La importancia de reconstruir la deteriorada relaci¨®n entre padres y profesores
Para educar unidos en equipo necesitamos conocernos y hablar unos con otros, y no juzgar a la mayor¨ªa por los actos de unos pocos
A la palabra confianza solo le falta dos de las cinco vocales: la e de educar y la u de uni¨®n. Esa uni¨®n que hace falta para trabajar en equipo. La uni¨®n que hace falta para educar a nuestros hijos con confianza en casa y en la escuela.
Hace unos d¨ªas, Gestionando Hijos y la fundaci¨®n SM presentaron los resultados del primer estudio sobre la percepci¨®n de los educadores en torno al rol de madres y padres en la educaci¨®n, entendiendo en este caso por educadores a los profesores. Aunque evidentemente los padres y madres tambi¨¦n somos educadores. Bajo el lema de El mejor colegio del mundo, acompa?aron los datos del estudio con un emotivo video en el que varios ni?os so?aban en voz alta con un colegio ideal mientras, al otro lado del tel¨®n, los padres de esos ni?os escuchaban emocionados los comentarios de sus hijos. Efectivamente, para los ni?os, en el colegio ideal no faltaban la confianza mutua y la uni¨®n para educar de padres, madres y docentes.
Desde el a?o 2016, Gestionando Hijos trabaja en impulsar el equipo educativo, primero con su Pacto por la Educaci¨®n en equipo, y ahora precisamente con el sello ¡°equipo educativo¡± que otorgan a las empresas que primen la conciliaci¨®n entre sus trabajadores. Como dice Leo Farache, director de esta plataforma, que familias y escuela hagan equipo es fundamental para el progreso y el bienestar de nuestros hijos. Como poco, ser¨¢n m¨¢s felices si ven que nos gusta remar en la misma direcci¨®n. Pero es que adem¨¢s los datos apuntan que su rendimiento tambi¨¦n mejora.
Debemos estar muy mal para necesitar un pacto por la educaci¨®n en equipo. Las cosas deben estar llegando muy lejos cuando nos tienen que recordar lo importante que es confiar, y educar desde la uni¨®n. El estudio en s¨ª es un elogio a la importancia de la confianza, poniendo de manifiesto la necesidad de que padres y madres apoyemos a los maestros y profesores. Para ellos es crucial que vayamos a las tutor¨ªas y a las reuniones de padres, y que confiemos en su trabajo. Y tambi¨¦n lo es para nuestros hijos.
Adem¨¢s de ser madre, tengo alguna experiencia como profesora, y tambi¨¦n he visitado unos cuantos centros educativos, enriqueciendo mi percepci¨®n sobre la educaci¨®n. Por eso creo que puedo a?adir alguna cosa m¨¢s a lo que se trat¨® en la presentaci¨®n del estudio. Si ech¨¦ de menos algo fue precisamente m¨¢s evidencias de que para hacer equipo educativo tambi¨¦n se necesita confianza en los ni?os y adolescentes y en los padres y madres. Me qued¨¦ un poco con el regusto de que solo somos los padres los que tenemos pendiente confiar m¨¢s en los maestros, cuando en general, creo que falta confianza en todas direcciones. Digamos que en muchos casos est¨¢ muy deteriorada la relaci¨®n y hace falta volver a reconstruirla. Ya lo dec¨ªa Carles Capdevilla: la relaci¨®n entre maestros y padres es muy complicada.
Como en todo esto desempe?a un papel crucial el tema de la conciliaci¨®n, me parece estupenda la labor que hace Gestionando Hijos pidiendo a las empresas un compromiso para que permitan a los padres y madres salir del trabajo para ir a una tutor¨ªa, una reuni¨®n, un festival, o para llevar a los ni?os al colegio el primer d¨ªa de clase. Pero a veces, aunque los padres no tengan problemas para acudir a las tutor¨ªas, el problema lo tienen los profesores para poder darles una cita o para poder atenderlos. Mi experiencia tras 15 a?os de guarder¨ªas, colegios e institutos, p¨²blicos, mayoritariamente, es que no todo es culpa de la conciliaci¨®n ni de la falta de inter¨¦s o cooperaci¨®n de los padres.
