Cinco claves para desarrollar la confianza en los ni?os
La protecci¨®n en la infancia promueve la seguridad, mientras que la desprotecci¨®n invita a la inseguridad, la baja autoestima y la desconfianza
Cu¨¢ntas veces hemos escuchado la frase ¡°si t¨² no crees en ti, nadie lo har¨¢¡±. Parece como si la confianza fuera algo que nos imponemos nosotros mismos y que va de dentro para fuera. Lo cierto es que las investigaciones y la pr¨¢ctica cl¨ªnica nos demuestran que la confianza se aprende y se desarrolla siempre de fuera hacia dentro, o lo que es lo mismo, son nuestras madres, nuestros padres y maestros los que deben confiar desde un principio en nosotros para que podemos enfrentarnos a los obst¨¢culos y dificultades de la vida con seguridad. Si queremos que nuestros hijos sean personas seguras, previamente, los adultos significativos que rodeamos a los ni?os debemos generar contextos de protecci¨®n. Sin protecci¨®n jam¨¢s habr¨¢ seguridad. Y tambi¨¦n podemos afirmar lo contrario: aquellos ni?os que se desarrollan en contextos donde reina la inseguridad y el caos, es dif¨ªcil que puedan sentirse seguros y confiados en sus relaciones con los dem¨¢s. Si el mensaje que me trasladan mis padres y maestros es que el mundo es un lugar inseguro, impredecible y donde las personas nos pueden hacer da?o, ?c¨®mo voy a ser capaz de confiar? Por lo tanto, la protecci¨®n en la infancia promueve la seguridad, mientras que la desprotecci¨®n invita a la inseguridad, la baja autoestima y la desconfianza.
Una de las caracter¨ªsticas que m¨¢s identifican a los beb¨¦s y ni?os peque?os es, sin lugar a dudas, su inmadurez. Venimos al mundo necesitando que, al menos, una persona se haga cargo de nosotros y nos cubra nuestras necesidades. La madre y el padre tratan de conectar con las necesidades fisiol¨®gicas y afectivas del reci¨¦n nacido para, posteriormente, atender y cubrir aquello que precise. El neonato no conf¨ªa en s¨ª mismo ni es consciente de lo que supone la confianza. Solo gracias al amor, cari?o y confianza de sus padres podr¨¢ llevar a cabo peque?as acciones que le empoderen y le permitan ir ganando, poco a poco, confianza. Que nadie olvide que ya desde el momento del nacimiento tendemos a la autonom¨ªa y a saciar nuestra curiosidad. Tenemos ganas de valernos por nosotros mismos. Dice mi querida Pepa Horno que el ser humano no aprende a amar amando, sino sinti¨¦ndose amado. ?Qui¨¦n no ha escuchado alguna que otra vez la siguiente frase? ¡°Si t¨² no te quieres a ti mismo, nadie podr¨¢ quererte¡±. Pero lo que no dice la frase es que para que yo me quiera a m¨ª (me estime) es imprescindible que me hayan querido (o me quieran). No puedo saber lo que es el amor si no lo siento de otros. La habilidad de amar se desarrolla en interacci¨®n con los dem¨¢s, no de manera solitaria. Lo mismo podemos decir de la confianza: el ni?o de seis a?os que se siente motivado a probar una nueva destreza lo hace con la gasolina y la energ¨ªa que le aportan sus padres confiando y creyendo en ¨¦l. No consiste en conseguirlo, sino en intentarlo y en ser perseverante en el logro de dicha destreza o tarea.
?Qu¨¦ ocurre con aquellos ni?os que han crecido en hogares o instituciones sin amor? Como ve¨ªamos antes, sin amor es muy dif¨ªcil crecer de manera sana y plena. Los beb¨¦s necesitan ser abrazados, acunados y acariciados. No podemos perder de vista que somos mam¨ªferos y la esencia de los mam¨ªferos es el contacto emocional y f¨ªsico. Aquellos ni?os que fueron abandonados emocionalmente y que no les cubrieron, de manera suficientemente buena, sus necesidades, luchar¨¢n a lo largo de su vida para que alguien les aporte aquello que sus padres no supieron o pudieron darles.
Veamos a continuaci¨®n algunas ideas para desarrollar la confianza en nuestros hijos:
- Trata de fomentar la autonom¨ªa de tu hijo, permiti¨¦ndole hacer todo aquello que est¨¦ dispuesto a hacer, siempre y cuando no existe un verdadero peligro.
- Permite todas y cada una de las emociones. Legitimarlas es fundamental para que sienta que todas son correctas y normales.
- Huye de la anestesia emocional, es decir, no caigas en el error de darles tu m¨®vil o tu Tablet cada vez que experimenten una emoci¨®n de defensa muy intensa. Por lo contrario, legitima dicha emoci¨®n, conecta con tu hijo y ay¨²dale a regularla.
- No seas c¨®mplice de la ley del silencio. Habla de todo lo que le resulte desagradable a tu hijo para ayudarle a integrarlo. Recuerda que aquello que no nombras, no existe.
- Amamos a nuestros hijos de manera incondicional. Esto quiere decir que nuestro cari?o, atenci¨®n y orgullo hacia ellos no depende de nada. Les queremos por el simple hecho de ser nuestros hijos.
*Rafa Guerrero es psic¨®logo y doctor en Educaci¨®n. Director de Darwin Psic¨®logos. Autor de los libros ¡°Educaci¨®n emocional y apego¡± (2018), ¡°Cuentos para el desarrollo emocional desde la teor¨ªa del apego¡± (2019), ¡°C¨®mo estimular el cerebro del ni?o¡± (2020), ¡°Educar en el v¨ªnculo¡± (2020) y ¡°Vinculaci¨®n y autonom¨ªa a trav¨¦s de los cuentos¡± (2021).
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