Luc¨ªa del Prado: ¡°No involucrar a los hijos en un proceso de divorcio conflictivo es la prioridad¡±

Mediar en una ruptura conflictiva para que los hijos no sufran. Esta es la labor principal de Luc¨ªa del Prado, presidenta de la Fundaci¨®n Filia de Amparo al Menor, organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro, independiente y cuyo objetivo es concienciar sobre los efectos ¡°gravemente perniciosos que causa, en ocasiones, en los hijos c¨®mo se relacionan algunos progenitores -odio, rencor- antes, durante y despu¨¦s de finalizar los procesos judiciales de alta conflictividad familiar¡±. Seg¨²n explica la experta, hasta 2011 apenas se debat¨ªa sobre este tipo de maltrato invisible que se produce en los menores cuando los padres deciden poner fin a la relaci¨®n de un modo irresponsable y los usan como elementos de chantaje para conseguir sus fines.

A lo largo de estos a?os,?la Fundaci¨®n visibiliza conceptos tales como: ¡°Los padres se divorcian, los hijos no¡±; ¡°C¨®mo utilizarlos como armas arrojadizas contra su padre o su madre es un tipo de maltrato¡± o que ¡°Los ni?os no deben verse involucrados en los conflictos de sus progenitores¡±. Algo, que seg¨²n la experta, es una ardua tarea que requiere mucho esfuerzo y energ¨ªa: ¡°Debido al vac¨ªo institucional y social que est¨¢n viviendo miles de familias en nuestro pa¨ªs, y en todo el mundo, ante ciertas situaciones de conflicto familiar. Cabe destacar que la gran polarizaci¨®n social que vivimos en la actualidad hace muy dif¨ªcil el trabajo en la defensa del menor, porque ciertos sectores desvirt¨²an por completo la bondad de su defensa¡±.

¡°A trav¨¦s del desarrollo de iniciativas de apoyo y amparo al menor, nos orientamos en conseguir una infancia y adolescencia sanas que permitan la existencia de un adulto plenamente capaz¡±, explica la experta. ¡°Como son diversas campa?as de sensibilizaci¨®n¡±, prosigue, ¡°dirigidas a familias, educadores, e instituciones p¨²blicas, ayudamos a detectar, conocer y actuar de forma responsable en beneficio del menor por encima de los intereses de sus progenitores¡±.

Desde que la Fundaci¨®n inici¨® su actividad, recibe una media de 5.000 peticiones de ayuda al a?o, en las que el menor sigue siendo la principal v¨ªctima de los conflictos entre sus progenitores en los procesos de divorcio altamente conflictivos. ¡°Con la pandemia se han incrementado las peticiones¡±, subraya Prado. ¡°Somos una Fundaci¨®n peque?a, con pocos recursos econ¨®micos y humanos. ?nicamente recibimos una subvenci¨®n de la Comunidad de Madrid para llevar a cabo el?Servicio de Intervenci¨®n del Coordinador Parental,?gratuito para las familias madrile?as. Este servicio ha demostrado que funciona: ya que m¨¢s del 70% de los casos derivados por alta conflictividad desde los tribunales este a?o, han sido resueltos de manera satisfactoria¡±, sostiene.

¡°El desconocimiento, la falta de asesoramiento, la informaci¨®n sesgada que se ofrece a las familias, la lentitud de la tramitaci¨®n de los expedientes judiciales, la falta de especializaci¨®n de los profesionales en este ¨¢mbito, o incluso, una direcci¨®n letrada sin escr¨²pulos, pueden llevar a la ruina emocional y tambi¨¦n econ¨®mica a una familia¡±, incide.

Ante todo, explica Prado, ¡°les hacemos ver, a las parejas que llegan rotas, que se deben separar los conflictos conyugales de los parentales. No involucrar a los hijos en el conflicto es una prioridad. Analizamos el expediente y los motivos del conflicto perpetuado, y se les explica a ambas partes que, por el bien de sus hijos, es su obligaci¨®n entenderse e intentar llegar a acuerdos esenciales en lo que respecta a la crianza de sus hijos. Intentamos desjudicializar los casos en la medida de lo posible. Siempre que no se den situaciones de riesgo para alg¨²n miembro de la familia, con especial atenci¨®n en los menores¡±, explica Prado. Adem¨¢s, seg¨²n informa, se les ense?an habilidades parentales, t¨¦cnicas para mejorar la comunicaci¨®n familiar y siempre con el foco en el bienestar del menor.

Expertos para resolver un divorcio conflictivo y que el ni?o no sufra

¡°Existen dos expertos para resolver un divorcio problem¨¢tico: el mediador y el coordinador parental. Y ambas son herramientas de resoluci¨®n de conflictos¡±, explica del Prado. ¡°La mediaci¨®n es de car¨¢cter voluntario, mientras que la coordinaci¨®n parental es de obligado cumplimiento y emite informes detallados con recomendaciones al juez. Puede ser derivado directamente por el Juzgado o a instancia de una de las partes siempre que se detecte riesgo para el menor¡±, incide. ¡°Partiendo de ah¨ª¡±, prosigue, ¡°tanto el?mediador como el coordinador parental?deben ser especialistas formados en habilidades de resoluci¨®n de conflictos con conocimientos de legislaci¨®n en Derecho de Familia y de Menores. Ambas figuras tambi¨¦n son de car¨¢cter temporal, es decir, su labor se determina en un tiempo espec¨ªfico¡±.

Ser coordinador parental requiere un grado superior, una especializaci¨®n m¨¢s con respecto a la intervenci¨®n del mediador, y tiene diferentes responsabilidades que le hacen ser considerado como una?intervenci¨®n pericial y un auxiliar del juez: ¡°Est¨¢?investido de una funci¨®n p¨²blica de autoridad, sujeto al r¨¦gimen jur¨ªdico, en ejercicio de las responsabilidades de su cargo y para intervenir en un procedimiento debe jurar el cargo ante el tribunal. Ambas figuras tienen puntos similares, pero grandes diferencias. El coordinador parental tiene la obligaci¨®n de velar por el?cumplimiento de las sentencias judiciales?sobre custodia y r¨¦gimen de visitas de los menores. Esto supone una ampliaci¨®n de las funciones del mediador, ya que estos se limitan a revisar el cumplimiento del acuerdo adoptado tras las sesiones de mediaci¨®n, finalizando ah¨ª su gesti¨®n¡±.

¡°El coordinador parental emite un informe que podr¨¢ desplegar sus efectos en el proceso judicial. La mediaci¨®n no lo permite por ser confidencial¡±, subraya Prado. ¡°En definitiva, la funci¨®n del coordinador parental es esencialmente pedag¨®gica y va dirigida a ense?ar a los progenitores a gestionar su situaci¨®n de conflicto, y a separar netamente su condici¨®n de progenitores responsables de un hijo en com¨²n de su condici¨®n de expareja¡±, termina.

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