Las clases tienden a estar un tanto masificadas, por lo que conseguir una tutor¨ªa, si adem¨¢s hay que usar el sistema de la agenda, lo cual ocurre a menudo, ya que en muchos casos no hay medios digitales para comunicarse con el profesor, puede implicar varios d¨ªas lectivos en los que la agenda tendr¨¢ que ir y venir del colegio para al final tener un aplazamiento de un mes o m¨¢s para lograr esa tutor¨ªa. Con 20 o 30 alumnos por clase y una elevada carga lectiva los profesores est¨¢n frecuentemente desbordados y, por supuesto, tambi¨¦n necesitan conciliar. No podemos esperar que para que nosotros podamos hacerlo, nos atiendan fuera de nuestro horario de trabajo, cuando tampoco lo es para ellos. Lo realmente triste es que, para comunicarnos o vernos con un profesor, hoy en d¨ªa con los medios tecnol¨®gicos que hay, lleguen a transcurrir varias semanas, y as¨ª me parece complicado hacer equipo educativo.
El equipo, seg¨²n lo veo yo, consiste en que cuando cualquiera de los integrantes necesita a los dem¨¢s, estos respondan positivamente y en los plazos necesarios. Igual que un profesor necesita que un alumno haga su trabajo en el momento adecuado, para lo cual los padres muchas veces estamos ah¨ª apoyando desde casa, los padres a veces necesitamos una tutor¨ªa en un plazo de pocos d¨ªas y no de varias semanas.
Nadie le exige a un profesor que ponga a disposici¨®n de los padres y de los alumnos una direcci¨®n de correo electr¨®nico, una encuesta de Doodle, un canal de telegram, o incluso su Whatsapp, pero he conocido a muchos que lo hacen, aunque no se lo paguen, como un bonito gesto de confianza en los padres de sus alumnos y por consiguiente en los propios ni?os. Y los padres lo agradecemos tanto como los profesores agradecen que vayamos a las tutor¨ªas, a las reuniones, a los festivales o a llevar a los ni?os al colegio el primer d¨ªa de clase. Lo agradecemos porque vemos que el equipo funciona: yo conf¨ªo en los dem¨¢s, incluido el ni?o, y tambi¨¦n conf¨ªan en m¨ª. Sin olvidarnos de que, desafortunadamente, por lo general, la esfera adulta conf¨ªa poco en los ni?os, menos a¨²n si son adolescentes, y apenas se les escucha. Si los escuch¨¢ramos m¨¢s, e hici¨¦ramos un esfuerzo por entenderlos, tambi¨¦n nos ir¨ªa mejor.
Pienso que, adem¨¢s de impulsar medidas que faciliten el que los padres no se pierdan los momentos m¨¢s importantes de la educaci¨®n de sus hijos, pidiendo a las empresas un compromiso que facilite la conciliaci¨®n, y hacernos ver lo necesario que es que confiemos en los profesores, habr¨ªa tambi¨¦n que reivindicar que los profesores dispongan de medios y tiempo para atender a los padres en su horario de trabajo, por supuesto. Y los medios pueden ser tan simples como una cuenta de correo electr¨®nico. La cual no tendr¨ªan por qu¨¦ atender fuera de su horario, aunque muchos ya lo hacen, si su carga lectiva fuera menor, o si su horario contara con tiempo para ese menester. Estar¨ªa muy bien, porque a veces se percibe que los que no lo hacen, adem¨¢s de por razones de horario y carga de trabajo, lo hacen por falta de confianza. Porque los padres podemos ser muy pesados, y el correo electr¨®nico es muy f¨¢cil de usar. Pero para educar unidos en equipo necesitamos confiar unos en otros, y no juzgar a la mayor¨ªa por los actos de unos pocos. No todos los padres son unos insensatos, como tampoco lo son todos los profesores.
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