨® Roe contra Wade, tom¨® las riendas de la lucha en favor del derecho al aborto, tema electoral clave.
Ese compromiso lo subray¨® el d¨ªa de la primavera de 2023 en que Biden y Harris anunciaron que repet¨ªan como t¨¢ndem electoral. Harris result¨® por la tarde convincente en un acto en favor del aborto en la universidad de Howard, hist¨®rico centro educativo negro de Washington conocido como ¡°la Meca¡±. En sus aulas, la vicepresidenta complet¨® sus estudios de Derecho antes de iniciar una brillante carrera en California que la llev¨® a ser fiscal general y senadora en Sacramento.
Un puesto dif¨ªcil
Despu¨¦s vino su salto a la pol¨ªtica nacional, su decepcionante papel en las primarias dem¨®cratas de 2020 y su fichaje como segunda de un candidato que buscaba rejuvenecer y diversificar su oferta. Tras el subid¨®n de la promesa de lo que ambos podr¨ªan hacer juntos y con la perspectiva de que Biden ven¨ªa con la sola intenci¨®n de servir de ¡°puente¡± para una nueva generaci¨®n, llegaron los sinsabores de la vicepresidencia, un puesto de doble filo.
Por un lado, es, desde hace medio siglo, la cantera m¨¢s fiable de presidentes estadounidenses. Por el otro, se trata de un cargo casi imposible de desempe?ar, tanto que Benjamin Franklin propuso dar a quienes lo ostentasen el tratamiento de ¡°su superflua excelencia¡±. No conviene destacar demasiado, ni llevar la contraria al jefe y, en el peor de los casos, si ese jefe es Donald Trump puedes acabar como acab¨® Mike Pence, con una turba pidiendo que te cuelguen durante el asalto al Capitolio.
Por las peculiaridades de Biden, el presidente m¨¢s longevo de la historia, Harris se enfrentaba a la dificultad a?adida de convencer al mundo de sus capacidades como sustituta llegado el caso mientras observaba todas esas reglas. Ahora que esa posibilidad se acerca, sus colaboradores se?alan un cambio de actitud, que, aseguran, lleg¨® meses antes del debate, m¨¢s o menos cuando el fiscal especial Robert Hur defini¨® como ¡°un anciano con mala memoria¡± a Biden en el informe sobre el manejo de los papeles secretos que conservaba de sus a?os como vicepresidente de Obama. Hab¨ªa que ¡°reforzar el ticket¡±, dicen esos asesores.
Prueba de ese nuevo papel y de su deseo de salir de la burbuja de Washington ¡ªuna burbuja que en su caso acent¨²a su residencia oficial, una casa colonial enterrada en los terrenos del Observatorio Naval, al noroeste de la ciudad¡ª, este a?o Harris ha emprendido unos 60 viajes, seg¨²n c¨¢lculos de The New York Times. El diario neoyorquino lleva una semana embarcado en una sola misi¨®n: forzar la retirada de Biden (y qui¨¦n sabe si la promoci¨®n de Harris).
Pese a que en estos d¨ªas ella ha repetido que no est¨¢, por emplear el s¨ªmil futbol¨ªstico, calentando en la banda ¡ª¡°Solo soy la compa?era de papeleta de Biden¡±, insisti¨® el martes¡ª, la campa?a de Trump, que asiste m¨¢s o menos callada al espect¨¢culo de la desintegraci¨®n de su enemigo, est¨¢ preparando, seg¨²n Axios, un plan de ataque contra Harris, a la que consideran una rival m¨¢s dif¨ªcil. Ese plan consiste en desacreditarla, en presentarla como demasiado liberal, falta de experiencia y d¨¦bil para asumir la presidencia. Y trat¨¢ndose de Trump, cabe esperar que esos ataques sean personales y las balas vuelen cargadas de misoginia.
fuck it, thread of kamala harris¡¯s funniest veep moments, starting with ¡°you think you fell out of the coconut tree?¡± 1/ pic.twitter.com/wyo4j2WPxt
— silly goose (@bailey_s26) July 3, 2024
Mientras tanto, la figura de Harris vive una nueva primavera en las redes sociales, que se han llenado de memes que exigen una rectificaci¨®n a quienes la subestimaron y celebran sus exc¨¦ntricos comentarios ¡ªque a veces recuerdan a la filosof¨ªa dad¨¢ del beisbolista Yogi Berra¡ª, agrupados bajo el hashtag #KHive (al estilo del Beyhive de Beyonc¨¦). El m¨¢s exitoso recoge una cita sobre un cocotero. La pronunci¨® en un acto en la Casa Blanca destinado a fomentar las oportunidades para la comunidad hispana. De pronto, solt¨®: ¡°Mi madre nos dec¨ªa: ¡®No s¨¦ qu¨¦ pasa con vosotros, los j¨®venes¡¯. ?Cre¨¦is que os acab¨¢is de caer de un cocotero? Uno existe en el contexto de lo que vive y de todo lo que te precedi¨®¡±. En el v¨ªdeo, ella misma parece responder a su ocurrencia con una de sus sonoras carcajadas.
Sobra decir que los biden¨®logos llevan d¨ªas d¨¢ndole vueltas a la cita, intentando comprender no solo su significado, sino sobre todo c¨®mo afectar¨¢ el contexto ¡°de lo que vive¡± Estados Unidos, con un presidente en ca¨ªda libre, al futuro del pa¨ªs y al de Kamala Harris. Lo que, en vista de todo lo que la precedi¨® a ella, tal vez sea lo mismo.
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