Dos de cada tres ni?os con dislexia no reciben el apoyo profesional que necesitan

En Espa?a, la dislexia afecta a uno de cada diez menores, pero apenas un tercio de ellos tiene acceso a las terapias de apoyo que necesitan para evitar que afecte negativamente a su desarrollo acad¨¦mico y emocional e incluso a su vida adulta. Para muchas familias, la ayuda econ¨®mica que perciben del Estado (900 euros mensuales de una beca por necesidades espec¨ªficas de apoyo educativo) es fundamental para facilitar un tratamiento que, de media, alcanza los 3.840 euros anuales, y sin embargo muchas dejar¨¢n de percibirla el curso que viene: para optar a ella, los alumnos con dislexia tendr¨¢n a partir de ahora que acreditar un 33 % de discapacidad, una exigencia que en la pr¨¢ctica puede dejar fuera a la mayor¨ªa de los alumnos con esta patolog¨ªa.

M¨¢s informaci¨®n

D¨ªa del maestro: ¡°Los ni?os con dislexia no fracasan, lo hace el sistema con ellos¡±

¡°Faltan recursos en el sistema educativo para ayudar a los ni?os con dislexia¡±

?Cu¨¢l es el problema? ¡°Que ¨²nicamente con la dislexia no te reconocen un 33 % de discapacidad, aunque sea muy severa: dependiendo de la comunidad, pueden llegar a darte un 12%¡±, afirma Araceli Salas, portavoz de la Federaci¨®n Espa?ola de Dislexia (FEDIS). Solo si se dan comorbilidades [otros trastornos simult¨¢neos] es posible traspasar este umbral: ¡°Hay que recordar que es frecuente la concurrencia de la dislexia con otros trastornos del neurodesarrollo, como el Trastorno por D¨¦ficit de Atenci¨®n e Hiperactividad (TDAH) o el Trastorno del Desarrollo del Lenguaje, lo que determinar¨¢ las caracter¨ªsticas de la intervenci¨®n y que requiere, en no pocas ocasiones, la intervenci¨®n simult¨¢nea de varios profesionales¡± como logopedas, psic¨®logos o psicopedagogos, recuerda Toni Cerd¨¢, psic¨®logo de FEDIS.

No se trata de un requisito nuevo, sino que se incorpor¨® durante la anterior crisis econ¨®mica, pero su aplicaci¨®n no era rigurosa y en la pr¨¢ctica muchas de estas familias pod¨ªan acceder a las ayudas. Una situaci¨®n que, si no se remedia, cambiar¨¢ despu¨¦s del verano. ¡°En vez de poner un umbral econ¨®mico (que es adem¨¢s lo que dice la normativa), lo que el ministerio est¨¢ haciendo es incluir cada a?o a un colectivo y dejar fuera a los dem¨¢s, a pesar de que todas las asociaciones familiares de ni?os con necesidades espec¨ªficas de apoyo educativo estamos de acuerdo en renunciar a algo a cambio de un reparto equitativo que llegue a todos¡±, ilustra Salas. ¡°Y no lo entendemos, porque esto va en contra de los derechos fundamentales de los ni?os y solo sirve para crear guetos¡±.

S¨ªntomas y tratamiento

La dislexia se caracteriza por una dificultad notable para leer debido a problemas para identificar los sonidos del habla y comprender c¨®mo estos se relacionan con las letras y las palabras. Entre los s¨ªntomas m¨¢s comunes est¨¢n ¡°el sustituir una letra por otra, la falta de ritmo lector, un elevado n¨²mero de errores ortogr¨¢ficos en comparaci¨®n con otros ni?os de su edad, falta de comprensi¨®n lectora y dificultad para expresarse verbalmente¡±, explica Tamara Chubarovsky, experta en lenguaje y desarrollo infantil. Se trata de la dificultad espec¨ªfica del aprendizaje m¨¢s extendida del mundo, y aunque permanece durante toda la vida, una terapia adecuada servir¨¢ para evitar el riesgo de fracaso escolar o de otros obst¨¢culos a lo largo de su vida adulta.

¡°Lo primero y fundamental es que se detecte de manera temprana y se les ense?e seg¨²n sus necesidades¡±, dice Salas, cuyo hijo peque?o empez¨® a tener dificultades con cuatro o cinco a?os, pero que no pudo conseguir un diagn¨®stico hasta los nueve. Esta patolog¨ªa suele detectarse en los primeros cursos de Primaria, y aunque se trata de una afecci¨®n frecuente en el entorno escolar, su diagn¨®stico no siempre es lo suficientemente r¨¢pido como para evitar problemas de adaptaci¨®n y derivados de la falta de apoyo y tratamiento.

