Mediaci¨®n escolar para ni?os y ni?as
Su objetivo es entender y respetar necesidades e inter¨¦s en cualquier contexto escolar en el que se encuentre el alumnado, buscando ideas, valores o necesidades comunes
?En qu¨¦ puede ayudar la mediaci¨®n escolar en tiempos de crisis? ?Qu¨¦ beneficios tiene un proceso de gesti¨®n de conflictos versus un proceso en el que se resuelven conflictos? ?En qu¨¦ nos puede ayudar en este final de curso tratar de afrontar conflictos desde la participaci¨®n en vez de la resoluci¨®n?
En un centro escolar, se va r¨¢pido o a veces muy r¨¢pido y todo est¨¢ organizado por horarios desde que entras hasta que sales. Te encuentras, por tanto, en un marco en el que es complicado, salvo que se apueste por ello -y se apuesta poco-, hacer cosas que no est¨¢n dentro de un horario definido. ?Cu¨¢l es el problema? Que un conflicto no entiende de horas ni mira el reloj. Y si hay algo que tienen en com¨²n un conflicto y la mediaci¨®n es eso: el tiempo. Aplicarla es dar prioridad a la participaci¨®n del alumnado en el centro escolar, no limitar su tiempo. La mediaci¨®n escolar es, en este sentido, un proceso participativo, ya sean las nueve, las doce o las cuatro de la tarde.
La mediaci¨®n prioriza las necesidades de quien est¨¢ en conflicto y no deja fuera a nadie por sus caracter¨ªsticas, pensamientos, valores o ideolog¨ªas. Este proceso rompe barreras, permite ser y expresar con libertad, permite participar en la toma de decisiones sin miedo, permite que puedas ventilar tus emociones, impide la culpabilizaban y el juicio y vela porque los acuerdos alcanzados se puedan llevar a cabo con seguridad y compromiso. ?Y c¨®mo se hace esto? Buscando equilibrio en la toma de decisiones, o lo que es lo mismo, buscando equilibrio de poder.
En la mediaci¨®n, el poder est¨¢ totalmente distribuido. El mediador no decide ni aconseja y no se pone de parte, lo que garantiza que nunca va a influir en la toma de decisiones. Esto permite, por definici¨®n del propio proceso, la participaci¨®n activa y respetuosa sin distinci¨®n y sin l¨ªmite. Por tanto, la mediaci¨®n escolar no segrega, no discrimina y permite la accesibilidad de todo el alumnado para resolver sus problemas. Su fortaleza es generar un clima donde:
- Hay participaci¨®n activa.
- No te centras en lo que se ha hecho mal, sino en como pueden llegar a hacerlo bien.
- Te centras en las habilidades y fortalezas de quien est¨¢ participando en el proceso y no en su pasado o en el problema por el que justamente te han llamado.
El objetivo de la mediaci¨®n escolar es entender y respetar necesidades e inter¨¦s en cualquier contexto escolar en el que se encuentre el alumnado, buscando ideas, valores o necesidades comunes.
Si condicionamos el conflicto a horarios o a figuras de poder en un centro escolar, es posible que haya conflictos que se enquisten y luego sean muy complicados de afrontar.
Por lo tanto, la mediaci¨®n escolar en plena crisis nos ofrece:
- Mayor libertad. Un proceso de mediaci¨®n al ser imparcial y neutral, es un factor de protecci¨®n en s¨ª mismo pues todos esos l¨ªmites bajo los que hoy vivimos, sencillamente no existen. Es por tanto, un proceso de libertad personal fundamental hoy d¨ªa.
- Confianza. Si les dejas mediar, les dar¨¢s confianza, y lo agradecer¨¢n. Si damos al alumnado la opci¨®n de resolver bien, ?por qu¨¦ va a hacerlo mal?.
- Serenidad. Un proceso de mediaci¨®n adem¨¢s de buscar un acuerdo, se centra como eje fundamental en la ventilaci¨®n emocional. En mediaci¨®n, lo que m¨¢s se trabaja ante de hablar de un conflicto es la expresi¨®n emocional para bajar nivel de activaci¨®n, eliminar percepciones err¨®neas y permitir expresar lo que sientes y lo que piensas con libertad. Esto hace que sea un lugar abierto en el que, despu¨¦s de la tempestad, siempre viene la calma. Y la calma hoy en d¨ªa no es f¨¢cil de mantener.
Albert Einstein dijo: ¡°Todos somos genios. Pero si juzgas a un pez por su habilidad de trepar ¨¢rboles, vivir¨¢ toda su vida pensando que es un in¨²til¡±. As¨ª pues, ?qu¨¦ pensar¨¢ un alumno que tiene conflictos, al que no dejamos participar en su resoluci¨®n? Pues, como el pez, entender¨¢ que adem¨¢s de no poder trepar ¨¢rboles, es un in¨²til resolviendo conflictos. Y, me pregunto yo, ?no es la labor de la escuela cambiar esta percepci¨®n?
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