Biden planea proponer que los jueces del Tribunal Supremo no tengan mandato vitalicio
El presidente quiere que el c¨®digo ¨¦tico de los magistrados sea vinculante, pero no tiene mayor¨ªa parlamentaria para sacar adelante sus reformas
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, no quiere quedarse de brazos cruzados ante la revoluci¨®n conservadora emprendida por el Tribunal Supremo de Estados Unidos. Tras tres cursos judiciales de alta intensidad en los que los jueces han eliminado el derecho constitucional al aborto, agujereado el muro que separa Iglesia y Estado, ampliado los derechos sobre las armas de fuego y concedido una amplia inmunidad a Donald Trump, entre otras sentencias pol¨¦micas, Biden planea propuestas de reforma para el Supremo, seg¨²n han adelantado medios estadounidenses. Entre esas reformas en estudio est¨¢ la eliminaci¨®n de los mandatos vitalicios de los jueces y el establecimiento de un c¨®digo ¨¦tico vinculante.
Se trata de un gesto pol¨ªtico, realizado a menos de cuatro meses de las elecciones, pues los dem¨®cratas no cuentan con mayor¨ªa en el Congreso para sacar adelante las leyes que ser¨ªan necesarias para implantar esas medidas.
En su ronda de llamadas con grupos de congresistas para reafirmar su candidatura a la reelecci¨®n, el presidente habl¨® el s¨¢bado por teleconferencia con la facci¨®n m¨¢s izquierdista de sus parlamentarios y les traslad¨® el siguiente mensaje, seg¨²n una transcripci¨®n adelantada por The Washington Post y por la agencia Associated Press: ¡°Voy a necesitar vuestra ayuda para el Tribunal Supremo, porque estoy a punto de presentar, no quiero anunciarlo prematuramente, una importante iniciativa para limitar el Tribunal. He estado trabajando con expertos constitucionales durante los ¨²ltimos tres meses y necesito ayuda¡±, dijo Biden.
Los mandatos vitalicios garantizan la mayor¨ªa conservadora del Supremo por mucho tiempo. Los dos jueces de mayor edad son Clarence Thomas, de 76 a?os, y Samuel Alito, de 74. Son dos jueces, adem¨¢s, que se han visto sacudidos por esc¨¢ndalos, aunque han declinado apartarse de casos en que podr¨ªan estar contaminados por conflictos de intereses. El actual c¨®digo ¨¦tico del Supremo no tiene poder coercitivo.
Someter a plazo el mandato de los jueces requerir¨ªa una reforma legal y los dem¨®cratas no pueden sacarla adelante por s¨ª solos. En la C¨¢mara de Representantes tienen mayor¨ªa los republicanos y en el Senado la mayor¨ªa de los dem¨®cratas no es suficiente para sacar adelante los proyectos legislativos.
Inmunidad presidencial
Biden tambi¨¦n est¨¢ considerando pedir una enmienda constitucional que elimine la amplia inmunidad para los presidentes concedida por el Supremo en una sentencia reciente, dando la raz¨®n en gran medida a las pretensiones de Donald Trump, imputado por sus intentos de subvertir el resultado de las elecciones de 2020. Esa enmienda ser¨ªa a¨²n m¨¢s dif¨ªcil de sacar adelante.
La gota que parece haber colmado el vaso de Biden fue precisamente esa sentencia sobre la inmunidad del exmandatario republicano, que calific¨® de ¡°precedente peligroso¡±. ¡°Esta naci¨®n se fund¨® sobre el principio de que en Am¨¦rica no hay reyes. Todos, todos somos iguales ante la ley. Nadie, nadie est¨¢ por encima de la ley. Ni siquiera el presidente de Estados Unidos¡±, dijo entonces. ¡°La decisi¨®n de hoy significa casi con toda seguridad que pr¨¢cticamente no hay l¨ªmites a lo que un presidente puede hacer¡±, advirti¨® Biden. ¡°S¨¦ que respetar¨¦ los l¨ªmites del poder presidencial como lo he hecho durante los ¨²ltimos tres a?os y medio, pero cualquier presidente, incluido Donald Trump, ser¨¢ ahora libre de saltarse la ley¡±, a?adi¨®.