¡°La ayuda comienza por ense?arles a leer, que es donde empiezan a tener sus primeras dificultades, porque no recuerdan el sonido de cada letra (¡­). El ni?o con dislexia, aun con una capacidad intelectual normal o por encima de la media, pasa por ese proceso de automatizaci¨®n de una forma mucho m¨¢s lenta¡±, sostiene Salas. De ah¨ª que brindar las ayudas y herramientas necesarias ayudar¨¢ a reducir la brecha con el resto de sus compa?eros y que no se queden atr¨¢s.

La labor del logopeda, por tanto, se centrar¨¢ en trabajar con el ni?o los sonidos, la conciencia fonol¨®gica y la comprensi¨®n y velocidad lectora. ¡°Si no puede acceder a la lectura en este sistema actual que tenemos, ?c¨®mo va a aprender, si no tiene una comprensi¨®n adecuada de lo que est¨¢ leyendo? ?C¨®mo va a trabajar despu¨¦s?¡±, se pregunta Salas, que a su vez recuerda la especial vulnerabilidad de este colectivo a causa de la pandemia: ¡°Esos ni?os antes recib¨ªan apoyo en el aula y ahora, con la covid, no lo est¨¢n recibiendo, con lo que el agravio es mucho mayor. Los orientadores, por su parte, no dan para m¨¢s, porque a lo mejor hay uno para coordinar dos o tres centros de 400 o 500 alumnos... Pero ahora, con los fondos europeos para compensar las secuelas de la pandemia, hay m¨¢s dinero para becas. ?Qu¨¦ se va a hacer?¡±

Adaptaciones en el aula

Para la portavoz de FEDIS, es necesario incorporar en los centros escolares adaptaciones metodol¨®gicas y herramientas que pongan a los ni?os con dislexia en igualdad de condiciones para aprender. ¡°No se trata de rebajar los contenidos, sino de proporcionar herramientas que compensen esa desigualdad en el aprendizaje, con ex¨¢menes orales o tipo test, por ejemplo; que no cuenten las faltas de ortograf¨ªa o que se incorporen las nuevas tecnolog¨ªas, como una aplicaci¨®n de lectura para que el ni?o pueda leer, con la ayuda de unos auriculares, de forma auditiva y visual¡±.

Desde FEDIS hacen a su vez una serie de recomendaciones, como no hacerles leer en p¨²blico en contra de su voluntad: ¡°Si un ni?o est¨¢ emocionalmente muy tocado y es muy inseguro, hacerle leer en voz alta delante de la clase le producir¨¢ much¨ªsima angustia y problemas de autoestima¡±, denuncia Salas. ¡°Estos chicos son supervivientes de un sistema educativo que no los tiene en cuenta... Hay ni?os de siete u ocho a?os con un nivel de estr¨¦s muy elevado y muy mal emocionalmente... No puede ser que un ni?o tenga que enfermar para aprender; les roban la infancia¡±.

Las necesidades espec¨ªficas de apoyo educativo que presenta este colectivo est¨¢n cubiertas desde 2006 por la Ley Org¨¢nica de Educaci¨®n, pero el desarrollo que de ella han hecho las comunidades aut¨®nomas ha sido muy desigual, puntualiza Salas: ¡°La realidad es que, dependiendo del maestro o del orientador que te toque, o de la comunidad en donde vivas, estar¨¢n m¨¢s o menos sensibilizados y cumplir¨¢n (o no) con los derechos del ni?o¡±. Tambi¨¦n, afirma, est¨¢ pasando con los ex¨¢menes de la selectividad (EBAU), donde las adaptaciones var¨ªan de una comunidad a otra. ¡°Imag¨ªnate c¨®mo ser¨¢ la situaci¨®n de las familias, que ha habido casos en los que el padre se queda a vivir en una mientras que la madre y el hijo o hija se van a otra, para que el menor pueda estar en igualdad de condiciones con el resto¡±.

*En una versi¨®n anterior de este art¨ªculo, se inclu¨ªan unas declaraciones que establec¨ªan una relaci¨®n causal de la dislexia con una falta de desarrollo del sistema vestibular que se han eliminado, al comprobarse que no hay evidencia cient¨ªfica que permita tal aseveraci¨®n.

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