El fiscal especial pide reabrir el caso de los papeles clasificados contra Trump

Donald Trump no podr¨¢ olvidarse por ahora del proceso de los papeles clasificados que se llev¨® a Mar-a-Lago, su mansi¨®n en Palm Beach (Florida). Aunque la jueza responsable, Aileen Cannon, decidi¨® archivar la causa, el fiscal especial Jack Smith ha recurrido ese fallo ante el Tribunal de Apelaciones para intentar reabrir el caso. En un escrito de 81 p¨¢ginas, Smith acusa a la jueza Cannon, nombrada por el propio Trump, de saltarse todos los precedentes para anular el proceso.

En una sorprendente resoluci¨®n, la jueza concluy¨® que el nombramiento del fiscal especial, Jack Smith, viol¨® la Constituci¨®n porque no hab¨ªa sido nombrado por el presidente (lo hizo el fiscal general) ni confirmado por el Senado. Ahora, el fiscal dice que aquella decisi¨®n fue err¨®nea. ¡°El fiscal general nombr¨® v¨¢lidamente al fiscal especial, que tambi¨¦n est¨¢ debidamente financiado. Al dictaminar lo contrario, el tribunal de distrito se apart¨® de los precedentes vinculantes del Tribunal Supremo, malinterpret¨® las leyes que autorizaron el nombramiento del fiscal especial y no tuvo debidamente en cuenta la larga historia de nombramientos de fiscales especiales por parte del fiscal general¡±, indica el recurso.

¡°Si el fiscal general carece de poder para nombrar a funcionarios inferiores, esa conclusi¨®n invalidar¨ªa el nombramiento de todos los miembros del Departamento que ejercen una autoridad significativa y ocupan un cargo continuo, aparte de los pocos que est¨¢n espec¨ªficamente identificados por la ley¡±, dice el escrito. ¡°El razonamiento del tribunal de distrito plantear¨ªa igualmente cuestiones sobre cientos de nombramientos en todo el poder ejecutivo, incluidos los Departamentos de Defensa, Estado, Tesoro y Trabajo¡±, a?ade.

El recurso se?ala que, desde antes incluso de la creaci¨®n del Departamento de Justicia y hasta nuestros d¨ªas, los fiscales generales han nombrado en repetidas ocasiones fiscales especiales e independientes para encargarse de las investigaciones federales, incluido el caso Watergate.

Los jueces del 11? circuito o divisi¨®n judicial ser¨¢n ahora los encargados de resolver el recurso. Pero aunque dieran la raz¨®n al fiscal y anularan el archivo, Trump ya se habr¨ªa apuntado una peque?a victoria: dilatar el caso. Adem¨¢s, los abogados del expresidente podr¨ªan recurrir a su vez ante el Tribunal Supremo, que cuenta con una mayor¨ªa conservadora de seis jueces a tres y en el que tres de los magistrados fueron nombrados por el propio Trump cuando era presidente. El Supremo ha tenido importantes sentencias a favor de Trump en el ¨²ltimo a?o judicial, incluida la que le reconoce una amplia inmunidad.

Las maniobras legales de la defensa del expresidente para retrasar los juicios contra ¨¦l le han ido dando resultado, con la excepci¨®n del caso de Nueva York, donde fue declarado culpable de 34 delitos por un jurado y est¨¢ a la espera de sentencia ¡ªque tambi¨¦n ha conseguido retrasar¡ª.

Si Trump recupera la presidencia, podr¨ªa lograr que se retirase la acusaci¨®n por los casos federales (el de los papeles clasificados y el de Washington por interferencia en las elecciones de 2020). Tambi¨¦n podr¨ªa aspirar a autoindultarse.

La decisi¨®n de la jueza de archivar el caso se anunci¨® en julio, en el primer d¨ªa de la convenci¨®n republicana celebrada en Milwaukee y solo dos d¨ªas despu¨¦s de que el presidente sufriese un intento de asesinato. En aquel momento, parec¨ªa lanzado hacia la Casa Blanca. Ahora, el recurso del fiscal llega poco despu¨¦s de la convenci¨®n dem¨®crata, donde el relevo de Joe Biden como candidato por Kamala Harris ha insuflado entusiasmo en las filas dem¨®cratas.

Los partidarios de Harris hicieron alusi¨®n numerosas veces en la convenci¨®n a que su candidata es una antigua fiscal, mientras que Trump es un delincuente convicto. Aun as¨ª, los casos penales del presidente no han jugado hasta ahora un gran papel en la intenci¨®n de voto. En algo que ser¨ªa impensable hace unas d¨¦cadas, buena parte de los estadounidenses parecen dispuestos a elegir como presidente a un criminal. Trump se ha presentado como un m¨¢rtir y una v¨ªctima injusta y por momentos ha llegado a rentabilizar los cargos que pesan contra ¨¦l.

Aunque se ven¨ªa larvando con requerimientos desatendidos por el expresidente, el caso de los papeles clasificados de Mar-a-Lago estall¨® con el registro de la mansi¨®n de Trump en Palm Beach (Florida) por parte de agentes del FBI el 8 de agosto de 2022. En junio del a?o siguiente fue formalmente imputado por decenas de delitos. Se acusaba al expresidente por el manejo de centenares de documentos secretos o clasificados que se llev¨® sin permiso a su residencia privada, que adem¨¢s es un hotel y un club social, cuando dej¨® la Casa Blanca en enero de 2021. Esos papeles, como los de cualquier presidente estadounidense cuando deja el cargo, pertenecen por ley a los Archivos Nacionales. Tambi¨¦n est¨¢ acusado de negarse a devolverlos cuando las autoridades se los pidieron en reiteradas ocasiones. Esas resistencias desembocaron en el citado registro.

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