¡°Esta decisi¨®n de hoy ha continuado el ataque del Tribunal en los ¨²ltimos a?os a una amplia gama de principios jur¨ªdicos establecidos desde hace mucho tiempo en nuestra naci¨®n, desde el recorte de los derechos de voto y los derechos civiles a la eliminaci¨®n del derecho de la mujer a elegir, hasta la decisi¨®n de hoy que socava el Estado de derecho de esta naci¨®n¡±, subray¨® Biden ese mismo d¨ªa.
Aproximadamente dos de cada tres estadounidenses se declaran a favor de la limitaci¨®n de mandatos o de una edad de jubilaci¨®n obligatoria para los jueces del Tribunal Supremo, seg¨²n una encuesta de 2022 del Centro de Investigaci¨®n de Asuntos P¨²blicos de Associated Press-NORC. Seg¨²n la encuesta de junio sobre el ¨®rgano judicial, la confianza sigue siendo baja: cuatro de cada 10 estadounidenses dicen que apenas conf¨ªan en las personas que dirigen el Tribunal Supremo. La encuesta revel¨® que siete de cada 10 estadounidenses piensan que los jueces del alto tribunal est¨¢n influenciados por la ideolog¨ªa, mientras que solo tres de cada 10 piensan que los jueces son m¨¢s propensos a proporcionar un control independiente sobre otras ramas del Gobierno siendo justos e imparciales.
Razones ideol¨®gicas
George Washington eligi¨® a los primeros jueces del Supremo en 1789 siguiendo criterios geogr¨¢ficos, pero la pr¨¢ctica habitual es seleccionarlos por razones ideol¨®gicas. Pese a que los republicanos solo han ganado en voto popular en unas elecciones presidenciales desde 1992 (las de 2004 con George W. Bush), el Supremo tiene seis jueces conservadores por tres progresistas. Algunos dem¨®cratas consideran que los republicanos les han ¡°robado¡± dos nombramientos. Cuando el juez conservador Antonin Scalia muri¨® en febrero de 2016, los republicanos bloquearon el nombramiento de Merrick Garland, un juez moderado.
Tras ganar las elecciones en noviembre de ese a?o, Trump eligi¨® al conservador Neil Gorsuch. Los dem¨®cratas intentaron bloquear la votaci¨®n en el Senado, pero los republicanos cambiaron las reglas del juego y Gorsuch fue ratificado. Tras la jubilaci¨®n del moderado Anthony Kennedy, Trump design¨® a Brett Kavanaugh, tambi¨¦n conservador. El vuelco se complet¨® con la muerte por c¨¢ncer de la m¨ªtica jueza progresista Ruth Bader Ginsburg el 18 de septiembre de 2020, a solo unas semanas de las presidenciales que enfrentaban a Trump con Biden. Trump nombr¨® a la ferviente cat¨®lica Amy Coney Barrett, que fue ratificada por el Senado solo una semana antes de las presidenciales. Con ello, quedaba cimentado el Tribunal Supremo m¨¢s conservador en d¨¦cadas.
En 2022, tras las sentencias sobre el aborto, el cambio clim¨¢tico, las armas de fuego, la religi¨®n en los colegios, la vacunaci¨®n obligatoria de trabajadores contra la covid, el papel de las agencias federales y la inmigraci¨®n, algunos dem¨®cratas ya pidieron tomar medidas. La congresista neoyorquina Alexandria Ocasio-Cortez reclam¨® el impeachment de Gorsuch y Kavanaugh por ¡°mentir bajo juramento¡±, ya que en sus comparecencias dijeron que el aborto era un asunto resuelto.
La senadora Elizabeth Warren plante¨® la posibilidad de ampliar el Supremo. El art¨ªculo III de la Constituci¨®n de Estados Unidos no fija su composici¨®n. El Supremo inici¨® su andadura en Nueva York, por entonces la capital, a comienzos de 1790, con seis miembros. Cambi¨® de tama?o varias veces a lo largo del siglo XIX hasta que la ley judicial de 1869 lo fij¨® en nueve, dimensi¨®n que ha permanecido m¨¢s de siglo y medio. El dem¨®crata Franklin D. Roosevelt trat¨® de ampliarlo en 1937 y el rechazo fue rotundo, incluso dentro de su propio partido. Algunos congresistas dem¨®cratas introdujeron un proyecto de ley en abril de 2021 para aumentar su tama?o a 13 miembros, pero la presidenta dem¨®crata de la C¨¢mara de Representantes, Nancy Pelosi, rechaz¨® llevar la propuesta al pleno y el propio Joe Biden rechaz¨® ese atajo.
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